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EL HEPALDO DE COSTA RICA sa.
una vencional EL HERALDO mirada en aquel lecho, vió a la davía manchado en sangre. no quería salir del primer oficin La señora Odio ha sido un tiescasa luz que penetraba, el Las sábanas habían sido muen cuanto al gasto, y considerae po verdaderamente admirable no cuerpo de doña Julia en nna dadas. El rostro de la señora ba que su linda y joven mitad, sólo por su belleza sino por la exVi junto con ocho hijos pequenos, presión dulcísima de su rostro.
Administración. Está esta posición inusitada. Se aproxi estaba limpio y sereno.
blecida en la vecindad del telégrafo, de La mó, y viendo el rostro descommos las sienes handidas y las era muy dichusa con recibir 60.
mensuales para gastos de la caY por su carácter sencillo, tierhuellas del horrible crimen imAno y bondadoso, era un ángel.
poder presidencial; en una de las piezas puesto y bañado en sangre. pertérritas en la ojera sangrien Esto decían siempre de ella tode Manuel Cañas, frente a la casa del ge echó gritar. Fué la prime ta y la sobreceja apartada de Pruebas das sus amigas y relacionados; y neral Sermno; pared de por medio con el ra noticia del tremendo crimen. su centro. La profunda cuchi En el estuche del señor Odio nosotros, que tuvimos la suerte tavo Pradilla, el famoso introductor de Los niños, que aun estaban llada de su garganta, de seis faltaba una navaja; y la piedra de conocerla, también lo decimos.
sombreros de pita; allí cerquita del aboga en sus camitas, corrieron lagocho centímetros, no tuvimos de afilar estaba presente dando En tales cosas pensábamos, do don Anibal Santos, en el centro del blo valor para examinarla. El la testimonio de que acababa de tracuando llegamos al lugar del crique en que se halla situada la esquina de alcoba; el marido no parecio, bio de aquella madre estaba bajar, húmeda y sucia aún, y la tan Inocente Moreno; pocas yardas del aunque la queja de la criada un tanto encrespado, pero no esponja mojada; y el señor Ódio men. En la calle había Correo y de la Compañía de Agencias, y habría podido perforar un mu como muestra de horror, sino con la barba que declaraba nogmaltitud de personas, hombres y Lajo la sulvaguardia de la Artillería.
ro de acero. El señor Odio de ternura. Hubiéramos dihaber sido rasurada en algunos mujeres, todos alarmados y hadías. Un pantalón mojado en ciendo comentarios del suceso dormía en cuarto vecino, pero cho que fué celoso guardador la cadera izquierda, y acusando La puerta de la casa estaba Rogamos a nuestros deudores se dignen reconocer sus cuentas y cubrirlas pronto su sueño era profondo. La del último beso que recibió de allí sombras de sangre; y las custodiada por la policía. Allí Les rogumos también que no olviden el casa en movimiento escandalo los hijos la desventurada ma criadas afirman que el señor nadesprendimiento con que los hemos trataso, y él reposaba cristianamen dre. Por eso somos de sentir da les había ordenado lavar. El nos dijeron que el señor don 0sel miserable asesino la in abrigo de Odio en el cuarto de baldo Odio, esposo de la víctima, te, como varón santo que po moló sobre seguro, cuando ella la señora y el pañolón con que acababa de ser conducido la Avisos y Comunicados, precio con cos minutos antes hubiese de dormía. Matar así a la delica la señora había andado el dia cárcel por sospechas fundadas jado el cilicio nocturno. deza, cuando ni siquiera tiene unos pantuflos con salpiques roanterior, en el cuarto del esposo que lo acusaban como autor del el socorro de su lamento supli jos, y hay quien afirme que tamn.
asesinato.
Descubrimiento.
Un crimen nuevo cante. Ah canallal, en los do bién había manchas en la cami Después de algunas súplicas Los gritos de los niños y las minios del Meschasché ya essa.
logramos de la policía que nos exclamaciones de la serridum tarías suspendido al primer post El hecho.
