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LA REPUBLICA. Martes de agosto de 1978 13 Sumario de la Natural Historia de las Indias Algunas actividades artísticas y recreativas de nuestros aborígenes del sector de influencia mesoamericana FRAGMENTOS Además de las danzas los nicaraos practicaban juegos al parecer ceremoniales como el volador y el patolli.
Según descripción que hizo el cronista Fernández de Oviedo la ceremonia del volador se practicó en el de Costa Rica y consistía de un palo alto rematado por la figura de un dios del cacagual. En la cumbre se poni a un marco rectangular amarrado con cuerdas. Las cuerdas eran retorcidas alrededor del poste y entonces dos o cuatro hombres se colgaban de las cuerdas, atadas y girabani rápidamente hasta llegar al suelo (Libro. Bela ſegunda parte dcla general biſtoria delas Indias. Eſcripmpozel Zapican Bonçalo fernandezde Quíedo, yUaldes. ml caydeocla fortaleza y puerrode SacroDomin 90, 8La iſla Eſpañola. Croniſta blu bageflad.
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Portada de la Segundo Parte de lo General Historia de las Indias (Valladolid, 1557. de Gonzalo Fernández de Oviedo a cipalmente van las batallas con sus maridos, o cuando son sen oras de la tierra. mandan capitanean su gente, y de camino llévanlas como ahora diré.
Uno traía en la niano un abanico de plumas y en la otra un espejo: el otro jugador un arco y un manojo de flechas.
El patolli era un juego semi sagrado, los competidores arrojabani una especie de dados, para mover los granos en un tablero en eruz que tenia 2 casillas, exactamente el número del siglo nahua.
Otro juego posiblemente de origen panameño fue presenciado por Fernández de Oviedo fue comelagatoaste que consistia en dos postes terminados por arriba en horqueta que sostenía un palo horizontal. Este último tenía en medio insertado otro travesañ o que le servia de eje. En los extremos del travesano había unos estribos para poner los pies. con sus correspondientes agarraderas para las manos en los extremos.
Allí se colocaban los que participaban en el juego.
Este consistia en dar vueltas de modo que los cuerpos de los que se colocaban en los extremos pudieran girar libremente Fernández de Oviedo observó la forma de vestirse y las ceremonias que practicaban los habitantes en Indias (hoy Continente Americano. pechos y brazales y otras de los mismo, y hacen orejas y en las narices, piezas en las cabezal y brazaletes, mezclados con hecho un agujero de otras partes de las per olivetas y cuentas de oro, ventana a ventana, colgado sonas. de ninguna que se ponen en las sobre el bozo. Algunos manera tanto como en la mun ecas y encima de los indios se trasquilan, guerra se precian de tobillos y debajo de las aunque comúnmente entre parecer gentiles hombres y rodillas por gentileza, en ellos y ellas se aprecian ir de lo más bien especial las mujeres que se mucho el cabello, y lo traen aderezados que ellos precian de sí y son prin más largo hasta media pueden de joyas de oro y cipales traen estas cosas espalda, y cercenado plumajes; y de aquellos en las partes que es dicho y igualmente y cortado muy caracoles hacen unas a las gargantas; y llaman a bien por encima de las cuentecitas blancas de estos sartales y cosas de cejas, lo cual cortan con muchas maneras, y otras esta manera, chaquira. pedernales muy justa e coloradas y otras negras, y Demás do esto, traen igualmente.
otras moradas, y canutos zarcillos de oro en las Algunas mujeres princansan los dos que lo llevan, sin se parar, luego se ponen otros dos, y continúan el camino, y en un dia, si es en tierra llana, andan de esta manera quince y veinte leguas.
Estos indios que aqueste oficio tienen, por la mayor parte son esclavos naborias.
Naboria es un indio que no es esclavo, pero que está obligado a servir aunque no quiera. Siempre el cacique principal tiene una docena de indios de lo más recios diputactos para llevarle de camino, echado en una hamaca puesta en un palo largo, que de su natura es ligero, y aquellos van corriendo a medio tratando con él a cuestas sobre los hombros, y cuando se Se llamó naboría al indio repartido para prestar servicio doméstico obligatorio.
EL AREITO ARAÑAS Hay aran as grandes, y yo las he visto mayores que da mano tendida, com piernas y todo; pero dejados los brazos, sino solamennte su cuerpo, digo que aquello de en medio de una aran a que vi una vez, era de tamaño como un gorrión o pajaro de estos pardales y llena de vello, y la color era pardo oscuro, y los ojos mayores que de un pajaro de los que he dicho: son ponzon osos, pero de aquestas grandes hallanse raras veces, y muchas comúnmente mayores que la de estas partes Digo que el areito es de esta manera: cuando quieren hacer placer y cantar, juntase mucha compania de hombres y mujeres, y tomándose las manos mezclados, y guía uno, y di cenle que sea él el tequina, id est, el maestro; y este que ha de guiar, y este que ha de guiar, ahora sea hombre, sea mujer, da ciertos pasos adelante y ciertos atrás, a manera propia de contrapás, y andan en torno de esta manera, y dice cantando en voz baja o algo moderada lo que se le antoja, y concierta la medida de lo que dice con los pasos que anda dando; y como él lo dice, respóndele la multitud de todos lo que en el contrapás o areito anda lo mismo y con los mismos pasos y orden juntamente en tono más alto; y durales tres y cuatro y más horas, y aún desde un día hasta en este medio tiempo andan otras personas detrás de ellos dándoles de beber un vino que ellos llaman chicha y beben tanto, que muchas veces se tornan tan beados, que quedan sin sentido; y en aquellas borracheras dicen como murieron los caciques, según de suso se tocó, y también otras cosas como se les antoja; y ordenan muchas veces sus traiciones contra quien ellos quieren, y algunas veces remudan taquimas om maestro que guía la danza, y aquel que de nuevo guia la danza muda el tono y el contrapas y las palabras (Pass a la pág. 16 otro, y DE LOS INDIOS SUS COSTUMBRES Cuando van a las batallas los indios en algunas provincias, en especial los caribes flecheros, llevan caracoles grandes, que suenan mucho, a manera de bocinas. y también alambores y muchos penachos muy lindos y algumas armaduras de oro en especial unas piezas redondas. Erandes en los Ceremonia de El Volador descrita por Fernández de Oviedo, se práctico en el Noroeste de Costa Rica.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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