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14LA REPUBLICA, Lunes de abril de 1974 LA REPUBLICA Do Re Mi Rodrigo Madrid Nleta, Director Jis Rodrigues Boletos, Subdirector Alvaro Cededo Gomez, Gerente General Yehudi Monestel Arce, Jefe de Redacción Quienes dicen que no hemos innovado en algún campo o inventado algo, mienten escandalosamente.
En algunas cosas somos únicos en el mundo. Zona de seguridad o línea de fuego?
Entre otras cosas, hemos creado un nuevo sistema arquitectónico: los edificios vacios.
No es cualquiera el que construye un edificio a un elevado costo con el propósito de que nadie lo ocupe. casi nadie, que para el caso es lo mismo.
Nos hemos especializado, asimismo, en un deporte único: la elaboración de costosos estudios para que nadie los aplique.
Sobre el Consejo Nacional de Producción se han escrito caros volúmenes. Todavia duermen el sueño de los justos. hace unos quince años se realizó un extenso estudio sobre los problemas de salud del pais.
Costó un millón de colones. Ni una letra de ese informe se puso en práctica.
En cuanto a los edificios, durante varios años estuvo el hospital Monseñor Sanabria para cobijo de los duendes y de los fantasmas. Un mostruo solitario Hace años, se construyó el edificio de la Cruz Roja Costarricense. En esa torre vacía y lúgubre asustan a cualquier hora del día. Nadie en este mundo ha sido capaz de llenar tan amplio edificio.
Aunque los inocentes niños de Costa Rica están expuestos, como otros de este mundo, a secuestros, raptos, violaciones, insultos, infanticidios y otros delitos de este joez, el monstruo que los persigue no es el secuestrador o el criminal solamente, sino, sobre todo, el conductor irresponsable de vehículos. Nuestros comentarios don testimonio del número de muertos y los hospitales de la cantidad de heridos o lesionados, por la irresponsabilidad de los criminales de la carretera. La muerte por accidente automovilístico constituye una de las principales causas de defunción en Costa Rica.
El siguiente ejemplo nos ilustra en forma dolorosa y elocuente sobre esta epidemia nacional. En la zona de seguridad es decir, en un espacio destinado a brindar protección a los niños. de la escuela Antonio José de Sucre, en lo Uruca, hubo cuatro graves accidentes en el mes de marzo, es decir, en el primer mes de lecciones. La última victima fue el niño Alexander Vargas Obando, de seis años de edad, gravemente enfermo por la irresponsabilidad de algún automovilista. En 1973. según reporte de la escuela citada. hubo diez accidentes graves. Entre ellos figura un muerto: el niño Jesús León León.
Nos asustamos y clamamos al cielo y a las autoridades cuando algún delincuente secuestra un niño, cuando algún matón lo ataca o algún enfermo sexual hiere su inocencia. Sin embar.
go, al parecer, los crímenes cometidos por los automovilistas no son tales, sino simplemente accidentes, frutos de la casualidad o actos impremeditados de algún niño, que se lanza, sumergido en sus juegos, a las ruedas de un vehículo. Pero, estos no son sino pretextos para cohonestar verdaderos delitos o crímenes perpetrados en media calle, que muchas veces que dan impunes. Los conductores criminales dejan un muerto tirado en la calle o un niño songrante en un hospital, pero, una vez enterrada la victima o curadas las heridas, recibe de nuevo Su licencia, esto es, su permiso pora motor. lo sumo, el seguro obligatorio proporcionará algunos ingresos a la familia, mus lo cierto es que los cuerpos deformes y los muertos no pueden recobrarse.
Nuestras benevolentes leyes protegen más al criminal que a la víctima, más al irresponsable que a la sociedad. lo que ocurre frente a la escuela Antonio José de Sucre se observa frecuentemente en otros centros educativos y frente a la mayor parte de nuestros hogares. Si se les realizara un examen a muchos conductores costarricenses, en el acto de tomar posesión de su vehículo, notaríamos que sale a relucir una segunda naturaleza, una nueva personalidad agresiva, a la que no le importan las leyes, ni los niños.
Compartimos el temor de los padres de familia que envían a sus hijos a la escuela Antonio José de Sucre de La Uruca. Cuando los padres despiden a sus hijos en la mañana para que concurran a lecciones, no saben si lo están estimulando para que realicen su labor con amor y eficiencia, o si le estarán dando el postrer adiós. Cada niño costarricense en las vías públicas o frente a su casa es una víctima favorita de los criminales del volante, de los que conducen en estado de ebriedad, de quienes en un vehículo sacan a relucir sus múltiples traumas, de los que pretenden llamar la atención en la vida haciendo cabriolas o locuras con un automóvil, que se trueca en sus manos en la peor arma. Cuál será la próxima víctima en la zona de seguridad de la escuela Antonio José de Sucre en La Uruca. En la ciudad de Heredia, hay un barrio idílico: Barrio Mercedes. En este barrio se construyó, hace unos doce años, un hermoso edificio, que se utilizó como colegio. Posee un paisaje espléndido, piscina, cancha de Fúltbol, algunas manzanas de terreno, flores y verdor en abundancia.
Pero, está vacío. un sacerdote se le ocurrió un dia la idea de vaciarlo de alumnos y dedicarlo a seminario. Los seminaristas son tan pocos que el visitante se pone a pensar qué hubiera dicho Cristo ante semejante derroche de espacio y de esfuerzos.
Mientras tanto, en la misma ciudad de Heredia echó sus reales un dia lo que se llamó la Universidad Nacional, que está por cierto, desparramada por toda la ciudad. si es que en Heredia se puede hablar de toda.
Una de las primeras decisiones de la Universidad Nacional fue desalojar.
a tenor de la ley, a los alumnos de la Escuela Laboratorio, o escuela especial adscrita a la Escuela Normal Superior.
No hubo diputados, ni juntas administrativas, ni ministros de educación, ni funcionarios que pudieran impedir que los bienes de estas juntas pasaran a manos de la Universidad Nacional. Hoy los niños de esta escuela se encuentran recogiendo cincos para construir una nueva.
Este se llama, en lenguaje moderno, un plan piloto.
Tenemos, entonces, que elaboramos informes o estudios técnicos para que no se pongan en práctica; construimos edificios para que queden vacios y desvestimos un santo para vestir otro, con lo que alguno se queda siempre como chingo fugaz. no queremos terminar esta columna sin referirnos a la obra por antonomasia: el mercado de mayoreo, vacío desde su nacimiento. Nadie ha podido poner un alma en ese lugar, como si sobre él hubiera caido una maldición.
lalo 29 tampoco queremos terminar esta columna, sin comentar el hecho de que los 200 niños de la escuela de Barrio Fátima de Heredia se quedarán en la calle, por cuanto el Ministerio de Salubridad Pública ha declarado inhabitable a dicha escuela.
En conclusión: costosos edificios vacios, millonarios estudios sin aplicar, mientras que hay niños sin escuela y escuelas sin niños; hospitales sin enfermos y enfermos sin hospitales; verduras sin mercado y mercados sin verduras; ambulancias sin edificios y edificios sin ambulancias.
SEMANA DE MEDITACIÓN En fin, un pais de locos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica

    KidnappingMonseñor Victor Manuel Sanabria
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