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Aitta Tetauen EL HERALDO DE COSTA RICA Carlos Lara que hay más asco de la vida que el compromiso de defender y fopúblicos, la importancia y la res Don Alberto Castro mentar. La opinión dábase cuenta ponsabilidad que no pueden tener Enrique Jiménez Núfiez desprecio de los hombres.
Arturo Lara Gerardo Hernández Macario Carballo Gómez donde notorio que una sola ma Revordáis quién es Lucils? Los de eso y la estabilidad política de Mariono Guardia Wenceslao Carballo que no vienan siguiendo Galdos Donnell peligraba, y con ella no las maneja en el fondo con detrimento radical del admirable sis. Arturo Esquivel Miguel Sáenz en esta su última incursión la el soporte más recio del trono de tenis de colaboración de esfuerzos Nicolas Jiménez Guillermo Coronado historia patria, que no lean estos doña Isabel. De ahí la guerra. Alfredo Esquivel Jenaro Castro Méndez y trparto de responsabilidades en desaliñados renglones. Para ente Distraído el país por la griteris Roberto Hernández Eduardo Maroto rarse de quien es Lucila es menes heroica de los que clamaban que estriba hoy así la cultura poJitica como la libertad de los pueFrancisco Montero Gerardo Salazar ter retroceder a Las tormentas del campana herida por el inmediato blos El nombre de nuestro canFrane! Chavarría Mora 48 y ponerse al habla con aquella rompimiento de las hostilidades Joan Montealegre didato para el próximo período Joan Vicente Acosta Jorge Mora Castro asenderenda familia de los Busú con el moro, desvió su atención Alonso Gutiérrez Méndez Soto presidencial Dn. BERNARDO rez que circula al través de estos del General. La efervescencia de SOTO, es garantía cumplida para Tomás Fernández Alfredo Sancho spisodios del maestro. Lucila es la masa popular, ya que no con las aspiraciones que nos mueven Rafael Fonseca Calvo Juan Cooper uba muchacha hermosísima que tenida, fue derivada del otro lado Apolonio Leiva Francisco Fonseca y dejamos diseñadas. Por lo dese prenda de un militar, el capitán del Estrecho, y las cóleras tumelTohfa Solis más, esta no es una campaña de Enrique Benavides don Bartolomé Gracián, intrépido tuarias de las turbas y los encono círculos de personas y por lo Pedro Alfaro Roberto Bonilla y osado aventurero, conspirador del elemento moderudo callaron, mismo de inter ses privados de Erancisco Saborio Ricardo Salazar Guardia empedernido, que seduce a la mo se apagaron interioamente. Quién, Zenón Castro Jesús Pinto pasiones. Cualqniera que fuere zuela con el airoso prestigio de su cuando la patria aparecía compro la linea de conducta de nuestros Alfredo Volio Felix Eeh verría persona. En Los duendes de la ca mdtida en un supremo albor de adversarios, si los tenemos, la Tacio Castro Adolfo Cañas marilla se nos da cuenta puntual honor, se hubiese atrevido ex nuestra será la única que posible Adán García Luis Arroyo de aquellos azarosos amores, del teriorizar un interés político!
mente puede partir de nuestra teJuan Saborio Benjamío Escalante matrimonio de Lucila con don Para el Africa salió Donnell sis: defendemos la idea impersoLuis Soto Quesada Justo Barrientos José Halconero, un labrador rico con lo más lucido de nuestro genal de la alternabilidad en el poRodoldo Peralta y pudiente de la Villa del Prado, neralato. Ros de Olano, Prim. Continuará. Manuel González der y de la independencia relativa y del trágico fin de Gracián ma Zabala, Echagüe y otros y con de las Secretarías de Estado en el Ildefonso Vega dos del marqués de Beramendi; un ejército bravo, gallardo y disconcierto que constitituye de veras Baltazar Chavarría tipo este último en el cual ha pre paesto para la victoria todo tran.
el gobierno republicano democrá Eulogio Calvo teadido Galdós personificar la ce. Del embarque y desembarque tico.
Narciso Mora No es el tumolto guerrero, ni yernocracia española. El matrimo de las tropas dos da Galdós una Pedro Peña nio de Lucila viene ser el aco reseña puntual y pintoresca. De Enero 12 de 1901.
