Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
A don Hernán y Lolita de Peralta, con mucho afecto Allá por el año de 1773 el caballero don Pedro José Corrales, vecino de la ciudad de Cartago, compró en doscientos ocho pesos y dos reales un mulatillo esclavo a don Juan Mejia y a su esposa doña Micaela Sáenz, vecinos de la Villa Nueva del Señor San José; mas apenas habiendo pasado un año escaso de la compra, decidieron los Mejias reclamar de nuevo la posesión del jovenzuelo de quince años, alegando ser objeto legítimo del hijo menor de doña Micaela, don Juan María Sáenz, en cuyo nombre habian actuado.
Mal de su grado accedió don Pedro Corrales a devolver el mulatillo, cuyo nombre no sabemos quizá por intrascendente en aquellos tiempos cuando los seres humanos se vendían y se compraban como cualquier mercancia, pero bajo la Ricardo Blanco Segura condición de que ipso facto le fueran devueltos sus doscientos y resto de pesos que por él habia pagado. Así lo convino con don Juan Mejia ante don Juan Fernández de Bobabilla, Gobernador de Cartago, quien bargó los haberes y mandó apresarlo en la y conminó a Mejía a devolver el dinero en el sala del Cabildo con un plazo de 72 horas término de tres días. Mas no hubo manera para que diese solución al asunto. Asustado de que este último cumpliese, porque aleMejía, garantizó el pago de los doscientos gando diversos motivos negóse, ora con pesos a Corrales con su casa y algunos carazonamientos explícitos, ora con evasivas, ballos y yeguas por no tener el dinero efectia devolver la plata dejándose a su vez el vo presente.
mulatillo para servicio propio. Con el viejo Pese a la detención y encargada su alegato de que el esclavo pertenecía a los vigilancia al Capitán don José Romualdo de bienes de don Juan Maria Sáenz, cuyo deOriamuno, Alcalde de la Santa Hermandad, fensor era don José Antonio de Oriamuno, no cumplió Mejía su palabra; debió insistieron Mejia y su mujer doña Micaela obligarle Oriamuno declarar bajo en que el mulatillo habia costado siendo pejuramento el monto de sus bienes y al preso queño ochenta pesos de cacao, cuando se no le quedó más remedio que hacer saber que tenia una casa en Villa Nueva, un hato compró en su tierna edad y que solo por esa suma responderían, ya que lo habían de ganado en Santana (bienes gravados en criado y aducado más de trece años de quince que tendrá. además de lo mucho que habíales costado la alimentación, el vestuario y la crianza, como constaba, según los Mejías, en autos levantados por el teniente de gobernador de Aserri.
Con todo y su ladina defensa, llevada únicamente del propósito de no pagar a Corrales, no le fueron aceptados los argumentos a Mejía y el gobernador volvió a instarlo a devolver la suma integra a Corrales, bajo amenazas de prisión; no quinientos pesos de plata en capellanias. un quiso el sujeto cumplir su deber y antes bien solar había comprado a Francisco amenazó con llevar el asunto ante la Palacio, un sitio de cultivo con agua adentro Audiencia de Guatemala y viajer él mismo a y quinientos pesos en cacao.
poner las cosas en claro. Ante tal insolencia Con todo y lo dicho permaneció reacio a el gobernador Fernández libro man pagar la deuda, mientras el esclavo iba y damiento de prisión y embargo de bienes venía como de Herodes a Pilatos, hoy en la contra don Juan Mejía por la renuencia casa de Corrales, mañana en la de Mejía; manlflesta de pagar lo que debe. le em éste, como último recurso de su astucia, LA REPUBLICA, sábado 27 de noviembre de 19769 propuso que el mulatillo se quedase de oportunidad para cumplir con su parte, finitivamente en casa de Corrales, puesto Mejor hubiese sido dejarlo en bartolina, que su venta había sido declarada nula por porque aquella súplica no fue más que preel gobernador Fernández de Bobadilla. Con texto para huir de la Provincia amparado a ello arreglaba el embrollo y terminaba el las sombras de la noche y con todos cuantos asunto.
bienes de fortuna tenía. El 19 de noviembre de 1777. don Juan Fernández, cansado de Pero estuvo de Dios que por ese tiempo se buscar a Mejia, suspendió los autos en su llevase de este mundo a don Pedro José contra hasta que regrese a esta Provincia Corrales y el pleito, con mayor interés, fuese ya que hizo fuga de ella. Asi, ni dona seguido por su viuda dona Maria FerMaría Fernández de Corrales vió jamás los nández, representada por su albacea tesdichosos doscientos ocho pesos, ni Mejía los tamentario don José Antonio Jiménez. Con éste y con la viuda de Corrales llegó Mejías, pagó. el mulatillo, causa de todo el enreposiblemente merced a súplicas mujeriles de do, que anduvo de una casa a la otra y doña Micaela su esposa, a un acuerdo merechazado en ambas, quedó a la buena de diante el cual se le daría a Mejía un permiso Dios. Porque con la fuga de Mejía y como no hubiese sido llevado de cuatro meses para que marchase al Valle en el apuro, en de Matina a recoger unas dependencias adelante sin amo ni señor definido no tuvo que se le deven para poder pagar la deuda más techo que las estrellas para cobijar el sueño ni más recurso que el cristiana que tenía con Corrales. Así, accedió el gobernador a otorgar libertad a Mejía por el caridad para llenar el vientre y cubrir las tiempo convenido, so pena de ingresar de verguenzas. así fue como, errante por las nuevo indefinidamente a la cércel si no calles de Cartago, vino en una especie de cumplía su promesa.
