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LA ĽNION CATOLICA 258 to.
10 era ción es el deseo de todos los hombres Criscoplinu Binds, Susanit Laraine. Juan Alun doblar soltera el cabo de buena lisperanza. gucs de capuchones Wattcau, cun lazos de tealegre, William Rubens, Henrieta Eyre, Da.
Daba, sin embargo, saltitos como la gal color de rosa.
Habiasc añadido además de progreso que entienden verdadeniel Webte, Richard Cristinsen, Editha Cristin; guita inglesa; hacia dengues y monadas al programa de la fiesta, otra parte de teramente su espíritu. Vosotros sabéis ses, Fllou Cristinsen, Creary Malcolm. David como pollita tierna de quince años, y tenía rrible alcance político: el genio patriotico que el Gobierno no puede ocuparse Plumber, James Moore, Amanda Rossc, Sarah afectaba tener la travesura y aturdimien de Ritita Ponce idcú organizar un minué de una manera especial con la Maso. Warren, César Borja, César Borja, hijo, Camila to de una colegiala de trece. Llamábasc la española, que habían de bailar los canería: pero yo puedo aseguraros que en Borja, Rosit Borja, Ramona Campssand, CristiRitita Ponce.
balleros con casacón y peluquin blanco, y na Figueroa, Benjamín Piza, Aláximo Soto, inspira sus principios y doctrinas La morena, ticsi como un maniquí de las señoras con trajc de medio paso y peiHall, Mercedes Iberico, Mora Bertin y Henry cl Gobicrio, nado a la nene.
Yubens. Carga: 726 bultos. Corresponden modista, estaba en la cdad en que se dePara ello ensayaba RitiHe aquí de donde nace la ley que cia. 50 bultos. Consignado F. Alvarado.
sechan los coroneles, sc picnsa en el trous ta con su primo Candidito Teba, alférez de somete las comunidades religiosas sean más que en el marido futuro, y domi húsares, un solo, cuyos prodigiosos treilun impuesto scis veces más grande que na todo otro sentimiento la vanidad de sados, hubieran podido admirar a la Corte Agosto 23. las. a. de hoy. fondeo e el de cualquier otro individuo cor los trapos y la hermosura, especie de in de Carlos IV. Imposible era que el intruvapor nicaragüense Prcsidente Carazo, proflamación ridícula, que producen en el al so Amadeo permaneciese tranquilo en er poración francesa. El gobierno de cedente de Río Colorado, con horas de mar, ma las lisonjas de la galanteria: esta se lla trono, ante aqnel patriotismo coreográfico la República se inspira en los princi Capitán Fischel, ro tripulantes, 225 toneladas.
maba Adelita Peralta.
Sin pasajeros ni correspondencia. Carga: café con que la ilustre juventud de le mapios y doctrinas de la Masoneria, que cueros y caucho para trosbordar al vapor Atra. En cuanto a la rubia, frisaba apenas en nifestaba su desagrado.
odia y aborrece las comunidades re.
Consignado Ingals y C!
los quince, y aunque no desechaba corone Accedió gustosa la Condesa lo que se ligiosas, y trabaja sin descanso para les, ni suspiraba por tambores mayores, le pedía, con la sola condición de que tersu extinción. Tal es su JUSTICIA!
gustábale ya, como ála hormiguita del cuen minase la fiesta las doce de la noche, hoY luego nos preguntan algunos FOLLETIN.
to, comprar el ochavito de arrebol que ha ra en que comienza la Cuaresma. Sin du.
simplotes. Por qué condena la Iglebía de ponerla bonita, y sentarse la ven da temía la buena señora ver aparecer en sia la Masonería y las sociedades tana, esperando el paso de algún Ratonci sus salones la escuálida figura de la PeniLA GORRIONA, to Pérez: era al fin y al cabo hija de Eva. tencia, a la manera que se presenta en que se le parecen, le están afiliadas?
Llamábase Blanquita Paláez, era prima de aquella famosa agua fuerte de Alberto Du. POR EL LUIS COLOMA. las otras dos, y sobrinas las tres, aunque rero, el pintor filósofo, esgrimiendo unas.
Un judío y el Papa León XIII, por diversas ramas, de la Excelentísima formidables disciplinas, y precedida de la señora doña Rosa Paláez, Ponce, Peralta y muerte, que acompaña los bailarines to ¿Oculos habentes non videtis et Teba, Condesa Viuda de Santa María.
aures habentes non audiris?
cando el violín con dos canillas. Mas un gru.
