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LA REPUBLICA, Jueves 18 de mayo de 1978 Alfred de Musset, en el romanticismo para nosotros Victor Valembois Pero, es por su teatro y de ninguna manera por su poesia que Musset nos interesa todavía. Su creación escénica, dentro de un espiritu de romántica pasión, recoge el Iema autobiográfico del amor formentoso y fatal. Ahora bien, al contrario de un Victor Hugo y, del lado español del duque de Rivas, con su Don Alvaro, o la fuerza del sino, Musset se preocupa por una penetración sicológica y un sentido de la aceión mucho más finos. Pero el público prefirió la pincelada gorda de Cromwell y Hermani.
El montaje que el Teatro Universitario tiene actualmente en cartelera se enjuicio ya en otra oportunidad.
Esta vez, pensando especialmente en el público en general.
fuera de las aulas, me pareció útil retomar los principales lineamientos de una ambientación general para el autor.
trabajo del suscrito. que apareció en extenso en el Boletin Nº. del mismo Teatro Universitario.
Alfred de Musset (1810 1857) es un clásico de la literatura francesa, Al lado de Victor Hugo. Lamartine y Nerval, entre otros, forma parte de la segunda generación romántica, después de los precursores, como Madame de Stael y Chateaubriand. No se puede, sin embargo, aislar el romanticismo francés del romanticismo europeo, del cual constituye sólo un exponente. En los últimos años del siglo XVIII, en Inglaterra y Alemania, se desarrolla una amplia corriente artistica de búsqueda del hombre frente a si mismo y en contacto con la naturaleza. Este mismo movimiento al contagiar a Francia, será frenado por el Imperio Napoleónico. De modo que causas políticas y económicas determinarán que allí el romanticismo sólo se desarrolle después de 1815. Por cierto que, de Francia pasará luego a España y de allí, ya con considerable desfase frente al movimiento inicial, a nuestra América. El romanticismo francés perdió así grandemente su espíritu de búsqueda del hombre, en relación con la naTuraleza, para mantener nada más que el cascarón del movimiento alemán. por ejemplo. El romanticismo galo se convierte entonces básicamente en una reivindicación de li.
bertad en las formas.
El conflicto entre viejas y nuevas tendencias resultó particularmente patente en las artes escénicas. Un drama de Victor Hugo refleja. al mismo tiempo, lo exaltado de la lucha, como lo exterior y hasta superficial del movimiento.
Cromwell (1827) es un drama irrepresentable; sólo su prefacio nos interesa todavía como manifiesto estético. Pero este romanticismo se impuso y se vio fortalecido gracias a la revolución liberal de 1830.
Alfred de Musset es realniente el exponente, de hombre nacido bajo la fiebre imperial de una Francia napoleónica.
joven, impulsiva, frenética, a punto de conquistar Europa.
Pero también es el modelo de la víctima del desengaño colectivo y de la inseguridad que se adueñó de la juventud después de 1815: Las confesiones de un niño de este siglo (1836. obra clave de Musset. se transforman así en referencia obligada no sólo para explicar su obra, sino también para valorar la de todo este movimiento cultural. El yo que allí habla es el portavoz de una generación entera.
desilusionada, presa de lo que se ha dado en llamar el mal del siglo.
En el caso de nuestro autor, vemos como esta falta de asidero existencial iniluyó en la vida y en la obra del artista.
De allí que Musset, hasta la temida muerte intentara vivir intensamente en el amor, el placer, la bebida. Todo eso y su enfermedad cardíaca, lo quemaran prematuramente.
Proxluctos literarios de este frenesi vital lo son, entre otros.
sus cuatro Noches, extensos poemas que, hoy en día, sólo interesan al historiador de la literatura, pero que en su momento lo consagraron como vate.
El autor. lejos de adaptarse, se puso a escribir un conjunto de obras en la línea de Marivaux y de Shakespeare, sin preocuparse ni por posibles espectadores ni por montajes eventuales. Lo paradójico del caso es que estas creaciones, de las que forma parte Lorenzaccio (1834. su obra maestra, fueron escritas inicialmente para ser leidus, pero a pesar de ello, y algo en la línea de Valle Inclán, le permitieron a su autor liberarse de cantidad de convenciones escénicas de su época para adquirir así un sorprendente interes aún en nuestros dias. CON EL AMOR NO SE JUEGA. es una comedia dramática de esta misma época (1836. muestra del proTundo sentir teatral de su autor: al mismo tiempo que nuevamente, a través de ciertos rasgos autobiográficos en el protagonista Perdican, escenificación de un ideal del amor, fuerza vital por encima de la naturaleza inestable. Musset sobrevive gracias a su producción teatral. Allí es donde mejor se revela su hondo sentir poético.
Manuel Fraga Iribarne, a sus 55 anos vividos inlensamente, sigue agitando el mundo de las ideas y de la zeción en el escenario español.
