LA REPUBLICA. Mércoles 11 de enero de 1978 Un reto a la Iglesia Católica Sed de espiritualidad Es una creencia muy generalizada la de que el hombre, conforme ha ido avanzando en el progreso material ha hecho abandono de sus valores espirituales. Puede llegarse a esa conclusión si tomamos en cuenta que el ser humano de nuestra época nada en un mar de comodidades y recursos para hacer las cosas más fáciles, que poco a poco le han ido despojando de sus preocupaciones morales y sobrenaturales. Sin embargo pocas veces en el trascurso de la historia la humanidad ha evidenciado tantas ansias de espiritualidad como en el presente.
No se trata de una actitud sujeta a elementos dogmáticos dependientes de talo cual doctrina religiosa, como en los tiempos medievales: al hombre de hoy no le preocupa wántos ángeles pueden bailar en la punta de un alfiler o si la Virgen María tuvo la Gracia infusa. Lo que se nota en múltiples manifestaciones es la búsqueda de una respuesta a las demandas espirituales del ser humano, que hoy más que nunca sumergido en la trampa de la sociedad de consumo de los avances de la técnica y de la ciencia.
de cajones de cemento y metal etc. bien puede decir con el salmista: como el ciervo busca las aguas de la fuente. asi desea mi alma al Señor.
Tratando de dar una contestación positiva a quienes claman por ella, pululan en el mundo los predicadores. los nuevos profetas, los exaltados y los visionarios que, Biblia en mano, o simplemente armados de su lógica, proclaman a los cuatro vientos mensajes de salvación o caminos a seguir para encontrar nuevas metas de superación y realización espiritual.
En nuestro medio la preocupación por los asuntos espiritualistas. el interés por la literatura esotérica, el auge deal movimiento gnóstico, la práctica del yoga y la creciente vigencia de los carismáticos, amén de las múltiples confesiones cristianas que abundan por ahi. todas tratando de contestar el ¿qué somos. dónde vamos. de dónde venimos? son una muestra de la efervescencia que el asunto tiene, aunque aparentemente la indiferencia sea la nota dominante. ello es precisamente producto del materialismo en que vivimos. que en vez de atrapar al hombre entre sus garras.
pareciera liberarlo y plantearle la necesidad de algo superior.
Esta situación constituye. indiscutiblemente, un reto trascendental para la máxima exponente de la espiritualidad entre nosotros: la Iglesia Católica, que tiene en sus manos la conducción del sentimiento religioso de sus fieles. pero que en los últimos tiempos no responde cabalmente a su llamado.
Pese a las renovadas disposiciones del Concilio Vaticano 11. a la simplificación de la liturgia y a la abierta participación de los fieles en la misma, la jerarquía católica integrada por obispos y sacerdotes, no ha respondido como debía a las demandas de los cristianos de nuestro tiempo. digo la jerarquía porque todos somos Iglesia y por lo tanto, cuando se habla de estos asuntos, es un error decir: la Iglesia esto o lo otro los lujos de la Iglesia los errores de la Iglesia. cuando todo ello no corresponde a la totalidad de los bautizados sino a quienes tienen en sus manos la administración material y espiritual de la institución. Esta, llamada a ser un reino sobrenatural de paso sobre la tierra. se ha convertido últimamente en un reino de este mundo en el que privan más los intereses puramente materiales de los humanos que la formación y la salvación de su alma. la gran mayoría de los obispos y de los sacerdotes contemporáneos sea por moda. sea por competir con las ideologias socialistas totalitarias, parece obsesionarles únicamente la llamada cuestión social en la cual han puesto el centro de gravitación de todo el mensaje de Jesucristo. Nadie puede negar, so pena de caer en la obcecación espiritualista más absoluta, la importancia que el asunto tiene como parte de la doctrina cristiana: hasta la saciedad pueden citarse textos del Evangelio, de San Pablo y de Santiago relativos a la justicia social, en cuya base fueron concebidas encíclicas como la Rerum Novarum. la Quadragesimo Anno o la Populorum Progressio, respaldadas por Ricardo Blanco múltiples razonamientos emanados de la suprema autoridad. Pero de eso, que nada más es parte de una forma de vida y de fe. a convertir el asunto casi en el único motivo de preocupación de la Iglesia de nuestro tiempo, hay mucha distancia. Paulatinamente los sacerdotes han ido borrando su imagen espiritual entre sus feligreses, partiendo de de.
