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6 LA REPUBLICA, lunes 19 de enero de 1976 El caso de Costa Rica Sobreexplotación de los recursos, hambre y océanos Por Silvia Camaño Rencoret dar.
Dr. Patrick Tomlinson, biólogo marino, estadístico y economista, científico de la Comisión Interamericana del Atún de Aleta Amarilla.
a los recursos de pescado se utilizan en diferentes formas.
El 60 de los pueblos de los países en desarrollo sufren de la desnutrición y el hambre en forma crónica.
El consumo diario per cápita en los países en desarrollo es de entre 800 y 2200 calorías contra 3000 de América del Norte y Europa Occidental La esperanza de que disminuya la población como una forma de poner término a este problema es escasa.
Esta aumenta cada año el por ciento.
Si ese ritmo continúa en el advenimiento del siglo XXI habrá alrededor de 000 millones de seres humanos, de lo que se desprende que la brecha nutricional entre ambos extremos será cada vez mayor. la situación se hace más critica si se tiene en cuenta que en los países en desarrollo el índice de crecimiento es 2, por ciento contra en las áreas desarrolladas.
De allí que la preocupación esencial de los científicos a partir del término de la segunda guerra mundial ha sido la obtención de proteínas de los océanos, expresa el Dr. Patrick Tomlinson. científico de la Comisión Interamericana del Atún Tropical.
quien se encuentra en nuestro país dictando un ciclo de conferencias sobre Dinámica de las Poblaciones Pesqueras.
En procura de esta inquietud.
anade, es que se han logrado grandes adelantos de la tecnologia, sea para la navegación o detección del pescado.
Como ejemplo valga citar el raEste ha aumentado su capacidad de navegación costera permitiendo una mayor seguridad en las zonas de operación pesquera.
Por otra parte, la adaptación de aparatos acuáticos para la pesca produjo una amplia gama de eco sondadores. asi como de localización de pescado.
Igualmente gracias esta necesidad nació la pesca electrónica y su mecanización de luces y bombas que indican que el progreso alcanzado en este aspecto es considerable.
Los últimos datos indican que en 1973 se obtuvieron casi 70 millones más de toneladas de pescado que el año anterior.
La pregunta nace espontánea. cómo se utiliza la pesca mundial, qué parte destina la conservación?
Más o menos, según lo indican las estadísticas, unos 45 millones de toneladas, pescado fresco y congelado. algunas veces procesado se empleó como alimento.
El resto para otros fines de alimentación humana tales como harinas y aceites de pescado.
De modo que queda claro que Los recursos pesqueros son cada vez menos. hay cientos de especies ya extinguidas. otras camino a la extinción.
Ahora bien. cómo pueden utilizarse indefinidamente los recursos de la pesca por el hombre.
dad total de mortalidad natural más la mortalidad de pesca igualan a las cantidades de nuevos peces jóvenes y de ganancia de peso por crecimiento.
De esto podemos deducir que el mero hecho de no explotar recurso de pescado no conduce por sí mismo a aumentar las existencias.
un Aunque el hombre no pesque, ocurre mortalidad natural en los peces.
Un ejemplo alarmante es la sardina del Sur de California.
Hasta 1954 la producción anual llegaba a las 100 mil toneladas, actualmente apenas si alcanza a las 2000 toneladas.
se a Sin embargo, es más fácil caer en el otro extremo, agregó, vale decir en la sobreexplotación.
Además. explica el Dr.
Tomlinson, sólo en las capas superficiales se produce con cfectividad la fotosíntesis de las algas que son el alimento de los peces, por lo que los habitantes de las capas interiores o más profundas se les presenta más dificultuoso su proceso alimenticio.
En lo que respecta a las poblaciones pesqueras de Costa Rica, están en sobreexplotación el camarón y la sardina.
Pocos son los países y menos aún las especies que cuentan con una comisión de control.
Entre estos se puede citar el Canadá con control sobre el salmón, y lenguado, y el atún de aleta amarilla en esta parte del Pacífico.
Para estas especies se ha estimado un límite de barcos, como así también un límite en el tamaño de las especies que se capturan.
Los recursos permanecen cada ano a un mismo nivel si la cantiAtención, cuiden los camarones.
Por supuesto que a usted le gustan los camarones. Puede ser que le gusten más con salsa de tomate que con mayonesa, o viceversa, pero eso no importa. El hecho es que le gustan. Es dificil que no.
Lo malo es que no se puede comer camarones todos los días.
No abundan mucho, y por lo mismo, son caros, al menos para el bolsillo del hombre corriente. La razón, naturalmente, es que todavía es relativamente poco lo que se sabe de los camarones, incluyendo dónde viven y cómo viven. Por eso es difícil encontrarlos, pescarlos o cultivarlos.
Actualmente, los pescadores de todo el mundo andan tras una especie de quimera del camarón. Lo buscan por todas partes, pero el camarón, como el oro, es esquivo. Abunda en ciertas partes y falta completamente en otras, sin razón aparente.
Claro que no hay nada de quimérico en la búsqueda del camarón. Se sabe que, en el conjunto de los mares, existe en abundancia. La cuestión es localizarlo.
En Costa Rica el camarón está sobreexplotado en el golfo de Nicoya y en algunas otras partes. Igual pasa con las sardinas y de no cuidamos, debido a lo que se viene viendo últimamente con invasiones de barcos piratas extranjeros, es muy posible que ocurra lo mismo con el Pargo del Pacífico del Norte, lindante con Nicaragua.
En Costa Rica los bancos de camarón son limitados, tanto en número como en extensión. Además, el proceso de reproducción del camarón es muy complicado y delicado, y una pesca que siga demasiado intensa podria producir una reducción ruinosamente rápida de las existencias precarias de hoy.
Por eso es que es un deber de todo el mundo cuidar los camarones o, por lo menos, formar un frente de batalla lo suficientemente poderoso para exigir que el Gobierno tome medidas drásticas de control de los recursos pesqueros en ambos mares, porque de otro modo habrá muchas cosas que no volveremos a ver ni a degustar.
Una de ellas, posiblemente, el cóctel de camarones con salsa de tomate y jugo de limón, o los famosos camarones empanizados.
En Costa Rica hay zonas del mar donde existe una sobreexplotación de camarones y sardinas. Esto se ha dicho mucho, pero nadie parece prestarle atención creyendo, seguramente, que la anchurosa dimensión del mar posee recursos que jamás se agotarán. Es como un espejismo que nos puede conducir a la ruina.
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