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LA REPUBLICA. Martes 26 de julio de 1977 EDITORIAL Do Re Mi Toda visita oficial se prepara minuciosamente.
Hay muchas formas de preparar una visita oficial.
Nuestro camino Una de ellas es reparar en el contenido de la visita. Otra, en la publicidad Cuando se hace hincapié en el contenido, gana el país. Cuando se tiene en cuenta sólo la propaganda, gana el gobernante.
frente y, como en la guerra, en medio sólo aparece el escenario de la lucha, y, no, como debería ser, la ley, la razón o la palabra.
11 Otra información proveniente de El Salvador debe inducirnos a la meditación. Ocho agrupaciones sindicales de profesionales decidieron acuerpar el movimiento terrorista en ese país y luchar desde la clandestinidad. Se le declara la guerra así no sólo al gobierno, sino a las instituciones, a la ley, a cuanto estos grupos juzgan contrario a sus intereses o designios.
La lección está ahí, una vez más, a pocos kilómetros de Costa Rica.
Cuando Luis Echeverría viajó a Europa, llevó una legión de ser vidores. El lujo estuvo a la orden del día. El despilfarro fue el objetivo máximo. Había que impresionar, como si los europeos se dejaran impresionar.
Como lo comentábamos en un reciente editorial, nos quedan algunos caminos ante la crisis salvadoreña: regodearnos de la paz que disfrutamos en Costa Rica, envanecernos y formular críticas insensatas contra este estado de cosas en El Salvador o ahondar en nuestros problemas y extraer, con previsión, las conclusiones o enseñanzas pertinentes.
Con idéntico estilo pomposo y tonto viajó Torrijos. Al fin de cuentas, somos subdesarrollados y, como tales, polos y sin gasto.
Seguimos repitiendo la anécdota del viejo aquel que se sacó la loteria y gastó el dinero en dientes de oro para él, para su señora y para sus hijos. Cada boca era una mina.
Estas amenazas o anuncios acarrean dos consecuencias inevitables: el señorio de la violencia, lo cual quiere decir, en cualquier sociedad, no importa su régimen político, el sacrificio de los inocentes. Al tomar los grupos subversivos la justicia en sus manos, ipso facto comienza el reino de la injusticia, es decir, una situación peor que aquella que se combate.
Como los ticos somos pobres, don Daniel Oduber se llevó a París a dos de sus intimos amigos, pero, previamente, ordenó una publicación pagada, en ocho páginas, en una de las mejores revistas que se editan en Europa: Express.
Lo leimos, el sábado pasado, en La Nación.
Por otra parte, este desafío abierto al gobierno trae consigo el fortalecimiento del régimen militar, que tendrá a mano mayores pretextos para asentar su poder y echar mano de la violencia.
Llegados a este punto, desembocamos en algunos planteamientos anteriores: la necesidad de que los costarricenses convengamos en un acuerdo nacional básico para defender lo esencial y perfeccionarlo. Y, como la representación popular está en manos de los partidos políticos organizados, a estos corresponde dar este paso.
Ocho páginas en esta revista cuestan un cachimbal de dólares.
Lamentablemente, el reportaje especial sobre don Daniel y el Gobierno se publicó el 17 de julio, cuando don Daniel Oduber había regresado a Costa Rica. Pero, este es un pecado leve.
En medio de estos dos grupos, extremistas por un lado y el gobierno militar por el otro, con la amenaza desafiante de un grupo terrorista de derecha, quedará el pueblo salvadoreño, que será, sin lugar a dudas, la primera víctima. El desenlace es de sobra conocido: la muerte, la violencia y, a la postre, el afianzamiento de los militares.
La madurez politica de un pueblo no se ha de medir por su participación en los comicios electorales y ni siquiera por el orden que en estos demuestran, sino esencialmente por su capacidad de prever, gracias a la visión de sus dirigentes, soluciones o adelantarse a los acontecimientos.
Lo triste es que, mientras en Costa Rica no alcanza el dinero ni para satisfacer las necesidades más apremiantes, se bote el dinero en estas tonterias.
La publicidad debe orientarse con inteligencia. Ha de satisfacer algún objetivo determinado.
La crisis en El Salvador está llegando al punto más grave, aquel en que es imposible recurrir al diálogo, a la institucionalidad, al compromiso politico o a cualquier forma de civilización para detener el caos e implantar reformas, sobre todo en el campo agrario. Los grupos están frente a Costa Rica está rodeado en estos momentos de violencia y de extremismos, y, en el interior del país, han conjugado sus fuerzas algunos grupos que no son, por cierto, un modelo de convivencia y de respeto a la ley o al ser humano. Por qué no prever y, encima de las divergencias políticas, desembocar en un acuerdo esencial en el que todos comulguemos y todos defendamos con lealtad. En el periódico Le Monde, de Paris, y en muchos otros periódicos y revistas de Estados Unidos y de Europa se publican constantemente reportajes sobre los más variados países. estas publicaciones son gratuitas, pues se trata de un servicio para los lectores.
Además, estas publicaciones ofrecen una ventaja: no traen la coletilla de campos pagados o de publicidad especial, que no es sino una forma de decir que se trata de un mensaje interesado y cal.
culado, es decir, que el lector lee con prejuicios.
HABRÁ QUE IMPORTAR CARNE CORTO PLAZO (LA NACIÓN)
OIGA: ADEMA DE MINÚSCULO, ESTE BISTEC NO TIENE SELLO DE HECHO EN COSTA RICA DE ACUERDO SEÑOR, PERO SU QUEJA DEBE PRESENTARLA AL BANCO CENTRAL Por otra parte, la publicidad pagada por países pobres como el nuestro debe explotarse con sentido técnico, es decir, no basta con pagar una costosa publicación en una revista o en un periódico de gran circulación en Europa o en Estados Unidos.
Vue Es necesarlo desarrollar un plan de modo que la publicidad sea algo más que una información periodistica. Des de este punto de vista, las embajadas y el Centro para la Promoción de las Exportaciones y las Inversiones podrían combinar sus esfuerzos.
laleh La cuestión reside no en publicar un costoso reportaje, sino en de terminar objetivos concretos. Es decir, no se trata de una publicación a lo loco. más personalista que de contenido, sino de lograr ciertos fines específicos.
No es asunto de pagar campos pagados, sino de algo más.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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