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Miércoles 26 de Abril de 1972 LA REPUBLICA mi dore Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodríguez Bolaños, Subdirector César Güell Nieto, Administrador editorial Costa Rica es en estos momentos un laboratorio Todo. una alharaca periodística.
La experiencia monárquica no resulto, pese a los intentos que ha habldo. si aqui ne le baja el piso a todo el mundo, con más furor lo harian algunos en contra de una familia reinante. Por lo demás, como en Costa Rica todos somos familia, resultaria que ha bria más principes y princesas que cludadanos. Quién, por otra parte, permitiria que un López, un Ramirez, un Villegas, un Barrantes, un Jiménez o un Gómez fueran monarcas. Con estos apellidos tan domésticos puede haber una monarquia?
Se ha experimentado, asimismo, durante más de cinco lustros la social democracla, pero esta, al parecer, esta allealda. Ha sido un srbol que no ha dado buenos frutos, pero si mucha sembra. Y, en otros países europeos, el resultado ha sido idéntleo, obstante los consejos de don Pepe a Harold Wilson y Willy Brandt.
La experiencia comunista tampoco sirvió para nada. Se probo, durante algunos meses, en 1948, pero nos metió en un llo monumental.
La experiencia ultraconservadora, probada varias veces, también fue negativa. Abera es nolo un recuerdo del pasado.
La experlenela paternalista, a la que muchos son adeptos, esta fuera de moda, aunque algunos la siguen aplicando entre bam balinas.
El ejercicio de un periodismo Independiente implica, no pocas veces, la obligación de Informar acerca de hechos que no nos son gratos, o que, aun más, pueden hasta constreñir nuestro ánimo.
En esta ocasión nos referiremos a la noticia que hubimos de dar el día veinte de es.
te mes, acerca de un grupo de exiliados cubanos que preparaban, desde nuestro territorio, algunos movimientos militares para hostigar al régimen comunista de Fidel Cas.
tro.
La naturaleza del suceso, así como las fuentes que nos brindaban el reporte, nos Inclinaron a hacer públicos los datos que poseíamos, convencidos ya de que nuestro silencio no serviria para proteger a los pa.
triotas metidos en esas andanzas.
Nada nos agradaria tanto como amanecer um dia con la noticia de que los cubanos han logrado liberar a su isla bienamada. Lo merecen ellos y lo requiere la humanidad.
En cualquier punto del orbe donde se haga florecer la libertad, y se instaure un siste ma que respete los Derechos Humanos se habrá hincado una pica por la reivindicación del hombre, porque este no alcanza su plenitud espiritual sino hasta que es libre, Libre de cualquier temor. No obstante esas consideraciones, pensamos en aquellos momentos que si la invasión de Bahía Cochinos, planeada y ejecutada bajo el generoso amparo de los Estados Unidos, había sido una inútil tragedia, qué suerte no correria este nuevo esfuerzo, que no sólo no contaba con la mirada benevolente de aquella gran potencia, sino por el contrario, con su franca oposición. Estimamos preferible prevenir que curar, porque se nos vino a la mente el pasaje de la obra de Arthur Schlessinger, conipañero de gobierno y autorizado historiador de Kennedy, en el que se relata el reproche que en medio de gran abatimiento, le hizo una vez don José Figueres, como Infatigable luchador que ha sido y es de la liberación cubana, por cuanto la CIA y las otras agencias militares de los Estados Unidos, no le habían comunicado previamente lo que planeaban llevar a cabo en Bahía Cochinos, a fin de haber cooperado con su experiencia y su fervor a salvar aquel naufragio.
Esta vez, según parece, también han errado de medio a medio los servicios secretos y diplomáticos de los Estados Unidos. En Tortuguero no había nada. nos alegra que así sea, porque, por encima de nuestro or.
gullo periodístico, está el saber que ni se utiliza nuestro territorio indebidamente, ni viola nuestro Gobierno los compromisos internacionales que le impiden toda intervención en los asuntos internos de otro estado.
Dicho lo anterior, valga agregar, ante el mentis rotundo del Señor Presidente y del señor Ministro de Seguridad Pública, que graves indicios abonaban la tesis contraria a la que ellos mantienen, y que grandes atenuantes avalan nuestra conducta periodística. Además de que había algunos datos pre cisos y concordantes en los informes recibidos, por otra parte, nada menos que el señor Ministro de Relaciones Exteriores abandonó precipitadamente la reunión de la OEA en Washington, donde se encontraba, para transmitir a nuestro Gobierno la seria preocupación que por estos asuntos gravitaba sobre los circulos de la Casa Blanca. Estamos seguros de que el Canciller, por la razón misma de su cargo, conoce en detalle los tejes y manejes de nuestra política internacional, y dada su reconocida experiencia en ese campo, no hubiera dejado conferen.
cia tan importante, de haber contado con elementos de juicio suficientes para rechazar ad portas las infundadas quejas del Departamento de Estado.
