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EL HERALDO DE COSTA RICA ESTE XES TIENE 30 dias.
cas.
CALENDARIO cuyo desastrado fin se aproxi los tiempos posteriores apenas si la República, que triunfante genio, anunciaba al príncipe maba la raya funesta en la había alguien que supiera que el del Imperio, no cedía al im austriaco que él se condena JUNIO DE 1895. pequeña República de que se soldado que peleó por librar pulso de perdonar al prínci ba muerte sí mismo en había adueñado por ministerio de su país de Morazán, ocupaba un pe inocente.
cada una de aquellas sentenla traición los errores del odio alto puesto en el ejército de su Pero nu era inocertte. No cias capitales, y que no sepolítico de que fué víctima el patria: que después de aquel engran Carrillo. Mayorga coman tonces abandonó el honor que recordemos lo que represen ría dable esperar, en la hora Domingo, 16. San Juan Francisco daba las tropas de Cartago, y habia ganado en buena lid, y su taba; no paremos mientes en segura de llegar de la caída, Regis, y san Aureliano, ob. en noche oscura y lluviosa tuvo modestia no quiso nunca enro que era el símbolo y la per que tuviera piedad para él la LUNES, 17. San Manuel y compañe la desgracia de encontrarse con jecerse con la revindicación.
sonificación de la Monarquía República victoriosa, después ros, mártires y Reinerio, cf.
el bravo alajuelense allí en Bu Pero no podemos extendernos alzándose sobre la Repúbli del sacrificio inhumano de riogre, y de ser derrotado defi más, si bien no hemos de con ca, de la Europa imponién sus más nobles hijos; que le EL HERALDO nitivamente, con lo cual el si cluir sin deplorar la muerte de dose la América, de las tendiese la mano del perdón, tio de la plaza josefina quedó ese hombre que fué modelo de ideas viejas y los viejos pri al mirar la suya tinta con la libre del inminente peligro de virtudes públicas y privadas, vilegios viniendo arraigar sangre de sus devotos y sus DON PEDRO SABORIO. ser levantado.
de cfrecer su enlutada y El otro hecho es de índole tinguida familia el testimonio de se en el continente de la li héroes.
bertad y el derecho; no penHe aquí un hombre qne ba muy distinta, pero quizá más nuestro pésame.
La piedad por encima de semos en eso por ahora, sin todo, la piedad pesar de vivido sin aparato y caído en la recomendable aún. Se trata fosa sin ruido soberbio, y que del descubrimiento del río San COLABORACION autorizar, empero, la absurda todo, la piedad todo transin embargo sería un buen tema Carlos, en la región interior del pretensión de que la verdad ce, eso pueden proclamarlo para llenar algunas páginas de país y de la fijación de sus bo El cadalso de Maximiliano.
y la justicia hayan de per los poetas, los falsos guías relación importante.
Desde los descubrimientos manecer inermes cuando las de las candorosas muchedumPedro Saborío Alfaro nació y exploraciones de los primeros La aventura que llevó al asaltan la iniquidad y la men bres, que como las mujeres y el año de 1818 en la ciudad de conquistadores que visitaron esa trono de Méjico al príncipe tira. Maximiliano fué res los niños se encantan con lo Alajuela. Huérfano en tempra parte del territorio costarrice Maximiliano de Hapsburgo, ponsable de un decreto odioque tiene matices deslumbrana edad, hubo de tener una ju ella, y Saborío Alfaro fué el pri de un criterio muy estrecho, sentenciarse sí mismo, im ra solemnísima en que la viso que no pudo firmar sin dores y vistosos. En la hoventud atribulada; pero su energia venció pronto las dificulta mero de los costarricenses en no aparece exenta de presti plícitamente, al último supli da del Archiduque estaba des; batalló desde los primeros los tiempos nuevos que sació su sed en las aguas de ese nuestro gios románticos. De juven cio. Condenáronse, en efecto. pendiente de su mano, harto ejemplar se hizo senior de la victoria, valiosísimo río, en un punto lla tud florida, de figura gallar el patriotismo y la virtud co hubo de atender la fantasía Viajó todavía adolescente al Salmado hoy el Arenal. Al Presi da, de sangre ilustre, de ca mo crímenes que aun fuera de Juarez lo que tenían de vador y Guatemala, y al arrandente don Juan Rafael Mora ca rácter noble, de educación de la guerra debían casti bello, harto hubo de analizar que de su vida de hombre, era be la gloria de haber nombrado mental bien hecha, de grun garse; se instituyó por él un su perspícuo y robusto sentiya dueño de negocios propios, las dos comisiones exploradoras de entendimiento, en las ma cadalso para las ideas; crea do de la vida práctica que aunque pequeños. Fué después del río y sus bocas, y al señor neras afables, en el hablar ronse Cortes Marciales para tenían de personalmente venasiduos dados al trático por la que se le escogiera para jefe de vo estaba preparado para fué tenido por bastante matar dad y la clemencia. harto uno de los primeros negociantes Saborio la de haber merecido discreto, el Emperador pueperseguir las opiniones; no tajoso para él la magnaniminueva vía del Sarapiqui, em.
una de ellas.
inspirar interés y simpatía, y prendiendo repetidos viajes los Este es otro recuerdo imporfrente a frente en la batalla: miró lágrimas de princesas Estados Unidos de Norte Amé. tante. Mientras que los compa como un ambicioso vulgar, para ser mirado, antes que se procesó la intención de y harto pudo contar de anterica.
