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LA REPUBLICA, Sabado 22 de marzo de 197511 Hernán Garrón. Respuesta del Ministro de Agricultura, don Hernán Garrón, al diputado don Eduardo Mora Valverde. defiende sus tesis agrarias En La República del jueves 20 de marzo, he leido un artículo suyo titulado: Las contradicciones de la tesis agraria de Hernán Garron.
Estimo que esa publicación me obliga a clarificar, aún más, mi declaración de San Carlos Mora Quiero antes de empezar rechazar. con todo respeto y con energia, el cargo que usted me formula, al final de su articulo, de que el propósito de mi intervención ha sido el de que no se apruebe un proyecto de Ley de Reforma Agraria, actualmente en examen por parte de la Asamblea Legislativa en Fondo Nacional de Tierras Cultivables, que técnicamente deberá establecerse.
Si por esta década fuera suficiente establecer un 20 de la tierra cultivable en ese fondo, que se fije como meta, para poder realizar una reforma agraria y ese sería, en mi humilde opinión, el camino a seguir. y no estar tasajeando fincas que, inmediatamente, por la misma situación esbozada en palabras anteriores, irán a concentrarse nuevamente en pocas manos. le traeriamos Jas generaciones futuras dentro de 20 30 años, los mismos problemas que hoy estamos viviendo.
y que no ha tenido una correcta aplicación. En su afán de critica, llama don Eduardo alcahuetas a las autoridades porque no cobran tales impuestos y expone que él ha tratado de que esas leyes se apliquen según consta a la Dirección General de la Tributación Directa. palabras textuales del señor Valverde, y me hace el cargo de que yo debería de poner en ejecución esa Ley. Y, alegremente, expresa que, en mi condición de Ministro puedo lograrlo plenamente. Si usted, don Eduardo, no ha podido como Diputado, Miembro del Primer Poder de la República, hacer que se aplique esa Ley con la severidad necesaria. no será que se requiere más claridad en la Ley antes citada? La tesis esbozada por mi para el establecimiento de un impuesto a las tierras ineficientemente explotadas, puede ser complejo.
a puntos que en ningún momento he calificado como tesis agraria Garrón, como usted lo señala en el articulo que comento.
Dije que esos cuatro puntos o ideas los exponía ante el país con el fin de abrir debate, de producir el diálogo, de encontrar fórmulas costarricenses a nuestros agudos problemas del agro. sigo considerando que todas las personas calificadas, por su capacidad intelectual y por su experiencia la materia, especialmente los sectores campesinos no deben de sustraerse de participar en una discusión seria y objetiva que nos lleve a encontrar verdaderas y eficientes soluciones. que no se repitan en nuestro país las frustraciones de pueblos campesinos que ya han ocurrido en otras naciones. Dentro de esa tesitura, señor Mora Valverde, deseo a clararle que considero muy necesario que en Costa Rica se respete la propiedad privada como considero igualmente necesario que se respete cualquier ley que se dicte. Cualquier acción contraria a esto, seria anarquía, de lo cual se nutren los grupos extremistas. de izquierda o derecha. que infestan la politica del mundo. Pero esto no puede tomarlo usted, señor Mora.
como aparentemente lo deduce y lo afirma, de que yo creo en una propiedad privada absoluta.
Precisamente, mis planteamientos llevan a restringir ese derecho de propiedad y a delimitar el valor absoluto de la tierra. Por lo mismo, he planteado tesis que restringen el derecho ortodoxo de la propiedad privada. Lo que yo creo, afirmo y defiendo, señor Mora, es que el derecho de propiedad que establezca la ley, debe de ser respetado. De no ser asi. aceptariamos, que nuestro pais se dirigiera hacia el caos y la violencia.
