Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
10 LA REPUBLICA. Lunes de octubre de 1977, EDITORIAL Do Re Ai Había una vez en Turrialba un tuerto.
Una respuesta antiacadémica o, lo que es lo mismo, había una vez un tuerto en Turrialba.
Esta figura se llama hiperbaton.
a Resulta que el tuerto se paseaba día y noche por el anden del ferrocarril. La gente, al verlo, exclamaba. Eh, tuerto. el tuerto, dominado por la furia, le mentaba la madre a voz en cuello al Importuno.
un Pero, como todo lo necio aburre en esta vida, los turrialbeños se cansaron del tuerto y nadie lo volvía a ver. Nadie le decía. Eh, tuerto. el tuerto se paseaba por el anden y por las calles de Turrialba pero, como nadie reparaba en él ni lo tomaba en cuenta, apenas divisaba a alguna persona la increpaba diciéndole. Quién dijo tuerto, hijo de. que haría Si las denuncias del Benjamin Núñez, Rector de la Universidad Na.
cional, conmovieron la opinión pública y pusieron en movimiento a diversos sectores del país, hondamente preocupados por la entroniza.
ción del marxismo en centro universitario, la respuesta del Consejo de la UNA les da la razón al Nuñezy a los profesores que formularon idénticas denuncias. El Consejo de la UNA ataca al Rector con saña, irres.
peto y falta de argumentos. En esta contestación encuentran el Núñez y los profesores demócratas de la UNA el mejor testimonio, pues sólo cuando una institución toca fondo es posible concebir y publicar una respuesta fan impropia de una universidad.
El Consejo de la UNA no da respuesta a una sola de las denuncias formuladas en estos meses. Por el contrario, recurre a un expediente anticientifico y antiacadémico, común, por cierto, ciertos comunistas: recusar de plano al denunciante. En lugar de ahondar en los hechos y de investigar a fondo, se recurre al ataque personal. Le niega credibilidad el Consejo al Núñez y con este recurso dialéctico cuando alguien se les opone se lava las manos y cree satisfacer su conciencia. Aún más, le solicita a los decanos que investiguen, como si esta clase de denuncias se pudieran transferir a otras personas.
Por otra parte, todo el problema académico y democrático de la UNA se reduce, según el Consejo de la UNA, a un solo caso: la pugna surgida entre aquel y el Rector por Alberto Salom. La falta de perspectiva intencional o fingida. no puede ser más dolorosa y sorprendente.
Mas, no sólo no da respuesta al Consejo de la UNA a una sola de las denuncias formuladas, sino que se mofa del Rector y le echa en cara que, en algunas ocasiones, ha tenido intenciones de renunciar, lo que denota la saña con que este documento fue concebido y redactado.
Creiamos los costarricenses que el Consejo Universitario de la UNA iba a responder con altura, con argumentos, a las numerosas denuncias publicadas en estos meses y que, convencido del mal rumbo que ha tomado la UNA, en el orden académico y democrático, estaba dispuesto a realizar toda clase de investigaciones o un firme propósito de enmienda, a fin de que la UNA recobre su prestigio y sea, en verdad, un centro universitario donde reinen la excelencia académica y el respeto a los principios y valores de la sociedad costarricense. En su lugar, se responde con insultos, con altaneria y ausencia radical de razones. La animadversión hacia el denunciante les ha hecho perder la perspectiva y, así, en vez de rebajarlo o de humillarlo, lo han enaltecido, por cuanto, si bien el Rector ha reconocido públicamente un error y se ha erguido contra los comunistas, el Consejo de la UNA ni siquiera se inmuta y rechaza a priori los graves cargos lanzados contra la Institución de parte de su Rector y de numerosos profesores.
Quedan notificados los costarricenses que, en esta lucha democráti.
ca, para rescatar la Universidad Nacional no se podrá contar con su actual Consejo o, al menos, con quienes estuvieron de acuerdo aprobar un documento tan desabrido y tan carente de razones.
Cuando alguien no llama la atención en nada, tiene que echar mano de algún medio estrafalario para que alguien lo vuelva a ver.
La actriz en decadencia se lanza desnuda a la calle. El ladrón sin su foto en la prensa comete una fechoría peor aún. El secuestrador sin publicidad es capaz de robarse a su propia hija para que hablen de él.
a los delincuentes y los que imitan los métodos de la mafia recurren a la mentira y a la infamia para que aquellos que no se fijan en ellos les concedan el honor de alguna respuesta.
No les interesa el contenido de la contestación. Lo que les importa es que alguien se fije en ellos. Qué importa que algún día se les emplace y se les pida cuentas. En estas ocasiones, a cualquiera se le caería la cara de vergüenza cuando no pudiera contestar, pero a estos retoños, fieles discípulos de la mafia internacional, todo les entra flojo.
Ellos simplemente obedecen órdenes.
Qué importan sus claudicaciones, sus terribles cambios de opinión, sus tremendas contradicciones morales e ideológicas. Al fin de cuentas, han aprendido bien el oficio.
en si nadie los vuelva a ver, gritan: Quién dijo tuerto hijo de.
Ante el sonoro mentonazo de madre, todos rien, pero ellos se sienten satisfechos. Al menos, alguien se ha fijado en ellos.
Propaganda oficial Por eso, no se deben abrigar sentimientos de animadversión o de ira contra ellos. Son dignos de compasión. Hay algo más triste en la vida que no dar la cara?
o ¿Es que hay algo más vergonzoso que no poder ofrecer una respuesta cuando alguien lo emplaza a uno?
Han surgido diversas voces en estos meses que denuncian el derroche de dinero, de parte del Gobierno, en el rubro de publicidad.
Posiblemente, la causa de este problema reside en el hecho de que no se distingue entre lo que es propiamente propaganda y lo que es información.
Qué feo es bajar la cabeza no en señal de humildad o de respeto, lo cual honra, sino de vergüenza.
Pero. es que algunos sienten verguenza? Los han puesto a hacer y a escribir tantas inmundicias que, al final, se les convierte en un hábito.
o El Gobierno tiene derecho a utilizar el recurso de la publicidad, tal como lo hacen otras empresas, grupos asociaciones. Con todo, debe definirse previamente, que se entiende por publicidad oficial Conforme esta distinción, el estilo contenido de la propaganda y de la información oficial varia sustancialmente. Así, se toma nota de los anuncios publicados por el Gobierno en estos meses se observa a las claras que su fin no es informar al público, sino hacer propaganda electoral a tin de favorecer a un partido político.
Por otra parte, si los recursos se han de orientar hacia la satisfacción de determinadas necesidades sociales, conforme a la ley, resulta del todo innecesaria y hasta irrespetuosa la reiteración de la publicidad, por cuanto no está se suponevendiendo un producto, sino informando al país. si se informa al país, la publicidad machacona y avasalladora carece de sentido, excepto que este sea politico.
Quizá cuando se comprenda que el deber esencial del Estado es el servicio público, se entiende que a cierto tipo de publicidad no se le debe dar curso.
Es cuestión de gustos y de principios.
se cuando, al fin, adquieren la costumbre de la mentira y de la infamia, terminan por ser congruentes consigo mismos.
Sin pretender adentrarnos en un campo reservado a los técnicos, distinguiríamos entre la publicidad que se realiza con fines electorales o propagandísticos que se denominaria propaganda lisa y llanamente y aquella que tiene como fin Informar a los ciudadanos sobre determinados hechos.
Algunos son un modelo de congruencia, que la permanente Incongruencia es congruencla. Quién dijo tuerto Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.