talles al parecer tan intrascendentes como el abandono de sus hábitos, en un afán de aseglaramiento que solo confusión ha traido. Porque aquello de que el hábito no hace al monje y lo principal está por dentro, es una falacia ya muy gastada. Las cosas se nos representan materialmente y lo externo debe corresponder a lo interno, se quiera o no. Si el asunto hubiese parado alli. no sería tan grave. Pero lo malo es que múltiples prácticas de auténtica inspiración cristiana se han abandonado o han pasado a segundo plano.
como si aquello de buscad primero el Reino de Dios y su Justicia se hubiese cambiado en buscad primero el reino de la tierra y su comodidad y conveniencia. Qué se hicieron los grandes predicadores. Qué fue de aquellos solemnes actos li.
túrgicos que movían a las multitudes y afianzaban su fe. Qué fue de aquellas santas misiones que se efectuaban en las iglesias de tiempo en tiempo y obligaban a reflexionar y hacer propósitos de nueva vida. Dónde están las modernas cartas pastorales que den una respuesta práctica y positiva a las preocupaciones espirituales del cristiano de hoy?
Todo brilla por su ausencia. Eso si: digale usted a un clérigo que se eche a la calle a clamar apor la reforma agraria o a respaldar un desfile de primero de mayo, y allí estará de primero, agitando banderas y gritando a más y mejor. Los obispos se reúnen en simposios y seminarios para analizar el marxismo: pero no lo hacen para enfrentar y dar soluciones al problema de las drogas, de la prostitución del alcoholismo, de la desintegración de los hogares, del aumento de la delincuencia y de otros tantos asuntos que guardan estrecha relación con los principios de la teologia moral y de los man.
damientos. Con tal de que todos tengan un terreno para sembrar, ropa, comida y algo de plata, asuntos que forman parte esencial de las atribuciones del Estado y no de la Iglesia.
poco importa la salvación de las almas y la plenitud de vida espiritual de los cristianos.
ávidos hoy más que nunca de un verdadero mensaje en ese sentido.
Véase hasta que punto ha llegadoo la indiferencia de la jerarquía católica respecto a cuestiones que no se relacionan directamente con la justicia social. que habiéndose planeado abiertamente y con la bendición estatal una campaña decididamente anticonceptiva y de control de la natalidad en nuestro pais, no se ha escuchado la voz de ningún pastor para combatirla o comentarla. qué actitud más opuesta a la doctrina 10 católica que el contro mediante el uso de medios artificiales, una y otra vez condenado por los pontifices. Es posible ésto en un Estado que constitucionalmente se dice católico y que, como tal debe profesar y resguardar los principios de la religión que públicamente ostenta. es que un asunto como el control de la natalidad. o de la fecundidad, como disimulan ahora los sofistas. no involucra solamente principios doctrinales sino que compromete el futuro de la niñez y por ende el de la Patria?
Hoy más que nunca se imponen la reafirmación y el fortalecimiento de la es.
piritualidad de la Iglesia: porque en ella radicó su fuerza secular y es la única que puede formar hombres y mujeres fuertes frente a los embates del materialismo ateo. Bien está que se hable de una teologia de la liberación. pero no de una liberación de la teologia El reto que enfrenta la Iglesia contemporánea es de consecuencias incalculables.
obsesionada como está con la cuestión social: porque depende de su acción en el campo espiritual el seguir siendo la fuente de conocimientos y realización de los hombres en ese plano, o ceder el campo a las más disparatadas e inciertas tendencias esotéricas que, cierta o equivocada. alguna respuesta ofrecen.
La Euro Africa será la nueva superpotencia Juan Feresey CASABLANCA, MARRUECOS. Cuando Giscard Estaing. el Presidente de Francia, al igual que el rey Hassan II. hizo una rápida decisión de prestar ayuda a Zaire, transportando tropas marroquies al país africano por aviones franceses, unos cuantos oponentes políticos lo criticaron. Pero la mayoría obviamente endosó la decisión y algunos periódicos hicieron recordar que esto seguia directamente la política de De Gaulle quien había sido el primero en ofrecer ayuda durante la crisis de Berlín y en los días de la crisis de los proyectiles de Cuba.