Antecedentes bre atrajeron gente.
te de telégrafo. Más que indejase entrar. Nos dirigimos al Pronto Kaposento mortuorio. Allí estahumano, cobarde, más que co La señora había intentadu un ban el Juez del Crimen, acompa Una mujer degollada sobre estuvo llena la casa, principal barde, desvergonzado, más que divorcio perentorio. tundada en ñado de su Secretario y escri.
su lecho. y con ambas sients mente la alcoba. Los agentes desvergonzado, estúpido, más que su marido no le daba lo ne de la policía acudieron con que estúpido, bestia.
cesario. Este hizo lo posible por biente, levantando la corresponhundida golpes. La mano evitar la condena, y aseguró diente sumaria, el Comandante izquierda apoyada sobre el pe presura; el médico del pueblo. 100. 000 con hipoteca a favor de la Policía y el Dr. don Nazacho, la otra escondida bajo la señor Toledo, no anduvo sino Derecho de su mujer. De algún tiempos ropa de abrigo. El cuerpo, que voló. La autoridad estuvo solícita. La sangre fuè ha profesamos. Nadie es respon larle la hipoteca.
Esta es la teoría penal que su esposa de que debía cance dando su dictamen médico. legal.
para acá no vivía por convencer rio Toledo, Médico del Pueblo, del cuello para abajo, inclinallada fresca aún; de tres cua sable de nada. Todo En uno de los ángulos de ese do hacia la orilla de la cama, pasa fatro horas de vertida. La ca talmente. La moral es una dormitorio estaba el lecho conyula cabeza vuelta del otro lado.
Juicio xma estaba inundada, como era palabra hinchada. Nadie se gal, y en él, rígido y ensangrenEl rostro enbierto de sangre natural; y el rojo horripilante debe así mismo es la frase desconocido.
Los golpes en habia corrido por el pavimen exacta. Pero la vibora debe cel entre dos agentes de la justi Aquel cuadro era espantos menlas sienes eran mortales por sí cia y escoltado de diez policías. te trágico. Tenía la cabeza la morir porque tiene veneno to invadido departamentos Marchaba con la frente incli orilla de la cama, casi fuera de.
solos. La degollación atroz. de los chiquitos. La ciencia mortal en su agudo colmillo; y nada y asegurado de los brazos a la almohada, inclinada hacia suficiente para arrancar la médica declaró que los golpesible, tampoco puede serlo quien En Costa Rica no había habi larriba. La sien izquierda pervida rápidamente. El hueso y la herida eran necesariamen la destruye con vare do hasta ahora crímen semejante. forada, y en el cuello una heri de la ceja izquierda estaba ro te mortales, y que el crimen jón para librarse de su ace El de Herme queda oscurecido. Ada ancha y profunda que, según to y desprendido. Las ojeras debió de haberse cometido en chanza. Pobre asesino. deci Celos no ha podido haber. el dictamen del médico, tiene de Todos juran que la avaricia alzó. 10 12 centímetros de exteny los ojos inyectados en san tre tres y cuatro de la maña mos ahora, tú no eres parte el brazo asesino.
tu desgracia tremenda. He afirmamos. Hasta ahora no poNosotros nada sión. La cara, el hombro deregre. Una herida en el antena.
riste el cuello de la esposa lle demos decir quien ha sido el macho y el pelo, en desorden, combrazo de la derecha. Se cree Datos.
na de virtud y de la madre lleserable.
pletamente ensangrentados. La que la víctima Inchó, que el na de amor, sin que podanios sangre caía desde la cama al sue.
