LA REPUBLICA, Lunes 26 de mayo de 1975 13 Nuestro sistema escolar Por el Prof. Carlos Monge Alfaro sus en 3 Renovar totalmente el tercer ciclo de enseñanza (actual ciclo básico. con un sentido moderno de introducción en el mundo tecnológico y de apertura tanto hacia el aprendizaje y la vida del trabajo como hacia todas las opciones de los estudios formales. 4 Diversificar y ampliar las ofertas de capacitación formación profesional, especialmente en el cuarto ciclo y en el parasistema, a fin de intensificar su contribución a la preparación de los recursos humanos necesarios. 8 Establecer una coordinación permanente del sistema educativo dependiente del Ministerio de Educación Pública con la Universidad, otras instituciones superiores, el INA y las demás instituciones oficiales. Establecer un sistema permanente de investigación y planificación que mantenga al sistema educativo constantemente actualizado en relación con el desarrollo del país y con los planes económico sociales.
En los proyectos históricos de la época contemporánea, el desarrollo y la educación juegan un papel de primer orden. Por lo tanto, es rasgo peculiar de la vida económica, social, politica, intelectual y cultural de las naciones. Ambos conceptos y caminos son parte, consecuencia del enriquecimiento, ampliación y sentido social de la ciencia y de la tecnificación de la vida humana.
Si el desarrollo se concibió en la década de los cincuenta crecimiento económico, supremo esfuerzo que debían hacer los países dependientes de los grandes centros metropolitanos, para acortar la brecha y la desigualdad que separa a unos de otros, la experiencia histórica exhibió magros resultados. La teoria esbozada, aunque digna de encomio, no facilitó el logro de las metas propuestas. En realidad, como se ha reiterado muchas veces, el crecimiento económico si no se proyecta en servicio social; en el mejoramiento del ingreso de los bajos estratos; si no agiliza el cambio de las estructuras; si no mueve a los pueblos hacia la conquista de la justicia social, de la libertad efectiva y del bienestar; si no estimula el descubrimiento del talento; si no promueve la formación de personalidades sensibles, decididas a dar la batalla por el respeto en todas sus manifestaciones de semejantes; en una palabra, si no crea nuevos rumbos históricos a la humanidad, hará más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
Esta no es una simple frase; al contrario, es pavorosa realidad.
Mientras unos ganan millones, otros mueren por inanición.
Este monumento a la injusticia y a la sordidez de los grandes ha provocado disconformidad en la tierra. Tremendas conmociones sociales están en pie en todos los rincones del mundo. Pueblos y gobernantes tienen los medios y los instrumentos para llenar de justicia, de bienestar, de libertad todo el orbe. Sólo falta que tomen conciencia del signo de los tiempos. Si no éstos arrasarán con ellos.
De ahí que los grandes planes y programas de desarrollo, vistas las dolorosas experiencias vividas al tratar de elevar el nivel de vida de los pueblos, deben producir cambios graduales y progresivos en la sociedad. Por eso, el crecimiento económico no conviene concebirlo en forma aislada; desde el momento en que se conciben los proyectos ha de tenerse en la tabla de discusiones, en las declaraciones y en las metas, el ascenso social de las mayorías.
Lo económico en sí, no existe. Es un proceso que se da en la comunidad, en el seno humano de los países; por eso ha de estar intimamente vinculado con el destino y la felicidad de los seres humanos que participan en el trabajo de todos los dias.
En el Informe de Rector de la Universidad de Costa Rica del curso lectivo de 1969, dije siguiente. por último, se llegó a la idea de que si no se forma al hombre de manera integral, como agente creador de la sociedad, no puede esperarse un desarrollo como proceso histórico que vincula a los integrantes de los países. Se cayó en la cuenta de que la educación era un factor muy importante para que los países en vías de desarrollo mejoren su condición humana.
Esta ideología y nueva postura frente al problema, tiene mayor significado y fuerza las comunidades que durante siglos han sido apéndices de las naciones poderosas. En última instancia, el hombre es quien tiene en sus manos su propia salvación, su propia libertad y su propia dignidad.
Sí, tiene su propia salvación. Mas para ello necesita organizarse y moverse con sus propios pies para agarrar con sus manos el fuego que otros le han robado y lo tienen encadenado. justamente el maestro de nuestros días al incorporarse a las tareas del desarrollo ha de convertirse en arquitecto y adalid de los nuevos tiempos. ello nos referiremos más adelante.
En resumen, en la compleja estructura del desarrollo está planteada la urgencia de promover radicales cambios en los órdenes social y cultural.
el desarrollo ha de concebirse no sólo como crecimiento económico, sino también como instrumento efectivo de socialización. ΕΙ esfuerzo de quienes participan en las empresas, públicas y privadas, debe compensarse mediante planes racionales de distribución del ingreso, con excelentes a Prof. Carlos Monge Alfaro oportunidades educativas para que se convierta en agente de dar a cada cual la educación a su cambio y de enriquecimiento medida y vocación y talento.
espiritual y cultural de la sociedad.
