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LUXION CATOLIC.
ين Prudencio. Lo mismo: qué más edificación los buenos que con los estén zrito de Isabel II. Justamente tenía e cal El coche del Gobernador arrancó al án. unidos.
Cirila. Es Gdio a la intrusa casa de Saboya, que ja trabajosamente a lo largo de la calle y dezque los periódicos no Con estas reglas ya tienes bastante para más ponía el sello de una carta, sin colocar de aquel momento, nerviosa y agitada CEsaber los periódicos que puedes y no pueson libros.
des leer: teniendo presente que esta es la al pobre Amadeo coa la cabeza para aquella misma detenciós, que pocs antes la rritz, pareció impacientarse mucho por Prudencio. Xo son libros, porque doctrina de todos los Obispos, y que el que abajo. Que lo había dicho Isabel Maza habiz divertido tento. Frente a frente de ordinariamente, no se conservan; pero en se sépare de ella só separa de la Iziesia; cán, cuyas intimidades con el Ministro re ella, en poco más hacia la Puerta del Sol.
cambio se léén más porque se léen más porque el que no está con los Obispca, DO solucionario debian hacerla ella misma 29 maban por los balcones de! Veloz Club.
pronto y cuestan menos: de modo que haestá con el Papa. y el que no está cor éi izn sospechosa. Pues no sabía sido el bajo sus toldillos de rerano, aristocráticos cen más daño, si mano viene, que los liPapa, es cismático, es hercje. és todo lo que mundo que la tai Condesa de Mazacén érz racimos de cabezas de gomosos desocupaquieras, meros católico.
bros.
Cavila. Pero diga usted: no se una intrigante, que andaba detrás del viaje dos, que sriiraban e democrático desile.
con esa especie de medrosa curiosidad, burCavila. Con que hay que quemar pueden leer los periódicos liberales, au: que Rona con la Reina para tapar García lona a la vez que tímida, con que se coetambién los periódicos?
no sea más que para saber noticias Gómez ciertos ilos antiguos, que debía de tempian desde lo alto de un tendido los tèPrudencio. Lo mejor es no tomarPrudencio. No, porque siempre st 2rreglar allí con un príncipe italiano. ribles retozos de una piara de ridícula: contribuye al sostenimiento del periódico. tales cosas dijo Currita, y tales protes bestias feroces: parecíales imposible en 2los siquicra en las manos, porque así como Cavile. Es que yo no le compro zas hizo. y con tal acento las pronunció, quel nomento, que la bestia pudiera algspecan todos los que contribuyen la proporque me lo deja el vecino.
que el mismo Butrón, con Ser tar cucho. na vez alzar su zarpa hasta ellos. La vieta pagación de los malos libros, pecan también Prudencio. Pues ni aun así puedes se quedó perplejo. y entre las afirmaciones de aquellos elegantes espectadores acabó los que contribuyen la propagación de los leerle, como no puedes ni debes manejar. contrarias de aquellas dos Condesas igualde impacientar Currita, y de tal modo se erardeció ante ellos su afán de exhibirse y malos periódicos, los suscritores, los impreun arma de fuego cuyo mecanismo CO mente tramposas, sólo sacó en claro una sores, y hasta los repartidores, y excusado nozcas, porque te expones que salga ei singularizarse, que tiró del cordoncillo has nueva conärmación de aquel principio práces decir que los redactores y colaboradores.
tiro cuando tú menos lo pienses. En los ta descoyuntar el dedo del cochero, y sacó rico, que de toda la vida había profesado: la cabeza por la ventanilla gritando: Cavila. usted no ha estado noticias y aun los anuncios, porque están periódicos malos son peligrosas hasta las. La mujer aborrece la serpientè, por. Go 012, Tom go on. Run through. suscrito nunca ningún periódico malo?
celos y envidias del oficio.
