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EL HERALDO DE COSTA RICA EL HERALDO DE COSTA RICA. chos de los contratantes con el Esta que sólo se le trate puño y palo lim del almuerzo, las dos de la tarde.
do, las iras negras de los vanidosos, pio; porque también es cierto que ali Qué horas de tedio iba pasar. FUNDADO EN 1889 las donosas indigestiones de las gunos salvajes suelen apelar la pis ¿En qué las emplearía? No tenía municipalidades, de los ayuntamien tola y el acero, bien al juzgado del nada qué hacer, y la idea de mandar Propietario: PIO VIQUEZ tos y de los capítulos, los anatemas crimen, que viene ser cosa parecida. que enganchasen para dar vueltas de los curas, los sortilegios de los saEl periodista que habla con ánimo de la noria del eterno Recoletos, contesEditor y Administrador: cristanes y los palos de escoba de las EMILIO ALPIZAR ser honrado, y llama al pan, pan, y altando a las insipideces humoradas brujas. Cuando un pobre escritor de vino, vino, ese periodista no medra, de los tres cuatro muchachos de buena fe, que todo lo hace con la bo. sino que enflaquece. Vamos, que ya la alta que acostumbraban destrozar INFORMACION CRITICA. ca abierta de pura inocencia, se ve en ni los jueces de paz quieren sufrir que su landó tumbándose sobre la capota; el caso de mascar y engullir esa car se les diga; hay que dejarles ir libre la perspectiva del bolsón de razo pinEl Heraldo está triste hasta la muerte ne más que manida de la vanidad tomente por donde les parece camino tado, lleno de caramelos y fondants, reada, de la majadería babosa y del más llano. Aquí todo el mundo se lo manido y trivial de la diversión, le Con mucha razón se queja fúne.
engreimiento absurdo, entonces, figú indigna. Decirle al gobernador que hacía bostezar anticipadamente. Se bremente la hoja que, por desgracia. rate, amigo lector, cómo se le pondrá en tal parte debe poner los ojos, por decidiría por la Casa de Campo o la nos dimos publicar desde ha cerca de nueve o diez años. La mayor in aspira que perezca el desbarajuste, que pedirle que nos vea de soslayo, y medad palúdica, que frío sutil de fela panza al pobre prójimo que sólo que aquello anda mal, es lo mismo Mancloa. Qué melancolía, qué huconsecuencia de las grandes y peque que se hunda la maldad, que sur nos aplique, por lo menos un rodilla brero, de ese que insufla en los tuétañas empresas comerciales, y el indija la vergüenza, que se tenga idea ferentismo glacial del público, esos zo al primer encuentro. aun diputa nos el reuma! No; hasta abril, la los arrayanes son y las hojas de apio funda el oro con la margaja, que el clara de la política, que no se con do quién se le encara? y quién provo naturaleza es avinagrada y dura. ca la cólera de un juez? Ni la higie. Lástima no ser muy devota. pen y de laurel de Dafne Apolíneo con pundonor se corone que se le tejen coronas en premio barra el tablado de la representación. sobre las ratas que ruedan por las ca. giaría en una iglesia.
y la justicia ne soporta que se le llame la atención só Clara Anstalt porque me refude su afán. Es cosa muy triste y muy lles, sirviendo a los zopilotes de me Mujer que se aburre en toda regla, aburrida, y, más que todo, aburrada Papel para entapizar. Bazar de San José.
rienda de negros. El Heraldo re y no es devota, y es neurótica raesto de meterse periodista, que es cuerda que el otro día un maestrito tos, está en peligro inminente de colo mismo que decir; sacar del. brase IV Los países pequeños, y, sobre de aldea, le las puso peras cuarto, meter la mayor extravagancia. Cla.
ro las castañas ajenas, en el mal acon todo, cuando apenas están en el cre.
sejado país de Centrs América. púsculo de la civilización, suelen anporque se atrevió publicar un suelto ra, de súbito, se incorporó, tocó el en que alguien decía que los exame. timbre y la doncella se presentó; al dar con susceptibilidades que desconBAZAR DE SAN JOSÉ.
