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14LA REPUBLICA. Miércoles 22 de noviembre de 1978 EXHORTACION (fragmentos de un discurso. discurso al que hemos hecho La pluma de Omar Dengo fue vallente y veraz; su pensamiento estaba Imbuido de esperanza y de fe en el maestro costarricense; así lo expresaba en su discurso del 12 de octubre de 1922, al recibir en el Dia de la Raza a los graduados de la Escuela Normal de Costa Rica: llenas de la luz que fluye de la renovada promesa de fidelidad.
Cada año, a la llegada de los hijos ausentes se repite el milagro, que parece ya sentir avidez de que una leyenda, apoderándose de su secreto, lo de a conocer, en poesia y símbolo, como suceso de los más significativos y bellos en la vida de la juventud costarricense. así es. Trátase de un convivio anual en que los jóvenes se congregan a crear y a soñar, porque renuevan promesas y porque las formulan, porque reviven entusiasmos y los magnifican.
Cando proce onforta a la Escuela la presencia de sus hijos. Cual si la estrella del estandarte hubiese cobrado vida, las aulas están He aquí su preocupación por la juventud, expresada en aquella misma oportunidad: EL AMOR LA LA EDUCACION Paráfrasis de la Carta de Pablo a los Corintios, Capítulo 13 Si enseño con gran claridad y elocuencia, pero no amo a mis alumnos, no soy educador. Soy como un tambor que resuena o un platillo que hace ruido. si tengo los más profundos conocimientos de la materia que enseño, si domino las técnicas de trabajo en grupo, y aún si defino mis objetivos en términos de conducta, y no amo a mis alumnos de nada sirve. si de mi propio sueldo compro materiales, si participo en todos los consejos de profesores, si preparo mis planes semanales y nunca falto a clases, pero no amo a mis alumnos, de nada sirve.
El educador que ama es paciente, es bondadoso, no se enoja con los alumnos lentos. Es justo con todos. Afronta con valentia las dificiles condiciones de aprendizaje de nuestro sistema. Encara con optimismo y fe la responsabilidad fan grande y compleja que se le ha encomendado. Sufre ante el fracaso de sus alumnos y se alegra por los que progresan.
No se desanima, mantiene fe y esperanza en sus alumnos y en su labor.
El amor nunca falla. Vendrá el tiempo en que ya no podremos seguir dando lecciones, pero entonces veremos a nuestros alumnos, algunos ya adultos, hechos y derechos, y sabremos que no fue vana nuestra labor.
De manera que contamos con la fe en nuestros propios conocimientos y técnicas; con la entrega total a nuestra profesión; y con el amor hacia los alumnos. De estos tres aspectos lo más importante es enseñar con amor. Seguid el método del amor.
Atraer la juventud a la Escuela, año tras año, fomentar la devoción y esclarecer la fe, era poner en marcha una gran fuerza, pero convocarla alrededor de un suceso pleno de las más hermosas sintesis de la historia, ya es ofrecerle a aquella fuerza un cauce extenso, una orientación firme y un ideal definido. Con lo que de sólo fuerza que era, tempestad quizás, ahora asciende a ser creación. si la tempestad sigue alentando en ella, ya no será para deshacerse en estruendo, sino para acumular en la entrana del país, donde férreas canteras resguardan la savia del Continente, un vigoroso impulso de perfección. Atada la juventud a tal ensueño, al contrario de la suerte de Prometeo, la roca habrá sido encadenada al espíri.
tu. cuando la juventud cobre alas y las agite, la roca se tornará alada, y el vuelo lo convertirá en astro. Así, quizás, en la aventura de Clavileño, Sancho alcanza a sentirse Quijote y puede parecerle que un caballo de madera arrastra las crines resplandecientes de Pegaso.
Admirable campo osiem poblado de surcos ladier son los jóvenes, escuela es capaz de eclosión de sus devole sustraerlas al arron tierra estéril del Pero si la institución anc vitalidad para adapter necesidades de unde afán de realidad y fuera, er ces sólo logrará servir de la to para que los nueve love extravien la ruta, y vapor, co las generaciones ancies acrecentar la sórdida miseria espiritu que al cabo va davom do los cimientos de la pub La Fiesta de la Rara saio interpretaria a maravile intuiciones de la rara, si com buyera a fortalecer o llumina conciencia de los deberes nos reclaman las preocupa nes juveniles. Ellas erton. com gradas a ser, de preferencia los maestros, el Instrumento expresión, en las visiones de historia, de los dones del espa tu humano, en lo que tienen eterno. No hay problema pals que se puede sol sabiamente en aus de capacitación de la prod.
Estoy seguro de que dipen ramos en convertir en por medio de los jóvenes sintesis fundamento alesh tos de grandeza del hory del Continente, aquellesine se produciría no muy farde, la rutilante belleza de la re que, acumulando entro rece en esmeraldo. dels del Centro y del Norte leger revestidos de idea los de la raza, la culturale acopiando sutiles Inlancie acentuando sus nalurches Humberto Pérez 1975.
Vosotros, los hombres que estáis hoy a la sombra de esta juventud, reflexionad que el acto sugiere mayor trascendencia que una fiesta. Hay agrupados aquí jóvenes procedentes de muchos lugares del país, asi entre los bienvenidos, como entre quienes los reciben con arcos: jóvenes que concurrieron a la fundación de la Escuela y entonaron por la vez primera su himno, y jóvenes que no han cumplido un año todavia de ejercer el magisterio; algunos traen algo maravilloso en los brazos: el hijo. La evocación de la raza progenitora se hace, pues, poniendo a vibrar la mis ma solidaridad que la hermana y que es, en lo esencial, el mismo don de armonía que une, en pensamiento y virtud, a los los hombres. Pensad, por consecuencia, que la actitud espiritual aqui manifiesta, atesora fecundos augurios de gestión civica para la vida posterior del país, los cuales, vinculados al desenvolvimiento de altas empresas nacionales, pueden engendrar vivas realidades, y hermosas dentro de una máxima aspiración continental.
EL MAESTROIDO Un maestro nunca verdaderamente a me todavi a aprendiendo. puede encender a otras que continue con su cendida. El maestro que de su materia, que viviente con su como simplemente repite estudiantes, únicamente sus mentes. El nunca pu verdad no sólo debe también debe Inspirar Pero al tema de la Juventud, une Omar Dengo el de la Escuela veámoslos brillantemente engarzados en los párrafos finales del Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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