escritos con tal malicia, que a veces una. Carry then off. 1)
Mientras tanto la berlina corria desemPrudencio. Nunca: ni siquiera innoticia lleva envuelta una calumnia o un Tom no se hizo repetir la orden: sacó el pedrando las calles, y doblando las esquihercúleo pecho tirando de las riendas, con directamente he querido contribuir a sostesarcasmo contra una cosa o persona sagreda; y esto ya ves tú si es grave.
n25, con esas airosas vueltas que imprime nerles, pues no he querido pertenecer al el esfuerzo de aquellos antiguos aurigas esCavila. Pues, señor, me he lucido. un fogoso tronco la hábil mano de un coculpidos por Fidias en los frontones del casino sólo porque está suscrito periódi. Quién me había de décir mí que me hachero esperto. la mitad de la calle del Parthenon, de pie sobre un carro, deteniendo con una mano el galope de cuatro cabacos malos.
bía de quedar sin periódicos, cuando yo Turco, y dominando el ruidoso rodar del llos. Piafaron los suyos encabritándose, Cavila. Pero cuáles son los pecreía que no podía pasar sin ellos!
carruaje, llegó oidos de la pareja un castigóles él suavemente con la fusta, y riódicos malos?
Prudencio. Yo te dejaré los míos.
Prudencio. Hombre, ešto no me Cavila. No, no señor, muchas gra mugido, amenazador, imponente, que sólo extraño rumor lejano; esa especie de sordo aflojando de repente las bridas, los lanzó con la velocidad y el empuje de una flecha cias: prefiero no leer ninguno, porque si leo atreveré decirtelo, al menos por sus nom los de usted creo que voy concluir hasta es común al mar encrespado y las muá través de la turba democrática, desaparebres, porque éstos no están en el Indice; chedumbres alborotadas. Currita y Butrón ciendo como un relámpago por la calle de por ser partidario de la Inquisición.
Peligros.
pero te lo va a decir uno que tiene más Prudencio. Pero hombre, tú qué miráronse sorprendidos, y repararon enton Un alarido terrible de terror y de ira saautoridad que yo.
Escucha las reglas que crees que era la Inquisición?
ces en algunos transeuntes que venian prelió de la muchedumbre, que se bamboleó para discernir los periódicos buenos de los Cavila. Es que ya le he dicho surosos de la calle de Alcalá, y en el conuno y otro lado del surco abierto por el comalos ha dado en una pastoral el Sr. Obisusted que no quiero saberlo.
serje de la Escuela de Ingenieros, que ce che: comenzó la gente correr asustada, Prudencio. Vaya, pues otro día po de Plasencia: rraba apresuradamente la puerta de este hablaremos de eso.
los gomosos del Veloz Club se metieron edificio. Era esto harto común en aque Debéis sospechar de todo impreso pe Cavila. No señor, no, no hablarepara adentro, cerrando prontamente sus riódico que se caracterice sí mismo llallos tiempos de alborotos continuos, y la balcones, y el jorobado que pedía Reforma, mos; y lo que es con esa intención no vuelberlina avanzó sin acortar su carrera, hasta mándose liberal. Condenado el liberalismo va usted por aquí.
estuvo pique de sufrir por completo, enpor la Iglesia como contrario a los princiPrudencio. Bueno, hombre, pues del Barquillo.
la calle de Alcalá, para tomar luego por la tre los pies de los caballos y las ruedas de pios católicos, ese solo título parece una no volveré; adiós.
la berlina.
Era esto, sin embargo, imposible; un larpública manifestación de rebeldía contra Cavila. Vaya usted con Dios.
Mientras tanto, asombrado Butrórt de go y compacto cordón humano, compuesto sus decisiones, una profesión de seguir y de una muchedumbre heterogénea y abiaquel brusco arranque, y muerto de susto sostener doctrinas opuestas a las que ella ante audacia tan temeraria, echaba a toda garrada, llenaba de un cabo otro la calle enseña.
