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EL HERALDO DE COSTA RICA los 34 ciones para III en repetirlo, ansiosos de pintar IX EL HERALDO DE COSTA RICA.
Fiestas Era un hombre formado, aun bien la línea de gratitud que or La parranda entró San José con que no pleno, si hemos de creer naba ese tipo; cómo, sin embar su cara risueña de loca. la falda de INFORMACION CRITICA. en los influjos de los años, pues go de las profundas rectificacio su traje policromo venían colgados toya hemos dicho que contaba dos los excesos.
nes que sufrió su creencia y su apeY el séquito bullanJesús Marcelino nas treinta y cuatro. La cinta de doctrina, jamás soltó de su len guero de sus enamorados la seguía.
Tenía 32 33 años; dudamos oro de su talento había desarro gua un sólo verbo enemigo de La capital, llena de ruidos empezó divertirse. Hubo mascaradas sin mucho que alcanzara su edad llado mucho y desarrollaba en aquellos que le enseñaron caEn fin, era un joven que cada lucha diaria, y prometía des minar, dirigieron sus primeros gracia y toros inservibles; hubo aún uno que otro golpe. Sinembargo la empujaba todavía la puerta de la arrollar con este minuto y el otro pasos. Muy al contrario; de su animación se rompía la cabeza en la plenitud de la vida. El 85, se del crecimiento de su vida. Mu boca, hecha para la dulzura, sa muralla casi infranqueable de la protraslado de Alajuela San José, chas veces nos dedicábamos lian con frecuencia y con respeto hibición de los gritos. Grandes banpor obra del entonces era Di pensar, notando las variaciones y los nombres de Gamero, de Con dadas de muchachas de todos los jae.
rector de la Imprenta Nacional, ensanches siempre ventajosos ning, de España, ces y de todas las provincias, acudieron al paseo de la Estación, envueltas y en este oficial establecimiento de esa naturaleza exquisita, en en seda y trastornadas por la dicha trabajaba de corrector, cuando, que es indiscutible que el tiempo de exhibirse. Los cocheros hicieron según calculamos, era botón de cambia altera las cosas; pero no Pues ahora tenemos ya en el siempre suele hacer sus evolu sepulcro, dormida y mustia y porque hubo tolerancia. Ganancias de su agosto y los jugadores también, hombre que comenzaba romperse al frescor de la décima ocmodificarlas mejo tronchada para siempre esa viva mayor cuantía obtuvieron los que extava o décima nona primavera rándolas; y reflexionábamos con esperanza que miraba con avidez plotan los instintos amorosos con jue.
La gos apropiados, como caballitos de su vida. Aunque educado con qué facilidad transforman los los secretos del porvenir.
montañas rusas. Así mismo los due.
los jesuitas, que lo amaron y dis años, cuando se les da la gana, la fatalidad trágica le perforó el cotinguieron, ya entonces abría sus indole, el carácter, la tendencia, y razón;. esta musa sombría, la ños de tablados en el circo de toros, en especial aquellos que supieron reualas inclinando las puntas de és las magnitudes de la sensibilidad misma desesperada que hirió con nir la comodidad y la decencia. Hubo tas hacia los estados del libera y el talento. No solamente los la mano de Oreste Clitemnestambién retretas y pirotécnicos con lismo. Aunque su cargo era el años, sino que los días y las ho tra, los hijos de Jasón, con el globos intercalados en el texto. hude simple corrector, no olvidare ras también echaban de continuo puñal de Medea, y con la embo en fin noches de un esplendor ma.
mos nunca que fué uno de los su cuarto espadas, en pro de briaguez de Nerón, las entrañas ravilloso.
más ardientes enemigos de Baese hombre, que, ciertamente en de Mesalina; la misma adusta Hasta aquí la fiesta en masa, de rrios el grande, que dispararon vista de su progreso inalterable hijadel cielo oscuro que lanza el que participaron el rico y el villano, desde la prensa oficial, por mey regular, hubiera podido ser rayo y mata los padres por la el noble y el perdulario.
Luego hubo la fiesta de los que dio de La Gaceta, de El Tiempo considerado como una promesa mano de los hijos, y los hijos irresistible (gobiernista) y de hojas sueltas, marchaba dereque por la mano de las madres; esta pueden pagarse lujos, de los que comen caprichos y se hacen servir licocontra el diabólico entusiasmo cho las refulgencias del porve diosa fiera, decimos, acostumres exóticos para salir de la apatía que le metió ese tirano de Gua nir. Su talento, digamos la ver bra todavía, en los tiempos del que consume.
temala entre ceja y ceja, la furio dad limpia, nada tenía de forzado cálculo. digamos del comercio El Nacional fué el teatro. En ese sa idea de realizar la unidad de ni artificial; llevaba el gran sello de la banca, reinado del egoís recinto se esconden las más exquisitas Centro América por la cólera de de la espontánea naturaleza; más, mo indiferente y de la falta de fe impresiones de arte. Hoy hay una las bayonetas.
con todo, decimos que no recor mística, acostumbra darnos es más para el encanto del lugar.
damos haber visto ir adelante to pectáculos espantosos. El baile fué espléndido de luz y de II dos los días y con igual insisten Marcelino. ah pobre Marcelino! alegría. El lujo se desbordaba. En el Los jesuitas habian labrado un cia tenacidad, otro talento. El fué víctima de un nuevo capricho entusiasmo, una fisonomía borraba notable bachiller en filosofía; y Marcelino de hoy no era el de de la Tragedia manchada en sanotra y una impresión otra impresión.
