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LA REPUBLICA, Viernes de Junio de 1972. CAMPO PAGADO La Nación, sábado 19 de febrero de 1972 COMENTARIOS El problema del servicio de autobuses cesario un aumento de tarifas y servicios.
Pero si se cambia la estructura, el precio disminuye. De las pequeñas fincas ganaderas hacer grandes cooperativas, reduciendo el costo y valor de la inversión con la ayuda estatal, se termina esa necesidad del capita.
lista que busca gran utilidad sobre su inversión.
EDITORIAL, minuto cuatro. En el pre.
sente caso de los autobuses, hay evidencias de que se está trabajando con mucha serie.
dad y preocupación, el gobierno anunció la creación de una comisión interministerial, la cual a su vez, ha constituido una serie de comisiones con el objeto de realizar el estudio integral. Es conveniente advertir que el problema planteado no es el aumento de tarifas, sino el mejoramiento de servicios y de reorganización del régimen y sistema empresarial de buses, con el fin de reducir los costos y prestar el mejor servicio. Con la nueva estructura, posiblemente surja la de.
finición de que los costos actuales permiten la misma tarifa, o una tarifa más elevada.
Pero el problema será otro: habrá una seguridad total de mejor servicio y de solución total al problema.
medidas anunciadas en días pasados por el nuevo Ministro de Transportes, inge.
niero Silva, en relación con las lineas de autobuses las encontramos atinadas como actitud inicial frente a un problema muy viejo, pero más que viejo cargado hasta el tope de demagogia. Al público usuario de ese servicio, que según datos publicados asciende a medio millón de personas diariamente, se le ha acostumbrado al espejismo de los precios inmutables, de la tarifa invariable de 20 centavos, y es esta solución esencial y palma.
riamente falsa lo que impide el planteamiento correcto de la situación, Por mantener la ilusión de esa tarifa el Estado se vio obligado a recurrir al expe.
diente de las subvenciones, que es una manera de engañar al pueblo y engañarse a sí mismo. Con la subvención que el Estado otor ga a los empresarios, para que mantengan el precio de 20 centavos por pasaje, el pue.
blo es quien en realidad asume el costo del servicio en el tanto de la diferencia entre el precio oficial y el real. No es posible pen.
sar, aún sin entrar en el estudio económico de los costos de operación, que lo único que no se haya encarecido en los últimos veinticinco años, sea el servicio de autobuses in terurbano.
La demagogia condujo, pues, a oficializar un precio, una tarifa, contra la realidad de los costos crecientes y el nivel progresivo de los precios. Es esa demagogia la que sirve de amparo a los usuarios que no ven más allá de los veinte céntimo, sin importarles que el servicio actual sea muy malo, ni que las unidades no ofrezcan ni la seguridad ni la rapi.
dez que son necesarias.
No hay duda, y esto lo han probado satisfactoriamente los pequeños empresarios del ramo, que los costos actuales no soportan las tarifas oficializadas y que hay que ir a una revisión de precios. Pero es claro, también, que esta revisión no puede ni debe hacerse unilateralmente, es decir, sólo en ese sentido, sino que es preciso que vaya acompañada de toda una nueva reglamentación y es.
tructuración del servicio. Diriamos que par.
tiendo de un nuevo cartel para licitar las líneas, en que se incluyan exigencias específi.
cas en favor del usuario, como las de confort, limitación del pasaje, regularidad de horarios, mantenimiento constante y eficiente de las unidades, personal educado y capaz, y seguridad.
