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LA REPUBLICA, lunes 29 de marzo de 197611 Cena para amantes Divagaciones no tan gastronómicas La virtud de la excelencia Humanamente hablando, no puede concebirse en el derecho Si queremos que este sea lo uue debe ser una ley que fuerce al hombre a trabajar bajo condiciones que él no haya escogido, dentro de las reglas de un juego limpio. El derecho tampo puede obstaculizar y mucho menos prohibir en forma alguna ese maravilloso acto que es la existencia del hombre. dedicado unicamente en forma primordial a lograr de su propia felicidad. su propia satisfacción. su misma alegria, en ose su existir.
Dr. Jorge Enrique Guler espacio y con el tiempo, van, poco a poco, develizando la totalidad de la trama. Van uniendo partes grandes y pequeñas de hechos aparentemente inconexos, y la verdad aflora (naturalmente que para el espectador avisado y experto. Sabemos, nosotros no los personajes, qué es lo que ocurre, cuál es la cadena que ata a los cinco amantes separados y unidos por una particular concepción de la vida y, por cierto, del sexo.
La excusa para unir la aparente desconexión de los hechos es el momento en que los distintos amantes se unen para cenar. Conclusiones sobre una cena non sancta.
Cuando al inicio de estas líneas asignábamos un papel de vanguardia al arte en relación con los aspectos angulares de la problemática humana (antes de que las ciencias saquen sus cuentas. un papel de denuncia, una tarea de difusión, una capacidad de avizorar en lo que empieza a emerger, un afán de dar luz en las tinie.
blas de lo que culturalmente resulta caótico, porque, por ejemplo, aparece como una desviación de las pautas casi unánimemente aceptadas como regulares, estábamos Raúl Torres Martínez pensando en la visión que. Cena para Amantes nos da acerca de una manera distinta de concebir las relaciones sexuales. No hay, en la cinta, el interés de darnos a conocer una simple anécdota. No es sólo el afán del director el presentarnos la visión particular de cinco seres humanos en relación con el sexo. Si de esto se tra1. El arte como Anticipo y Proyección de la Realidad.
tara, no se habría armado el director de toda la arCreemos que cabe al arte un papel de vanguardia en tilleria de recursos que puede proporcionar el cine de el plano de la cultura. No estamos pensando, por cierto, hoy. El propósito es distinto: hay una intención trasen las discutibles y discutidas concepciones desincendente. No se trata, tampoco, de mostrar un caso teresadas del arte, olvidadas ya en el viejo baúl de la humano. No estamos, de modo alguno, frente a abuelita, depósito de discusiones que, por falsas, perpersonajes arquetípicos expresados en forma simplista.
dieron ya vigencia. El arte de hoy es ineludiblemente No hay, asimismo creemos la intención de un comprometido, en la medida en que no hay arte sin mensaje directo, ni el propósito de una denuncia. Hay ideología, entendida ésta como ur. prisma de enfoque tan sólo la intención de mostrar una dimensión de las social, político, y económico, como visión totalizadora, particulares relaciones de un grupo humano que se unitaria de la realidad desde el punto de vista del creamargina un tanto o un mucho de lo pautado en materia dor. Vive éste inmerso en la vida, y la obra es inevitable sexual.
expresión social trasuntada por y a través de la sensibilidad de un individuo que, no forzosamente de Representa ésta (la realidad sexual) un elemento que, manera racional, traduce en su creación estética su en la sociedad acentúa cada vez más su carácter cultural cosmovisión existencial.
en el sentido socioantropológico de la expresión. El ser Por eso, verbigracia, en las obras claves de la literatura humano que vive haciendo permanentemente su vida, universal. ha quedado constancia de los momentos está cada vez variando la totalidad de su creación. Por culminantes de la vida del hombre. Para refugiarnos ello, la aventura de la vida adopta, como en la época de sólo en lo presente, dabe preguntarse. Podríamos tener crisis en que vivimos, nuevas formas que nos aparecen visiones más totales, más unitarias del hombre de hoy como contradictorias. La tendencia cultural de insque las que nos brindan Mann, en su Montaña titucionalizar o regular las normas, se enfrenta a la Mágica. Joyce, en su Ulises. Qué ciencia social praxis de la contingencia del existir militante. los coha tenido la perspectiva universal de lo latinoamericano? digos, para algunos, devienen zapatos chinos que es ¿Cuál ha logrado una cosmovisión más completa de lo necesario cambiar. En este instante, toma, el director de nuestro que la literatura continental del presente? la cinta que motiva estas líneas, a sus personajes, y por Ninguna pensamos.
Nuestro mundo es el que sólo eso ella es, en el fondo, un drama, pero un drama sin han sido capaces de ver los Garciamárquez, los As estridencias, hasta el punto de parecer sofisticado y turias, los Borges, los Sábatos, los Nerudas, los superficial.
