12 LA REPUBLICA, Domingo 27 de abril de 1975 LA REPUBLICA Do Re Mi Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodriguez Bolaños, Subdirector Yehudi Menestel Arce, Jefe de Redacción Alvaro Cedeño Gomez, Gerente General ¿A quién no le complace que los estudiantes universitarios participen en un gran debate nacional o busquen soluciones para sus propios problemas?
EDITORIAL Este fue el lado positivo de la marcha efectuada el 24 de abril pasado en busca de un financiamiento permanente para la enseñanza superior.
El palanganismo Sin embargo, como no todo es perfecto en la vida, nos referimos a dos aspectos de dicha marcha que nos indujeron a la reflexión.
o En primer lugar, no cabia en esta oportunidad repetir consignas de sobra conocidas y resobadas, cuya reiteración en todas formas y circunstancias cansa y plerden su eficacia.
nuevos Nadie niega que existe el imperialismo. Tampoco puede ponerse en duda que ciertas compañías extranjeras han estrangulado la economia de muchos países. No obstante, estos problemas han de analizarse o exponerse en el tiempo y lugar adecuados. La actitud machacona resulta no sólo estéril, sino que puede demostrar vaciedad de ideas o cierta incongruencia, máxime cuando sólo se habla de imperialismo de cara a los Estados Unidos, y se olvida el lado soviético, cuyos atestados o credenciales no constituyen por cierto un honor.
Los conflictos, las tensiones contradicciones están a la orden del día en toda sociedad. En nuestro país han sido el pan cotidiano en estos últimos meses no sólo de parte de grupos cerrados, sino de poblaciones enteras, señal inequivoca del atraso que sufren algunas de estas, así como de la carencia de mecanismos ade.
cuados para resolver ciertos problemas comunales en forma expedita.
En algunas de estas ocasiones, han surgido conflictos no entre las poblaciones y el Gobierno, sino entre ciertos grupos locales y alguna institución estatal, en cuyo caso el Gobierno debe servir de árbitro.
Cuando, en estos casos, surgen tensiones entre grupos locales y alguna institución estatal, suelen organizarse algunos ciudadanos en comités o comisiones con el fin de interponer su servicios o de mediar entre las partes en conflicto, como si de la tesis y la antitesis en pugna pudiera extraerse una síntesis salvadora.
Los estudiantes y, en general, los jóvenes han de mostrar siempre una actitud gallarda de independencia y lozanía. Sus mandobles han de dirigirse por igual a todo el mundo y a todos lados, en cualquier parte donde brillen la injusticia, la inmoralidad o la sinrazón.
Nos llamó, asimismo, la atención el llamado que se formuló en la marcha universitaria en torno a la necesidad de apoyar al Gobierno en la búsqueda del financiamiento de la enseñanza superior.
En este punto nos quedamos patitiesos y boquiabiertos.
antitesis y la síntesis, que, en estas oportunidades, cuando los principios jurídicos o morales se tiran por la borda, pueden llevarnos a planteamientos y contradicciones hasta el infinito.
El ejemplo de Heredia nos ilustra al respecto. Un grupo de regidores adoptó una decisión sobre el acue.
ducto de la ciudad. Esta ha recibido en estas semanas el espaldarazo legal del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, de la Contraloría General de la República y el de la Procuraduría. Además, en la propia ley del SNAA aparece este punto claramente definido. este grupo de regidores se enfrentaron un grupo de ciudadanos y dos regidores. Este conflicto ha paralizado la labor municipal de la ciudad de Heredia durante un año, con todo lo que esto entraña de pérdida de tiempo, de estuerzos y de recursos. Posteriormente, con muy buena voluntad y espíritu comunitario surgió un grupo cívico con el fin de mediar entre las partes, que se dirigió al Presidente de la República. Este prometió que habría protección para los munícipes el próximo de mayo, mas no fue terminante y definido en cuanto a la posición legal de la Municipalidad de Heredia.