locura en que dábale por hacer toda clase de muecas y visajes con mucha risa de los Pero he aquí que, una vez fuera de la mayores y no menor regocijo de los chicuelos prisión, Mejía no salió durante un año de su de la ciudad; seguido de una casa y el viaje a Matina se quedó en turba de granujas que no por afecto mas si veremos, lo cual provocó una nueva por gozarse en sus sandeces de orate, entre denuncia en su contra efectuada por el risas y chascarrillos hacía gala de su desalbacea Jiménez. Ante ella el acusado alegó quiciado ingenio. fue de tal manera mortificado a veces y otras abandonado del que estaba dispuesto a irse a Matina pero todo por la humana impiedad, que un día que Con los contratiempos de la fortuna y las escasas cosechas de cacao, se le babia no perdió para siempre cabe los montes de donde a nadie vínole la idea de sacarlo, entorpecido el negocio y pidió una prórroga de tres meses más para ir a como a cosa olvidada por sus ambiguos amos y de cuantos un día lo vieron como cumplir su cometido. Esta última petición fue oída por el gobernador Fernández el 19 objeto de su ambiación.
de diciembre de 1776 y fuele concedida a Mejía en un último intento de darle a TE La venta de 11 un mulatillo Si Dios es. aquel ser que no se puede pensar mayor (Anselmo: Proslogion. y el mismo San Anselmo establece que, allí donde la razón falle, debe aparecer la fe, entonces Dios es un acto de fe, y basta. Toda discusión posterior está sin base: ni su aceptación ni su negación tienen asidero racional. Por eso mismo, siempre he creído una pose ridicula la del que se autodenomina ateo por más que respete la pose y por eso creo ingenuo tratar de demostrar por medio de la razón aquello que está situado más allá de la misma. El hombre necesita de sus dioses, llámense Zeus, Buda o Eloím. Todos ellos, y cada uno en particular, deben de ser el Supremo, el Universal, el Absoluto. De quién es la razón?
Ojalá de todos; quizá de ninguno. Mientras tanto, el hombre vive desamparado y busca en los misterios del Universo un asidero metafisico.
En las dos universidades de Costa Rica, hay una moda: la izquierda; y hay un estado espiritual: el ateismo. Gracias a Dios. Es inelegante ser cristiano; es ridículo ser burgués, con las ganas que todos tenemos de serlo.
Marco Retana Pero, resulta que el fenómeno tiene raíces más hondas: si tratas de ser sencillamente humano, y te preocupas por el estatus social; si hablas de la miseria; si hablas de la justicia social, entonces la Iglesia, y unos señores muy estirados, te dicen comunista, Es la coletilla pavorosa. En qué quedamos? Pues, en que la gran mayoría de las personas no sabe qué es, de dónde viene, a dónde va. va por la vida, pastando aquí, padeciendo allá; hoy roja, mafana verde, pasado azul; que al fin de cuentas le recuerda a uno a ciertos poetas que hoy dedican sus poemas a las más refinadas burguesías, como mañana vociferan contra el capitalismo yanki y etcéteras. Falta de personalidad. Nada más, y nada menos. He ahí la pavorosa situación. El universitario es comunista se dice mientras no se gradúe y reciba el primer cheque por unos cuantos miles que lo dejan sin resuello; cuando lo recobra, ya es accionista, aunque sea del Castillo de Blanca Nieves: es lo elegante. La revolución se quedo allá, en las aulas de la universidad, caminando por los corredores, o en la boca de algún profesor de esos que todas las noches plancan la Dictadura del Proletariado en las mesas de un elegante café, como si alguna revolución se hubiese ganado en alguna mesa de algún café.
El estudiante es ateo hasta el dia de los exámenes; entonces pasa a la iglesia y le pide a Dios por lo menos el siete. Así como la chiquilla llega a creer que la virginidad produce cáncer literatura urinaria de nuestros centros educacionales asi el bichito ese que llega a la Universidad cree que decirse cristiano es ¿Dios en las decirse baboso, y va por los campos verdes rumiando que no pensando su nudo de inutilidades. Dios en las Universidades? Los rusos no pudieron ver a Dios, cuando an.
duvieron por el Universo; los estadounidenses lo vieron en todas partes: todo aquello era Dios. La ciencia elimina la existencia de Dios?
Superados los períodos medievales y de bemos reconocer los errores ciencia y Dios no solo pueden ir a la mano, sino que van. Creced y multiplicaos, y henchid la tierra, y enseforesos de ella.(Gen. 28)
El problema es de falta de personalidad. Cómo decirle a mis amigos que han estado en Moscú, que leen a Marx y que son discipulos de Cristián, que yo, este miserable escritorzuelo, creo en Dios, le doy gracias porque me permite vivir al fin y al cabo no es la ciencia la que me muere y trato de hacer les entender a los que me rodean que amar al hombre, luchar por su bienestar, buscar el bien social, no es comunismo, sino humanismo?
Finalmente, y siendo un poco cinicos, existe la necesidad de apostar a Dios. Apostamos una vida. no contra otra vida, sido contra to das las posibilidades de vida (Pascal. Si gana.
lo ana todo, si pierde. qué ha perdido?
universidades?
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.