Mi intervención, señor Mora, tiene origen en una inquietud que traigo desde hace muchos años. Si usted busca en los archivos de la Asamblea Legislativa, encontrará que, desde el de mayo de 1958, el Partido Liberación Nacional, presentó un Proyecto de Reforma Agraria y que ese documento lleva únicamente mi firma. Esta cita la hago como un respaldo a mi constante preocupación por estos problemas nacionales. Los cuatro puntos que, con toda claridad, esboce ante un grupo de estimables agricultores de San Carlos, fueron sustentados en el dicho de que cualquier proyecto de Reforma Agraria, deberá de estar enmarcado en una politica nacional agraria, integrada y realista. y la cual el Poder Ejecutivo debe enunciar con absoluta claridad. Informé, y lo repito ahora, que el se for Presidente Oduber Quirós, ha nombrado una Comisión de la cual formo parte, para llegar a definir esa politica en forma concreta, toda ella enmarcada dentro de los lineamientos presentados al pais un documento ofrecido hace tres meses al análisis de la opinión pública por el propio Presidente de la República Sobre esos fundamentos, es que yo hice el planteamiento de los cuatro Don Hernán Garrón empresa, lo ratifico una vez más como tesis, pero mi criterio es que debe de encauzarse a estimular la producción y combatir los viejos procedimientos especulativos con tierras incultas acaparadas por algunos grandes terratenientes sin ningún beneficio para el país.
Si se observa este limite de 000 hectáreas sin analizar el punto siguiente, sea el establecimiento de un impuesto territorial creciente para las tierras ineficientemente trabajadas, estariamos analizándolo en forma injusta y carente de sentido. El impuesto territorial creciente para tierras improductivas tiene un hondo contenido de política desarrollista y muy conveniente para la economia de Costa Rica. no alcanzo a comprender cómo el señor Mora Valverde, se opone a este impuesto. alegando la existencia de una ley contra las tierras incultas que tiene más de cincuenta años de haberse dictado o Dije y repito. señor Mora, que las Tierras de ese Fondo Nacional, nunca más deben de salir del Estado, y que deben de constituir un colchón amortiguador de las necesidades de tierra cultivable del campesinado costarricense Que, en esa forma, estaríamos dando solución definitiva al problema de la tierra en el futuro y dejaremos a las generaciones venideras la ampliación del Fondo Nacional de Tierras, de acuerdo a las necesidades en las épocas futuras de Costa Rica. Quisiera.
con el mayor respeto, que también usted le dijera al país si está de acuerdo en la creación del Fondo de Tierras del Estado, o sólo concibe el derecho de propiedad en manos de particulares como aparentemente, de su artículo parece deducirse.
Le hago esta instancia, señor Mora con el respeto que usted me merece como Diputado. También insto a toda la ciudadanía, en especial a la Asamblea Legislativa, a que sigamos intercambiando ideas para que el proyecto de Reforma Agraria que en definitiva salga de la Asamblea, sea lo mejor para Costa Rica.
Atentamente, Pero estimo que los costarricenses debemos dedicarnos a buscar la fórmula que haga efectivo ese impuesto. quisiera que el señor Mora Valverde, dijera en forma pública si está de acuerdo o no en que se establezca. vamos con el Fondo Nacional de Tierras. Estas tierras serán inembargables. Sobre ellas no se puede alegar precarismo. Serán cultivadas previo contrato de arrendamiento por 30 40 años, y si ellas no fuesen atendidas con eficiencia podrán ser traspasadas a otro campesino o empresa. Dije en San Carlos y repito para usted señor Mora, que la tierra es el bien más perseguido de la humanidad: que la población humana crece dia dia y la tierra no crece: que, por lo tanto, la relación hombre. tierra cada dia será más grave y por ese motivo la tierra tradicionalmente se concentra en manos de los más capaces o de los más usureros; que por motivo, considero conveniente y prudente para las generaciones futuras de Costa Rica dar inicio a la creación del en ese El segundo punto que expuse, la limitación de la propiedad de la tierra, o sea una fijación legal de 000 hectáreas por persona o HERNAN GARRON SALAZAR San José, 20 de marzo de 1975.
