EL HERALDO DE COSTA RICA Esta vez no serán los textes los museog ti los paseos Objeto me una semana del verano Bazar de San José, BAZAR de SAN JOSE familia no debe poner en duda prensa rusa respecto la situa como la maravilla más 60 ALMACEN DE HUEBLES que recogerá buen fruto del es ción cubana, ha causadu Uila berbia del cielo, el Orión, y mi habitual correspondencia. mero con que atiende la edu prufunda impresión aquí. la beleza más perfecta del hablar de algo más serio MATA zación del inteligente y dedicado mundo, Venus.
refleja luz de honra que no da Fraccisco. Buen viaje y diuEbrio, porque después de será estimada por los borrbres in 89 avenida Oeste, N:7.
cha felicidad, amiguito!
COMUNICADOS haberme elevado hasta lo su satos de todos los partidos pole ESQUINA DELPAPQCE CENTRAL.
ticos.
Tocadores, Lavabos y armarios.
blime de la fé, he descendiPazar ds San José.
visto cómo ante una mi luz en su verdadero brillo, son pre Pero para hacer aparecer do LA FE SALTA. EL HERALDO Respetuosamente ofrecemos seria humana las pasiones cisos ciertos paraugones, como la nuestro saludo muy cordial los mondanas se postran. que se desprendes del signiente dos cubanos babaneros que se En un templo católico eE. DE relato: Nicaragua. Ya está en paz. encuentrau de paso en esta ca xiste de figura sublime, de El año antepasado fuí Ester!
La guerra no manda aili; impara pital. señores Carlos Dezrernine líneas perfectas, opa MagEspejos, Consolas y Vesas, Bazar de San José.
el epitafio iúgubre puesto sobre Eduardo su hermano; amhos dalena que llamó mi ateución Brighton, elegante ciudad de La la triste lápida de uc pueblo hombres de mérito dietinguido, ADIOS.
glaterra, donde conenint en la por el sello hermoso y la domeses de aquella estación todo lo que se ha desgarrado con şus el primero médicn de fama, el propias masos fuertes el pecho segundo abogado inteligente.
lorosa expresión que tiene en Ernesto Soto, el simpático morzábamos an paisano mío je más sobresaliente del país. AL y el corazón. Allí está la tierra el rostro; ante ella se doblaLoza y Cristalerfa, roo his rodillas, la cabeza Joven de la sociedad alajae en un elegante comedor de tudo de los famosos hombres de ley Bazar de fan José.
y justicia, manchada con la saa con pesadez grande que la dense, marchará Francia de los más suntuosos Hoteles gre de sus ciudadanos, amedren El Dr. Giustiniani ha ha hizo inclinarse al pecho, y estadios de medicina (la cien nuestra dirección, para tomar tada y convulsa de dolor y de bierto su oficina de médico en mis brazos se crazaron sobre siento en cas de las mesitas Teck ra verguenza cia de Hipócrates y Galeno. El Gobierno triun el mismo departamento que Das la nuestra, dos ancianos, fanie oculta su gloria bajo luc poco ocopaba don Benjamín Pi. el corazón eu señal de vede Nos abandona: el vacío que un matrimonio al parecer. Era ración. En esa actitud de La guerra ci za, junto a la tienda de don Saldeja es insustituible.
El jo uno de ellos nna señora como de vil es el mayor de los crímenes. vador Garbanzo en la calle de creyente pasé una bora, que ven simpático, el caballero sosenta años de edad, de fisonomia la Catedral.
me pareció el murmullo del cumplido, el amigo sincero, simpática, rostro pálido y blanco viento que acariciaba mi menel hijo amantísimo deja sa seda negro guarnecido de anchos que vestía rico traje de crespón de Algunos confian en que el Lamparas, Arañas y Quinqués.
te, dándole frescura mi cepatria buscando nuevos ho y finísimos encajes, y ostentaba residente Zelaya no bará más rebro; cuando me erguí, qua rizontes la ciencia y ancho enormes diamantes y otras precio negra la suerte de au país con Como la corresponden mano se posó en mi hombro persecuciones. Nosotros también campo su preclara inteli sas piedras en el cuello, los dedos cia es inviolable se alarmaron derecho y la voz de ou amiy las orejas. Era el otro un in catamos seguros de que la inira gencia.
los vecinos del Naranjo sa go me dijo: Sígueme para glés atacado de gota, al parecež principal de ese jefo victorioss El va triste, muy triste, y por cuanto para andar, difícilmen bedores del nombramiento que adores en carpe esa será procurar que la sociedad tal actitud se explica: deja to como lo hacía, se apoyaba en e nicaragüense olvide pronto que del nuevo Secretario, y pa. mágen. Después de dejar upa amantísima fauiilia su brazo de su compañera; laégo, si ha sido víctima de tantas des rece que estáu resueltos pe, tras de nosotros las calles bu mida en la nostalgia más pimes que estaba homiplétics, dir al señor Administrador liciosas de la ciudad, traspa profunda, y tal vez sí, algúo dad, noté que la dama 20. fijab gracias.
Pianos y Armoniums.
General de Correos siga in sábamos los ambrales de una corazón enamorado, víctima mucho en nuestra conversación Bazar de San José.
formación para averiguar si casita, en apariencia coque de crael separación. como si entendiera el español; No tenemos ánimo de tirarle fueron retiradas de la Admi ta.
