14LA REPUBLICA. Lunes 13 de noviembre de 1978 Pequeñas series Nuestros escritores Vuelo supremo Julián Marchena Quiero vivir la vida aventurera de los errantes pájaros marinos; no tener, para ir a otra ribera, la prosaica visión de los caminos.
Poder volar cuando la tarde muera entre fugaces lampos ambarinos y oponer a los raudos torbellinos el ala fuerte y la mirada fiera.
Julián Marchena es un poeta que con sólo un libro, ha logrado un merecido prestigio en nues.
tras letras.
Nació en San José en el año 1897. Relizó sus estudios en la ciudad de San José: en el Liceo de Costa Rica y en la Escuela de Derecho. Sin embargo, no completó sus estudios de abogacía.
Más tarde viajó a México y a los Estados Unidos.
Marchena ha desempeñado cargos importantes en el Ministerio de Educación.
Es miembro de la Academia Costarricense de la Lengua, Huir de todo lo que sea humano; embriagarme de azul. Ser soberano de dos inmensidades: mar y cielo, correspondiente de la Española.
En la Biblioteca Nacional ha realizado, como director, una importante labor por varios lustros.
Actualmente es Director General de Bibliotecas Públicas.
En cuanto SU actividad artistica, comenzó a escribir yo publicar junto con otros escrito.
res como Cardona, Soler, Carmen Lyra, Vargas Coto. En 1941, reunió sus poesías en un tomo, ALAS EN FUGA (su único libro. En 1963 Julián Marchena recibió el Premio Nacional de Literatura MAGON. La Editorial Costa Rica reeditó su libro ALAS EN FUGA dos años después, con un prólogo del linguista Arturo Aguero. Esta segunda edición y la siguiente, tienen algunas poesias más que la de 1941, pero básicamente conservan su misma unidad y forma.
Entre otros conceptos, dice Arturo Aguero en el mencionaprólogo de ALAS EN FUGA. En Costa Rica, sobre todo, este poeta no necesita heraldos, porque a pesar de la indiferencia desoladora tan habitual aquí, él es bien conocido y reconocido como uno de los mejores y el mejor de una época. Como paisajista, Marchena pinta con certeros trazos, concisamente y sin estridencias. Blandos, tranquilos, adormecidos paiy cuando sienta el corazón cansado morir sobre un peñón abandonado con las alas abiertas para el vuelo.
sajes, como su paisaje interior.
Ofrecemos en esta página, dos poemas del libro ALAS EN FUGA.
Anochecer campestre Cuando la tarde muere y soñolientos van hundiéndose en sombras los caminos, se duerme entre las frondas ya sin trinos el alma vagabunda de los vientos.
Julián Marchena con uno de sus mejores amigos: un libro.
Rezan las viejas sus rosarios lentos en tanto que, al fulgor de mortecinos faroles, rudos mozos cuentan cuentos de brujas y fantasmas y asesinos.
Sube del valle virginal fragancia; una campana sueña en la distancia.
El paisaje se borra. Se diría que la noche cerró, muda y avara, como un tintero que se derramara sobre una página de tricromía.
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cupa ea la actalidad el puesto de Director Julian Marchena, Tabora Incansablement de Bibliotecas Públicas Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.