12 LA REPUBLICA, Lanas 13 de mayo de 1974 LA REPUBLICA Do Re Mi Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodriguez Bolados, Subdirector Yehudi Monestel Arce, Jefe de Redacción Alvaro Cedeño Gómez, Gerente General Hay en Costa Rica muchas cosas que apestan.
000 Pensiones y vehículos oficiales Una de ellas es el sistema actual de pensiones, si es que cabe hablar de sistema en el caos, la anarquía y, sobre todo, en un tipo de leyes concebidas con el único propósito de beneficiar a los que más tienen plata, conexiones políticas y galillo. y de pisotear a los pobres.
000 Si hay algo que clama al cielo en Costa Rica son las gollerías que se han creado algunos grupos o personas.
000 Hace poco, se informó que diez exdiputados se acogerian la ley de pensiones de Hacienda, con lo que disfrutarán de pensiones de cuatro mil, cinco mil, sels mil, siete mil colones, y más.
000 Como se sabe, esta ley se creó con el fin de favorecer a un grupito de personas que hacen leyes para beneficio propio o que están enclavados en ciertos puestos en la Administración Pública. La ley se inspiró en fines nobles, hace unos treinta años, pero luego aparecieron los ordenadores y mamadores de la Hacienda Pública, que le fueron agregando artículos e incisos para su propio disfrute. Por eso, tenemos ahora una ley que ni Sardanapalo o Nabucodonosor en sus mejores tiempos hubieran brindado a sus fieles vasallos.
000 Tenemos así pensionados en plena juventud, pensionados millonarios, pensionados empresarios, pensionados ricos, pensionados con diez años de servicio en la Administración Pública, junto a pensionados que apenas vegetan, después de consagrarle al Estado la mayor parte de su vida.
000 Nos referiamos en nuestro editorial do ayer a los problemas eternamente denunciados en Costa Rica, eternomente tocados por nuestros funciona rios y eternamente irresueltos. Tom.
bién decíamos que la permanencia de estos males indican incapacidad de acción en otros problemas de mayor gravedad y hondura. Quién no ha escuchado promesas vehementes sobre el abuso de los vehículos oficiales. Quién no se ha sentido conmovido ante el deseo, ex: puesto en los primeros días de todos los gobiernos, por eliminer el caos de los pensiones en Costa Rica, una de las más ultrajantes fuentes de injusticia social? Pero. qué se ha hecho, en verdad, al respecto?
En cuanto al abuso de los vehículos oficiales, se han promulgado decretos y hasta se han elaborado proyectos de ley al respecto. Sin embargo, el abuso ha estado siempre a la orden del día.
Dos comprobaciones: primera, el número de vehículos oficiales con placas particulares es considerable, lo cual indica que el vehículo se utiliza para menesteres personales y no para funciones públicas. Segundo, cualquier empleado, no importa su categoria, tiene un vehículo oficial a su disposición. Hemos visto conserjes, mandaderos, mensajeros, técnicos, oficinistas con automóvil propio, que lo usan en cualquier hora del dia, sea para labores propiamente gubernamentales, sea para beneficio propio. Más lo segundo que lo primero. Sería interesante averiguar cuántas radiopatrullas, de las adquiridas en los últimos meses del pasado gobierno, se utilizan para labores de vigilancia y cuantas para los jefes, subjefes u otros funcionarios. Lo mismo podría decirse de otros ministerios o dependencias El caso de las pensiones clama al ciela. Recientemente, publicó la prensa nocional que diez exdiputados han hecho gestiones para acogerse a la ley de pensiones, lo que les proporcionará un ingreso mensual de más de cuatro mil colones, y, en algunos casos, hasta de seis mil. Estos diputados se acogen a pensiones de privilegio. es decir, a una ley promulgada expresamente para crear una granjería intolerable y vergonzosa, ya que no hay razón alguna para que, en un país pobre y saturado de necesidades socioles, la pensión se utilice no como ayuda económica, sino como recompensa.