La idea de la empresa mixta o municipal nos asusta, porque no será otra cosa que una forma aún más integral y consecuente de las subvenciones. Con empresas mixtas, será el Estado quien absorba las pérdidas que demanden los precios fijos, oficializados demagógicamente, lo que quiere decir que seremos todos los costarricenses, usuarios o no, quienes pagaremos ese servicio. Parejo fenómeno ocurrirá si se adscriben a la Munici.
palidad esos servicios. Ya nos imaginamos qué serían en manos de una corporación que ni siquiera ha sido capaz de cumpl con sus funciones básicas y tradicionales. Cuando el Estado interviene como administrador directo o como socio, las pérdidas que deja la empresa por deficiencia de toda clase y por el mantenimiento de un precio ilusorio y falso, no se ven, ni pueden fácilmente establecerse, porque caen sobre el presupuesto na.
cional que todo lo absorbe como las esponjas. Será al través de más y más impuestos que el contribyente advertirá que el costo de los servicios de autobuses está saliendo de su bolsillo. Pero cuando se percate de esto es tarde. Finalmente, el servicio en manos del Estado o de la Municipalidad, será peor que el de ahora. Por todas estas razones es que creemos que el problema debe ser afrontado con criterio económico, objetivamente, sin emagogia, ni debilidades políticas.
EDITORIAL, minuto uno. El Poder jecutivo está una vez más, abocado al serio problema de las tarifas en el transporte remunerado de personas. El problema es más que agudo. Digamos, es un viejo problema al cual se le ha venido dando largas de gobierno en gobierno, con simples remiendos y que no ha sido resuelto aún. Lo angustioso de los gobiernos anteriores es que a muchos problemas como la leche, la carne, el agua y los buses, se le dieron prórrogas que no definieron posiciones claras. En este gobierno, donde la solución ha sido siempre la ele.
vación de tarifas o de precio al consumidor, la solución no parece sin embargo, definitiva. Aumentó el precio de la leche, pero se cierne la amenaza de un decrecimiento en esta importante industria.
EDITORIAL inuto dos. Estos aumentos acordados hasta hoy, son grandes parches que pueden resolver o amortiguar el problema durante un tiempo, pero que no son la solución total, o integral. Nosotros te nemos la certeza que ha faltado una mayor y más adecuada información, y que se ha carecido de estudios adecuados en cada ca.
so. El problema, es, en una palabra, que no hay oficina técnica en el gobierno que se pueda encargar de estudiar el problema integral. Por eso, la posible creación de una oficina reguladora de tarifas, podría ser la solución definitiva. Porque se refiere a ta.
rifas y precios de servicios que son utilidad pública. En muchos casos, aún cuando se justifica el aumento, lo recomendable no es mayor tarifa, sino reforma al régimen empresarial EDITORIAL, minuto tres. Si con la or.
ganización actual, lo que se necesita es un aumento de tarifas de agua, por ejemplo, lo recomendable es entonces, cambiar la organización e impedir que el aumento se convierta en una necesidad. Nosotros estamos convencidos, por ejemplo, que en materia de leche, y de carne, lo que se necesita es cambiar la estructura. No hay alternativa. Es el mismo problema de los transportes. Con la organización actual es natural que sea neEDITORIAL, minuto cinco. El proble.
ma del transporte remunerado de personas es cada día más grave. El humo, la competencia entre las empresas, el recargo, la angus ia del horario, y la presión misma de los empresarios sobre diversas comunidades.
Todo un problema muy complejo. Quizá hoy día ha habido un cambio muy importante en el tipo de empresario, y hasta en su conformación de cómo debe resolverse el problema. Hace dos años, los empresarios eran herméticos, cerrados y no querían ningún tipo de conversaciones. Hoy día, las cosas han cambiado mucho, y son los mismos empresarios, los que sugieren cambios de estructura: ellos mismos hablan de cooperativa, de empresa mixta, o de rutas más económicas.
EDITORIAL, minuto seis y final. Feli.
citamos al Poder Ejecutivo y a los transportistas, por el análisis que se está haciendo del problema del régimen de autobuses.
Posiblemente de ese análisis surjan grandes soluciones, y grandes planteamientos. Ade.
más, es conveniente advertir que sería de.
seable que en todos los campos de la problemática de tarifas, y de precios sobre consumo popular, surja la idea de hacer estudios completos, integrales, que vayan cambiando la estructura de la empresa, del sistema que muchas veces se necesita variar. Con una definición clara sobre la leche, la carne y el agua, posiblemente, los costos de mercadeo serían mucho inferiores a los que hay hoy día.
Asociación Nacional de Autobuseros (A. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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