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EL HERALDO DE COSTA RICAADMINISTRADOR, su ventana Enseñanza Objetiva que dno te Jonna la Loca EL HERALDO de COSTA RICA yor que la oferta de anos berte sorprendido esta mañana pañeros llegaran besarles las cuantos agiotistas, haga que Carlos cortejando a la hermosa dueña corolas y mientras tanto, el reundado en 1889 por Pio Viquez éstos esquilmen al demanFelipe II del jardín vecino, riesgo de domado pícaro toca que toca REDACTOR, dapte.
Felipe III romperte el pico y quebrarte las rejas de la casa en que RAPAEL MACHADO JAUREGUI El Monte de Piedad, insFelipe IV la cabeza contra los vidrios de vivía la hermosura; no se acorCarlos II ¡Oh. habráse daba de los jardines ni de las MIGUEL TAPIA titución factible con sólo un Maria Teresa, mujer de visto mayor incauto! Como si olorosas enamoradas. No es esfuerzo, es un elemento de Luis XIV gas dejando las flores por las cierto que era un sujeto azás pertranquilidad para el indiviEl Delfin mujeres, te pasará lo mismo que dedizo! Ganas tenía de llegardoo que, facilitado la vida Felipe á Plumas de Oro, un primo mío me las rejas por donde él privada, deja tranquilidad más gallardo tú, de ojos a vagaba y decirle pico lleno: La enseñanza objetiva, ese los espíritos para entregarse BORBÓN zules, tenía el traje de tornasol caballero primo, es usted un prodigio de la instrucción pú la solución de los proble Fernando VI amarillo, que cuando el sol le trapalón estamos!
Oarlos III blica moderna, no es rola mas de la vida pública; es el arrebolaba le hacía llaparecer Llegó un día fatal. Ello había Carlos IV Ineute aplicable a las escue paso primordial. El Banco mas con alas.
de suceder. Yo lo ví con mis Fernando VII las y los niños, lo es también, Hipotecario, institución que. qué pasó tu primo! propios ojos. Mientras Plumas Isabel II muchas veces, a los periodis necesita factores extraños, es repuso el otro un poco amosta. de Oro revolaba, la ventana se Alfonso XII zado.
abrió y apareció riendo la joven tas inocentes mal intencio obra más difícil. y que deAlfonso XIII. Escucha, siguió el conseje. rubia. En una de sus manos tis dos.
En general ios de be suceder. no diremos al entendederas cortas criterio bienestar, que no puede ha Historia de un picaflor cucha y echa en tu saco, ro, tomando un aire más grave blancas como jazmines, con las y ladeando la cabecita. Espaldas rosadas, en la siniestra estrecho.
berlo sin una gran riqueza Era tenía una copa de miel, sy en Se nos ha ocurrido esta re positiva, pero sí la tranqui Plomas de Oro renovo, mo la otra. ay! en la otra no tenía flexión propósito de la ma lidad que trae consigo el a Tal como usted lo oye, tras de Ab! sí, mi amable señorita. disimo. Qué mono era. nada. Plumas de Oro volo y su historia!
aleteando se puno nera despectiva. irreflexi rreglo fácil de las primeras un jarrón de Paalonia y eso chapar la yn. usemos la palabra con pecesidades del vivir.
En esas bellas ciudades lla miel en aquella copa, como lo de ponerse el sol, parlaban co madas jardines, no había otro hacía en los lirios recién abierque El Tiempo se ocupa de He allí el problema, seño mo niños vivarachos, no se da más referido por las flores. En tos. Mi primo, no tomes eso la cuestión del Monte de Pierres de El Tiempo, y es bue ban punto de reposo yendo y días de primavera, cuando las que estás bebiendo tu muerte.
dad, haciendo una mezcolan po no cegarse, porque el viniendo de un álamo vecino paroas lucían sus mejores galas. chilla y chille, Plumas de zarara y sin razón de este lo del ciego, como no sabe una higuera desbojada y escue icon cuánto placer no recibían Oro siempre en la copa.
establecimiento y el Banco donde pega, y lo mismo rom ta, que está más alta de donde en sus pétalos, rojos como una De repente la rubia aprisionó Hipotecario para elevar el el cráneo de un perro rausted ve aquel rosalito, un po boca fresca, el pico del pajarillo al desgraciado con su mano depe co más allá.
primero sobre el segundo.
bioso, qne un jarrón de Sejuguetón y bullicioso! Las no recha. Entonces el chillaba Entendámonos y aquí vres, es un palo desvirtoado madera, el cómo y por qué verdes ventanas de sus palacios ¿Qué, quiere usted saber la me olvides se asomaban por las más que yo. Pero ya era tarde. Ah! Plumas de Oro viene la lección objetivaentendemos esas cosas los poe de follaje y le tiraban escon lo decía?
el uno, es decir el Banco GENEALOGIA tas. Fácil cuestión.
didas, besos perfumados con la La ventana se volvió cerrar, Ilipotecario tiende a la salYa lo sabrá usted después punta de sus estambres, los cla y yo, afligida, supliqué para ver vación del país, al través de Uno de los diarios que se que le refiera eso que le ha in veles se extremecían si una ala por los vidrios qué era de mi cierto tiempo y gracias al publicat en esta capital, ba fundido ligeras dadas, y que del galán al paso los movía con pobre primo. Entonces escuché impulso que pueda dar a la pasó tal como lo cuento, una co su roce; y las violetas pudorosas, que. Dios de las aves! Eocriticando un arce poco, agricultura, llevando nues tícolo que vió la luz en La de un ave bajo el cielo azul.
sa muy sencilla: la confidencia apartaban un tanto eu velo de tonces escuché que la dama Eros terrenos incultos aban Gaceta, con motivo del ani.