Declaraciones Por Carlos Martins encuentran principalmente en el hecho que el régimen de Pekin se guarda bien de establecer comu nicaciones abiertas con el mundo exterior Mr. Jenkins declinó hacer conjeturas sobre las razones por las cuales los Comunistas chinos tuvieron que asumir esa actitud de aislamiento con relación al resto del universo. Pero previno que tal política produciria seguramente un mal entendido entre los países, y esto llegará a ser muy peligroso.
de un diplomático americano cambiar el carácter del pueblo. Podrán (los comunistas chinos. podrían soportar, acaso, algunos cambios superficiales; pero no creo que la naturaleza pueda ser cambiada tan fácilmente Hong Kong. De regreso los Estados Unidos. terminada su misión en la República Popular de China, el fue hasta ha poco tiempo sub jefe de la Oficina de enlace de su Gobierno en Pekin.
celebró una conferencia de prensa con los periodistas locales acerca de su experiencia y de las conexiones que tuvo en la Ciudad Prohibida.
El señor Alfred Jenkins, a despecho de las altas funciones que habia representado en la China Continental de la caracteristica discreción que es la regla para los diplomáticos, no tuvo empacho en expresarse libremente ante una prensa esencialmente informadora que da hospitalidad en sus columnas a todas las tendencias ideológicas, y con mayor razón cuando se trata de diplomáticos que tuvieron la oportunidad de ejercer sus cargos en un pais cuyo acceso no es fácil para los extranjeros carentes de representaciones diplomáticas o consulares El señor Alfred Jenkins, sin referirse a la politica interior del Continente, que no le toca juzgar. declaró que, a pesar de los esfuerzos de Washington, es muy dificil abrir una puerta de la nación comunista china.
Reconoció cl diplomático americano que hasta estos Altimos meses, las dificultades se Dijo también que no cree que los esfuerzos de Washington para una détente con Pekin dé fácilmente resultados. precisando que es un trabajo demasiado complicado y dificil. Los esfuerzos no producen forzosamente resultados satisfactorios. agregó per vale la pena ensayar. Mr Jenkins se negó a dar detalles.
ΕΙ diplomático americano permaneció en Hong Kong una semana en el Hotel The Peninsula. Antes de tomar el avión, conversó en el salón privado del aeropuerto unos minutos con algunos corresponsales extranjeros.
Alrededor de una taza de café, dijo que durante el ano que habia permanecido en Pekin, lo que más le atormento es que no logró conectarse con el pueblo chino Admitió que ésta fue una de las principales razones que le obligaron a abandonar su cargo en Pekin e incluso a retirarse de los servicios del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Precisamente, habia comenzado su carrera diplomática en Pekin en 1946, como miembro de la Oficina de Enlace de la Embajada americana.
Fue trasladado luego a Shanghai, siguiendo más tarde al Gobierno de la República de China al instalarse en Taipei en 1949. Antes, en o Shanghai, dijo, yo hubiera podido ir al cine y convertirme en un amigo instantáneo de los chinos sentados mi lado habríamos podido tomar una taza de café juntos después de la película, y luego me hubieran invitado a visitarles en sus casas. Pero para un extranjero, ya no es posible establecer este tipo de relación personal. La situación es completamente distinta de la que yo conocí en otro tiempo. Me encontre decepcionado por el trabajo efectuaba en Pekin, a causa de nuestro aislamiento. El honorable Alfred Jenkins dijo que los diplomáticos norteamericanos estan autorizados circular solamente en un perímetro de 14 millas alrededor de la ciudad. Si alguna vez quieren ir más allá de la distancia fijada, deberán formular la solicitud. Yo queria relacionarme con el chino medio.
pero, sencillamente, no podia lograrlo. De nuevo, se negó a discutir la razón. Aludiendo a la vida en Pekin, Shanghai y en otras grandes ciudades, Mr. Jenkins dijo: Es muy distinto ahora. No estan coloreado como lo era antes. y no existe competencia en ninguna especie de negocio.
El diplomático no cree que la campaña anti Confucio y la revolución permanente una idea de Mao Tse tung logren Pekin en El señor Jenkins agregó que el régimen de Pekin se encuentra en este momento en una encrucijada de principios ideológicos en oposición con las necesidades prácticas.
La realidad es que los comunistas chinos quieren aumentar, por un lado, la productividad, y, por otra parte, permanecer obstinadamente a las doctrinas ideológicas.
El desilusionado representante de los Estados Unidos resumió su pensamiento, declarando que no sabe si el régimen de Pekin es estable o no, diciendo solamente que una sucesión ordenada de la dirección es dificil.
Hong Kong a Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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