Cuando se trata con inti como de ordinario sucede en te la Gobernación ni determi Distración de San Ramón dos nados agentes de policía. De cartas dirigidas doña Jua me presentó el amigo una Ernesto; cuando se llegan do diálogo con la elegante ancian: Margarita, así fué como midad una persona como sentes de nuestra raza; poc tiempo habíamos entablado anima címos cen sencillez lo que nos Da de Pérez por ella, si mujer con el semblante de apreciar sos condiciones pu la cual, interpelada por mi amigo parece que. y apuntamos aquello que afea la lo fueron por uno que entoni ángel, pero de sonrisa pica ramente típicas. el que por contestó: Yo soy la famosa ciudad, y desordena y desacre ces era escribieute en aquella resca; no era la Virgen de algúa tiempo ha disfrutado de nuelita. hija del General Jus dita. Los policías comunes 80s oficina y publicó su conteni. manto regio y de mirada de su trato afable, de su carácManuel Rosas, de quien ustede habrán oído hablar, y estoy par los llaınados impedir abusos do. Pueden declarar don cielo ante quien el ser ju se ter cariñoso, no puede menos servir a ustedes.
vulgares; pero los Jefes deben Rafael Rodríguez don Ro inclinó en la casa de Dios; que deplorar grandemente el Debo confesar que esta señor cuidar de que sus subalternos dolfo Gamboa, don Pedro allá era el dolor, reproducido momento preciso en que an es agradable y simpática; su conestén en su oficio, y se dejen de Madrigal, don Pedro Cam con perfecciones humanas: espiar las criadas por los zagua bronero y doña Juana de PéAquí, la seducción deseu migo, pensamos en el largo recuerdos repugnantes trajo mi bandonándonos el querido a versación amena, correzta y las voces divertida; mas no sé cuantos estilo tirados a sus anchas en rez y demás personas que e vuelta. adornada con encaje; tiempo, siete años, que ha de espiritu su presencia. No refleel rizo afasallador sobre la durar su separación.
calles y aceras, cajones, y basu. llos citen.
jaban acaso esos diamantes la sanras; y la leña suele durar ex. Qué habrá de esto? frante que idea la frase doLa suerte le proteja, Dios gre do innumerables víctimas de puesta más tiempo del necesario. Comunicada. mitadora la postura venal le guíe y quiera el cielo que, patriotas eminentes, el dolor de El primero de Mayo estaban que acaricie el deseo; como vencido el término fijado pa de madres y de viudas, la miseria, mil trehejos por allí cerca de la Baltazos atoloudradores de los ra terminar sus estudios, le en fin, y la desolación de un pao; artillería, cuando formaba a CABLEGRAMAS sentidos sentía cuando sus o veamos investido con el tí blo víctima del horripilante cauditropa frente al Palacio, se inter.
pusieron dos rotos montados en jos se posabau en los míos; tulo de Doctor, que se re llo de la mashorca. Antes de so sus arañas aparejadas y cargadas teníau ese brillo que produce ducen sus legítimas aspira pararnos, la famosa Manuelita nos Madrid, 30. Las cosechas el sol en las perlas del Bus ciones.
dijo que su compañero era stesde carbón; y no hubo policía que pusiera las cosas en su lugar.
por toda España, especialmente poso, nos dió su dirección en Lonsora, delicada blanca como Lleve feliz viaje el queri. dres, y nos hizo las más amables y Los carboneros metidos entre la las de cereales, están casi total una magnolia era su tez, y do amigo, y no olvide que corteses insinuaciones. Me parece baeda y las filas de soldados fue mente destruidas, debido la falta de agua; el Gobierno está al entreabrir sus labios ama deja en esta sociedad an va haberle ofrecido visitarla cuando ron gran razón de alboroto y de ridículo.
estableciendo obras públicas con polados se sentía el vértigo. cío que esperamos cubrirlo regresara Londres que se me el fin de dar empleo al gran nú Al depedirme y estrechar de nuevo cuando vea realiza siquiera en gracia de no haber to Aparadores y Mesas para Comedoz. mero de campesinos que carecen el manojito de aterciopelados dos sus propósitos. nido nunca intención de visitarla, de trabajo. Se calcula que si no dedos de rosadas extremida.
ROPOMI. no ciertamente porque no cres, Ayer publicamos un comuni Muere pronto; los hacendados des, me quemaba el cuerpo Alajuela, de Mayo, 1896 con Victor Hugo, que el arrepeni. cado de Alajuela, referente al sufrirán una pérdida de 900 mi la corriente abrasadora que timiento vuelve su parera las joven Francisco Arana que va llones de pesetas. El clero de calia del corazón y se precialmas, como el sol las aguas code marcha para Europa coo áoi VARIEDADES rrompidas, cuando, evaporándolas, las vuelve a la tierra en forma de sionales. Ahora nos es may sa cio en Cuba. Se sabe que las dije: mo de terminar estudies profe das de voluntarios para el servia pitaba por todo mi ser y le rocío, sino porque no me consta tisfactorio declarar que ese joven relaciones diplomáticas entre EsTe adoré en el templo con UN CONTRASTE.
e arrepentimiento de doña Manuelita y, aunque me constara, si estudiante reúne condiciones ren paña y Rusia están muy cordia fé de creyente, coc devoción De carta escrita en París copia no el espectro, sí las dantescas estajosas para el estudio, y que se les; la simpatía expresada por la sincera, mas ahora te admiro mos lo que sigue: trofas de José Mármol habrían BAZAR DE SAN JOSE.
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