LA REPUBLICA. Lunes de agosto de 1977 13 ¡Albricias! Tenemos un ministro diseñador esa una nueva carrera creadora recientemente, aquí donde las cosas suceden sin que uno se dé cuenta. Vaya usted a saberlo! Pero lo cierto es que el propio titular, que conoce profundamente la lengua española, nos lo dice sin tapujos.
En una reciente disputa entre un ministro y un viceministro, el señor de marras declara que se le ha suplantado en sus funciones de diseñador y máximo ejecutor de la politica internacional de Costa Rica.
Esto nos ha movido a tener pensamientos muy serios sobre la trascendencia del asunto, porque si diseñar es hacer un diseño. diseño es traza o dibujo de una figura, y descripción o bosquejo de alguna cosa, hecho por palabras, y diseRicardo Blanco Segura Es indiscutible, que todo. presidente de la República debe tener en su gabinete ministros de muy diversos oficios. Uno, debe ser agricultor; otro, economista; otro abogado; otro médico, otro ingeniero, etc. Es bueno que así sea, porque de acuerdo a su capacidad y sus limitaciones cada uno dará de sí mismo lo mejor para el servicio del pais. Sin embargo, nunca habíamos visto un ministro decorador, o modisto, o maestro de ceremonias. Por eso ahora nos sorprende saber que Costa Rica tiene un ministro diseñador. Será ñador el que diseña o dibuja. no vemos qué funciones pueda tener en un Consejo de Gobierno un diseñador menos de relaciones internacionales.
Realmente, el tema es interesantísimo, ya que.
tomando en cuenta la temá.
tica del diseño, debe tratarse de algo así como de un cuadro abstracto, de gran fuerza imaginativa, propio para la portada de una antología de Robert Bloch o una recopilación de Kurt Singer. esto sí que no es cosa de broma, porque si el asunto es así, puede ser que estemos ante un nuevo movimiento artístico, capaz de mandar al diablo el fauvismo de Matisse y todos los ismos. surrealismos y cubismos habidos y por haber. Yo, al menos, sabía hasta el momento que un arquitecto diseñaba un edificio, que un modisto diseñaba un traje y que un dibujante diseñaba un anuncio; pero eso de que exista alguien capaz de diseñar política internacional. de veras que no me lo imaginaba. Será que esa política, de parte de Costa Rica, no es más que tortas y pan pintado. tal vez sólo esbozos? Lo ignoro.
Pero el Ministerio de Cultura y la Dirección de Artes y Letras deberían tomar cartas en el asunto y propiciar una exposición de los diseños del ministro.
especialmente del misterioso cuadro que el propio autor llama la nueva política internacional diseñada por mí. Para no forzar mucho la imaginación yo me lo imagino como gran lienzo. lleno de viejillos estirados vestidos de pingħino.
firmando un montón de papeles alrededor de una mesa llena de copas con champaña, todo bajo un cielo muy lindo sa de avioncitos. quizá se trate de un manchón negro, cuya interpretación quede al gusto del espectador.
Buento de todos modos.
también la Editorial Costa Rica debe estar de plácemes. porque ya tiene un posible diseñador de la portada de algún libro sobre democracia.
cómodo andar con un diccionario de la Real Academia debajo del brazo en todos los aeropuertos.
