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Rapto de mutuo acuerdo a hija, a En la Villa de Alajuela y por el año 1825, vivió un caballero de recia catadura y agrio carácter, de nombre Rafael Erra; buen administrador de su hacienda y holgado de bienes, era sin embargo su mayor tesoro una su hija, mozuela de escasos anos a quien habia criado plena de gustos, pero también de iguales sinsabores por los celos que de su virtud tenia.
Llamábase Maria de los Angeles la doncella y desde muy temprana edad fue su presencia tentación constante para galanes de toda, Indole, sin que ninguno viese satisfechas sus aspiraciones amorosas, tanto por la constante vigilancia del padre como por el desdén de que, nacido del temor.
hacia gala la moza.
Mas como nada es eterno y por la puerta del entendimiento se sentra el amor cuando menos se It, piensa, no valieron tapias ni amonestaciones para evitar que los ojos de Maria de los Angeles se posasen sobre la gallarda figura de un mancebo llamado José Arias.
quien sin forzar mucho arrestos entró de lleno en el corazón de la muchacha.
para poner las cosas a derecho, Se quiso José apelar a la comprensión del padre y decidió hablarle de sus di aspiraciones amorosas hacia su hija: ni para que lo hizo, porque el repudio de Rafael Erra se hizo patente queriendo guardar la doncellez de su hija para las calendas griegas.
Mas la oposición paterna no hizo más que acrecentar la lama de la mutua atracción entre los dos muchachos my a escondidas, que es en lo que aparan todos estos casos, conSubtinuaron sus escarceos amorosos; hasta que un buen día, cansado Arias de husmear la reja de la ventana de su amada y ésta de lagrimear y suspirar por su galán, decidieron ambos escapar de los lares patemos, decididos a vivir su amorio, a como hubiese sitio.
Gw LA REPUBLICA, domingo 10 de octubre de 1976 Arias, y una nueva escapada colmó la paciencia del padre de la Erra, esta vez dispuesto a hacerse justicia por su propia mano.
Entretanto, anduvo la pareja de casa en casa, hasta que llegó a la de Maria de los Angeles León, donde encontraron don Rafael Erra y Antonio Conejo a la muchacha escondida en un Arias, para no encubrir delito cuarto con llave; defendióse la alguno. Mas quien sabe cómo León diciendo que la había acogiolló el tocino. dice Salinas en sus do bajo su techo por estar la moza propias palabras, y Arias se zafó a embarazada y en peligro de perder las cuatro de la tarde. Como a las a su criatura Nadie frenó los seis llegó el celador Francisco inquietos deseos de la pareja, Naranjo con seis hombres de porque en una nueva fuga, fueron custodia. pero la moza a dar a la casa de Pedro Sancontinenti huyó a juntarse con su tamaría, pidiendo un poco de amante. maiz y frixoles y diciendo estar los veintidos días y estando ya la mujer muerta de hambre; recojido Salinas en sus cobijas, oyó después de seis dias, descubrió Santamaria los amantes un trote de bestia y le tocaron la haciendo el amor entre unos brepuerta; se levantó y vio que eran ñales.
los dos en cuya persecución había como todo en la vida, el final andado: Arias y Erra. Rogóle el llegó para tanto romance. Harto mozo que le amparara a la mujer y Arias de tantas peripecias, que no se preocupase por la mantención pues él la pagaría.
abandonó a Maria de los Angeles a su suerte y ésta no tuvo más Salinas respondió. Don José, cómo quiere remedio, movida por el hambre y yo me haga hechor? En mi case la miseria, que tomar el camino de la casa patema. Ella misma hay familia y yo debo ver por ella.
cooperó Yo la dejo aquí, pero no me al hundimiento de su ingrato amante y el 22 de vuelva, que yo dando parte a sus diciembre de 1825, en el Juzgado padres de donde está a ml no se de Letras de San José, se condenó me seguirá perjuicio a José Arias a no pasar jamás por los tres dias volvió Arias y don la casa de Maria Erra ni hablar Francisco Salinas dijo: Usted con ella y a pagar una multa de me tiene por nadie slendo asi que diez pesos, repartidos entre el paha vuelto a mi casa.
dre de la muchacha y los fondos de respondió Arias que se llevaría la propios de Alajuela y las costas del mujer a casa de una abuela. proceso.