FOLLETIN.
de Alcalá, cubriéndola en toda la gran prisa las cortinillas para no le viesen. Aun sin declararse liberales, deben insextensión que por ambos extremos abarca y Currita, riendo se asomapiraros desconfianza todos aquellos impreba la vista. Era aquella una manifestación ba por el vid je ta trasera para ver a los sos en que con más o menos habilidad se PEQUENECES.
pacífica de la democracia, que con grandes transeuntess giarse gustados los porclamores, y largos garrotes y extrañas banaprucban, sostienen defienden en la práctales, y Biardid policorer dePor el Luis Coloma, deras enarboladas, se dirigia Palacio pitica soluciones fundadas en los principios diendo la entrada en el Ministerio de trás de la Bal hacerdo de que de esa secta; con más motivo si se elogian Manuel Ruiz Zorrilla.
parasen. Mom Sickles yjebatada la en ellos, aunque no sea más que de paso. Continuación)
El cochero de Currita, Tom Sickles, cara de remolac obles visajes las llamadas conquistas del progreso y civienorme tipo del automedonte británico, que como si llevasesos desbocados El diplomático no las tenía todas consipedía vočes el tricornio y la peluca emlización modernos, y si se quiere conciliarmientras con suaves vibraciones de las riengo: para él era evidente que Isabel Maza polvada, y se habia sentado en Londres en las con el Catolicismo.
das, más y más los azuzaba. En la calle cán no exageraba ni mentia, al repetir las el pescante del Duque de Edimburgo, y en de Isabel la Católica, Tom Sickles hizo otro Son igualmente acreedores ser miranoticias del lindo Ministro García Gómez.
Paris en el de la Princesa Matilde, dirigió dos con recelo aquellos en que se ofende prodigio: coche y caballos quedaron para¿Pero cómo interpretar entonces la repenlos caballos corriendo a lo largo de la malos católicos llamándoles neos, ultramontatina mudanza de Currita? La oportuna de ésta, y podía entrar por la calle del Ca jada alemana.
nifestación, por ver si adelantaba la cabeza dos en firme, de un golpe, ante la EmbaLa señora estaba servida, nos, oscurantistas, fanáticos, exagerados, in carta de la Reina Isabel podía explicarla ballero de Gracia por la de Peligros. mereciendo él la corona triunfal de los transigentes y otros motes de este jaez. Si observáis que en periódicos imprepor completo, porque el olvido de la abdi También era ya tarde, y viose precisado Juegos Hípicos.
cación quedaba con ella satisfecho, y des detenerse frente al Veloz Club, entre el reCurrita encontró enfilados la puerta de sos de otros géneros se juzga y censura el agraviada Currita, pudo tiempo renunciar molino que allí se iba amontonando, de lusu casa tres coches, reconociendo al punto modo de proceder en las funciones propias su revancha. Tranquilo por esta parte josos trenes que volvían de la Castellana, de su ministerio, aquellos quienes puso y humildes simones que pretendían inútilen uno de los cocheros la escarapela encar.
Butrón, quiso, sin embargo, asegurar más mente cruzar de un lado otro. Butrón nada, propia de los Ministros. Apeóse enel Espíritu Santo para regir la Iglesia de más al partido la alianza preciosa de Cu quiso volver atrás, y salir por cualquiera tonces en las mismas caballerizas, y por uDios, como se expresa San Pablo, desconrrita: porque hay, ciertas políticas indecoro boca calle la Carrera de San Jerónimo.
na escalera reservada para el uso de la scr.
fiad, amados hijos; porque sabiendas o sas y la larga funestas, que aun tendien. Pero si esto es muy divertido! decía inconscientemente se revela el orgulloso inCurrita con infantil alborozo.¡Qué delividumbre, llegó sus habitaciones sin ser do fines honestos, lo saben prescindir de vista de nadie.
tento de debilitar en el ánimo de los fieles cia!. Mire Ud. Butrón; mire Ud. qué graAl ruido de la campanilla, individualidades asquerosas.