Una hija como de ocho og asesino hubo de rendiria con culparte de tu mala naturaleza; lo; estaba ya coabulada y formanueve años ha dicho que por pero muere ahorcado, infeliz, los golpes en las sienes, y que la madrugada sintió que pasa en un poste de telégrafo, por GACETILLAS ba sobre la alfombra una inmensa charco. Tenía la boca un tanto luego la hirió con cuchilla de ban por su cuarto, cerca de su que no es razón que esperemos entreabierta, la mano izquierda filo muy delgado. La muerta camita; que tuvo miedo de ha nuevas feroces demostraciones CRIMEN ESPANTOSO.
sobre el pecho y la otra oculta infeliz se llamaba doña Julia blar; que toda la noche la ha de que el destino te hizo enebajo las cobijas. Al pie de la de Odio; de 33 años de edad, bía pasado con mucha tristeza migo de la humanidad. Ayer en la mañana nos diri cama se hallaban sus botitos, y 16 de casada, y ocho hijos, el y el pecho oprimido; que desgiamos la oficina de Redacción en un dormitorio contiguo la roInstrucción mayor de 14 años. Su mari pués ya no supo más.
de este periódico, cuando una se pa que había llevado puesta.
do don Osbaldo Odio, rico de Hemos visto el proceso. Todo ñora nos detuvo y casi llorando Las criadas una principal se inclina determinar que el nos dice: No sabe lo que ha pa que primero sufrió el golpe ne El Médico del Pueblo de ce 400, 000, había sido panade mente asegura que don Osbal marido dormía cuando la criada ro en la ciudad de Heredia, do, contra si costumbre, habría daba gritos anunciando el bárba sado? Doña Julia Odio ha sido le perforó la sien, y que entoles donde se casó con la bella requerido con aspereza la ro asesinato, y que don Osbaldo horriblemente degollada!
se hallaba profundamente domino salió entrapujado de su cuarEsta noticia nos desconcertó da, que después recibió el naviamujer cubana que era su so servidumbre para que se acos to, sino tiempo después de haber Por un momento dudamos. Es Entonces aun no te tase, eso de las nueve. Que sido descubierto el crimen. Se a veces tan dura y terrible la la cabeza del tronco, y que ese Azo del cuello, que casi le sepra brina.
nía capital. Su fortuna la bi a todos admirados de aquella sa licía, llegó el hombre llorar soasegura, que ya presente la po realidad de la vida!
zo ya establecida la sociedad lida, hubieron de buscar el re bre la víctima. loro! Pobre crimen. De camino recordábamus Nos dirigimos la casa del crimen se perpetró las 6 de la mañana.
conyugal. Según se dice era poso mirándose la cara sin esposo! Había perdido una muExtraña y terrible coincidey 25 años mayor que su mujer. hablar una sílaba. jer tan excelente que por largos que el domingo último, en el teaSaños se había contentado con ha tro, la noche que se reprensentacia! Debajo de su almohada e Referencias.
Vista de ojos.
cer vida de monja arruinada, ba La Dama de las Camelias encontró una obra que iba corsiendo así que su pobre compa la habíamos visto en un palc cluyendo de leer. Ese libro La criada, que tenía costum las 10 de la mañana estu ñero pudo muy bien suminis rodeada de unas cuantas de sus se halla en poder de la autoridad bre de pedir el diario, entró vimos en la casa maldita.
Vi trarle fondos suficientes para imamigas.
es una obra de Ortega, que la alcoba y llamó. Como no mus el cadáver tendido en el pedir la anemia mortal de ella y lleva por título El tribunal del de sus hijos. Don Osbaldo fué viendo!
Nos parece todavía estarla tuvo respuesta, se fué creyenlecho funesto, cubierto con una panadero, después prestamista, la sangre Los secretos del Rey do dormida su señora. Po colcha blanca hasta la barba después empeñador, después bancha, y como siempre hermosa, veíase un cuadro de la Virgen Allí estaba, al parecer, satisfe En la pared cerca de la cabecera, co después volvió, y fijando sul El pavimento se lastimaba to quero El hombre desgraciado angelicalmente hermosa. de la Caridad.
su 75 que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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