No volvió a saber Salinas de la Arias, enterado del fallo, volvió pareja. más tiempo después ensobre sus pasos y aceptó la senteróse de que María de los Angeles tencia, probablemente muy pasaba trabajos y dificultades. En complacido de quitarse una carga tal situación. un buen dia de encima. He aquí el final de las apareció en la casa de su padre; grandes pasiones y los amores perdonola este cosas etemos que una vez satisfecho el nadá más siguieron con deseo la aplacada la conpreocupación del hijo que iba a cupiscencia sólo dejan olvido y nacer. Insistió de nuevo José amargura en quienes los viven.
da sus Así, y Así las cosas, durante la noche del 21 de setiembre de 1825, José Arias y María de los Angeles Herra huyeron de Alajuela hacia la ciudad de San José, a lomo de mula y amparados a las sombras.
Ni para qué hablar de la furia desbordada de don Rafael Herra.
Ante el Juzgado 1º de Alajuela se presentó al día siguiente a poner la queja; denunció que José Arias le había robado su suponiendo que la había llevado a San José. no se equivocó el caballero, porque efectivamente fue a la capital del Estado a donde fueron a parar los amantes, con no poco disimulo de sus relaciones por evitar hablillas y suspicacias y no menor temor de ser descubiertos, más aún cuando el estado de prenez de la muchacha era ya notorio.
Así, como si fuese mujer sola y abandonada, presentose Maria de los Angeles en casa de un tal Francisco Salinas, vecino de San José, a quien manifestó ser mujer desgraciada. que tenía tan sólo padre de cuya tiranía estaba harta, porque en casa dábande muchos tormentos y que era de la Villa de Alajuela de la cual desea ba vivir bastante lejos. Conmovido dióle Salinas posada y a los tres días apareció por allí el mismísimo Arias, quien entró a la casa por la mañana y con la luna se bolbló. todo lo cual hizo entrar a Salinas en sospechas y preguntar a la muchacha razones sobre el hombre que la había visitado. Dijo aquella que se trataba de un amigo; mas no bastó su palabra Ricardo Blanco Segura su lo que para convencer a Salinas y éste tomó el camino de Alajuela a ver qué se sabía por allá de la pareja.
No bien hubo ado, se enteró del rapto denunciado por don Rafael Erra, que era la comidilla del día en la Villa, a cuyas órdenes se puso para recuperar a su hija.
Volvió Salinas a San José y se enteró de que en su ausencia la pareja había huido, temiendo ser atrapada. Mas a los quince dias volvió Arias a su casa estando Salinas en la vecindad: de previo acuerdo, diéronle aviso y en volviendo a la casa hizo un guiño a su hermano José María para que trajese un celador que atrapara a y las Rincón del idioma aki Ea un matutino, leemos. El Lie. Oduber, subrayó doña Carmen, me ha explicado amplia y satisfactoriamente que él esperó arreglar estos MALOS ENTENDIDOS en corto plazo (En Información titulada Carmen Naranjo: Me voy por acusaciones de los ministros. aparecida el de mayo de 1976. PORQUE no se está hablando de ENTENDIDOS MALOS (que no sabemos, por lo demás, que sean. sino de MALENTENDIDOS, es decir, de malas Interpretaciones, de equivocaciones o desacuerdos en el entendimiento de una cosa.
Tanto el sustantivo MALENTENDIDO como el verbo MALENTENDER (entender o interpretar equivocadamente. y también el adjetivo MALAGRADECIDO aparecen en el Suplemento del Diccionario de la Academia ESCRITOS EN UNA SOLA PALABRA, lo que nos parece muy bien, pues todos ellos aluden a un solo concepto.
Pero debló escribirse: El Lle. Odaber subrayó dona Carmen me ha explicado amplia y satisfactoriamente que él esperó arreglar estos MALENTENDIDOS en corto plazo.