nes no correspondieron a las espe oír la orden de su ama hizo un mohin ciertan al más decido no poner mienAlmacén de muebles. Mata.
tes en niñerías. todo depende ranzas que se tenían.
de asombro, pero obedeció en el acto, sin preguntas ni objeciones de ninguII El Heraldo seguirá talvez, pe quizá de lo poco que los pueblos chiCocinas de hierro y útiles para id.
na especie; salió y volvió al poco raro su viejo propietario está resuelto quillos hacen por conocer el mundo Bazar de San José.
to, trayendo en una cesta mucha ropa que no se le vea más en esta arena, grande, porque en su pequeñez se que no es candente sino arena del imagina que su porte de gallo enano VI Todos esos defectos repugdoblada. Está usted segura, Rita, de desierto, cuya anchura solitaria aflige, nantes tienen su origen en lo muy pono cede ni ceja ante el más zancón, enferma el corazón, envenena el híga crestudo, plumado y fuerte de las aves co que aquí se conoce lo que pasa fue que es la librea nueva, la que no se ha estrenado aún. do, corta el aliento, asfixia, traga y de coraje; porque una de las primeras ra. En toda Europa, sin excluir Señora! Como que ni la ha pone sello de olvido sobre el mísero condiciones de los chicos es conside. Rusia, y menos España. no conmuerto. El fundador y propietario ac. rarse grandes; de los tontos, conside tamos Turquía) la prensa tiene li visto Feliciano: la trajo el sastre ayer tual de El Heraldo está para tomar noche, la recogi yo de manos del porrarse discretos; de los pollinos, consi bertad amplia, un pulmón enorme pa.
tero, y pensaba entregársela ahora.
las de Villadiego para poner pies derarse caballos. de los politicas ra respirar. Difícilmente se encocoran Que no sepa que ha venido. De.
en polvorosa, y escapar así el cuerpo tros, considerarse Meterniches; de los allá los hombres públicos, y los perió.
como el alma de ese encono injusto con monigotes considerarse curas de dicos, cualquiera que sea el color que je usted esa cesta en mi tocador, y que los hombres de posición imaginan almas; de los campareros, conside los distingue, pueden decir que desde vaya usted comprarme una cabeza que deben ver y castigar la pequeña rarse maestros de orquesta; de los pe. la princesa altiva hasta la que pesca entera de cartón, la más fea y la más oposición común y merecida que les lagatos, considerarse barberos de la en ruin barca, etc. es decir; que cómoda que se encuentre. Una suele hacer de tarde en tarde alguna corona; de los bodegueros, considerar desde el rey hasta el alguacil, todos que no me impida respirar.
señor ha salido ya. pluma desocupada y no tan harta de se socios de la casa; de los archiveros, pasan por su criba. Allí nadie se eno. Hace rato.
buen humor como llagada de fastidio considerarse ministros de Estado; de ja; es muy raro que alguien se encien Pues todo en silencio, chitito.
y de odio a las quisicosas políticas. los malos escribientes, considerarse da por frases de periódico. Si el pech?
buenos escritores; de los porteros, riodista censura con razón, el censura Regresó Rita prontamente, con Muebles para sala, dormitorio, comedor, ofi considerarse señores de la oficina; del do escucha y se corrige; y si el perio sobrealiento; Clara se impacientaba, cina y cocina. Bazar de San José.
herrero, considerarse mecánico; del dista se equivoca miente, el aludido corría de aqui para allí y reía en alto, mecánico, considerarse ingeniero consse ríe y deja pasar, abandona la cau. como los niños cuando se prometen II Se va el propietario, abandona tructor; del rábula, considerarse abo.
sa al fallo social. Durante la guerra una diversión loca, incalculable. Enla empresa, pues que de ella no se reserva sino el derecho de comunica. gado; del curandero, considerarse mé. hispano americana qué cosas no le cerráronse en el tocador ama y criadico; dos del de avisos. Mas las empresas de zampatortas, considerarse dijeron los periódicos al gobierno esу da, y ésta recogió aquella el sedoso zampalimones, etc. etc. De modo pañol la caricatura y la persecu pelo y la calzó las botas de campana que que el propietario ha sido devoto, no deben pensar que éste se aparta tamen las villas, aunque lleven el nombre ción de la prensa alemana ¿cuándo de.