Tenemos así que, mientras hay exempleados públicos, cargados de años y necesidades, con pensiones de ham.
bre, un grupito especial puede disfrutar de pensiones de muchos millares de colones y, lo que es más grave, generalmente los que disfrutan de estas gollerías no son precisamente personas necesitadas o pobres. Son, por el contrario, ciudadanos que tienen un buen pasar propio, que reciben ingresos adicionales en actividades empresariales o profesionales, y que utilizan la pensión para aumentar su patrimonio.
El caso de las llamadas pensiones de Hacienda es una de las tantas pruebas que pueden aducirse para comprobar con qué criterio y fines se le han estado agregando leyes y artículos al sistema de pensiones en vigor. hasta ciertas dependencias oficiales, que han perdido toda vitalidad e independencia, se prestan para emitir pronunciamientos en defensa no del Fisco o de la Ley, sino de los amigos y de los padrinos politicos. Hará este nuevo Gobierno algo en este sentido. Habrá hombres con suficiente coraje y decencia pública para eliminar un sistema de pensiones que aniquila a los pobres y exalta a los que más tienen. Seguiremos viendo el caso de exministros de Estado, diputados por casualidad, con pensiones de lujo, el de exempleados pensionados después de diez años de trabajar o pensionados en plena juven.
tud, mientras millares de ancianos y de ancianas no tienen siquiera para subsistir?
Aclaramos que quienes se acogen a estas pensiones proceden legalmente, pero no se puede sostener que obran de acuerdo con los dictados de la moral y de la justicia social aquellos que, habiendo estado en funciones públicas relevantes, no movieron un dedo para que este tipo de leyes, injustas, discriminatorias y ultrajantes, fuesen derogadas y sustituidas por otras que, en verdad, fueran un homenaje a la justicia, esto es, a los más pobres, a los verdaderamente necesitados.
000 ¿Cómo podremos progresar y afirmar la justicia social en Costa Rica, si los que más valimiento politico tienen son los que más disfrutan, y si se promulgan leyes con el único propósito de favorecer a los que más tienen y pueden?
000 ¿Cómo podremos eliminar nuestros males económicos con mamulones pensionados en plena juventud, sin razón alguna; con pensionados de siete mil y nueve mil colones, y, en fin, con un pueblo en el que desaparecen poco a poco el sentido del trabajo, del ahorro, del propio esfuerzo?
000 este tema nos hemos referido en numerosas ocasiones, pero no es superfluo volver a él, al menos como desahogo general. El dia en que se haga un relato de las granjerías de que disfrutan ciertos grupos en Costa Rica, privados o del sector público, a todos se nos caeria la cara de verguenza 000 Personas que no tributan, y que aparecen como personajes nacionales.
Leyes especiales para mantener ciertos privilegios sociales y económicos.
Colegios profesionales con leyes específicas para su financiamiento y para que levanten ostentosos edificios. Normas internas especiales en ciertas instituciones públicas para disfrute exclusivo de sus empleados, mientras que otros funcionarios, en otras instituciones, no reciben tales prebendas. Pronunciamientos dudosos de algunas dependencias públicas para amparar a ciertos personajes politicos. Funcionarios que utilizan su posición e influencia para extender sus tentáculos en los cuatro puntos cardinales. Pensiones de hambre para los más, y de lujo para unos pocos. Leyes para aumentar los privilegios de la clase media y de otras clases altas, y nada para los que no tienen nada.
000 Por algo en la Penitenciaría Central y en San Lucas y en otras cárceles sólo se encuentran los pobres. Los grandes contrabandistas son personajes nacionales.
000 Por cierto, ya que hablamos de pensiones, ojalá el Gobierno realice un estudio sobre los pensionados norteamericanos que hay en Costa Rica y sobre la ley que les ha dado origen. Al amparo de esta ley se están cometiendo muchos abusos. Se ha creado una clase especial, y este no era el sentido original de esta ley. Robert Vesco, por ejemplo, no lo conocen en la aduana de El Coco ni en Migración. Y, como este, podrian citarse millares de casos más, que nos prueban que nuestro país se está fundando sobre la injusticia.
lalo 17 000 A ECONOMIZAR CORRIENTE ELECTRICA JUSTICIA. He aquí un buen lema de gobierno.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica