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LA REPUBLICA. lunes 30 de enero de 1978 Libertad de sufragio y libertad de expresión Roberto Cambronero Cada casa sin bandera puede ser la de una familia que se mantiene neutral en la campana: puede ser la de otra que teniendo simpatias por algún partido o candidato, no desea que se conozca su filiación política e puede ser la de algún costarricense que tiene miedo a que se sepa con quién está.
El empleado público o el que tiene negocios con el Gobierno: el que espera una oportunidad de empleo o de negocio con el gobierno: el anciano que tiene o que espera uma pensión del Estado: el estudiante que tiene e espera una beca para poder estudiar: la madre sola que tiene o espera una casita o una pensión, etc. y finalmente las familias de Todos ellos, forman la legión de costarricenses que si no son del partido en el poder, han sido llevados a la situación de temor que los inhibe de ejercer el sagrado derecho de expresar su opinión sobre el Gobierno y sobre los partidos políticos.
Esta es la deformación más denigrante que puede sufrir ciudadano alguno y el mayor dano que se le ha hecho a la Costa Rica de hoy.
Ha sido un proceso lento y paciente, pero ya su resultado es una realidad. Poxtria describirse como la institucionalización del concepto del Bien Particular por encima del de Bien Común. El ciudadano ha sido llevado a pensar que si su partido gana las elecciones, el en lo personal, en su fuero particular, también gant alge: un puesto una pensión, una beca. una casa, etc.
Hace pocos dias visitó nuestro país un prominente político español. En esa oporTunidad, el Presidente de la República comentó orgulloso la admiración del hispano por la conducta de los costarricenses en la campaña electoral y sobre todo, por el hecho de que nosotros podiamos decir por quién ibamos a votar.
Este comentario presidencial merece ser analizado porque pareciera que hay una apreciación equivocada. La verdad, aunque mucho nos duela, es dura y preocupante.
humilla y desprestigia. En Costa Rica, no todos podemos decir por quién vamos a votar.
La década de los años cuarenta produjo una transformación profunda en todos los órdenes, desde las conquistas en el campo social, pasando por el trauma de la guerra civil, hasta la construcción de un aparato electoral fuerte y confiable.
La guerra del 48 fue librada precisamente en nombre de la pureza electoral por el bando que resultó ganador de la contienda, ya que el proceso de descomposición que vivía el país se sustentaba en la deficiente mecánica clectoral que permitía toda clase de fraudes, y tuvo su climax cuando fueron desconocidos los resultados de unas elecciones. partir de entonces, se fueron creando y perfeccionando los diferentes componentes de nuestro sistema electoral, que ha sido el fundamento de nuestra vida institucional durante los últimos treinta años. El clima de paz, nuestra estabilidad política, social y económica y la imagen de país libre y democrático, son resultado de ese acto sagrado que los costarricenses realizamos cada cuatro años, el primer domingo de febrero Ese día, el pueblo costarricense, los ciudadanos comunes y corrientes, desde los más encumbrados hasta los más humildes, con el aporte de lo que podríamos llamar un día de irabajo. construimos una obra suprema: La Costa Rica que la voluntad de la mayoría determina por un período de cuatro anos. Este cuadro se ha venido produciendo normalmente y se repetirá una vez más dentro de pocos días.
Podemos decir que, pese a los grandes desaciertos de unos y otros gobiernos. el país se ha mantenido en paz, con estabilidad y con imágen precisamente porque esos gobiernos, buenos o malos, son el resultado de la voluntad soberana del pueblo costarricense. El ciudadano al emitir su voto, no tiene a nadie más que obedecer que a su propia conciencia El voto secreto es el elemento mágico de nuestro sistema electoral, es la garantía de libertad para escoger a un candidato y a un partido politico por el lapso constitucional de cuatro anos y la seguridad de que a su término, podemos ratificar la confianza en ese partido si ha hecho un buen gobierno, o cambiarlo si fuera el caso contrario.
Quiera Dios que los costarricenses comprendamos en toda su magnitud lo que esto significa y llenos de fervor acudamos a las urnas a depositar nuestro voto y a cumplir fielmente con la labor que nos haya encomendado el partido político a que perlenecemos. Sólo así conservaremos tan invaluable y extraño privilegio divino.
No todo, sin embargo, es tan hermoso. la libertad electoral que es una realidad en Costa Rica. se opone, manchándola oprobiosamente, la carencia de libertad para expresar las ideas políticas o cuando menos, las simpatias políticas, de grueso sector de costarricenses.
Cuando se ven en las calles las manifestaciones de fervor político, la algarabía, la fiesta de las banderas, los niños que se unen a los adultos y participan dándole a la campaña un biondo contenido de patriotismo y devoción, no puede uno dejar de pensar en los miles miles de compatriotas que no pueden participar en una actividad tan sagrada.
Esto no es un argumento de campaña politica, un chisme enceguecido o demagogia partidista. Ojalá lo fuera!
Es por el contrario una realidad que todos conocemos, que a todos nos toca en algún sentido y que todos debemos contribuir a desterrar para siempre de nuestro suelo.
Este fue el gran fundamento delVote a ganar de la campana pasada.
En sentido contrario, es estrictamente necesario pensar que si no se pertenece a ese partido, no se tiene derecho a un puesto a una pensión, a una beca, etc. etc. Hay que ser del partido para que el gobierno de ese partido sea mi gobierno. para que los beneficios que constitucionalmente y por naturaleza debe prodigar el Estado a todos los ciudadanos me alcancen a mi.
Todos conocemos los casos de gente que no se mete en política porque trabaja en un ministerio, o de personas que en privado manifiestan sus simpatías por un determinado partido político pero que en público no lo hacen porque están gestonando una plaza en el magisterio nacional, o que se niegan a poner una bandera en el techo de su casa porque a un familiar le dan una pensión, etc. etc.
Podemos hablar entonces de libertad de expresión en materia política? Desgraciadamente no.
Menos se conciben estas situaciones en un país donde, precisamente, una de sus más caras conquistas fue la institución del Servicio Civil por parte del partido que hoy humilla a los costarricenses con ese domesticamiento.
No es posible aceptar que para conseguir un puesto en la administración pública, antes que los títulos universitarios, debe mostrarse el carné de afiliación al partido o la recomendación del diputado: que para conseguir una casa en el IMAS o una pensión de Asignaciones Familiares debe primero hacerse profesión de fe en un partido político antes que demostrar la indigencia, la necesidad y la justicia de la solicitud: no es posible.
en su aceptar que un solo costarricense viva con miedo un solo instante de su vida por expresar una opinión política o tenga que reprimirla para tener un poco de tranquilidad. s necesario que nuestra meta sea una Costa Rica llena de paz, justicia y libertad.
Pero que la justicia sea verdadera, fundada en el disfrute de los beneficios del Estado por parte de todos los ciudadanos y que la libertad sea también verdadera, para que cada ciudadano sienta que puede discrepar y criticar al Gobierno sin temor a perder algun benelicio.
Solamente asi nuestra paz será igualmente verdadera. Claridad o sombra en la aurora Prefiero que mis hijos me quieran.
Lilia Ramos Si no me hubiera hecho músico, me habría dedicado a la ingeniería. se le oyó afirmar a menudo. Digno hijo de un padre que, de no haberse hecho ingeniero, habria sido músico.
Había un piano en el pequeño departamento; fue el más entrañable tesoro de Joseph.
Apenas dejaba pasar dia sin música, pues quien en su juventud había dedicado tanto tiempo y empeño al estudio del piano, experimentaba todavía un enorme placer al tocarlo. El pequeño Maurice solia abandonar sus juegos cuando su padre se sentaba al instrumento, colocándose muy cerca para no perder nota. Joseph le sentaba, de vez en cuando, en sus rodillas y le dejaba aporrear el teclado. Le extasiaba descubrir que su hijo parecía dotado de talento musical.
Madeleine Goss Maurice creció frágil y delicado (siempre un poco menudo para su edad. con profusión de rizos negros y los profundos ojos de la madre. De ella había heredado, además, la dulzura; solia estarse sentado durante horas, escuchando hablarle de su juventud y de su pueblo. El folclore y los cuentos de hadas eran sus favoritos. Se sentia atraido fuertemente por el curioso mundo de misterio, y algo de aquella temprana inclinación quedó en él para siempre.
En años posteriores, entrelazó esos cientos con la música y produjo varios poemas de exquisito sentimiento. De niño, nada agradaba tanto a Ravel como los días de fiesta en Cibourne, cuando los aldeanos se unían en la Plaza principal para bailar el fandango y ejecutar música. Solia permanecer con su madre, aislado de la muchedumbre, observando a los bailarines y escuchando absorto las guitarras y mandolinas. La cadencia contagiosa de esta música tuvo una honda repercusión en su interior y despertó su sentido del ritmo, que iba a ser el elemento básico de su arte.
Maurice era igualmente adicto a Edouard y ambos hermanos llenaban el pequeño departamento de risas y bromas. Pero a veces, los vecinos se quejaban. Petits diables. solia exclamar entonces Maria, no con tono regañón, por cierto, sino con orgullo y afecto. No eres lo bastante severa con ellos, dijo cierta vez una amiga.
Maria, en respuesta, sonrih. Prefiero que mis hijos me quieran, comentó, a que simplemente me respeten.
Fue más bien una camarada que una madre para sus hijos. Ellos, a su vez, la adoraban, lo mismo que a su padre: éste sabia fabricarles juguetes hermosísimos y los llevaba a casa para que los pudieran admirar, sobre todo las maravillas mecánicas que construia. Maurice le gustaba mucho desarmarlas para ver como funcionaban y examinar su interior, pues sentia una gran pasión por las máquinas, MARGINAL La amistad preciosa que hubo en la familia Ravel, sin duda fue un tesoro que siempre mitigó los golpes del rudo vivir de los hijos.
Los biógrafos del celeberrimo compositor, hablan del niño Maurice en cierta forma que obliga a pensar que ya mostraba signos de perturbación anímica. El accidente sufrido muchos años más tarde, agravó la neurosis que desde pequeño venía minandolo.
El estoicismo con que llevó su tragedia. no se debió en gran parte a su infancia de paz y ventura? la fraternidad luminosa de Edouard. įy no fue también producto de una ni nez bien comprendiday Tido lo bueno que alumbró su existencia. lo atribuible a su educación, se debió al com: ramiento de Maria y de Joseph El educando tiene que ser respetada en sus derechos, para que pueda ir aprendiendo a considerar a sus padres y a cuantos lo rodean. El miedo que paraliza a hijos y a alumnes, solo origina reacciones destructivas. Muchas de ellas son ostensibles: la mayoria.
recónditas y en ningún caso, dan los resultados que los ignorantes esperan.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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