Hay que destacar que la Comunidad Europea aprobó la movida francesa, así que Paris ayudi a un país africano moderado en el nombre de Europa. Se trataba de un gesto de solidaridad.
Tras la decisión francesa está el hecho de que Zaire el antiguo Congo Belga, cinco veces mayor que Francia tiene fronteras con varios estados francófilos y es, a su vez.
pais de lengua francesa. Hoy Francia está tal vez en contacto más directo con los pases francófilos que hace varias décadas, durante la era del colonialismo. Francia coopera y ayuda a sus antiguas colonias; y todas ellas aprobaron la ayuda logistica prestada a Zaire por el Presidente Giscard.
Más, algunos estados africanos le ofrecieron sus aeropuertos como bases logisticas. Le Point. una popular revista de Paris recuerda una entrevista, concedida por el Presidente Felix Houphoet Boiny, de la Costa de Marfil. Después de la intervención soviético cubana en Angola, hace un ano, Le Point le pregunto: Por qué no actuaron los americanos? El estadista africano contesto con una pregunta. Por qué no actuaron los europeos? El agregó a esto: Este era su turno de actuar. Pero ustedes no lo hicieron, ni siquiera lo pensaron. Los soviéticos avanzan solo cuando no hay nada delante de ellos. Moscú quiere separat Europa del Africa, esto quiere decir, de las materias primas. Ustedes tienen que despertarse, si todavía hay tiempo.
El Presidente Felix recientemente se reunió con el Presidente Giscard en Dakar, en la conferencia de los países africanos francbfilos. 19 presidentes africanos hablaron alli con Giscard y ninguno de ellos se opuso a la política africana de Francia. El anfitrión de la reunión, el Presidente Seoghor de Senegal, el poeta de la negritude pidió ain más firme cooperación de Francia.
Despues de la conferencia de Dakar, politicos africanos y europeos estaban de acuerdo que además de las superpotencias Estados Unidos, Unión Soviética y China una nueva super potencia deberia surgir. Euro Africa. La cooperación estrecha entre Europa Occidental y Africa pudiera crear esta nueva super potencia. basada en dos continentes La Comunidad Económica Europea, creada en 1958 por Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en la cual Gran Bretañia. Dinamarca e Irlanda ingresaron en 1973. tiene un potencial económico comparable solo con los Estados Unidos. Muchas de las antiguas colonias de Francia e Inglaterra que ganaron la independencia en los últimos veinte años, están vinculadas con el Mercado Común Europeo.
Europa y Africa se necesitan mutuamente. Europa tiene intereses primordiales para acelerar el desarrollo africano.
Por otra parte, los soviéticos tratan de usar a Africa como nuevo campo de maniobras.
Recientemente, el viaje de Podgorny y de Castro marcó el comienzo de nuevos esfuerzos a fin de transformar a Africa en un nuevo Vietnam.
Saladin, un caricaturista árabe preparó un dibujo, formando de Africa un gigantesco bift (beefsteak) en el plato de Brezhnev.
Otro periodista africano nos dijo: Es evidente que Moscú se esfuerza a ganar bases estratégicas en Africa. Ellos preparan la soga destinada a Europa Occidental. Pero parece que la época de la inactividad europea está terminada y Europa comienza a defender sus intereses.
by El Maroe Soir. al comentar la ayuda marroqui francés en Zaire comentó que un Munich africano fue evitado. El diario de Casablanca recalcó que los soviéticos envian a Africa sólo armas y consejos revolucionarios. pero la verdadera revolución, que se llama Africa, es una revolución contra la miseria y el subdesarrollo.
Es digna de atención una declaración de Hans. Dietrich Genscher, el canciller de Alemania Federal (Occidental. difundida por la radio de Colonia. La Comunidad Europea había adoptado una política común con respecto a Africa dijo el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania Occidental. Hemos llegado a un acuerdo ya en febrero de 1976. Los principios del acuerdo son estos: primero, la integridad territorial de los estados africanos tiene que ser respetada. Al mismo tiempo, nos oponemos a intervenciones dirigidas desde afuera. Objetamos tentativas de poderes extraafricanos para crear zonas de influencia en Africa.
Europa desea una Africa independiente. Nosotros no queremos transplantar en Africa nuestros sistemas de gobierno o sistemas sociales; los africanos mismos tienen que formar su sistema, siempre en la independencia.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.