Cuando una institución pública defiende una posición jurídica y moralmente irrebatible, es preciso que el Gobierno acuerpe el contenido de esta tesis y deseche con prudencia las antitesis o síntesis que pudieran ofrecerse, de modo que la opinión pública se forme un criterio recto sobre los principios morales y juridicos que han de orientar a una nación. En estas ocasiones, es decir, cuando se discuten asuntos esenciales, la autoridad del Gobierno ha de resplandecer en todo su fulgor. En estos casos, las síntesis son no una posición dialéctica diáfana fecunda, sino la aplicación del palanganismo tan peligroso en cuestiones de fondo.
Si esta marcha tenia como fin apoyar al Gobierno en el esfuerzo financiero en beneficio de las universidades, no había razón alguna para mezclar consignas ideológicas o politicas, excepto que se creyera que el Gobierno participaba en ellas.
SI, por otra parte, se trataba Ilsa y llanamente de apoyar al Gobierno, habría que preguntarse a que se debe este apoyo.
Se apoya a un Gobierno, cuando este tiene ante si algún obstáculo o poder superior que limita su acción o le impide adoptar las mejores decisiones. Pero. qué valladar puede encontrar el Gobierno en un asunto tan importante como este y, sobre todo, en una cuestión que al Gobiemo corresponde resolver?
En numerosas ocasiones, pueden desembocar estos esfuerzos en una sintesis, sobre todo cuando las partes en pugna no tienen claro el camino por seguir, cuando sus funciones no aparecen bien delimitadas o existen dudas de tipo jurídico. En estos casos, los comités cívicos o de cualquier otra indole realizan una labor eficaz. No sólo sirven de puente de plata, sino que logran síntesis beneficiosas.
Sin embargo, hay situaciones en las que, pese a la tirantez entre las partes y a la complejidad o gravedad de los problemas existentes, no es posible aceptar que el Gobierno deseche los planteamientos de una de las partes la que se apoya en razones jurídicas o morales inconmovibles. para alentar la acción de otros intermediarios o de quienes carecen de razón. En estos casos, es posible aceptar el proceso dialéctico de la tesis, la El Gobierno actual y el anterior han controlado todas las instituciones autónomas del país, el Poder Ejecutivo claro está, y la Asamblea Legislativa. No hay, pues, pretexto o subterfuglo alguno para que, a estas alturas del partido, la enseñanza superior viva en la indigencia y para que los rectores y profesores y estudiantes anden din a dia de la ceca a la meca, de Herodes a Platos, en busca de dinero.
El problema de la miseria extrema de los centros de enseñanza superior es viejo. Lo cierto es que, mientras se ha financiado opiparamente a ciertas instituciones del Estado, a algunas oficinas gubernamentales y mientras ha crecido la burocracia en forma escandalosa en estos años, con el fin de satisfacer compromisos políticos, las universidades del país carecen de lo indispensable.
no En estas circunstancias, no se trata, como se ha dicho, de los empresarios privados o de las empresas extranjeras, sino de cierta Indolencia oficial.
ARELLANO López Desde este punto de vista, no entendemos en qué consiste el apoyo que generosamente los estudiantes y profesores universitarios le están dando al Gobierno. Lo que este necesita no es apoyo, en este caso, sino una espoleada y un socollón de padre y señor mío a fin de que se descobije y, entre las prioridades gubernamentales, se acuerde de la enseñanza superior.
Ahora blen, nos arguyen que as preferible una marcha de apoyo de este tipo que otra en que reine la violencia, preferimos, naturalmente, la primera.
lalo Para terminar, convendria, dada la calidad académica y de investigación de los profesores universitarios, que la Universidad no se ciña a dar apoyos, sino que elabore planes concretos, con comas, puntos y señales, de lo contrario la historia se va a repetir y el otro ano tendrá que organizar otras marchas.
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