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12 LA REPUBLICA, Miércoles 24 de abril de 1974 LA REPUBLICA Do Re Mi Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodriguez Bolaños, Subdirector Yehudi Monestel Arce, Jele de Redaccion Alvaro Cedeño Gómez, Gerente General Decíamos ayer que si bien es justo, racional y leal analizar la moción de la diputada Mireya de Padilla de cara a sus efectos en el periódico La Nación, el análisis debe estribar también sobre la situación real de todos los periódicos del país en estos momentos.
000 Ante la réplica del colega La Nación Afirmábamos también, contra el criterio de algunas personas, que dicha moción no favorecia en modo alguno al periódico Excelsior, pero le pone limites a su poder.
000 El periódico Excelsior nacerá a la vida pública respaldado por el más poderoso mecanismo financiero que haya conocido el país. Nada menos que el capital multimillonario de Robert Vesco lo sostiene y alimenta.
Pero, no por sus origenes u objetivos desearíamos que este periódico desapareciera o dejara de publicarse. Harlamos cualquier esfuerzo para defender el derecho de la Nación, de Excelsior, de La Hora del periódico Libertad, de La Prensa Libre o de cualquier otro por sostenerse y hablar con su propia voz al pueblo costarricense.
un 000 Eso si, con el mismo vigor espiritual con que defendemos el derecho de estos periódicos a existir, dentro de un sano concepto del pluralismo politico e ideológico, acogemos el criterio de que es preciso Gjar limites a la publicidad comercial en Costa Rica, en cada medio de comunicación, a fin de que otros órganos de prensa puedan existir, si no amparados a un poderoso engranaje financiero, si con la estabilidad económia necesaria para que se pueda hablar con libertad. Siempre es convenlente un minimo de bienestar material para sostener clertos valores.
000 ¿Necesita el periódico Excelsior de una moción para obtener propaganda comercial? Estamos convencidos que no. El capital inmenso que lo acompania le permite vivir sin problemas. Además, dado su poderio financiero puede lanzar ediciones de muchos millares de ejemplares. cien mil han anunciado sus organizadores que le permitan atraer hacia si buena parte de los anuncios comerciales. Por otra parte, dados los inagotables recursos de Vesco, este periódico bien puede crear algunas agencias de publicidad o participar en varias de las actuales, a fin de asegurarse para si un buen lote de anuncios. Planteadas asi las cosas, la moción de la diputada Mireya de Padilla más bien constituye un freno para el poderío económico de Excelsior, y no una ayuda. Dentro de esta perspectiva, los periódicos del pais resultan beneficiados con una ley que limite los anuncios en los medios de comunicación 000 Cuando escribíamos el editorial del lunes último, yo sabíamos que lo moción de la Diputada doña Mireya Guevara de Padilla era letra muerta.
Dentro de la Asamblea Legislativa se había aplicado una mordaza para impedir su análisis, y fuera de la Asambleo se había levantado escándalo para apagar su sentido, todo lo cual habría de conducir finalmente a su retiro en la misma tarde del lunes, según los informes que nos llegaban. No obstante que esto es historia, como lo dice el colega La Nación, estos cambios de impresiones acerco de asuntos de importancia, cuando se llevan a cabo con altura, enaltecen a las partes y enriquecen a la opinión pública, porque salen a la luz problemas que han de exponerse a plenitud.
En sintesis, el editorial de nuestro colega pretende enrostrarnos que como aquella reforma eventualmente nos favorecia, nosotros criticamos a los diputados que rompieron el quó.
rum no sólo en razón de principio, sino por un interés particular. No es cierto.
La Nación basó su ataque frontal a la moción de la diputada Guevara en tres premisas. 1) se trataba de un impuesto confiscatorio, es decir, que privaria de su propiedad a los legitimos dueños de La Nación. 2) había sido especificamente diseñada para favorecer a Excelsior. y (3) por ende venia a cercenar la libertad de prensa en Costa Rica. Mas no satisfecha con tan demoledora campaña, objetó sutilmente nuestro editorial del dia veinte, en el que criticamos por extraña y fuera de tiesto la conducta de los diputados que rompieron el quórum.
Para justificar nuestra critica aquellos legisladores tan preciados para La Nación, debíamos explicar al lector que no éramos cómplices de la monstruosidad que acusaba el colega, y para hacerlo, necesariamente y muy a nuestro pesar, teníamos que desvir.
tuar sus argumentos y emitir un juicio de valor acerca de la moción en referencia.
Permitosenos en primer término recordar al colega que en tanto la moción estuvo en debate no la comentamos siquiera, a pesar de que no compartíamos los gruesos caracteres con que la Nación atacaba la idea y a su autoro. Nos limitamos a demostrar con números a los representantes de ese diario que el proyecto no acarreaba los serios perjuicios que ellos querían hacer creer a sus lectores, Hicimos esa reflexión en forma privada para no afear la conducta del colega, que. ahi si. en atención a sus intereses, no vela mal que la crisis parlamentaria se agudizaro. Si no nos poniamos a la par de ellos en la lucha que habian desatado, les explicomos, era por considerar que aquella no tenia el fundamento ético que pretendian. En cambio, de haber existido plan alguno para liquidar a esa empresa inmediatamente nos hubiéramos unido a su defensa, como lo hicimos cuando se concibió la idea de nacionalizarla.