Arnoldo Lang la evocación de un pasado victo modamiento de aquella criatura cuando en cuando deja hablar el Lic. Ricardo Jiménez Manuel Gollenaga rioso, ni el recuerdo de nuestras la realidad, la melancólica renon grxu novelista sa sentido crítico generosas audacias lo que más me Cleto González Víquez Manuel Jiménez seduce en las páginas del reciente de su lado el capitán gallardo las inadvertencias de la campaña, ciación a los viejos ideales. Se fue y nos enteramos, sin querer, de Anibal Santos José M! Chinchilla episodio de Galdós. En la vida Nicolas Orennuno Gregorio Soto interior de cada personaje, la me.
intrépido quien amaba. Se des de lo que debimos al azar en aquel Alberto Gallegos Prestioary nuda y casi vaporosa psicología posa con el honrado labrador trionfo, y del riesgo en que paso Alberto Echandi José Santos Aguilar con que nos los maestra la pluma nos los encoutramos viviendo en ral en jefe, su ignorancia del tequien estima. En Aitta letauen el ejército la confianza del GeneFrane! Aguiler Barquero Vargas Videl Quirós Juan Campos de este maestro incomparable que Madrid, en familia. Galdós ha re rritorio que pisuba y an imprevi.
se llauna Galdós. No es lo grande, sucitado en el alma de Vicentito, sión. Aquella marcba sobre TeManuel Coto Máximo Morales lo aparatoso, lo épico de las haza el bijo mayor de Halconero y Ln. toán por la costa, aquel dilatado Carlos Jiménez José Alvarado Juan Manuel Rodríguez Ramón Madriga!
mas de puestros soldados en Africila, la predilección por todo lo acampamiento frente a las forJuan Federico González Manoel Madrigal José María Trejos Calixto Madrigal la, las exaltaciones de Vicentito, guerrero, por las armas y por los talezas del enemigo, sin víveres, el nitio que la heredado de su fué en su madre. Aquel entusias do en el mar do consentía desemuniformes vistosos, que tan viva porque el temporal desencadenaJenaro Leiva Procopio Elizondo madre la pasión del uniforme miJ. Ismael Garita José Ramón Chavarría mo del niño al ver pasar los barcos, fueron errores que pu.
litar; sou las aventuras de San soldados con su insinuante mar dieron costar caros España. Casoria Tobias Retana tioste, su romántica vehemencia cialidad es como un rescoldo de Por fortuna puestra, Allah se en Matías Trejos Castro Gerardo Castro Francisco Quesada antes de la guerra, el trastorno de la bognera que alimento Lucila eo tregaba al sueño, mientras nuessus ideas cuando asiste a los ho los inolvidables días de la florida tra Providencia velaba. Así nos Manuel Argüello Mora Victor Cascante rrores de la lucha, su deserción joventud, cuando, amancebada lo dice Galdós con festivo homo Leonidas Pachyeo Blás Alvarez del campo español, su evardeciFrancisco María Fuentes Leopoldo Soto con el capitán, arrostraba con él rismo. Sobre la totalidad del limiento idealista, los episodios de la miseria y el deshonor, con esa bro se cierne como una saludable Elías Castro Juau Baustista Soto su amor con Yobar, y, sobre to intrepidez que infunden las gran bruma intelectual, la ironia del Adán Saborio Clemente Mora Casorla Víctor Manuel Araya do, aquel tremendo desencanto des pasiones. Aún asistimos a una gran escritor dándonos entender con que se desmorona en su alma Echeverría Ricardo Alfaro el sentido de lo heroico. Este San cila. Muerto Halconero pues ca geográficamente, pero que la geo tercera etapa sentimental de Lo que España y Marruecos difieren Jnan Rafael Mora Rodolfo Ardón tioste de Galdós es berniano de só ya maduro, su mujer se pren. grafía de las almas es idéntica en Manuel Argüello de Vars Marcial Peralta aquel Fabricio Valserra, de Sten da, sin aquella efasión pasional ambos países, que todos somos Dr. Rafael Calderón Jesús Calderop dhal que se nos aparece en los de los veinticinco años, pero con unos, y que si algo dos desemeja Antonio Zambrapa Mercedes Carrillo llanos de Waterloo, en la escolta Federico Zombado José Chavarría del mariscal Ney, prendado del suave terpura, de Santiste. Este, es la vanidad de las modas en Daniel Nüfrez Manuel Hernández errante en Africa, la ama también Marruecos son definitivas e inalarrojo militar, afaneso por incorRoberto Cortés Carlos Mora porarse a las intrépidas empresas y aunque no sospecha que sea co terables y aquí están sujetas a fre.