Traducimos complacidos y admira¿Teniendo ojos no veis? y tenien ¿A que nos dice que nones? djio de po conspirador, que no temía fantásticas dos los siguientes párrafos del Jewish do orejas (no oſs?
repente Adelita Peralta, parándose coino apariciones, y capitaneaban Ritita Ponce y Review: San Ilarcos, cap. 18. desalentada en mitad de la escalera.
su primo Candidito, de tal manera se en El Papa León XUI sabe que ya. Pues claro asta. replicó vivamente la cargó de atrasar los rolojes, que cuando se acerca el fin de su carrera. Es más de Peláez. Yo en su caso diría mismo. sonaba en el palacio la hora de los ayunos, Al oir esto Ritita Ponce, que iba delanviejo que Bismarck, pues tiene cosa eran ya en el resto de la ciudad más de las La berlina describió de repente una cur te, bajó de un brinquito el escalón que la dos de la madrugaóa. La Condesa no cade 87 años. Es más viejo que Gladsva inverosimil en su carrerra, y desapare separaba de sus primas, y dijo muy enfa yó en la cuenta: tan sólo sintió más sueño tone. Ha visto tronos y dinastías caer ció en el antiguo portalón del palacio de dada.
que nunca al acostarse, y más pereza que y desvanecerse. Ha visto el mapa de Santa Maria: un impulso del cochero. Mira Blanca. te callas te vuel de ordinario al levantarse por la mañana Europa cambiado cosa de veinte ve.
quedaron clavados como por encanto, al ves al coche; que cosa de venir Suceso muy grave debía de ser, por lo ces. Es viejo y débil y enfermizo; mas pie del anchuroso vestibulo, coche y caba apretadas en la berlina, como sardinas en tanto, el que hacía madrugar las tres no es un secreto para nadie el anhelo llos, estirando éstos las nerviosas patas, banasta, para que luego lo eches per primas, dnspués de haberse acostado muy de sus últimos días.
como muelles de acero, agitando impacien der todo.
cerca del alba.
Entráronse, pues, como Él busca con ansias la paz y una tos las engalladas cabezas, y cubriendo de. Pues hija, replicó Blanquita, enfa Pedro por su casa, no encontrando na.
unión más íntima y fraternal entre los humeante espuma los bocados y cadenillas, dándose a su vez, no fuí yo la quise venir, die en las antesalas, y Ritita echó correr que forman el linaje humano. Nada bruñidas como la plata. El lacayo saltó sino tú la que me trajiste.
detrás de una doncella de la Condesa que de fanatismo en sus Encíclicas; mas si con garbo del pescante para abrir la porte ¡Porque eres el ojito derecho de titívió lo lejos, gritando: fervientes preces por el bienestar de zuela, el cochero se descubrió respetuosa Rosa, y para todo es necesario contar con. Martina. Martina. se ha levanta mente desde su altura, sin mover el cuello do la señora. tigo. exciamó Ritita, prosiguiendo su cala humanidad. Qué importa que no en su almidonado corbatín blanco, el por mino. Pues ya lo creo. respondió la donsean como las nuestras las opiniones tero del palacio hizo sonar la campana, Eran las once de la mañana, y no obscella saliendo a su encuentro. las ocho teológicas de ese hombre? El bello y que anunciaba allá en las antesalas la llehabía vuelto de San Vicente de tomar la tante el toque del portero, ningún criado siempre intachable tenor de su vida, gada de una visita, y de la berlina saltó ceniza.
parecía por antesalas ni salones, para inla nobleza, de sus ideales, la fidelidad entonces una diminuta galga inglesa, con troducir a la intempestiva visita. Veíase ¿La ceniza. con que aun en estos sus postreros collar de plata sobredorada y manta de por todas partes ese desorden que deja en Sí, señorita. Hoy es miércoles de días, se está esforzando por servir grana ribeteada de terciopelo. Saltó ceniza.
una casa el paso de una fiesta: muebles sus semejantes; todo esto sobrepuja luego una señorita rubia, saltó después fuera de su lugar, ramilletes marchitos en ¡Pues es verdad! exclamó Ritita otra morena, y saltó por último, otra que riendo como una loca.
los jarrones, bujías medio consumidas en ¡Yo no me acortoda teología y glorifica la humanidad.
no era morena ni era rubia; era, por decirlos candelabros, flores caidas acá y allá de daba sino de que ayer fué Carnaval. El mundo es mejor, por lo mismo lo así, desteñida. dónde está la señora. algún prendido, jirones de gasas arrancaque León XIII ha vivido en él.
Llevaban las tres enormes peinetas de dos de alguna falda en las revueltas de un En el costurero, firmando los bonos Dios bendiga al hijo de Abraham teja, grandes mantillas de casco con ruedo rigodón en los vaivenes de un wals, y en de la Conferencia. Quiere usted que le que ha escrito tan bellas palabras. de blondas, y colosales abanicos de país la atmósfera sintiéndose, mascándose, por avise. corto y ancho varillaje. Ocupaba la sadecirlo así, aunque sin tener forma alguna. No. no. Buen susto le vamos zón el trono de España el intruso don visible, ese desencanto, esa desilusión que dar entrando de puntillas! exclamó RitiMOVIMIENTO MARÍTIMO. Amadeo, y las damas elegantes hacían inspiran los restos del carnaval, contem ta, con el más infantil de los alborozos.
alarde de españolismo, deserterrando las plados la luz del miércoles de ceniza; Puerto de Puntarenas. échando correr seguida de sus pritejas de carey, las blondas de pegotes, los sentimiento triste la vez que reflexivo, mas y precedida de su perra, llegaron un ENTRADA alamares de morillas, y los flecos de meque tiene mucho de la amargura que deja gabinetito redondo, que llamabar el cos Agosto 22. Hoy las y 30 a. fondeo dia vara.