Guillenes. Es que el arte tiende a la síntesis y a la unidad en el confuso y atomizado mundo que cambia cada vez Es que en la época postfreudiana; es que después de de modo más acelerado, porque la ciencia y la técnica Ellis. Kinsey y Masters y Johnson, aún no está claro el ya escaparon del humano control, y de la crisis del alcance biológico cultural del sexo: es que aún hoy, progreso se tiende, cada vez más, el caos del progreso, y felizmente al margen de tecnicismos de avizora aun para los menos aprensivos el camecanicismos y de automatismos todavía hay seres, taclismo final, el apocalipsis.
como el amante de los amantes en la cinta, que son capaces de encontrar al sexo dentro del contexto superior vida complicada, cine barroco.
del amor, y hombres que, también como él, intentan estas meditaciones nos llevan algunos filmes que encauzar a la esposa, mujer falsamente liberada, por una hemos visto en San José, últimamente. sobre todo senda que parece hoy, todavía, más humana, mas uno: Cena para Amantes. natural. Paradojalmente, esto ocurre con quien se Se dan, en esta obra, por lo menos dos factores que pensó era un simple amante de alquiler, con el que producen desconcierto en el público; de una parte, un aparecía más mediatizado, con el que, de amante, montaje que puede parecer absolutamente confuso; de pretende trasformarse en amado y amador y quizá en otra, una trama basada en una dimensión poco habitual burgués marido que exige un tributo ahora distinto y de la relación humana y sexual de dos mujeres y tres desusado en el grupo de acción a que pertenece; hombres. Todo esto montaje y trama presentado fidelidad. Es el único que cambia y que, al parecer, en una unidad estilística poco frecuente, con atisbos tiende a encauzarse un poco en los moldes tradicionales.
preciosistas en cuanto a enfoques cuidadosamente es Dentro del contexto de la cinta, es el que resulta menos tudiados, a primeros planos audaces y sugerentes, a frívolo, ya que sufre del mismo mal que terminó con el iluminación y colores variables y a funcionales escenarios Don Juan de Zorrilla: se enamora.
elaborados hasta en los más mínimos detalles. Hay unidad estilistica, también, en la excelente actuación de los Al señalar que no debía verse en los personajes actores, en que prima el tempo lento, la morosidad, aun auténticos arquetipos de la hora presente, hemos preen los momentos culminantes. lo sicológico es tendido establecer que resultan ellos, en gran medida.
igualmente presentado con el artificio de la doble faz de victimas de una presumible etapa de cambios morales la apariencia exterior y de la verdad en el fondo. Así, con sustantivos, característica de las épocas de transición.
este complejo haz de procedimientos, no resulta extraño No es raro que la revolución del sexo nos lleve a consique la cinta parezca sofisticada, sin serlo, ni en la in derar como normal el tipo de relaciones que la obra tención ni en su concreción estética.
presenta, pero la etapa anfibia que ellos viven los hace Un fondo complejo, expresión de una vital visión de debatirse entre los valores aún no periclitados (ficiertos hombres de hoy, pone a su servicio la totalidad de delidad, especialmente) y las nuevas concepciones la magia del cine, en un momento culminante de su axiológicas correspondientes a los inusitados tipos de evolución. Es por eso que la dimensión plástica de la relaciones. sex group. Siendo verdadero el problema obra puede parecer desbordante y recargada; es por eso que se presenta, no es aún una característica sustantiva que el montaje y la compaginación están absolutamente de la sociedad actual. Por eso resultan extraños para al servicio de la realidad que quiere mostrarse. Cuál nosotros los cánones morales de los protagonistas. Es de los personajes tiene realmente un dominio total sobre obvio: son los cánones, simplemente, de la subcultura acontecer, cuál es omnisciente? Pues, ninguno, y el que ellos representan. Están, por esto, llenos de confilme resulta absolutamente fiel a esta realidad. Si las tradicciones: conservan aspectos de lo pasado que no visiones de esos hombres y mujeres son parciales, par. encajan en la realidad presente (el amante que alquila a cializada es la perspectiva que lentamente se nos entrega. un profesional para un fin práctico amatorio, no Solo el público espectador va recibiendo, quebrada en acepta una relación dual de éste con su amada. mil partes, una trama sencilla que ata a tres hombres y a Es, puede verse, una Cena para Amantes a la que dos mujeres. Por ello, los recursos básicos del cine, resulta sugerente asistir. Sugerente, ojalá que no centrados en las infinitas posibilidades de jugar con el peligroso, El básico derecho del hombre. lo que lo crea en su mismidad absoluta. es la consecución de la felicidad. pero de una felicidad que es propia, íntima, privada y de ninguno otro ser humano ni supeditada a él. Todos nuestros más grandes momentos son personales, motivados en sí mismos y no deben ser mancillados ni divididos por lo exterior a nosotros. Todo lo que es sagrado y precioso para cada uno de nosotros, son situaciones que no deben estar dentro de un posible compartir promiscuo. Llegamos así a la idea clara e irrebatible que el primer derecho y el primer deber del hombres es hacia sí mismo.