Barrer para ciosos van todos con sus cintitas encarnaacudió Kate, la doncella inglesa de la señola debida veneración sus Pastores y quedentro, era la política de Butrón, como si brantar su respeto, sumisión y obediencia das. Uy aquel jorobadito. Qué mono! ra la basura sirviera en alguna parte para otra ¡Ah pícaro. lleva una bandera en que pide. Quién está con el señor. preguntó las disposiciones que adoptan en uso de cosa que para infestar el recinto que la en Reforma. Pues claro está que la necesi ésta.
su derecho, para bien de las almas encocierra. 698 tas ipobrecito! sobre todo por la espalda. El señor Ministro de la Gobernación.
mendadas şu cuidado pastoral.
Fuese, pues, derecho al bulto, no bien el Otro carruaje se interpuso en aquel moEl señor Duque de Bringas y Juan Ve No tengáis tampoco escrúpulo en soscoche se puso en movimiento, y apoyado mento, entre la muchedumbre y la berlina, pechar de aquellos periódicos que sin cauen la autoridad de sus años, en la confianza impidiendo la vista Currita: en él iba el larde, juegan en el billar: Gobernador civil de Madrid, muy rollizo y. Dile don Joselito, que no recibo sa justa y sin obtener dispensa de la autodel parentesco que con Villamelón tenía, y pomposo, que se dirigia Palacio, y veíase nadie. Tengo mucha jaqueca.
ridad competente hacen en los días festivos en su dignidad de jefe de la brigada feme forzado también detenerse.
Kate pareció titubear un momento, y se la tirada de sus nímeros. Quien desprecia nina conspiradora, le pidió categóricas Ahì va ese mastodonte dijo Butrón decidió al fin decir tímidamente: de esa manera la Ley de Dios y los pre explicaciones del hecho. Mas Currita, volal oído de Currita. En cuanto nos vea. Ni tampoco D. Juan Velarde. ceptos de la Iglesia, da entender que le viendo abrir palmo y medio los claros juntos, se figura que conspiramos.
Estas sencillas palabras del diplomático Tampoco: a nadie, nadie.
importa poco lo que Dios y la Iglesia ojos, y muy espantada y ofendida, y casi se refiere.
parecieron despertar en Currita una de esas De nuevo volvió insinuar Kate con llorosa, se limitó repetir la historia ya reideas atrevidas que se conciben de repente, mucha delicadeza. En fin, teměd cuando en libros, revisferida, con nuevas afirmaciones y protes por más que tarden en madurar años ente El scñorito volverá hoy del Colegio.
tas, periódicos, etc. veáis que no se tiene tas. Suponer otra cosa, era un insulto ver Asomóse la portezuela como si de ¡Es verdad. Pobre Paquito. reparo en colocar al lado del artículo de sčase que el Gobernador la viera, y sin conY querrá ver a la señora.
dadero. Por quién se la tomaba ella?
sana doctrina otro y otros de los que no testar al respetuoso saludo quc al divisarla. No, no. que se entretenga con Lili, puede asegurarse lo mismo; que publican Pues no había dado toda su vida pruebas éste le hizo, metióse bruscamente para denMañana lo veré.
dei más leal afecto a la real familia?. trabajos excelentes de autores católicos, y tro y se cubrió con el pañuelo parte del ros. Tengo una jaqucca horrible. la vez y en confusa mescolanza, otros de aun cuando ella fuese capaz de sencjante tro, como si quisiera entonces esconderse.
impios excépticos. y afiliados sectas o infamia, se la hubiera permitido acaso FerQué mal huele la democracia! decía puestas la verdad. Los artículos de mala nandito, cuya sangre había, corrido en el para ocultar Butrón aquellas maniobras.
12) Aceant. To, celeste!. sisa. los. doctrina os causarán más escándalo que combate eco terrestre de Cabo Vegro, ai Pero qué peste echan. ros.
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