Bamboleábase el trono del itael pecado en el alma, como un principio del turero, porque allí solía hacer labor la seel vapor City of Sidney, de 1, 965 to liano ante esta artillería de trapo, y las da remordimiento.
ñora Condesa. Por la abertura del portièreladas, procedente de Panamá, con dias de mas se creían tan heroicas al manejarla, coAquel día era en efecto miércoles de ce. entreabierto, veíase sentada junto una mar, 80 tripulantes. Capitán Yohnston y con mo la Condesa de Buréta en Zaragoza, niza, y la noche anterior había dado la antigua mesa de costura, con gran bolsón signado Rohrmoser Co. Sin pasajeros. doña Lucía Fitzgerard en Gerona, Carga: 234 bultos mercaderías. con 24 tonelaCondesa el último de sus dos bailes de de raso amarillo, una señora de más de das. Correspondencia: saco y paquete.
La galguita comenzó a subir dando Carnaval, divertidisimos aquel año por lo cincuenta años, alta, gorda, bigotuda, con brinquitos, y se detuvo con una patita de originales. Siempre fué el taparse la cara el pelo gris sencillamente peinado, y ves.
lantera en alto, ante los enormes tiestos señal de vergüenza, y aquel año, en el sa tido un modesto traje de hábito del CarPuerto del Limón.
del Japón que adornaban el primer desión de la Condesa, habíase repartido por Tenia delante un montón de papeENTRADAS.
canso de la escalera. Quizá meditaba alturco, entre uno y otro sexo, el pudor de litos impresos con el sello de las Conferenguna fechoría indigna de su collar de pla la careta.
Agosto 22. las 10 a. fondeó el vapor inLas damas prescindieron de el cias de San Vicente de Paul, y rellenaba glés de la Mala Real Británica, Atrato, pra.
ta y su manta de grana; pero intimidada la primera noche, presentándose sin dis los huecos en blanco que en ellos había, cedente de Colón, con 20 horas de mar, Capi sin duda por las armas condales de la ilus fraz alguno: los galanes acudieron por el con nombres de pobres que copiaba de tán Dickinson, 125 tripulantes, 3, 069 toneladas.
tre casa de Santa María, que de relieve se contrario uniformados con dominós de ra una lista: añadia después partidas tales coPasajeros: Julio Bertin, Naidas Carballo, José destacaban en la pared del fondo, prosi so negro, y lazos de color de grana de mo Un puchero. Dos raciones de tocino. Carbaho, Matilde Robinson, John Gordon, guió su camino por la estrecha alfombra, idéntico modo dispuestos. Esta uniformi. Tres de carne. Cuatro de garbanzos, etc. Victor López, Manuel Meléndez, Rebeca Dram que aprisionaban varillas de reluciente medad en los trajes dió lugar equivocacio y firmaba por último, con letras del tamamond, Amelia Horace, Sara Ana Luis, Sexto tal al pie de cada peldaño.
nes tan graciosas, y burlas tan divertidas, ño de aquéllas. La Presidenta, Condesa Molah, Justina Blackwood, Terceles Ojeles, CatDetrás subían las tres señoritas; seria y que se decidió pedir a la Condesa, para el Viuda de Santa Maria, harina Didigey, Peter Black, Samuel Detemos, Rafael Clunurel, Alexander Reids, Goulcomo disgustada la rubia, preocupada la martes de Carnaval, otro baile en que se Ritita se adelantó de puntillas mirar morena, decidida y resuelta la desteñida. volviesen las tórnas, reservándose las seding, Rufus Grumber, Linch. Tomás Wipor entre las cortinas, mientras las dos priNiam, Ester Black, Ricardo Villato, Moses Pasaba ya ésta de los treinta años, edad ñoras el privilegio de llevar la cara cubier mas se adelantaban también, de mala gaFrances, David Graham. Cristina Walker, Abra funesta, en que la mujer frívola que dese ta: el sexo fuerte luciría su fealdad al res. na Blanquita, y sin abandonar su empaque ham Williams, Celina Vidal, Leonel Rabino, chaba los quince al coronel del regimien plandor de centenares de luces, y el débil de maniquì la de Peralta.
Richard Forter, Juin Hervera, Francis Smith, to, suspira por el tambor mayor, antes que ocultaría sus encantos en los anchos plie Ritită se apartó de la puerta contenien, men.
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