Demostramos así que ni se les privaba de su propiedad, ni el impues.
to les arruinaria, pero siguiendo el pensamiento expuesto alguna vez por don Otilio Ulote, les hicimos sentir a los colegas de La Nación que cometían un error al pretender consolidar el monopolio que de hecho ya disfrutan mediante esa posición irreductible en resguardo de su privilegiada situación económica.
También expresamos que no era lógico pensar que la moción estaba diseñada para proteger a Excelsior.
cuando este grupo publicitario, por lo abundancia económica de que hace ostentación, no podía ver bien que se le impusiera un límite a su avidez.
Según la prensa internacional dicho grupo controla ya cinco radioemisoros, dos televisoras, dos periódicos y, aparentemente, está a punto de ad.
quirir dos o tres agencias publicitarias.
Con tal acopio de recursos todo limite es contraproducente, e ilógico resulta suponer que quienes gozan de tanto favor, iban a auspiciar aquella reforma.
Nos parecía, en fin, que la reforma propendía a equilibrar el reparto de la publicidad, y de ahí desprende el colega que eso, eventualmente, nos traería un beneficio, por lo que alucinados, perdimos el sentido de la sana critica en cuanto a la conducta de aquellos diputados disidentes. Aunque así fuera no amenaza la libertad de prensa porque se produzca un reparto más equitativo en el ingreso económico de los medios publicitarios; esto más bien vendría a fortalecerla. De aquí que nos pareciera extraño que si estos legisladores se habían arrellanado a sus anchas en sus curules, sin importarles los vicios de otros proyectos que tanto La Nación como nosotros les habíamos puesto de manifiesto, asumieran ahora una actitud tan desproporcionada, levantándose violentamente del recinto como impulsados por un resorte hecho de algún raro metal, e impidieran el debate constructivo que pudiera haberse suscitado. Esta actitud amenazante y estrecha la han alaba.
do algunos funcionarios públicos y otras personas que sin mayor análisis han hecho coro con quienes creían verse perjudicados por la moción. nosotros nos pareció y nos parece mala aquella actitud. Por principio. Sin cálculos, como lo hemos demostrado.
Quienes han aplaudido aquella conducta de hecho concedieron a las minorlas el derecho de veto y eso es negación de la democracia. Es el tener que gobernar en atención al capricho e intereses de grupos, lo que no le hará bien o Costa Rica.
El consorcio de Vesco tiene a su haber en Costa Rica el periódico Excelsior y figura como propietario de varias emisoras, de otra periódico y de un canal de televisión. Según el Washington Post. Vesco interviene también en otro Canal de TV, noticia que no ha sido desmentida y tenemos entendido que intentan comprar un tercer canal de televisión. El año antepasado corrieron rumores también en el sentido de que este grupo habia comprado, interposita manu, el 10 por ciento de las acciones de La Nación. Si estos datos son ciertos, a nadie escapará la influencia de este consorcio politico financiero en la vida del país. Necesita este grupo una moción limitante del anuncio? De ninguna manera. Lo que le conviene es la situación actual. No es, entonces, más beneficioso para la democracia de Costa Rica y para la libertad de expresión la existencia de varios órganos de comunicación en manos de diferentes propietarios con diferentes puntos de vista y opiniones?
000 Decidan, entonces, los diputados, los políticos y los gobernantes si quieren una Costa Rica de bloques financieros y políticos inaccesibles y ultrapoderosos, sin terceras posiciones independientes y ajenas a las luchas de los grandes intereses.
se a 000 ahora otro tema. Se ha dicho que el Diario de Costa Rica pereció porque lo asfixió el Gobierno. Esta afirmación no es correcta. Basta escoger al azar cualquier ejemplar de cualquiera de las ediciones de Diario de Costa Rica en estos años para observar que casi todos sus anuncios provenian del Estado. Más bien, fue el Estado el que contribuyó a financiar este periódico durante sus últimos años de existencia. fue la empresa privada costarricense y las agencias de publicidad los que lo liquidaron. Al menos, así lo expuso el propio director, don Julio Suñol, en varios editoriales.
000 Además, recordamos como si fuera hoy un reciente editorial de su Director, en el que nos comunicaba con no secreto alborozo que habia logrado vencer graves dificultades financieras y que su periódico había comenzado la etapa del despegue. Esto ocurrió hace pocos meses. Pese a ello, este periódico sucumbió. Es injusto, por lo tanto, afirmar que el Gobierno de la República lo aniquiló. Repetimos, si a alguien cabe una grave responsabilidad por la desaparición de este órgano de prensa, fue a la empresa privada de Costa Rica y a las agencias de publicidad. Los anuncios comerciales no gubernamentales se dieron con cuentagotas.
000 Seguiremos con el tema.
Nota de la Dirección Mañana contestaremos a don Julio Suñol sus apreciaciones acerca de nuestro editorial del lunes 22 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica
Este documento no posee notas.