El desarrollo ha de ser también Le interesa que en el medio social concepto una empresa se forjen ciudadanos que cultiven humanista y social: su fin último la libertad sin temor a poder creemos es poner a los países en alguno, para que formen juicios condiciones óptimas para dar sobre las cosas, personas y bienestar las mayorías situaciones sin vacilaciones, y marginadas explotadas. El analicen sin prejuicios y dobleces aprovechamiento integrado todo lo que entre en la esfera de coordinado de los recursos de los sus preferencias. Formar una países; la movilización de capitales juventud insobornable las y de tecnología; los acuerdos, ofertas de dinero, de canongías, de convenios y tratados que suscriban elevadas posiciones. Hombres que los países; el esfuerzo de la se enfrenten a los hombres con sociedad, en que se nutren esas decoro, sin tacha ni miedo, sin que grandes empresas, ha de traer más los espanten las prepotencias pan, techo, abrigo, cultura y intelectualoides de falsos diversión, a los grupos que viven apóstoles y mártires de la patria.
en la indigencia o carecen de lo No puede servirse a la patria con indispensable para llevar una vida dignidad, presencia de ánimo; no decorosa.
puede dirigirse la inteligencia en El maestro de la época presente beneficio de los demás, si no tiene la responsabilidad. junto con enmarcamos la conducta en otros elementos sociales de determinadas lealtades orientar a la juventud hacia la primordiales, que decía Ortega y clara comprensión del drama que Gasset. sea, el maestro debe vive el pueblo, en general de la atender con esmero, rigor, nación. Su magisterio va más allá precisión, sensibilidad y mucho de enseñar cosas, de participar en talento, la formación ética de la la transmisión del conocimiento, o juventud. Un vacío moral en el de estimular aprendizajes pais destruye los valores creativos que modifican la fundamentales, hace trizas la conducta de los estudiantes. Se justicia, rebaja al hombre y lo trata de cumplir con esa convierte en estropajo. Pierde el importante misión; pero de algo camino que conduce a la verdad y más: formar a la juventud para a la sana vigencia de la crítica. en como sea, Intervención estatal Por el Dr. Alejandro Montiel y garantías ciudadanas Nos regala el 24 de la Revista de Ciencias Jurídicas dos muy valiosos aportes a la Ciencia Juridica y especialmente a la rama del Derecho Público. Me refiero a una monografia del ilustre publicista español don Jesús González Pérez, que ha titulado la JUSTICIA ADMINISTRATIVA EN COSTA RICA. En ella don Jesús deja traslucir la angustia que siente ante un crecimiento que se ha presentado en el mundo moderno de forma no equitativa. La intervención estatal en la esfera privada de los ciudadanos aumenta dia con dia, y se debe entender por ciudadanía el concepto amplio del término, englobando en el mismo a todos aquellos administrados ricos o pobres, que están sometidos a la potestad soberana del Estado.
Pero he aquí el problema, ante este crecimiento, las garantias ciudadanas frente la Administración se mantienen incólumes, no aumentan, desembocan cada vez más en el fenómeno de que muchas conductas estatales son.
ininpugnables. Nos describe González Pérez con ese estilo sencillo que le caracteriza el calvario que debe sufrir un privado que desea justicia administrativa. De los recursos administrativos, a una compleja dado el tecnicismo de la materiademanda contencioso administrativo, etapa en la cual se haran evidentes todos los privilegios de que goza el Estado dentro de juicio, siendo el más gravosoda mi juicio el no afianzamiento de costas. Pero una vez superada esta carrera de obstáculos se topa el administrado frente a una dura realidad, la que.
urge cuando se dicta sentencia que condena al Estado. Un publicista español ha dicho que a la administración que tanto falta de imaginación se le reprocha, es en esta etapa (cuando tiene una sentencia dictada en su contra)
cuando hace gala de un genio negativa expresa y abierta, surge siempre la morosidad en el cumplimiento del fallo. Lo que al final de cuentas genera la desconfianza del ciudadano hacia la justicia administrativa, lo que puede ser uno de los males mayores de todo sistema jurídico.
No quiero abundar más sobre esta monografia. El segundo aporte es el prólogo escrito por el Lic.
Eduardo Ortiz, en el mismo se dicen verdades que nadie se había atrevido a expresar hasta la fecha sobre nuestra llamada justicia administrativa. De este interesante artículo del Lic. Ortiz me ha llamado sobremanera la atención un aspecto que enfoca valientemente, el sentido proteccionista que se da hacia el Estado en la justicia administrativa, se sacrifica y muy a menudo por cierto el interés ciudadano por el llamado fin público o colectivo que en muchas ocasiones nies público ni colectivo. Creo que de la lectura serena de ambas aportaciones se puede desprender algo muy valioso para nuestro sistema de derecho, lo cual podrá residir, en rodear cada vez más al administrado de las garantias suficientes contra el Estado para impedir abusos de este en cualquier terreno que intervenga, llámese derecho agrario, llámese protección al consumidor.
cualquiera otra de las multiples actividades administrativas.
GONZALEZ PEREZ y ORTIZ ORTIZ, nos recuerdan que el derecho público es algo que vive y que, discutibles no sus principios, es la única garantia que se ofrece a la colectividad: LA JUSTICIA ADMINISTRATIVA.
Finalizo instando a funcionarios públicos, legisiadores, gobernantes. abogados y público en general que lean esencialmente mediten sobre estas páginas del número 24 Tomo 11 de la Revista de Ciencias Juridicas de JUNIO SETIEMBRE y DICIEMBRE de 1974.
o Dr. Alejandro Montiel inusitado. es que la verdad es una, si bien nuestra ley así como la española en la letra ofrecen toda una serie de medidas y sanciones severas para el funcionario que no cumpla el mandato judicial, no lo es menos que a la hora de la verdad no hay fuerza ni humana ni jurídica que pueda obligar al Estado cuando él no lo quiera a cumplir con lo ordenado por un juez en sentencia. No aflora la a a Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.