Sea como sea, hace un tiempo teníamos un ministro DOdesestabilizar, y es probable que a como andamos en el habla, el Ministro de Trabajo sea pronto Ministro de Marginalidad y el de Transportes Infraestructurador. Lo cierto es que, como ya tenemos diseñador, ojalá hubiera alguno mejor orador y mejor escritor; y para que todo rime en or. que fuera menos dolor. si acaso yo estoy equivocado y lo que el ministro quiso decir fue que él era el director de la politica internacional de Costa Rica y se refirió a la nueva política internacional planeada por mí. entonces la cosa cambia y no es como para confundirse. En medio de todo, debe ser muy in¡Ay. tiempos idos de Fernández Guardia, de Brenes Mesén. de Carlos Gagini, de Aguilar Machado. y más recientemente de Beto Cañas y Carmen Naranjo. un La novela de Fabián Dobles Ese que llaman pueblo Floria Jiménez del medio; ese medio que azota sin tregua el paludismo, el clima insalubre, la falta de higiene, exprimiendo, poco a poco, en forma irónica, hasta la última gota de vida a cambio de dinero. El ser humano se vuelve deshumanizar, en el fondo de una botella:. muchas caras se asomaron a las rendijas y a las puertas. Unas reian enseñando filas de dientes amarillentos y ojos sibilantes. Al que se acerque lo rajo. gritaba el Cubano, como un simio hacía cabriolas sobre el escenario embarrealado. Estaba borracho hasta los huesos. ESE QUE LLAMAN PUEBLO es la novela en la cual se manifiesta Fabián Dobles como un profundo conocedor del alma humana. Pasan por sus páginas, en sabia yuxtaposición, personajes y ambientes. Cada uno de esos seres representa un grupo humano de la sociedad costarricense de principios de siglo. Todos ellos descritos con un profundo realismo en sus rasgos físicos y sicológicos ESE QUE LLAMAN PUEBLO es el hombre, víctima de sus fracasos quien, en un arranque de inconsciencia olvida transitoriamente su destino, arrasando a su paso la felicidad de los suyos. Así es el hombre en pos de su propia identificación. El sabor amargo es necesario para conocer la dulzura, el desasosiego para encontrar la paz, el dolor para saber en dónde está la alegría. Fabián Dobles plantea, hábilmente la redención de los personajes a través del arrepentimiento o más bien, del reconocimiento de sus errores, al tomar conciencia de sí mismos, de lo que son y de lo que poseen.
Es de aquella manera como el autor va desarrollando el drama de hombres y ambientes, paso a paso, hasta desembocar en el desenlace. Allí encontrará el lector un oasis de conciliaciones: el regreso al hogar, el perdón de las ofensas, el triunfo de dos sentimientos predominantes: el amor y la amistad.
Fabián Dobles conoce el alma campesina. Es el diosecillo omnipotente dentro de su casa, y en contraposición, su mujer, sumisa y abnegada que paga sus desvelos con el tormento fisico y moral. Pero, a pesar del sufrimiento que abarca a los hijos, acepta su destino con indiscutible estoicismo, producto de sus convicciones religiosas y de su ignorancia.
Maneja Fabián Dobles, con gran maestría cuatro escenarios nacionales: El campo, introducción y desenlace de la novela. Ese campo lleno de frescura, esperanza, fecundidad, sencillez, aliado del hombre. La selva avasalladora, cuyo espíritu es más fuerte que el hombre. Poco a poco, se va apoderando de él, lo utiliza, estableciéndose una lucha inútil en pos del dominio de uno sobre el otro. Finalmente triunfa el ambiente. El hombre deja de ser el mismo para convertirse en proyección de aquel espíritu indómito que lo deshumaniza: De nuevo con los hombres. Pero ya no los sentia bullir en su alma, porque en él vivia la selva que lo habia atrapado en sus bejucos y azotado con su ramalazo de dureza y huraia. La zona bananera otro ambiente descrito en toda su cruda realidad manifiesta. De nuevo, el hombre victima La ciudad en contraposición a los otros ambientes.
la ciudad se manifiesta en todas sus contradicciones. Vista por los ojos asombrados del campesino. El hombre ante lo desconocido abriendo su mente a la agresividad, al interés mezquino, a la hipocresía y demás complicaciones humanas que le son ajenas. esa inadaptación le produce un fuerte sentimiento de soledad y nostalgia. Alli en ese medio el hombre pierde su identificación, se deshumaniza y sufre angustiosa soledad. La ciudad está descrita en forma signiticativa en esta expresión. La gente es una manta que se estira y se encoge. La novela ESE QUELLAMAN PUEBLO está magistralmente estructurada en cuatro partes: El campo: ese origen, las raíces. Predomina el tema del amor y el pronto desengaño que contradictoriamente, resulta ser falso.
