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Brer betaal. ALBUSERATI LA REPUBLICA. Jueves de agosto de 197817 CRUC APRENDAMOS NUMERO 93 con La República ASESORIA TECNICA: LIC. JORGE MORA PRENSA GRAFICA.
Encuentro con un Tamandua y los Monos Congos aulladores por su potente grito, emitido gracias al gran desarrollo de los maxilares y cartílagos de la garganta haciendo como si fuera una caja de resonancia. En la selva se puede escuchar sus gritos a tres kilómetros de distancia y cinco en espacio abierto.
Me llamó la atención el lugar donde lo descubrí porque eran campos cultivados y con los comunes grupos de árboles que rodean esa carretera.
Las relaciones entre estos monos son pacíficas, los gritos son para comunicarse con los distintos grupos y también cuando se desplazan ese vocerio lo tienen como medio de mantenerse alejadas las tribus disfrutar de su territorio.
En una asoleada mañana de junio sali de Liberia rumbo a Santa Cruz. Era uno de mis habituales viajes a Guanacaste.
Ahora se disfruta del espléndido verdor de los campos, que hasta hace pocos meses parecían hostiles a la vida, donde los árboles aparentan estar secos y la tierra era polvo.
Subi al carro lamentando que accidentalmente pereciera un animal tan interesante pero me contenté al pensar que debía haber otros por esa zona. pesar de su aspecto, son inteligentes y constituyen una organización tribal donde existen una serie de normas para cada componente.
Sin embargo, con las primeras lluvias, esas tierras se transforman en un extenso jardin. Para poner en manitiesto ese súbito cambio, que impresiona y alegra, recuerdo los años que viví en los Estados Unidos, cuando después de la nive la primavera hace brotar los primeros retoños en los desnudos árboles. Esos contrastes de la Naturaleza son bellos estimulantes para la vida.
Primera vez que había recibido una sorpresa de esa indole, en plena carretera; sin embargo, la casualidad hizo que lo completara con otro encuentro común en esa zona, pero no en la carretera.
Sin embargo, estos monos no se pueden apreciar en los zoológicos porque como el tamandúa no sobreviven mucho tiempo en cautiverio.
EL ENCUENTRO CON LOS MONOS CONGOS Estos monos, estrictamente arborícolas, raramente descienden al suelo mientras pueden obtienen el agua necesaria de las materias vegetales y de la que queda sobre las hojas y en los huecos de los troncos y ramas después de la lluvia.
Comen frutas, hojas, semillas y ocasionalmente pájaros, huevos, pequeños mamiteros, reptiles e insectos.
Esa mañana era una de las tantas que he recorrido por esa acogedora provincia; sin embargo, me esperaba una sorpresa: junto a la orilla de la carretera vi un bulto que supuse un perro muerto, pero, al pasar, me di cuenta de que era un extraño animal. Hice retroceder el carro y me bajé para identificarlo y cuál no seria mi sorpresa al descubrir un tamandúa adulto, que probablemente fue muerto al cruzar la carretera y golpeado por algún vehículo, aunque no presentaba señales de violento atropello.
Al regresar a Liberia, cuando el sol estaba en su zenit, ví un mono congo cruzar el pavimento. Era un macho de color negro y en su habitual lenta marcha subió en el palo de una cerca y de allí alcanzó una rama para reunirse con otro compañe.
ro en lo alto del árbol. Al llegar a la copa del árbol comenzó a emitir su peculiar grito que fue contestado por otros que esperaban en un árbol su turno para cruzar la carretera.
Los monos congos alegran el paisaje guanacasteco y es quizás el único animal interesante que se puede ver, porque los demás se ocultan prudentemente del hombre.
Al regresar al carro sentí la sensación de que algo va quedando en la conciencia ciudadana de la propaganda a favor de la conservación de nuestra fauna, todo es cuestión de tiempo.
De los monos de nuestra Am a, el congo es el más corpulento y el mejor estudiado. En algunos parte los llaman Arquitecto Manuel Moas Madrigal Este hormiguero arborícola tiene la particularidad de que no sobrevive en cautiverio, contrario de su primo el hormiguero gigante que camina por el suelo y tiene una enorme cola peluda.
El tamanda sólo lo conocla por los libros y disecado en los museos. Estos primitivos mamiferos son unos de los pocos desdentados que existen porque carecen de dientes y se alimentan de insectos que recogen con su pegajosa lengua vermiforme y muy larga. Sus afiladas uñas de sus patas anteriores le permiten descortezar los nidos de los insectos.
El tamandúa tiene una boca pequeña y estrecha, el pelo amarillo e interrumpido por una mancha negra que se extiende parecida a un chaleco. diferencia del hormiguero gigante, la cola es musculosa, de pelo corto y prensil.
Este animal habita generalmente en los frondosos árboles por donde se desplaza lentamente. El follaje le sirve de protección contra sus depredadores y no es frecuente que camine por el suelo. El intrincado follaje hace difícil su observación y por eso existen pocos datos sobre su reproducción Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
EL TAMANDUA

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