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EL HERALDO DE COSTA RICA.
Dirigido y redactado PORDON tas.
El Meralão Entonces se transformaba. EnELHERALDO DE COSTA RICA jóven malogrado, el testimonio uno de los ginetes, toda ca jinetes quienes arrastra el ritmo de nuestro duelo.
rrera trató de ganar la boca ca del galope, y que saludan con una cendíase su rostro y en sns ojos se lle adelantándose al ganado pa. inclinación de cabeza a las inuje reflejaba la dulzura de un maravira hacerlo tomar la dirección res reclinadas en sus victorias bajo lloso ensueño. PIO VIQUEZ La Hoja del Pueblo está alar que le convenía; pero uno de sus lujosas pieles.
El perfume le embriagaba el alGacetillas especiales madísima; por todas partes oye los animales, asustado, cre Cierto día sollozó profundamen ma. Aquel delicado aroma desper el crujir de dientes de la nece yéndose amenazado, la empren te al ver pasar junto a la cascada taba en él la visión de los bosques La Tipografia del Comercio cidad, entre la clase pobre. dió por correr a todo escape, una boda. La novia, vestida de primaverales, llenos de hojas agijos de panfletos, hojas y tarje. Nosotros estamos medio me resultando, que el uno por huir blanco, iba delante buscando flores tadas por ei céfiro. Separaba las racio de ésta y ya titiritamos de y el otro por atajar, corrían con en el musgo, y un tanto inclinada mas y se le aparecía una nujer vesPrecios convencionales. susto. Pero dicen unos para toda la velocidad posible. Pron. hacia el suelo, se volvía sonriente tida de blanco, hermosa y sonrienconsolarnos que en Costa Ri to llegaron a las bocas calles hacia el novio. Pero al fin com te. Quería apoderarse de ella, pero El Heraldo de Costa Rica ca nadie se muere de hambre, doblando una esquina en toda prendió nuestro hombre que no le la imagen se alejaba ocultándose tiene su despacho de adminis. sólo los vagabundos y dados la fuerza de la carrera pasando era dado gozar Jamás de una ven entre las elevadas hierbas. Al fin tración donde tuvo su oficina el vicios que arruinan. Pues en por sobre la acera y siguiendo tura semejante.
sorprendía la fugitiva y permane.
Diario del Comercio.
Los avisos se aprecian contonces más que medidas eco adelante hasta que el ginete lo Es feo y pobre como su padre y cían los dos enlazados por largo forme tarifa, los comunicados, nómicas, actidase providen gró atajar el animal y volverlo su madre, ya difuntos. no habían tiempo sobre el musgo donde se osegún convenio.
cias de policia para echar del basta unirlo con los otros. podido darle más que una instruc cultan las violetas.
paía miseria por extranje El momento en que esta ca ción muy escasa, reducida leer, De la segunda fuente manaba opora perniciosa.
rrera sin nombre tuvo lugar, escribir y contar. Le ha costado no ponax, y perturbado por tan exqui.
es en el que las calles están lle poco trabajo encontrar un modesto sita y rara esencia, su pensamiento Estamos temerosos.
nas de niños y niñas de todas empleo en no sé qué administración se veía subyugadopor un nuevo desEstas lluvias tenaces y abundantes edades que van para sus respec sin esperanzas de mejorar de esta varío.
Entraba en uno de esos tocadoEl Ilustrísimo y Reverendísi van metiéndonos en miedo Detivas escuelas, y en que los ni do.
nos de cada casa, que no con Es un ser de esos quienes na res de seda y encajes donde osten.
mo señor Obispo de eeta dioce repente cataplúm! algún gran curren las escuelas, se encuen da puede ocurrir y para quien no tan su belleza las grandes señoras.
sis se ha dignado distinguir depósito de agua barre los vesus humildes ovejas los redacto cha en la cara.
cizos altos montes y nos los he tran en las puertas, aceras en existe ni la casualidad.
