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18 Lunes 81 de Enero de 1972 SIMBOLOGIA Son como poemas El jardín japonés puede leerse, porque cada piedra, cada planta, tienen un significado.
Reportaje de Myriam Francis Los cuidados estéticos no son unicamente la obra en la rea lización del jardín japonés. Las religiones del país y sus diversas tendencias le han Aportado su contribución, y sobre todo sus símbolos. Horai es la imagen de una isla en forma de tortuga, colocada en fuente en forma de grulla volando, La tortuga vive 10. 000 años y la grulla 000: una y otra son presagios de longevi.
dad, el bien más ardientemen te deseado. Esta es una prueba del taoismo chino.
una sabios orientales leer en estos jardines como en libros de poesia.
ARTE TECNICA verso. Esta posición Inspira la elección de las plantas consideradas como pertenecientes a uno y a otro otro sexo. Asi el pino de agujas sombrias es considerado como masculino, y el pin, rojo japonés, tan común y tan hello, como feme.
nino. El ciruelo es también un árbol femenino.
El jardin debe ser un retim, un lugar de contempla ción separado del resto del mundo, un trozo de verdor replegado sobre sí mismo. No es necesario que tenga vista pa.
noramica sobro el mundo exte rior.
En otro islote, al cual ningún punto debe llevar, sobre el cual se efevan rocas verticales, se evoca la isla de las Almos Inmortales. reino de los antepasados. estos motivos se mezcla la idea budista de la montana, centro del mundo.
La magia de las cifras partici pa también en estas concepcio nes. Los números Impares, con siderados de buen augurio, die tan los grupos de tres, cinco sicte rocas. Falta añadir la idea taoista del Yin y del Yang.
principin femenino el primero, principio masculino el segundo; los dos juntos risen el uni Bajo, estos principios genera.
les encontramos simbolos más preciosos. Un cascada de agua cintilante represente al mensaje ro de Buda con su lanza ace.
rada. Tres rocas juntas evocan la Trinidad Budista. La fuente de agua adquiere la forma de carácter chino para domi.
nar al corazón.
Las rocas están divididos en espiritual, corporal, del corazón, etc. Verdaderamente, los Cada jardin debe estar de acuerdo con el que va a vivirlo.
Un comerciante no podrá tener el mismo Jardin que un prein.
do, ni una princesa el de un caligrafo.
El cuidado mayor de los maes tros Jardineros es la propor.
ción; su arte se burla de las di mensiones reales, aproxima y prolonga las distancias LOS Jardines deben de ser Intera santes, presentando rincones capaces de atraer la atención: ellos vivendo una impresión de profundidad y de misterio.
el sentimiento de que hay algu na cosa que descubrir. Se bus ca la armonía de los tonos de acuerdo con los follajes, con el liquen de las piedras. In elec.
ción de los aromas de las plan tas. Las leyes de la naturaleza deben ser respetadas.
La linterna de piedra con su débil luz, es el único ador no que se permite en el jardin clásico japonés.
Comprendemos lo que repre.
senta el Jardin para el hom.
bre del Imperio del Sol Nacien te. Desde luego, es el comple.
mento indispensable de la casa, puesto que cada habitación de be abrirse sobre un jardin, por pequeno que sea, Unos ar.
bustos, una planta de bambú, un tiesto con plantitas peque.
ñas, representan el llamado de la naturaleza. Jardín y casa son concebidos como uno solo. El jardin entra en la casa donde cada valla forma un cua dro, y la casa adorna el jardin, como un hermoso objeto colo.
cado en medio de un prado. Las plantas trepadoras en una ma ceta frente a una ventana son factores de unidad, realzándose una a la otra y evitando todo rompimiento entre lo de aden.
tro y lo de afuera. El Jardin, mientras tanto, no se limita a ser complemento de la habita.
ción; con el pensamiento fano.
nés es un recurso de la naturajeza, una síntesis que tiende a fijar, en algunos aspectos. In bo lleza Infinita del mundo extes rior, que el espíritu en vano trata de querer coger. Esta es la razón por la que el jardín está arreglado con un cuidado exquisito, como un ema o un cuadro, y las obras de los maestros Jardineros, los elevan a la categoría de grandes y ver daderos artistas.