11 La ciudad: el campesino huye de si y se enfrenta a lo desconocido. Parte dominante de la novela. III El retorno al campo: el regreso a su origen. Búsqueda de su propia identificación. Reconciliación con el medio IV Triunfo de los sentimientos nobles, el amor y la amistad.
Afirmación del hombre como tal.
Cada una de las partes de esta monumental novela tiene independencia de temas y personajes. pero el autor las enlaza habilmente gracias a la unidad que les confiere la presencia constante de dos personajes y sus destinos paralelos: Juan Manuel Anchia y Reyes Otárola, dos campesinos. Fabián Dobles posee este especial privilegio del narrador capaz de englobar múltiples acontecimientos en una sintesis de hombres, ambientes, vidas y sentimientos. Sabe amalgamar en forma admirable el pasado con el presente a través del hbil manejo de la regresión temporal.
dándole acción al tiempo con un propósito definido: presentarle al lector una visión panorámica, absoluta del drama que se desarrolla. El titulo se relaciona en forma acertada con el desarrollo.
de la trama. Ese que llaman pueblo. son todos los pue.
blos, y no uno en particular. El pueblo del concho. el del joven y el viejo, del rico del pobre. El pueblo es el hombre mismo. sus propias raices, su identificación. Allí, de donde vienen donde vuelven. Fabian Dobles con hondo sentido humano, plantea la tesis de la bondad natural del hombre que, a pesar de sus Ilaquezas, sabe cumplir con su destino. El vocabulario es regionalista en los diálogos, poético profundo en labios de autor. Fielmente transcrito, el lenguaje campesino sirve de puente entre la siquis del personaje y el medio exterior dejando entrever en lorma nitida, el alma ingenua, libre de intereses y convencionalismos egoístas. La novela ESE QUE LLAMAN PUEBLO es una prosa de alta calidad humana y literaria. La situación social, el drama de los hombres y sus ambientes está magistralmente enmarcado por imágenes de indisctutible fuerza expresiva y honda poesia, que trascienden los límites de lo particular, elevando los acontecimientos al plano de la universalidad. Conoce, adivina o intuye tanta complejidad humana para lograr tan magnílicos efectos? Esa es la interrogante que conmueve la mente del lector al cerrar la última página de FSE QUE LLAMAN PUEBLO. magistral novela de Fabián Dobles.
31 Triunfará el consumo donde ha fracasado el marxismo?
Gustave Thibon Pan y circo En el artículo que presentamos, el conocido filósofo francés, Gustave Thibon, hace un fino análisis sobre la verdadera perspectiva que tiene el enfrentamiento del marxismo con la vida religiosa en los países de Europa Oriental; y lo que verdaderamente significa la religión en la vida del hombre.
El siguiente texto está tomado de un discurso de Kasimir Kakol, Ministro de Asuntos Religiosos de Polonia. Por qué las iglesias están llenas hasta rebos ar? causa de unas necesidades mal satisfechas. Se va a la iglesia para colmar un vacío de la vida social, por falta de buenos pensamientos. Si diéramos a la gente mejores diversiones, dejarían de ir a la Iglesia. Por tanto, la mejor arma para vencer a la Iglesia es lograr un nivel de vida más cómodo y confortable. Si conseguimos hacer una sociedad de consumo, obtendremos situaciones análogos a las de Occidente, que acelerarán el debilitamiento de la Iglesia.
He aquí una confesión importante, cuyas consecuencias es preciso saborear.
DOBLE FRACASO Según uno de los dogmas marxistas, la religión es el opio del pueblo, es decir, el refugio ilusorio de los desposeídos y de los oprimidos. Dad al pueblo el bienestar material y todas las diversiones que de él se derivan pan y circo, decían los romanos, y ya no tendrá necesidad de la religión. Luego nuestro orador reconoce que la sociedad comunista sigue siendo incapaz de proporcionar al pueblo pan y circo.