Sobre los dorados respaldos de sin embargo, las calles jugando entre ellos. Allí envejecerá sin que cambie las sillas se deslizaba una media res del Heraldo de Costa Rica, no sabemos que se mueva el Es una verdadera casualidad, nada para él. La noche que se a luz sonrrosada; los espejos refleja.
enviándoles un modelo de la ingeniero director de Obras un prodigio, que no sucedieran cueste víctima de la última enfer ban las suntuosas flores de la alcircular nº 243, en la cual el Públicas.
desgracias, que muy bien pu medad, habrá asistido la oficina fonbra, y en medio de ton deslum.
dieronsuceder muchas. Qué hará?
por la mañana.
benévolo pastor anuncia la brante lujo, una mujer algo altiva, El ganado suelto debe condu.
Su resignación es infinita y su pero mucho más tierna, extendía cristiandad católica de este país, cirse por calles rondas por per dolor, como un mal del que no ha su luenga falda sobre la seda de que el 19 de Febrero de 1893 El mal tiempo sigue de fir sonal suficiente instruído en de curar jamás, ha rebasado ya el un sofá, y, sonrriéndose al verlo celebrará nuestro Santo Padre me, y sin embargo hasta ahora la manera de efectuarlo, para período agudo, constituyendo una llegar, le tendía una mano, que la el señor León XIII el quincua ción pública para ver si es po con toda seguridad. Es casi que se eterniza en una irremediuno hemos hecho ninguna roga que camine despacio, junto y desesperación aceptada, convenida, aparición no retiraba, La tercera fuente vertía almizjésimo aniversario de su consasible que allá por enero tenga seguro que leyes hay, sobre el ble melar. colís.
cle en abundancia.
gración episcopal; y que con emos algún sol. En qué se ocu particular debieran haberlas. Pero por qué pasaba, aunqeu El mancebo se inundaba las dos se motivo, que ha de alegrar los para el cabildo eclesiástico? Si las hay, es preciso que se esto le obligase dar un gran romanos y aspiraba con ardor el fuercorazones de los fieles la Sancumplan; si no las hay, es predeo, por una de las estrechas galete y caluroso perfume.
ta Madre Iglesia, se ha pensado ciso crearlas; pues sin uno ni rías que se ruzan tras de la entra Sus ojos despedían llamas y su LA DICTADURA ofrecer al Sumo Pontífice, el otro no hay seguridad en las da de los artistas del teatro de va. rostro se inundaba de carmín.
valiosísimo don de un hermoso Esta doña entrecejuda si vías públicas.
riedades?
Con los brazos y los hombros UN ESPELUZNANTE, templo en honor de San Joa gue muy acurrucada en su paEste pasaje, sobre ser triste, es desnudos, surgiendo de un monlacio.
quín, su santo onomástico.
El temporal la tiene tá casi siempre desierto, por la ma tón de brillantes mpas y bajo herasmática, y no se atreve deGOTAS DE ILUSION Agrega su Señería en su afiana, sobre todo. Hay en él pocas mosas arañas de cristal, de las que safiar desde la puerta, esa llotiendas. la claridad que se des se desprendía una lluvia de oro y preciable circular, que los ObisPOR CATULO MENDES vizna portadora de anginas y de prende de los altos cristales vénse de fuego, varias mujeres, cuyos lapos de Italia, Francia, España, catarros, Ah! tiempo del demnebles en restauración, cuadros bios parecen sangre sobre nieve, se Alemania, Austria, América. monio; y como nos fastidias y Todas las mañanas, para ir su vueltos del revés y montones de echaban atrás el manto de sus cahan puesto en conocimiento de nos calas hasta los tuétanos, oficina, recorria por el mismo cami libros viejos; y en uno de los án belleras. y mientras el vino brillasu clero y fieles la idea expre Hasta cuando no has de camgulos sobre su triste puerta, que ba en las copas, bailaban en torno sada, exhortándolos que con biar, oh gran diablo; hasta cuan de baja estatura, desmendrado Es un pobre muchacho, delgado, parece bostezar, un gabinete de lec de él, y rendidas al fin de fatiga, tura le ofrecían sus brazos, sus cabellos tribuyan con su óbolo la cons do hemos de sufrir tus ultrajes! más flaco aún, al parecer, bajo su oscuroy silencioso.