Hacía frío La cordillera bojas y enseñaban el limbo ros decía otra como ella.
donados, las uñas del are do versario del nacimiento de estaba de novia, con su inmen.
tro al pica flor que volaba rápi. Mira, mira, le atrapé; qué que fecunda y la semilla que Alfonso XIII, dijo que este sa corona blanca y su velo de do luciendo su fraquecito de lindo disecado para el sombreenriquece. Es, por decir así, Soberano no desciende de bruma; soplaba un airecito que paturaleza. Pinaud de los eleplumas pálidas, cortadas por la rol.
Horror. Comprendí la un reconstituyente que puede San Fernando como mapi calaba baste los huesos, en las volver un organismo eufer festó el Diario Oficial. Nogo calles se oían ruidos de caballos gantes del bosque, Plumas de espantosa realidad. Volé Oro era un gran picaronazo referírselo las rosas, y entotmo la pureza de la sangre, la tros do encontramos inco piafando; de coches, de pitos, Vaya si sabías coses. ces, las espinosas vegetativas, elasticidad y dureza de los rrección en el artículo de La rapaces pregoneros que venBajo las enramadas, en las exclamaron como mecidas por músculos, la fuerza y activi. Gaceta, por razones que en ruido de gran ciudad, y pasaban maliciosas que ellas mismas lledeo periódicos, de transeuntes, noches de luna, cuentan áuras el viento: dad de las vísceras, pero al este Heraldo expusimos; pe baciendo resonar los adoquines ¡Bravo, que lo coja por britravés de cierto tiempo y me ro ahoru vemos que el actual y las aceras los trabajadores de Paron en sus giros, quejas te bón!
diaute el uso constante y a Rey de España, aun por la toscos zapatos que venían del nues y apacibles aromas, súbitos Días después, la tirana que decuado del mismo.
y vigorseos aleteos.
asesinó al infeliz se paseaba sangre, jdesciende de aquel taller, los caballeritos en fundalabor larga. El otro, el Mon Santo Monarca, a causa del dos de luegos paletós y las da ver, quien dice que Pla puestra vista por los jardines, mas de Oro no era un tunante llevando en el sombrero el cate de Piedad, tiende al alivio enlace que tienen los Borbo mas envueltas en sus abrigos, Ay! cuánto le amaban las floresi daver frío de Plumas de Oro.
inmediato del individuo, es el nes con la rama de Trasta en sus mantos, con las manos Pues ya verás tú, impudente, Ya lo creo, como que estábacalmante que se aplica para mara. Publicamos contimetidas en hirsutos cilindios de lo que le sucedió, que es lo que mos de moda. como que estaquitar un dolor agudo mien baación la genealogía pieles para calentarse. Porque puede suceder como sígas en mos todavía. de tras llega el momento de pro Alfonso XIII basta San Ferhacía frío, mi amable señorita.
Pues vamos tus malas inclinaciones.
Vamos has escuchado tú, ceder a la curación formal.
que yo estaba nando, y, en vista de ella, donde usted se ha reclinado en Digo que una mañana de imprudente, la bistoria de mi El Banco Hipotecario es veremos si el diario que éste mismo jardín, cerca de e primavera Plumas de Oro, cuitado primo? Pues no eches el factor poderoso que debe, alndimos persiste en la criti se sátiro de mármol cuyos pies estaba tomando sol. En aquella en saco roto mis advertencias.
animando nuestras tierras de sazón bajó al jardín una de esas hendidos están cubiertos por las ca que hizo La Gaceta Oh. qué triste es la historia cultivo, elevar nuestra prode Picaflor!
hojas de la madreselva. Veía mujeres que parecen flores y ducción, de tal modo que en luego, mi amable señorita, San Fernando caer los chorros brillantes del que por eso nos encantan. Tenía el tiempo más breve posible Don Alfonso el Sabio surtidor sobre la gran taza y el los ojos azules como campánu se fueron volando aquellos dos nos ea dado con creces auDon Sancho IV cielo que se arrebolaba por la las, frente como azucena, labios Picaflores del diamo a la bigueDon Fernando IV como copihues, cabellos como ra, de la higuera al rosal y del mentar la ofrenda sobre la parte del Occidente.
Don Alfonso XI De pronto empezaron garlar. las espigas, y en conclusión rosal al espacio.
demanda; llevar los mercaY lo hacían de lo lindo, como para que decir más! Plumas oí que decían las flores en dos de plazas extranjeras no sabían que yo les de Oro perdió el seso. voz queda, tan queda que yo compren mucho más de lo que aqueDon Pedro día su garloteo Ambos eran ¡Qué continuo revolar, que solo oí, en aquellos iostantes: llas puedan mandar al snes Entre las estrellas Enrique II las toroasolados; pequeñitos onis. ir y vebir de un lugar a otro tro: es la salvación del país.
Juan Dieron vueltas por el jardín para ser visto por la dama rubia! mujeres son éstas las más terriEl Monte de Piedad, es el Enrique III chillando casi imperceptibleAb, Plumas de oro, do sa bles rivales. Aquellas estan leJuan II bes lo estás haciendo.
pequeño factor encargado de mente, luego en sendas radias jos. facilitar su equilibramiento al principiaron su conversación. Desde aquel día las flores de Ahora bien, mi amable señoindividuo, de impedir que la. Sabes que me gusta le di olvido, algunas se marchitaro rita, si quiere usted saber el Enrique IV jo el uno al otro tu modo de angustiadas, y no sentían placer cómo y el por qué soy sabedor demanda del ciudadano, ma Isabel la Católica proceder! No es poco el ba en que otros de nuestros com. de lenguas de pájaros y de flode Es oua TRASTAMARA que AUSTRIA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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