Reina del baile no podríamos elegir.
así pudo el proyecto de hombre ayer, ni era posible que fuese el gre.
Allí comprobamos la noción de lo fanimportante, merecedor de alaban de mañana. Su amistad, su dulVI tástico. Un sueño de poeta no lo haza por su talento reflexivo y su zura, su benevolencia, su amor El domingo le llevamos al Ce bría sido más.
inclinación la seriedad, consa la estética, su encanto por la pul menterio, y allí quedó el pobre grarse en breve al estudio del critud, permanecían sin renova Jesús Marcelino, nuestro amigo Sobre aquella estrella brillante ca.
Derecho. Pereceó al principio ción; era imposible mejorar esas hasta la Eternidad.
yó el insondable abismo sombrío de en obsequio de su especial devo prendas; como los dioses las hala noche. las cuatro de la madruVII Agente general ción la literatura de sinfonía, de bían cincelado y bruñido, así del gada, la noticia de una muerte lamenY no contador como dijimos ayer, table en extremo entenebreció las alcolor atrevido y rasgo vago; pe mismo jaez continuaban. Mas ro habiendo despertado luego de decimos que su juicio, su sabi método para la investigación, es como por culpa de nuestra eterna falta de mas y puso fin al baile.
Solemos regocijarnos, porque los su error, por el consejo de sus duría, su penetración, solían te debe ser llamado, como empleado del años viejos se van con sus males, sin amigos, orzó de tal modo en la ner de momento momento, una Ferrocarril, el Doctor Alejandro Pi acordarnos de que la vida será la vida mar de sus juveniles indecisio faceta nueva, luminosa; y en rie. Este título nos parece mejor que siempre, con sus desengaños crueles nes, que pronto llegó a ser un progresión de adelanto, ese hom el de cajero, y por eso rectificamos.
y sus inmensas irreparables desestudiante ejemplar de la Escue bre habría sido hombre de nove VIII No hay tal gracias.
la de Derecho; y en poco tiempo dad sobresaliente, los cua Estamos autorizados para negar lo hizo con brillo su grado de ba renta años.
que La Prensa Libre dijo ayer, resTelegrama de Puntarenas chiller. Tuvo la fortuna de IV gapecto de Montaña Rusa. Durante la nar el cariño y hasta la amistad Como era tan bueno y tan in explotación no ha habido tal descarri Al Redactor de El Heraldo.
de hombres grandes del foro, y teligente, y tan delicado, y tan lamiento ni tal desgracia; y prueba Municipalidad en sesión antier, acorla sombra protectora de Ricardo sencillo, pesar de su linaje de de ello. concluyente es que la poli. dó reunirse ayer. Enfermedad PreJiménez y Cleto González Vi joya amada de Júpiter, todos lo cía no ha tenido que hacer nada considente Barahona y Vice Juan Ralos empresarios. El panadero se mon fael Guevara, oblígolos aplazar para quez, el arbusto endeble subió querían y lo consideraban; por tó sin licencia, porque de improviso hoy reunión. Regidor Kómulo Delbeber los aires en que se mecen eso su muerte inesperada fué sen las cumbres de los árboles. Tra tida profundamente, y la queja montarse sin consentimiento de nadie, se le metió en la cabeza que debía gado asumió facultades, llamó suplentes Jesús Espinoza y Fermín Tapia.
bajó con éxito, ganó fama de há atravesó el aire con un mismo es decir, sin pagar fuera de hora de En cuerpo pidieron al Secretario libro bil. se hizo notar por su tino en ritmo, y un mismo tono elegia explotación; y, ya lanzado, tuvo mie actas y salón que negoles rotunda.
los negocios, y de repente, ya loco, a pesar de la diferencia entre do y se arrojó. Milagro que no se mente por no reconocerles personaliteníamos sin ser abogado aún, los puntos de donde partia; por hubiera matado para escarmiento. El dad legal. Indignóse la augusta rehecho una espada que no desde que esa muerte ha contristado servicio ha sido bueno y feliz. Mu. présentación, tomó un pliego papel, ñaban solicitar mucho ni los los unos y los otros, los granchas señoritas han ido y venido por entróse local Agencia Policía, dió ese Cáucaso, sin principales comerciantes y agri des y los pequeños. Hemos diexperimentar ni luz una acta, expresión del estado de cultores. Aun hace muy poco cho que los jesuitas fueron los Empresa ha hecho todo lo posible tuyendo Secretario rebelde, Francisgrande ni pequeña contrariedad. La espíritu de esa famosa trinidad distitiempo que recibió su borla de primeros cultivadores de esa porque la vía ofrezca todo género de co Paula Amador, nombrado en reem.
jurisconsulto.
planta, y ahora nos complacemos seguridades.
plazo Desiderio Solís, dándole escriesa Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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