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8LA REPUBLICA, miércoles de noviembre de 1977 EDITORIAL Do Re Mi. Nos complace que tres jueces. del Tribunal Superior Civil fuesen sobreseidos.
El Estado cocinero. El Juzgado Tercero de Instrucción rechazb de plano la acusación de prevaricato entablada contra ellos por no haber razón jurídica ni moral para enjuiciarlos.
En recientes declaraciones al periódico La Nación don José Figueres definió al Estado costarricense como el Estado cocinero.
Son ellos don Miguel Angel Sotela, don Héctor Julio González y don Alfredo Cob, cuyos nombres seguirán tan Inmaculados como hasta ahora lo han estado tras muchos años de labor intensa y nítida.
cativas o de la tramitación del prespuesto nacional, se observará que no ha sido un criterio técnico la guía de estas decisiones, sino el interés político o electoral, esto es, lo momentáneo, lo transitorio y accidental. Claro que estos son gajes del oficio. Todo juez puede estar expuesto a este tipo de acusaciones o, mejor dicho, de represalias, cuando alguien, no contento con un fallo, decide acusar de prevaricato.
Esta definición resume a cabalidad la deformación sufrida por el Estado costarricense que, habiendo adoptado funciones que no le corresponden, ha descuidado las propias, es decir, las esenciales. Gajes del oficio, que molestan y causan profunda aflicción, mis cuando se pueden presentar credenciales limplas en la vida. Cuanto más noble y limpio sea un ciudadano, más duele una acusación.
No puede negarse la importancia y buena intención de algunas iniciativas. Sin embargo, se ha fallado en los procedimientos. Al prevalecer el interés electoral o político, todo buen designio o propósito se malogra y si se obtiene alguno, es a costa de un sacrificio financiero muy elevado. los conchudillos no les preocupa una acusación más o una menos. Están acostumbrados al oficio. También les resbalan las crí.
ticas y las acusaciones a quienes son expertos en el encubrimiento o en no dejar rastro. Pero, a un ciudadano decente, entregado a su trabajo, que ha convertido el servicio público o privado en un sacerdocio, si le hiere cualquier acusación contra él.
Mas, no sólo don Pepe ha denunciado la desnaturalización del Estado costarricense y su ineficacia, sino también el ex Presidente don José Joaquín Trejos, los empresarios, diversos intelectuales y políticos costarricenses, así como la propia Oficina de Planificación que ha pregonado la urgencia de una reforma total de la Administración Pública, sin la cual resulta casi imposible llevar a cabo una obra de planeamiento. Un plan nacional de desarrollo sin una admi.
nistración pública moderna, funcional, eficaz es una utopía. Mas, estas acusaciones en hombres con limpias credenciales se convierten en una nueva ejecutoria de nobleza y de dignidad.
Por otra parte, como el fin ha sido electoral, el gobernante sufre la comezón de la obra nueva. de aquella que le produce de inmediato réditos electorales. De aquí que la tarea tan importante de la revisión del sistema institucional, del análisis del funcionamiento de las instituciones públicas, no sea tarea grata a muchos gobernantes. Como se trata de una labor silenciosa e invisible, esto es, no productiva electoralmente, generalmente se desdeña. Comprendemos el dolor de estos viacrucis por cuanto también el ejercicio de periodismo se parece en mucho al de la judicatura. El periodista no dicta sentencia, mas diariamente ha de enjuiciar hechos y personas, al comentar los sucesos nacionales e in ternacionales, actos de los gobernantes o las palabras de los diputados.
El periodista debe Informar tamblen todos los días, es decir, ha de escribir con apego estricto a la verdad y a la Justicia, pero, como solo Dios puede penetrar en el fondo de las cosas y de los seres humanos, pues es perfecto, solo El no puede fallar.
En este punto reside una de las tareas fundamentales del próximo gobierno, además de la reforma del sistema educativo. Sobre estos dos pivotes ha de girar buena parte de la acción del próximo gobierno, si quiere, en verdad, realizar una labor consistente duradera.
El Estado costarricense ha incur.
sionado en todos los campos no con base en una serie de objetivos o de prioridades claramente definidas, sino, sobre todo, a impulso de la improvisación y del interés electoral.
Tenemos en Costa Rica el Estado cocinero, el Estado pulsero, el Estado inversionista, el Estado constructor, el Estado viajero, el Estado radioperador y técnico en televisión a juzgar por el último proyecto el Estado nodriza, el Estado banquero, el Estado, en fin, que ha intentado meterse en todos los campos y que ha descuidado sus funciones fundamentales. Los demás podemos equivocarnos, y por lo tanto, estar expuestos a un juicio por injurias y calumnias. El juicio por injurias y calumnias es el correlato en el periodismo del juicio por prevaricato en la judicatura.
Si se analiza la génesis de numerosas instituciones del Estado costarricense, de muchas inversiones, del establecimiento de instituciones eduTodo esto necesita una revisión a fondo, pues, de seguir por esta senda, tendremos una forma de dictadura camuflada que no por ser encubierta es menos peligrosa. Sobre el juez y sobre el periodista pende siempre esta espada de Damocles. Hay, sin embargo, una diferencia.
LA FAMILIA SOMOZA: UN IMPERIO ECONÓMICO CUCHI CUCHI. El juez tiene a su favor el tiempo y dispone de diversos recursos para comprobar los hechos. El periodista, en cambio, trabaja contra reloj.
El tiempo es su mayor enemigo. YA EJ GERENTE DE UNA COMPAÑÚ YO QUIERO OTRO BANCO. Cada periódico es así, el punto de reunión de las noticias nacionales e internacionales, de las palabras y de los hechos, de las decisiones y las indecisiones. El periodista debe, por ello, seleccionar, espigar)
ofrecerle al día siguiente al lector una síntesis de las noticias del mundo. Esta labor excede en mucho la capacidad de un grupo de hombres, po lo que el error puede presentarse en cualquler momento, la palabra que molesta, el titular que disgusta, el comentario que suscita animadversión. cualquier cosa puede ser motivo de un juicio. Pero, si la labor del periodista es difícil porque es una lucha contra el tiempo, la del juez es más grave y decisiva por cuanto es una lucha contra la injusticia.
Pero, sobre ambos pende la posibilidad de un Julclo.
Cuando un periodista y un juez son absueltos hay alegria en la casa el Señor, pues ambos tienen ligado su destino a la verdad y a la usticia ledom Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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