La facultad fundamental y definitoria del hombre su calidad de poder juzgar con independencia no puede suspenderse, porque entonces se suspende la conciencia y detener la conciencia no es otra cosa que detener la vida.
Tratar de amordazar, de reducir a denominadores comunes los incentivos hacia el mejoramiento individual y personal, hacia la excelencia y la perfección es no permitirle al hombre lograr su propia felicidad. La felicidad es autosuficiente y contenida en sí misma. Un hombre feliz en su libertad, en su creación íntima y propia, en el logro absoluto de su misma mismidad, es un hombres que no tiene tiempo para el empleo de la maldad y no es posible usar a ese hombre por quienes no son excelentes. El hombre feliz es un hombre libre. Matando la felicidad se ata al hombre.
El hombre de mediotrasero, el mediocre, el parásito, el que mide por lo bajo de sí mismo, el no creativo sino el que quiere dominar. por el único regusto del poder, no puede percibir a su alrededor a los hombres libres, porque ellos no existen para él, sino para sí mismos, y esa forma de existencxia sublime, intima y personal no la conoce ni el demagogo ni el burócrata ni el mediocre. Puede gobernarse absolutamente al hombre que piensa por sí mismo? No.
Para lograr sus objetivos de dominación, los hombres de segunda clase han inventado cientos de subterfugios a través de la historia de la humanidad. Al hombre de excelencia hay que hundirlo, hay que exponerlo y, finalmente, destruirlo, aunque luego los de segunda clase, los de segunda categoría, los mediocres, los parásitos, aprovechen sus logros y los usen con satisfacción. Este es un tema que la gran literatura universal creada por grandes hombres que han creído en la virtud de la excelencia y en el orgullo propio de la gran creación intima ha tratado. Luego qué Prometeo robó el fuego al cielo no fue condenado por los mediocres a que los buitres le picotearan siempre los intestinos?
Para que no existan hombres superiores, con los cuales se pueda compararlos, los mediocres crean toda una serie de maquinaciones.
desde las más bajas como el chisme menospreciativo, la burla insana.
el chantaje y la extorsión, hasta formas más evolucionadas como las ideas, ahora en boga, del bienestar de la colectividad, la felicidad del mayor número. felicidad basada en standars colectivos no es felicidad, y también los mediocres, acaban por barnizar sus idea, con grandes construcciones filosóficas que nos hablan de pensamiento colectivo, de mente colectiva, de pensamiento popular, de la voz de las grandes mayorías, de la gente y, finalmente, de la voluntad del pueblo. Pero tenemos que comprobar nos guste o no que no hay y no existe tal cosa que se llame pensamiento ni mente colectivas ni tampoco pensamiento popular ni voz de grandes mayorías, ni.
mucho menos, la voluntad del pueblo.
La mente es un atributo del individuo. Ningún individuo puede usar su cerebro para pensar por otro. Todas las funciones de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu y de nuestro pensamiento son privadas.
No pueden ni compartirse ni transferirse.
El comunismo, la teoria colectivista por excelencia, un fundamental e inmenso complejo de inferioridad, se basa de manera clara y obvia, en la idea de que todos son una masa amorfa y, que por la suma de individuos nulidades, pueden lograr lo que un hombre superior logra por sí mismo. Pero olvidan que las masas, que engañadas llegan a formar parte de esa pelotera. son guiadas por unos cuantos, que sí son o pueden ser superiores, y aprovechándose del montón, logran sus propios y particulares fines. Hay una diferencia entre el actuar del hombre superior individual y basado en sus propios esfuerzos, y el que se aprovecha del montón para lograr sus propios objetivos. Uno se valora a sí mismo en lo que puede hacer y lograr, sin tomar en cuenta a los otros, y el otro, debe depender, para si mismo, de lo que desee la montonera, a la cual debe complacer de vez en cuando, para mantenerlos engañados, perdiendo así parte de su propia responsabilidad, como ser único, ante la vida.
Para reinar sin miedo, más que dividir como decía César Borgia es más conveniente unir, o sea, crear un hombre común, sin ambiciones propias, triste y domesticado, en el cual la excelencia no sea virtud sino pecado, y construido el prototipo, de la masa común, sin diferencias ni distinciones, amarrarla al deseo del demagogo y del mediocre, es cosa muy fácil y muy simple.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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