del lacayito, después de vestirla el caljan en paz al Emperador y los más zón de punto y la levita corta y ceñirbién de la obligación que para con de ciudades, en los caseríos, aunque eminentes políticos que le secundan? la el cinturón de cuero. Por último, ellas ha tenido siempre. Sea que se se apelliden poblaciones, hay abundancia de pequeños grandes y de maY dónde están el epigrama y la inencuentre en Puntarenas Limón, en afianzó en sus hombros la careta vectiva que no le asesta el periodismo enorme. Desfigurada así, con la vesAtenas Santa Clara, en Matina jaderos graves; allí es donde no se los hombres de Estado en Francia? timenta que se adaptaba exactamente Esparta, en las Minas en Tivives, tiene conocimiento del dro, ni del dia.
De la libertad de la prensa americana sus formas gráciles, esbeltas y sin (y Dios quiera que nunca en la cárcel mante, ni de la perla; pero allí es donno hay para qué hablar.
Somos nos ni en el calabozo dicho propietario de cualquier pelota jalde, cualquier turgencia, parecía Clara un señorito estará listo recibir, atender y cum.
cuenta de rosario y cualquier lágrima otros, los pequeños los vanidosos fino que por ocultarse mejor, ha pediplir las órdenes de aquellas personas de San Pedro, es oro, es brillante, es intolerantes que de todo nos escaldado prestada la librea al mozo de cuamorales físicas que tienen sobre de perla. Por eso abundan las presundra. Clara brincó de júbilo. La el derechos consuetudinarios ciones, las soberbias locas, y con esto Mejor es irnos. Adios! talvez asaltó la idea de si podrian maltratarescritos. Es preciso respirar siquiera cia.
toda falta de paciencia y de toleranla, y pensó en llevar una arma; pero Máquinas de coser. Bazar de San José.
Allí encontrará usted las epiderrecordando una frase favorita de su por pascua aunque no sea florida; por mis más delicadas y los amores proque sino, córrese el peligro de que pios más sensibles.
El 11 se despidió en París del Pre marido, No hay bala que alcance sidente Mr. Loubet nuestro titular don las válvulas se aflojen y abran cuando como un billete de mil, sacó de su Rafael Iglesias, y el doce trece ha secretaire bastante dinero y lo echó menos se piense en ello. La dispep.
Vino Burdeos Chateau Baret.
de haberse embarcado con rumbo sia es un demonio que ojalá fuese reen el fondo de un saco de brocatel, Bazar de San José.
Amériaa.
Señor viajero, que buen cubriendo la boca con una capa de ducido sus antiguos antros del in viento infie su vela.
fierno; y ese. vade retro, Satanás! Lo mejor es abandonar el cam.
confites y escarchadas violetas. Salque tanto aflige los que no beben po y no verles más la cara las venTrapiches y pailas. Bazar de San José.
dré por las habitaciones del señor al vino, ni comen palomas en salsa, se toleras. Qué sirve aquí el periódico. jardín. Traiga usted la llave y mire AVENTURA insolenta más y más contra quienes Si el periodista no se resuelve adusi anda alguno que me vea. ya diario se ven forzados tragarse el lar incondicionalmente, no sacară en la verja, que caía una calle solisu La señora de Anstalt, mujer de un mal genio de los gobernadores, la bi. tripa de mal año, ni tendrá seguras banquero opulentísimo. nerviosa y taria, Clara, una vez más, se volvió lis de los médicos de higiene, las cohacía Rita aplicando el dedo los lasus quijadas, ni libres de un acaeci antojadiza, agonizaba de aburrimien bios de cartón, como si repitiese. leras de los jefes políticos, los despe miento sus costillas; y eso suponiendo to el domingo de Carnaval, después. Silencio. El mos.
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