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18 LA REPUBLICA, lunes 20 de febrero de 1978 Milagrosas curaciones logradas a base de fe En cualquier esfera que el hombre actué, si actúa con fe, puede garantizarse de alguna manera la presencia de lo milagroso.
a En la plaza de toros de El Zapote millares de personas acuden las cruzadas de sanidad divina que encabeza el evangelista Domingo Pilarte, un hombre que proclama haber recorrido más de cincuenta países llevando el mensaje de Dios y que en Costa Rica mantiene desde el 13 de febrero (con prolongación hasta el veintisdis) sus jornadas cristianas.
veces prodigiosos sucesos.
Hay sordos que han oido, paralíticos que han caminado, ciegos que han visto, y cancerosos desahuciados que han vuelto a tomar el camino de una vida plena y sin peligros. Los testigos de estas maravillas son millares de personas, Pilarte es un hombre prudente pero ferviente en su amor a Dios.
Yo no curo a nadie, no soy yo el que hago milagros ni el que sana a los enfermos, sino Dios mismo, que recibiendo pedidos que nacen muy hondo en la fe de los cristianos desesperados, contesta de vez en cuando con prodigios sus oraciones.
Pilarte conduce, como un consumado director de orquesta, oraciones y cánticos de alabanza al Señor con los cuales los creyentes preludian el ambiente final de estas cruzadas, durante el cual resultan a. Hay que orar con el corazón seguro de que Cristo salva y Cristo sana Las cruzadas cristianas se han convertido en el comentario de estos últimos días en San José.
José Adolfo Fernández Piedra, que padecia de polio desde los siete años, testificó en El Zapole su euración milagrosa a partir de una oración sellada con fe profunda. Dios me ha salvado, y soy ahora un joven sin impedimentos. dijo, mostrando su viejo aparato ortopedico.
Concentración y ſe profunda, para orar e implorar a Dios por la propia salud, por la salud de los demás, y dar gracias por los dones que nos han concedido. Millares van a orar cada dia a El Zapote.
Otro aspecto de las cruzadas de sanidad divina que han sido el comentario obligado en los últimos dias en San José y en todo el Valle Central Un anonimo cristiana en aethiud de oración, conduciendo a su madre clega a la plaza de toros El Zapote donde se celebran las jomadas de sanidad divina.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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