El Signo de Las Posadas Por Myriam Francis Fotos Lals Castillo Sagot San José y la Virgen montada en un borriquito, van de casa en casa pidiendo posada.
Alegres cantos entonan nlflos y adolescentes en las Posadas celebradas el miércola pasado en Sabana Sur.
venario, hasta la Nochebuena, en que la Posada encontrada era la final, y se colocaba, entonces sí, al Niño Dios en el pesebre del Nacimiento.
Concluída la ceremonia religiosa de las Posadas y colocados los Santos Peregrinos en su altar de esa noche, los concurrentes se dedicaban a festejar el final feliz de esa noche hallando posada al fin. allí es donde la obligada pifata la olla de barro repleta de confites y maní, sirve para alegrar a chicos y grandes. veces hay varias piñatas entre la algarabia de todos. Antes se han repartido silbatos, lues de Bengala, matracas y todo aquello que con ruido o música, ayude a alegrar el acto.
Piñata es voz derivada de la italiana pignatta, que significa simplemente olla, porque al parecer fue primeramente en Italia que en las fiestas se colgaban ollas del techo, con frutas y dulces, para ser quebradas por los concurrentes. así fue que la piñata como los nacimientos, es de origen italiano, pero en México ha alcanzado, como en ningún otro pais, carta de ciudadanía y muy especiales rasgos propios. No quiero oro no quiero plata, lo que yo quiero es romper la piñata.
El signo de las Posadas es históricamente religioso y ar.
tisticamente teatral, porque con sus representaciones esquemáticas recuerda la Iglesia Católica la peregrinación de José y María desde Nazareth hasta Belén, a donde acudieron para empadronarse, en su lugar de nacimiento, según lo exigía la Roma dominadora de Judea.
Pero, en la representación orginalmente teatralizada, surge en Belén el Niño Dios, nacido en un establo, se acoge un bello fondo filosófico de fraternidad y de amor.
En los países en que se celebran las Posadas, México principalmente, y ahora se inician en nuestro país el 16 de diciembre empieza el novenario con que se recuerda la peregrinación hacia Belén, para concluir en la llamada Nochebuena, en la que nace el Salvador del mundo. durante esos nueve días, un alto espíritu navideño limpia un poco las almas de los diarios rencores para prender el festin de una sonrisa en las bocas que cantan himnos sencillos de amor y fe, de paz y comprensión.
Las almas se abren un poco a la concordia y la convivencia, se tornan algo menos ariscas y hay un florecimiento de buenas intenciones. durante las Posadas, priva la infantil alegria de las pinatas, de los villancicos, de los regalos.
En los hogares una vez instalado el Nacimiento, con sus figurillas, sus adornos, sus árboles y ldgos, y en primer lugar el establo con el Nino, la Madre y el Padre la mula y el buey y en lo alto la estrella guia se iniciaban las Posadas. En España y en otros países se llevaban en andas las figuras de San Jose y Maria, acompañados por un grupo de peregrinos COD velas encendidas, llegando a las puertas de las casas para pedir posada para las divinas personas. Con cánticos especiales se hacia la petición y les contestaba otro grupo que estaba adentro, negando albergue a quienes lo pedian.
La escena se repetia en varias, casas, hasta que finalmente, en el acordado de antemano, se daba posada: se abrían las puertas entre cantos de jubilo: Entren santos peregrinos, peregrinoos peregrinooos.
y las imágenes entraban a pasar aquella noche al abrigo de los posaderos. La noche siguiente se repetía, y así durante todo el noLos tradicionales cantos y villancicos fueron entonados por niños y jóvenes de Sabana Sur durante las Posadas allí celebradas.
En Costa Rica se han celebrado algunas Posadas, aunque todavía esa amalbe tradición de otro países no ha entrado plenamente.
Por encima del valor sentimental que tengan las Posadas, lo más importante y valioso es el hecho real de su influjo decisivo en la conciencia religiosa del pueblo, en que todos nos sentimos actores de un misterio que palpita en la imaginación del niño y en los recuerdos del anciano.
Es la lección cálida y sincera con que el niño acompaña el dolor y el pesar de los peregrinos de Belén que sufre su frio y busca en su alma algo para darle a Dios.
Pasarán los años y aquel niño volverá a ver en cada Navidad el correr de pastores, el cantar de otros niños a los peregrinos de Belén y un sentimiento de comprensión de amor al prójimo, el deseo de volver otra vez a ser niño surgirá en su alma.
El miércoles pasado se celebraron Posadas en Sabana Sur, durante los cuales fueron captadas estas fotografias.
Vengan santos peregrinos, peregrinooos, peregrinooos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.