El caso de la Lic. Elizabeth Odio CS Elizabeth Odio es una mujer excepcional. Como diria el maestro Unamuno, un personaje protagónico, Elizabeth es la mujer que ha logrado aunar dentro de si de manera ex cepcional las más puras virtudes femeninas con el vigor, la fuerza, la sabiduria, la decisión de una profesión que por muchos siglos se habia creido monopolio masculino. Entre mis colegas aboga.
dos, Elizabeth Odio sobresale. No bo Solo es la abogada. modelo de honradez, sino que es la jurista.
tambien modelo de sapiencia, Si algun dia tuviera un problema profesional no dudaria de buscarla como defensora Elizabeth Odio es el prototipo de profesional que para desgracia del foro costarricense, es cada vez más extrato y que se va perdiendo be rapidez que asusta. Los Trandes movimientos de la literatura universal, el conocimiento profundo de la pintura, la emoción brátil de la música, son por ella hides y sentidos en los hondones pe u alma noble.
Posce una quisita y profunda cultura como pocos en el país Además, franca hasta lo desconcertante, dice siempre la verdad tal y como es, y está pronta a la defensa del oprimido, a hacer causa común con el que sufre por mengua de sus derechos. Actúa Elizabeth con el convencimiento autónomo del héroe, mezclado con la convicción emotiva del poeta.
Un día de estos, mientras cooperaba con unos amigos en la puesta de una exposición de es.
cultura, fue primero vejada por una de esas niñas que asolan la ciudad de San José, inventadas por nuestra flamante Municipalidad, las rústicas vestidas de papagayo que tan magis Iralmente bautizó don Cristian Rodriguez. Estas niñas, cuando se autodenominan autoridad, sin sa ber tampoco de dónde les pro.
viene. son capaces de cualquier cosa Una de ellas, nada más porque queria imponer sobre la licenciada Odio su arbitraria voluntad y la licenciada Odio, en una defensa minima de sus derechos, protesto, como debe ser obligación de todo ciudadano consciente cuando es vejado, llamó la municipal cancerbera en ¿Qué podemos esperar de un Estado que a través de sus funcionarios ya no sabe distinguir entre la delincuencia y la honradez, la arbitrariedad y la defensa del derecho propio, cuando de imponer voluntades torcidas se trata. Qué mal andamos en este país, como ya muchas veces lo he dicho, desgraciadamente siempre confirmo mi teoria cuando quienes deben hacer respetar el orden y guardar la tranquilidad, no sirven para eso.
sino para introducir el caos, la anarquia y la violación del derecho!
sino que también de esas seudoatoridades que disfrazadas andan por la calle, imponiendo, a troche y moche, una autoridad bastante equivoca, criticable y deleznable, producto de quién sabe que resentimientos ancestrales. Si Elizabeth Odio, con todo lo que vale, ha pasado por lo que pasó.
los que somos ciudadanos comunes y corrientes. qué nos podrá esperar en el futuro?
Debemos Tos costarricenses aprender muy claramente con la experiencia ajena, porque repito, si esto le han hecho a Elizabeth Odio poca esperanza nos queda a los demás. Cuando hablo con Elizabeth Odio, cuando veo actuar a Elizabeth Odio, cuando siento cerca su pensamiento vibrante, su magnifico corazón que se abre espontáneo, sin trabas, al que necesita consuelo, afecto o una simple comprensión humana, no puedo nada más que acordarme del gran Rector de Salamanca, del maestro Miguel de Unamuno y parangonarlo, para aplicarle una de sus formidables ideas a Elizabeth Odio: ella no es otra cosa que nada menos que toda una mujer.
Dr. Jorge Enrique Guler su auxilio a los radiopatrullas, de los que pasean en carro sin cuidar la ciudad. Estos todavía más, en el colmo de una arbitrariedad ya indignante, se la han llevado presa como si fuera vulgar delincuente, a un lugar donde sólo almacenan prostitutas y drogadictos.
Como si toda esta cadena de infamias fuera poco, Elizabeth Odio y su amiga fueron detenidas alli durante muchisimas horas, negándoles hasta el elementalisimo derecho humano de avisar a sus familias donde se encontraban Debe servirnos a todos de ejemplo lo que ha sucedido. Ya no sólo hay que defenderse de los delineuentes que han hecho carpa de propio circo, no sólo a la ciudad de San José, sino al pais entero, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.