Vicepresidente del Gobierno hispano, dos veces ministro, embajador en Londres, catedrático de Ciencia Politica. académico, viajero de incansable curiosidad, sigue en el vértice de la actualidad y afirma que hará más de dos salidas como Don Quijote.
Hombres de Estado Manuel Fraga Iribarne Cuando el Estado está en crisis (y pasa de 20 años desde que publiqué la primera edición de mi libro La Crisis del Estado. cuando la nave estatal hace agua y se ve rodeada de escollos, surge de modo natural la búsqueda de hombres de Estado, capaces de restaurarlo y ponerlo de nuevo a rumbo y con navegación segura, local; de concebir intelectualmente al Estado en su conjunto.
de enfrentarse con valor probado con las situaciones críticas: de tomar sobre espaldas anchas una carga que la crisis económica, social, moral y de civilización hacen grave y pesada en nuestros dias.
causas o intereses, como en los peores tiempos de la anarquía medieval. Surgidas de una necesidad de defensa exterior más eficaz (el inventarse la artillería y otras armas potentes. se han quedado pequeños (económica, técnica e incluso geográficamente) ante los armamentos actuales. Superadores de los fragmentados espacios económicos del Medievo y creadores de grandes sistemas de producción, se ven obligados hoy, a integrarse en uniones aduaneras y económicas. Integradores de los viejos reinos menores y señoríos feudales, se ven aseteados por demandas de autonomía, que unas veces corresponden a legítimas aspiraciones de descentralización y autogobierno y otras encumbren el deseo de privilegios y de fragmentación de la unión cimentada por los siglos.
La empresa no es fácil, porque hoy todos los Estados atraviesan una profunda crisis, que en cierto modo exige una nueva Tundación Aquellas potentes unidades que fundaron a finales del siglo XV personalidades de la fuerza de los Reyes Católicos en Espana de los Tudor en Inglaterra, o de Luis XI en Francia, y que han estructurado politicamente a Europa durante cinco siglos, y dado su modelo al resto del mundo, están hoy con problemas muy serios.
En algún comentario he visto que se quiere dar a entender que el Hombre de Estado es el hombre que no se expone, que no se moja, que rehuye los puestos de desgaste, que no ha de mostrar arrojo y sentido del riesgo. Se sitúa su definición en la habilidad, en la imagen suave, en la capacidad de desenfilarse.
en la sonrisa estereotipada, en el maquillaje televisivo. Por favor. Estamos en la hora de la verdad, como todo el mundo sabe. Hay que salir al ruedo y torear de una vez.
Nacidos de un deseo de paz interior, se encuentran hoy con formas internacionales de terrorismo, de guerrilla urbana, de piquetes violentos. que utilizan la fuerza al servicio de sus No son, pues, los políticos de tiempos fáciles, ni los simples funcionarios o tecnócratas, los que han de enfrentarse con los problemas de los Estados actuales.
Se necesitan hombres capaces de superar la mera adseripción a una ideologia: de trascender sobre tal o cual interés Basta ya de cuestiones previas, de homologaciones foráneas, de viajes propiciatorios y de otras maneras de esquivar el bulto.
Basta ya de burladeros y de largas cambiadas. Vamos a decirle al pais cómo vamos a resolver sus problemas. y en qué plazo, y a qué costo.
Rincón del idioma En un matutino, leemos. EL COMODIDOSO antropocentrismo de don Enrique Benayides titular de articulo aparecido el 10 de abril de 1978. comolidoso es un término que no forma parte del léxico español, ni siquiera como americanismo, de modo que debemos suponer que es un costarriqueñismo que jamás babiantosoido ni visto. o un Tuoloeismo del autor del articulo.
Pero, mientras no se nos demuestre lo contrario, pensamos que debió escribirse: CODA DE ENCOGIDA HUMILDE VIOLETA ANTE UNA GUARIA DE CUIDADO JARDIN saqueme usted de una duda y expliqueme, don Cristián: esa su comodidoso de donde la fue a sacar?
La le buscado en diccionarios, la he buscado sin parar.
segura de que mis ojos me podrian traicionar.
per provenir de una pluma que se ha hecho respetar.
Mas, le juro: no la he hallado.
Digame usted donde está?
Su respuesta, le aseguro, la agradezco de verdad: es posible que me informe de algo que os grave ignorar.
Si el columnista que lo empleó lo utilizó como creemos para significar an.
Iropocenirismo fácil. debe decir cómoche. simple y sencillamente, que en función adjetiva significa conveniente, oportuno.
acomodado, fácil, proporcionado. si quiere dar a entender antropocentrismo que a lode se viene fácilmente. puede usar el calilicativo acomodadizo o su equivalente: acomodalicio EL COMODO (ACOMODADIZO.
ACOMODATICIO) antropocentrismo de don Enrique Benavides.
Myriam Bustas Arratia PORQUE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.