JARDIN SIN FLORES El jardin seco. de pledra y arena. La arena simboliza el mar. Tres piedras evocan la Trinidad Budista.
Arbol bellamente podado, rodeado de azaleas sin flor, también podadas, que representan a las montañas. La idea taoísta del Yin y del Yang (principio femenino y masculino)
inspira la selección de las plantas.
más unido, mejor Incorporado al paisaje. En Kioto está el templo del musgo, con un Jar.
din de musgos de todos los tonos de Jade, de esmeralda y do bronce. Otro detalle admitido en el jardin Japonés es el toril, ese arco de bienvenida la puerta del jardín o del parque.
La casa para el té ha de ser wencilla, sin adornos que distraigan la tranquilidad y la ar monía del espiritu con la natu ralcza.
AGUA ROCA No se admiten flores en los Jardines japoneses, que no tienen derecho de ciudadania en estos lugares encantados donde reinan los pinos centenarios, los arbustos siempre verdes, las rcas con formas extrañas, há bilmente agrupadas. Pasajeras, Jas flores no caben aquí, y son cuitivadas aparte para ornamentación interior. Los segadores talan los macizo de azaleas y de camelias, sin Indugencia para los botones que caen decapitados, pero log fo.
llaſes de estas plantas están siempre cortados de tal mane.
ra que los copos de nieve en el Invierno se posan figurando una extraña floración fugiti.
va.
Nada de artificial es admitt.
do en un jardin de buen gusto, a lo más, las linternas de nie.
dra con una cintilante luz. Una limpieza absoluta es mantenida por culdados continuos, el agua debe ser clara, una hoja Beca no debe flotar, ni una ra ma muerta desfigurar el cua.
dro. El musgo es preferid, al césped, porque es más durable, En estos jardines singulares, el elemento dominante es el agua, combinado con rocas con arena, El agua forma un tapete que emana reflejos, con los bordes atormentados de las orillas, o cae en cascadas cons truida con un arte especial, Justifica los caminos y los puen 1es de gran variedad, desde el monolito sin edad hasta el grá cil arco de madera.
Hoy otros más extraordina.
rios, todos de piedra y arena, de acuerdo con la existencia aus tera de la doctrina Zen, despo.
seldos, horizontales, eliminando la colina y el agua y el árbol.
El más famoso de estos Jardi.
nes es el del Templo del Dra.
gón Pacifico, el Ryoandi, que en verdad no tiene de jardin sino el nombre. Una superficie de arena cuidadosamente aplana.
na cerrada por tres lados con muros bajos, en la que se ven quince rocas de diferentes tamanos, reunidas en cinco gru pos de tres. So desarrolla aht una extraordinaria Impresión de espacio. Decir que este reti.
ro invita a la meditación seria decir poca cosa. Atrae por su ritma, subyuva por el espíritu hace evocar al mismo tiempo lo tinito y lo Infinito, lo inmo vil y lo dinamico, lo uno y la otro Inmutables. Esta composición plástica de hace cuatro st glos es una obra maestra de arte abstracto, arquetipo do las obras de una escuela que, en nuestros días, los occiden.
tales la consideramos como de vanguardia La base de todas estas concepciones, sin duda es el ani.
mismo primitivo que encarrila todas las cosas de la naturale za y de los seres vivos y dota dos de pensamiento Yoshitsune, autor de notas sobre la cons.
trucción y cuido de Jardines, muerto en 1206, escribió: Es necesario considerar prudentemente las rocas antes de ert girlas. Después que una rosa ha sido colocada no se le dete mover. Porque seria tanto como Irritar el espíritu de las ro cas y mal propiciarlo hacia su propietario.
Qué de extraño (9 entonces, que cada jardin, con todos estos símbolos, con todos estos significados. con todo el amor que se ha puesto en ba.
cerlos, sea un verdadero poe.
ma que el pocta Jardinero ess cribe en piedras y en Arboles, y que el poeta transeúnta puede lect con sólo fijarse una poco en ellos.
La cascada de agua representa al mensajero de Buda.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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