LA REPUBLICA, Miercoles de diciembre de 1973 25 LA CONSTANCIA Falda y capa confeccionada en frivolité de crin negro, cuerpo en jersey negro, cinturón elástico con hebilla dorada. Sombrero en paja sobre turbante de seda rosa.
Si nos damos a la tarea de investigar a todas aquellas personas, que de una u otra forma, han llegado a triunfar, tanto en el aspecto material como en el espiritual, encontraríamos que muchos factores han contribuído a esa superación, que les ha proporcionado el triunfo. En algunos encontraremos una clara inteligencia, en otros un gran dinamismo y posiblemente consideremos que el factor suerte ha contribuído a esa superación o triunfo. Sin embargo, en casi todos vislumbraremos una cualidad, que por sí sola puede llegar a vencer casi todos los obstáculos, por muy difíciles que estos puedan parecernos. Este ingrediente del triunfo, no es otro que la constancia.
Hay cualidades en el hombre que se encuentran casi totalmente atrofiadas por su desidia, pero que pueden cultivarse, si realmente nos percatamos de la importancia y significación que pueden tener en nuestra vida. Lo fundamental es hacernos un propósito, fijarnos una meta y luchar por llegar a ella. Estoy seguro de que si somos constantes, lograremos nuestro propósito.
Es posible que en algunas ocasiones hayamos admirado en otros esa cualidad, pero no como algo que puede y debe imitarse, sino como si no estuviese a nuestro alcance. Otras veces nos quejamos y decimos, si yo hubiera seguido. ahora sería. Esta actitud debemos rechazarla, ya que nos coloca en un plan de frustración y de pesimismo. El hombre debe luchar denodadamente por un destino mejor y por un espíritu más sano, más elevado. No podemos pensar que somos merecedores de disfrutar de la felicidad del triunfo, si no vencemos nuestra apatia y esa actitud de defar hacer. dejar pasar.
Cuando nos fijamos una meta, generalmente la vemos tan lejana, que se nos dificulta llegar a ella, porque cuando comenzamos a buscarla, tenemos la sensación de que su obtención es muy difícil. Por ello es necesario que tengamos un ideal y que tratemos de conseguirlo, fijándonos metas cortas, que nos luzcan realizables. Si cuando estábamos en el tercer grado de la escuela, nuestra meta hubiera sido un doctorado, es muy posible que nunca lo hubiéramos alcanzado.
En esa posición la adecuada debía haber sido la conclusión de los estudios primarios, así al terminarlos, lograríamos nuestro propósito y nos estimularía el triunfo para dar el siguiente paso: la conclusión de los estudios secundarios. Una vez finalizados éstos, nos daríamos a la tarea de obtener el doctorado que teníamos como meta.
Fijándonos etapas que nos luzcan realizables, será más fácil ser constantes en nuestro propósito. No obstante, no es lo único necesario, es imprescindible que al lograr la meta fijada, disfrutemos con su obtención, de la satisfacción del deber cumplido y para ello, la misma debe procurar un propósito digno y loable. No podemos luchar solamente con intenciones materialistas, porque al ir consiguiendo nuestro propósito, nos quedará una sensación de vacío, que no estimulará nuestro esfuerzo, para seguir luchando por la consecución de las etapas siguientes. La felicidad solamente se logra, venciendo dificultades que se nos presentan y cuando nuestras metas son producto de un ideal que conlleve algo más que nuestro beneficio.
No nos deben arredrar nuestras dificultades, más bien debemos comprender que esto significa que nuestro propósito requiere un mayor esfuerzo, que es necesario ser más constantes. El hombe nutre su experiencia, con sus propios fracasos. Eso no significa que debemos procurarlos, sino que éstos nos permitirán fijar mejor el rumbo.
Si analizamos los logros que nos han proporcionado una auténtica felicidad, esa que realmente perdura, nos percataremos de que son los obtenidos con esfuerzo, por medio de nuestra constancia.
La constancia permite, generalmente, suplir la inteligencia, la habilidad y hasta las circunstancias adversas que dificulton nuestros propósitos.
Recuerdo un compañero, en mi época de estudiante, que tenía gran dificultad con sus estudios y después de haber estudiado mucho una materia, comentaba jocosamente que lo habían sonado. Yo le dije: cómo es posible que estés alegre? El me contesto, porque el profesor podrá reprobarme muchas veces, pero el día que apruebe no podrá hacerlo más.
Esta actitud optimisto, porque había conciencia del deber cumplido, le estimuló su constancia y lo llevó a ser un magnifico profesional.
Lánzate a la búsqueda de un buen ideal, fijate metas por etapas, se constante y te aseguro lograrás, no solamente el triunfo, sino la felicidad que proporciona la superación personal. Falda de algodón y capa de jersey; collar en los tonos verde y amarillo de conjunto.
Suscríbase a LA REPUBLICA EL BANCO CENTRAL DE COSTA RICA AVISA: Que hoy miércoles de diciembre procederá a emitir, de conformidad con resolución de su Junta Directiva, los siguientes sellos de correo de la serie denominada. XXV ANIVERSARIO DE LA DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS. 000. 000 Sellos de 0. 50 Con base en las leyes y reglamentos vigentes, estos sellos se pondrán a la venta del público, por medio de sus cajas de expendio, el próximo LUNES 10 DE DICIEMBRE, fecha en que se celebra dicho aniversario Rolando Montoya San Jose, de diciembre de 1973.
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