El Secretario de Prensa del Señor Presl.
dente de la República, que ante todo y por sobre todo es cubano, y un permanente lu.
chador por la libertad de su patria, comentó nuestra información preguntando. Es que no tienen sus hijos. los de Cuba. el deber de luchar por la libertad de su Patria a cualquier precio. Es que no me rece respeto que un puñado de hombres lo deje todo y esté dispuesto a dar la vida, por el rescate de la libertad de su pueblo? Es.
tas frases. para no comentar más que lo dijo en nuestras propias columnas por la vibración de patriotismo angustiado que trasudan, es síntoma premonitorio de una airada defensa que él creía necesaria, pero que resultó superflua, porque, según se ha visto, la investigación oficial ha revelado que no había nada de qué preocuparse.
Hemos escrito estas líneas para dejar constancia de varias cosas. En primer térmi.
no, que lejos de adversar a los patriotas cubanos, los admiramos, y que, como bien lo saben, sus consignas, expresión de sus ideales, han tenido siempre fraternal acogida en nuestro diario. Que como periodistas, cumplimos con nuestro deber. Que si el Canci.
ller y el Secretario de Prensa, cada uno a su modo, le dieron pábulo a la noticia, razonable es que lo hiciéramos nosotros, con los hilos que vertiginosamente se atan en esas ocasiones. De manera que el desmentido no es en el fondo contra nosotros, aunque asi se enderece. Servimos de cabeza de turco, porque debe ser dificil lanzar la negación, como un rayo, hacia donde corresponde, aun.
que ya ha dicho el Primer Mandatario en ocasión muy reciente, que dada la absoluta libertad que impera en el gobierno, hay acuerdo en estar en desacuerdo.
Por el país, el desmentido es bueno. Categórico y firme. Como el que dijo el Secretario de Estado Dean Rusk en una mañana memorable de Abril de 1961 al iniciarse el ataque en Bahía Cochinos: El pueblo americano tiene el derecho a saber si estamos in.
terviniendo en Cuba, o si pensamos hacerlo en el futuro. La respuesta a esta pregunta es no. Lo que pasa en Cuba, es asunto a decidir por los cubanos.
Es decir, Costa Rica ha venido experimentando con frulejón y perseverancla diversos sistemas políticos, pero ninguno echa rah ces y mucho menos de buenos frutos. Por el contrario, cada uno de Ja una estela de desencanto y Pesimismo.
Con todo, en los últimos meses se ha probado en Costa Rica un sistema totalmente novedoso y que, pese a su extraña raíz y a su naturaleza, ha manifestado que se adecúa a nuestro carácier.
Este sistema es que un pals puedo vlylr sin Goblerno durante varios meses. Como en Italia o como en Francia antes de 1958.
Hace algún tiempo, el Presidente de la República se dedica a escribir un libro o a viajar. Hace una semana. mientras duraba el vuelo del Apolo XVI. no hay Consejo de Gobierno. Los Vicepresidentes dijeron que no querían nada con este Gobierno. Cuando los llamaron a ejercer la Presidencia se negaron y hace un año, enviaron una carta al Presidente de la República en la que se lavaban las manos de cualquier acto poco grato en esta Administra.
clón, veces no se ha podido reunir el Consejo de Gobierno porque Is mayor parte de los Ministro, están fuera del país. En estos dias, dos Ministros de Estado hag estado enfermos. La Asanblea Leglietiva no funcions durante varios dias, por mandato presidencial y dos Ministros de Gobiernos están fuera de Costa Rica, uno de los cuales tenja dos Carteras bajo su mando.
Sin embargo, el pals ha seguido adelante.
Todo lo cual demuestra la gran visión de don Pepe Figueres al afirmar, hace de ello unos sels meses, que este pais era una fiaquila. Sólo en una finqulta es posible que las cosas marchen solan, sin la mirada del amo, a pesar de que el ojo del amo engorda el caballo, De Por lo tanto, lo que Costa Rica necesita, como finquita que es no es un Presidente, un estadista o un mandatario de altos vuelos, sino, sencillamente, un buen veterinario Lo que necesitamos, entonces, no son partidos políticos perma nentes o ideológicos, una oposición Inteligente y productiva, grupos de estudlo que recojan la excelencia del país o grandes lideres, sino un poblado de abono, buen zacate, agria en abundancia y, sobre todo, up buca veterinarlo y un apegado ingeniero agronomio.
lalo De este modo, la finquita puede seguir sola, aunque algunos grupos cacen venados y conejos en Tortuguero con apetroladoras, y, cuando alguien pegue el grilo por la destrucción de nuestra fauna, despierten algunos para decir que todo es una oharaca Tortuguero: zona abierta a la cacería, Hemos probado todas las experiencias. Pero, al fia, hemos en contrado nuestro sistema y nues ro destino.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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