Carlos Volio Abel Bonillo Chacón del primer Bonaparte, y que lue prespondido, sueña vagamente con cuentes mudanzas. El libro de Juan Flores Tobías Flores Castro go vuelve a Italia fatigado, en enlace de esta aventura de la reciprocidad. Cuál será el des. Galdós es admirable prolongación Carlos Durán Eliseo Marín co del Diario de un testigo de la gue tristecido, con el ideal de las arElías Rojas Juan Castro mas hecho cenizas, con el sueño trever? Esperemos al otro episo granadino y la obra de Galdós se que Galdós nos deja enrra de Africa. La obra del poeta Lancher Sandoval Juan Valladares épico definitivamente disipado Fonseca José Reyəs Elizondo Santivste es más endeble por den este anda Santiste muy metido dio, paes en las postrimerias de completan. Rucavado Manual Ortiz tro que Valserra, más propenso al Pb. Daniel Carmona XUEL BUENO.
Jolio Argüello divagar del pensamiento que a las corado el amor de Yobar.
en las biecandanzas que le ha proDr. Claudio Volio Napoleon Chacón asperezas de la acción; pero hay Diego de Rodríguez Elías Vargas Rojas. algo de común que los emparenta Entremos en la zona histórica Propaganda cletista Gral. Joaquín Gutiérrez Monge Reyes por las armas: el descontento de de este admirable libro. Por que en Alajuela Don Manuel de Jesús Jiménez Roberto Córdova Castro lo presente, la aridez de realizar le declaramos la guerra al moro?
Ricardo Mora José Vargas Calvo un ideal siempre renovado, el ner. Por qué corrimos el riesgo de ser Pobrecillos. Había muchos eoRoberto Jiménez Briceño vio de la voluntad, el tesón indo destrozados en aquella campaña tre ellos que de veras llegaron a Manuel Brenes Ramón Aguilar mable del esfuerzo. Son dos so que pudo concluir en el desastre creer Carlos Volio Llorente Raf. Soto ñadores fuertes a quienes el en le mismo que concluyó con la nunciado, que se iha para el Goaque don Bernardo babía reTobias Zúñiga Franco Gómez cuentro con la realidad, por rada gloria?
Dacuste, que estaba enfermo del José Durán José Méndez que sea, no escamienta. Su destiLa campaña de Africa fué pro. corazón, que se iba para Nueva Alberto Villaseñor Jesús Chaves no, el destino de los dos es idén. vocada para robustecer la perso. York. y fuerza de José Esquivel Juan Retana tico. Santiste medita una vaga nalidad política del Gral. Do lar las inocentes mentirillas, se propa.
Eduardo Esquivel Juan Mora Escalaute palingenesia que bará felices los nnell, favorito de la Reina Isabel convencieron así mismos y no puRamón Aguilar Bolandi Mauro Quesada hombres y se entrega al amor sin En las contiendas parlamentarias dieron covencer a los demás.
Gregorio Escalante Ismael Rodríguez trabas, raptando a una judía con de aquel tiempo, en la vorágine La desilución fué grande coatRafael Villafranca Clemente Peralta quien no podría unirse por la di de las agitaciones sociales que su do les llegó el mentís redondito, y José Bonilla Telesforo Peralta versidad de religiones. Fabricio cedieron a la caída definitiva de comprendieron que con las bolitas Chacón Carlos Brenes Valserra fluctúa también entre el Narváez, Donnell estaba inde. habían ganado mucho despresti: Salvador Lara Vicente Montero palmito de una mujer y Dios, y fenso. Era un hombre honrado, gio.
Gabriel Coronado Antonio Varela también hace compatibles esas dos serio, puntual, cumplidor de sus Pero ne se desalientan fácilmen: Mariano Carazo Leonidas Briceño predilecciones de su atormentado deberes, alma templada para la te; creen, ojos cerrados, que efecFlor acio Caetro Rafael Alpízar espirito. El héroe de Galdós es guerra y para la adversidad, frío, tivamente tendrán la protección Teolorico Navarro Agastín Luján un romántico idealista; el héroe previsor, perseverante. Era todo oficial; la palabra de bobor de don Gerardo Zúñiga Manuel Castro de Stendhal es un romáutico de eso en un carácter equilibrado, Ascensión, no los arredra; el últiFranc! Montero Enrique Fernández la acción. Uno y otro son apasio pero carecía de talento personal, mo Mensaje, para fórmula; su par Eusebio Alpires Ramón Cabezas nados, generosos, bravos insa de una visión aguda y amplia del tido, invencible, inmenso, no hay Raf. González Manuel Blanco ciables, y los dos enfermos de esa muodo político y de los intereses pueblo en la República en que no Emilio Alvarado Francisco Jiménez melancolía reconcentrada, en la morales que un estadista está en estén en mayoría, y donde hubie Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
razones

    FranceItalyJoaquín GutiérrezManuel MoraSpain
    Notas

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