Pasaba yo por allí causa de u. y sus labios.
trucción de dicho templo; y que Pues decimos que la doña estrecha levita, con el cuello siem na tienda de perfumería situada en De pronto el joven echaba coCosta Rica no debe quedarse a entrecejuda se la pasa con apre pre levantado. Joven todavía, pues frente del gabinete de lectura. rrer, porque la perfumista había jena ese gran movimiento, tazón y hervidero de pecho, apenas tione veintidós años, carece La perfumista había tenido la entreabierto su puerta, porque alEl Pastor concluye pidiendo Muy metida y arropada hasta de las expansiones propias de la idea de colocar fuera de los escapa. gnien entraba en el pasaje. Pero una limosna para el piadoso fin. los ojos, no se atreve a abrir la juventud. Hay plantas pobres que rates tres fuentes de latón, de las el pobre pelafustán llevaba consiDe nuestra parte habrá gusboca, para que no se le meta ni siquiera florecen durante la pri quo caían gota gota olorosas escen go bastantes ilusiones para embe.
cias.
ilecer un tanto las tristezas del día.
to grande en ofrecer oportuna una pulmonía.
Su rostro, cuyos ojos, siempre Todos los transeuntes podían De algún tiempo esta parte, el Así se la pasa en los esconmente firme testimonio de la bajos, miran al sego con esa soca perfumar su pañuelo. Pero cauinfeliz desheredado está inconsolaadmiración y simpatía que nos faites de palacio, roncando y re rronería que inspira el miedo, se sa de la soledad del sitio, tal geneble.
inspira el grande hombre, que, zongando como una gata.
asemeja una de esas caras de ce rosidad sólo era utilizada por el La perfumista ha notado, al fin, por amar la libertad y el que daba sin provecho alguno liprora en las que se ha desvanecido el pobre empleadillo.
greso, es columna fuerte del Va Bewer Redactor de El color, y las que algunas manchas mosnas de violetas, opoponax. y al Apenas entraba en el pasaje se ticano y estrella del siglo XIX. Heraldo de Costa Rica. rojas añaden un no sé qué de triste detenía espiando el momento en mizcle. las tres olorosas fuentes no San Jose, Octubre 20 de 1892. y enfermizo.
que estuviera solo, y después corría Con verdadero pesar hemos No tiene como otros jóvenes, a precipitadamente hacia la perfume proporcionan ya gotas de ilusión Por considerar de interés pú legría en los labios, ni amor ni es ría, colocaba, no su pañuelo, sino que un jóven Lizano, hi blico el hecho que a continua peranza en el corazón.
una de sus manos, bajo la primera jo del apreciado caballero, se ción expongo, le remito estas Como los demás habría querido fuente, de la que emanaba escencia Nobleza de venta, ñor don Joaquín, se ahogó ayer líneas para su publicación. sonreír, amar, vivir, pero no le era de violeta; recogía las delgadas y en un río de Barba. las 11 a. de hoy, baja posible. Sin embargo, los domin lentas lágrimas que de allí se des En los Estados Unidos están Sentimos mucho esa desgraban trote ligero, diez doce gos, cuando salía dar un paseo prendían, y cuando se había moja haciendo furor los títulos novi.
reses que conducían dos hom sólo por los Campos Elíseos, seguía do la palma de la mano, se la apli larios. Las mujeres se desvi.
cia, y llenos de sinceridad, ofre bres caballo. Como cien va. con ojos celosos, en los que la ira caba la nariz y aspiraba con de ven por casarse con condes, bacemos los pobrės padres del ras antes de llegar a la calle 26, abrasa las lágrimas, los clegantes leite el delicado. perfume. rones, etc. etc. y estos sacan no. mavera sabido Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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