Pero el comunismo no es sólo un sistema económico, sino también un ideal de paz, de justicia, de fratemidad que, según la óptica de sus profetas, debe permitir al pueblo soportar extinción del Estado de gran dia de la ciudad futura. etc.
Entonces. cómo es posilas privaciones del presente con la esperanza consoladora de un futuro radiante: mitos de la ble que, en este campo incontrolable de la fe y de la esperanza, estos pobres polacos se vuelvan hacia la Iglesia Católica y no hacia la Iglesia marxista, y prefieran la promesa del mundo venidero. es decir, de la eternidad feliz en vez de las mañanas radiantes.
Son dos hechos que revelan el doble fracaso de la ideologia marxista: en el plano económico, pues es incapaz de asegurar la prosperidad económica, y en el plano espiritual, ya que no logra inspirar confianza en sus promesas.
EL IDEAL DEL CONSUMO Como militante del ateísmo, Kakol debería en buena lógica propugnar el abandono de la economía socialista y la vuelta a la libertad de mercado. De este modo, su país tendría muchas más posibilidades de acceder a un nivel de consumo parejo al de Occidente ique Kakol presenta como modelo! y, siempre según sus propias palabras, contribuiría poderosamente a debilitar la religión. Quien quiere el fin debería querer los medios.
Pero Dios tiene una vida más duradera de la que imagina el dirigente polaco. Tan duradera como la eternidad, que es uno de sus primeros atributos. Esta sociedad de consumo la sociedad que erige el consumo y las diversionesen valores supremos y capaces de des tronar a Dios en el corazón de los hombres, la conocemos en Occidente, y podemos juzgarla por sus frutos.
Es muy cierto y el Papa Pablo VI ha denunciado repetidas veces este sombrío reverso del progreso técnico y de la economía de la abundancia, que ha contribuido ampliamente a separar a las almas de sus raíces divinas. Los pasatiempos como si se tratara de matar el tiempo, en lugar de llenarlo. han embotado en nosotros el sentido de lo eterno.
De suerte que el ateísmo practicado, si no proclamado ha ganado terreno en Occidente, mientras que lo pierde cada día, a pesar de las propagandas oficiales, en los Estados totalitarios.
DONDE VOLVEMOS PASCAL En esto, las palabras de Kakol coinciden, según juicios de valor opuestos, con los textos célebres del Pascal sobre la diversión como disolvente de la vida interior y del sentimiento religioso.
Entonces es preciso deducir que la religión, como enseña el marxismo, no es más que el sustitutivo imaginario de la carencia de bienestar material? Al revés, este bienestar es el sucedáneo de la religión; el amplio abanico de facilidades que nos ofrece nos oculta el misterio de nuestro origen y de nuestro fin. Un velo impuro y frágil que, tarde o temprano, se o desgarra y deja al desnudo el vacío infinito que recubre.
Insisto en esta palabra clave: el vacío. Se va a la iglesia para llenar un vacío, dice Kakol. Qué vacío. Este vacío superficial que crea la falta de pan y de circo? Pero Occidente, después de un periodo de euforia ficticia, comienza a sufrir otro vacío: ese vacío profundo que deja en el alma la abundancia mal digerida de pan y de circo, y que se traduce por el aburrimiento, la angustia o la revuelta. los mejores, decepcionados por estos alimentos externos que engañan el hambre sin saciarla, vuelven a la fe religiosa, de manera que la abundancia produce los mismos efectos que la privación.
Querido señor Kakol, Pascal de vía estrecha, no es tan fácil deshacerse de Dios. El nos espera al final de todos los caminos, y todo camino que no lleva a El se convierte en callejón sin salida. Dejad la fe a vuestro pueblo: la necesita, entre otras cosas, para soportar la penuria y, si llegáis a provocarle el bienestar un día cosa de la que dudo mucho a causa del carácter antieconómico del colectivismo, la necesitará más aún para dominar la abudancia.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.