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Página EL INDUSTRIAL Jueves 30 de setembre Editorial Ignorancia sobre los principios de la empresa privada ignorancia, son el resultado de una terrible deformación nacional en la politica, o, en el hogar y en el sistema educativo. este modo de ser y de pensar se transparenta en la vida cotidiana: en las empresas, en las oficinas públicas, en el deporte, en todas las actividades de los costarricenses.
Estamos pagando muy caro este pasado de demagogia y de pésima formación de los ciudadanos.
Por todos estos motivos, los mensajes escuchados en estas semanas en la televisión suenan, en Costa Rica, a algo extraño, etéreo, cosi marciano. Es un lenguaje desusado, extraño, virginal. Pareciera una ofensa para muchos dirigentes y políticos, y para numerosos costarricenses formados en otra escuela: en la escuela del dolce far niente. del estatismo, de la ausencia de esfuerzo personal, del gozar antes que luchar, del bailongo antes que el estudio, de la holganza antes que el Principios Bueno es hablar frecuentemente de la importancia de la empresa privada en Costa Rica. Sin ella el desarrollo social y económico del pais seria un mito.
Hemos observado, en estas últimas semanas, en la televisión algunas imágenes que describen ciertos pasajes de la vida de trabajo o de estudio en el país, acompañadas de enérgicos y bien dirigidos mensajes sobre la necesidad del trabajo o del estudio, esto es, de todo aquello que significa esfuerzo personal.
Esta campaña no puede ser más ilustrativa y formativa. Más bien, sorprende que, desde hace varios años, no se haya llevado a cabo. preocupa aún más que este tipo de mensajes no sea la levadura del sistema educativo costarricense.
Alguien podria arguir que este tipo de campañas no penetra y que, por lo tanto, no forma a los ciudadanos, ya que el cambio espiritual o moral del hombre exige tiempo y recursos más vastos y permanentes.
No compartimos este pesimismo. Cualquier idea, aunque sea lanzada a volea en la sementera de la vida nacional, puede dar frutos abundantes. Una sola idea, bien asimilada, puede reformar a un hombre y a una sociedad.
Por otra parte, por algo se empieza, como bien dice nuestro pueblo. Estamos seguros y lo hemos comprobado de que este tipo de mensajes, simples, directos, fecundos, escucha.
dos en forma reiterativa penetran en el alma de los niños y de los jóvenes, y pueden fructificar en sus almas.
Se trata, por otra parte, de un mensaje nuevo, aunque su contenido sea muy viejo. Lamentablemente, este tipo de lenguaje es desconocido en Costa Rica.
Nuestros jóvenes y niños y con mayor razón nuestros adultos, están acostumbrados a escuchar el lenguaje de los politicos, de los demagogos, de los burócratas, que no se separan de una idea central: no se estuercen, pidan. No se preocupen, el Estado les dará todo y de todo. No les incomode el futuro, el Gobierno proveerá. No luchen, ni se desangren en el campo del trabajo.
descansen y retocen. No trabajen más de la cuenta, esto es explotación. No se afanen, podrían enfermarse y sufrir de graves traumas.
Dirijan en todo momento la mirada y extiendan las manos hacia el Estado. El resolverá todos los problemas. No confien, en fin, en ustedes mismos, sino en el Estado.
Este ha sido el contenido de la politica nacional y de los discursos de los políticos en los últimos decenios. Con este tipo de lenguaje y de mensaje se han formado las últimas generaciones de costarricenses. Las consecuencias están a la vista.
Deformación Cuando los sindicatos exigen las más Irracionales e injustas granjerías, cuando los jóvenes lo quieren todo al alcance de la mano y, cuando algo se les niega, cierran las calles: cuando la primera instancia de muchos trabajadores y colegiales es la huelga, cuando el que pide trabajo es considerado un explotador, cuando los palabras trabajo, sacrificio, responsabilidad, disciplina se estiman términos conservandores y medievales, quienes asi juzgan a los demás quizá no obran de mala fe o con el afán de destruir los valores universales de la humanidad y, por lo tanto, del país, sino que son víctimas de su propia Sin embargo, si conviene exaltar los méritos de la empresa privada, más necesario aún es retornar a sus principios originales, a sus fuentes primarias, a sus grandes motores: el estuerzo personal, el concepto de responsabilidad, de sacrificio, de disciplina, de trabajo, a la idea básica. desconocida en nuestro medio de que el éxito es fruto del trabajo y no regalo del Estado.
La empresa privada ha de hacer un esfuerzo inconmensurable en este sentido, para que estos principios básicos penetren en el alma de nuestro pueblo y para que nuestro sistema educativo sea reformado con base en estos principios.
Mientras no logremos este cambio nacional, el concepto de empresa privada estará siempre en peligro. Poco se gana con que los ciudadanos comprendan el papel de la empresa privada, si no viven sus principios o ideas fundamentales, si, los ciudadanos no viven en su vida diaria, en su oficina, en su estudio, en la escuela, en su trabajo, conforme a estos principios, que son impostergables.
La campaña realizada en la televisión debe llevarse, por lo tanto, a todos los ámbitos de la vida nacional, comenzando por las empresas del país y por los bancos de la escuela.
He aqui una gran tarea para los empresarios, para las cámaras, para los dirigentes del país.
el industrial ORGANO INFORMATIVO Vocero oficial de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
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Relaciones públicas y consultas: Edgar Bermúdez Teléfono 23 07 54 Colaboradores: José Miguel Alfaro, Francisco Terán.
Reportera: Mariamarta Pacheco.
Publicidad: Sonia de Calderón y Aida Marta Valerio.
Salvo indicación expresa, las ideas de este suplemento no reflejan la posición oficial de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
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