ñeros del intrépido don Pedro como caballero andante que pelear, la simpatía por los mano con amistades y gratiEl comercio no satisfizo, sin determinaron regresar por el embargo, su justa ambición, y mismo sendero de la ida, y ade tenía por Dulcinea la Mo que pugnaban por la patria; tudes regias. El deber señacambio del negocio de ese géne lantarse participar al Gobier narquía, como reformista so se fusiló los presos y laba, empero, otro camino.
ro, prefirió dedicarse la agri no el éxito de la expedición, Sa cial audaz que venía con ta los vencidos: más de doce Tanto son de aconsejarse al cultura, por desgracia en mo borío Alfaro lleno de grande a lismán maravilloso dar an mil patriotas sufrieron la sen estadista la conciliación, el mentos poco favorables para ha fan resolvió explorar la zona que tídoto los venenos, bálsael suplicio. perdón y la templanza para cer fortuna por ese lado en su media entre el río de San Carlos mo las heridas, tónico a las Era yo entonces un ado perturbaciones internas del ciudad natal. En esta deseni y el Golfo de Nicoya, y animan fiebres de la revuelta y en lescente, y seguía, como to país, como severidad de hiepeñó varias veces funciones de do su gente con la brújula en sangrentada Democracia; y da la juventud americana, rro, energía feroz ante la inalcalde y concejiles, y también la mano, y después de meditar en aquellos días del pavoroso con interés vivísimo, aquella trusión extranjera. Necesimereció que se le confiara la sobre la posición fotográfica que desastre de Querétaro, caído lucha en que tantas veces tábase en aquellos días un Gobernación la Comandancia ocupaba, emprendió su marcha de armas de la Provincia. El atrevida en la dirección qu el manto imperial de los hom pareció próxima extinguir escarmiento formidable. Era honrado alajuelense distinguido parecía más acertada; iba mi bros, rota sobre las sienes la se la resistencia de los repu preciso que ningún príncipe por su rectitud, circunspección diendo con cuerda de 50 varas corona, no por conspiración blicanos, por el auxilio que de Europa volviera soñar y buen juicio, fué ascendido al castellanas la distancia que re cortesana, sino por golpe de la Francia poderosa daba en aventura semejante la más alto rango político de en corría. Al cabo de cuatro días infaasta suerte en la batalla, los seídes del Imperio. Bien de Maximiliano sin que en tonces, al de Senador.
de marcha, salió con su gente al paladín sin ventura, caballe recuerdo la impresión de ho la perspectiva de palacios Hay dos notas salientes en la paso actual de la Barranca, ca ro desarzonado, héroe venci rror de aquellos juicios suma imperiales y de cetros de oro vida del señor Saboríu: fué el mino de Puntarenas, después de do, al verlo marchar entre rios y de aquellas ejecucio se levantase el espectro del quien con Alfaro Ruiz llegó a haber reconocido terrenos fera sus enemigos al cadalso, se nes criminales en que la flor suplicio. Víctor Hugo lloesta capital al frente de las tro ces muy accesibles, en una expas de su provincia, que batie tensión longitudinal de 15 lepensaba en la amargura de del patriotismo heroico caía raba de antemano por una ron duramente Morazán hasta guas geográficas.
su cáliz, en los recuerdos que inmolada por la sola culpa vida posiblemente sacrificareducirlo al último extremo de Don Pedro Saborío era debieron asaltarle, de la grande amar los fueros de su Na da; Juarez no quería llorar la desconfianza que obligó al gran patriota tan distinguido deza de su cuna, de su ni ción, hollada por el extranje sobre los raudales de sangre caudillo emprender su preci por su modestia como por su ñez regia, de su adolescencia ro, los principios de la Repú hechos correr por nuevas pitada fuga la ciudad de Car desprendimiento. Los servicio brillante, de la opulencia de blica, mirados como blasfe ambiciones en la impunidad tago. Durante los tres días de anotados y muchos otros que los suyos allá en la Europa mias en aquellas horas de de Maximiliano alimentadas; asedio no hubo puesto de peli desempeñó con igual celo y re lejana; se pensaba en la es luto para la patria. Bien el uno se preocupaba por su GUSTO gro donde él no estuviera, ni sultado no le reportaron ventaja posa, demente ya por las an recuerdo la protesta indigna archiduque, el otro por su funciones atrevidas que no des pecuniaria alguna: todo eso lo gustias de aquella tragedia da y enérgica de Juarez, pueblo. La justicia de la empeñara, siempre unido al fa hacia él gratuitamente, sin ammoso Alfaro de quien fué más bicionar otra recompensa que la que se diría imaginada por bien recuerdo, pesar de que República exigía aquella vihermano que amigo. Sabo satisfacción de ser útil su país. on poeta, y sollozo de piedad muchos al juzgar la muerte da, por las doce mil vidas río le tocó salir con fuerzas su Sus trabajos militares en que profunda levantaba el pecho, de Maximiliano parecen ol inmoladas por el empeño de ficientes impedir los carta expuso su vida valientemente, y no podía menos de encon vidarlo, cómo el indio subli mantener en torno suyo el ginenses su marcha a San José le ganaron la honra de ser eleva trarse duro el fallo del desti me, con la previsión del por esplendor de la corona. La en patrocinio del Jefe unionistaldo Coronel efectivo. Pero en no y cruel y sin entrañas venir, que no es rara en el patria no podía admitir que tencia у le un Cou Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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