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32 LA REPUBLICA. Domingo 23 de diciembre de 1979 LA PENI QUEDO ATRAS RESUMEN DE UN ARTICULO PUBLICADO EN CONTRAPUNTO DICIEMBRE 1979 Los motines, las vejaciones, el homoxeksualismo y el crimen desaparecerán para siempre de la Penitenciari a Central, a mediados del mes de diciembre, cuando deje de funcionar como centro penal.
Considerada por muchos como una Universidad del delito. la Peni comenzó a operar en 905. tras múltiples esfuerzos de las autoridades por construir una cárcel segura en San José.
El centro, que fue concebido para que albergara trescientos internos, llegó a tener una población de mil personas, lo cual dio lugar a las aberraciones y las pasiones más bajas del hombre.
El reino del terror que se impuso en ese centro, así como la cotidiana violación a los derechos más elementales del hombre, determinaron que la cárcel fuera comparada con los campos que utilizaron los nacionalsocialistas alemanes para exterminar a millones de judi os durante la Segunda Guerra Mundial.
La Penitenciaria fue construi da siguiendo un esquema muy en boga durante la época, pues se creia que a los delincuentes había que internarlos entre cuatro paredes para que meditaran sobre la ofensa cue le habían inferido ja la sociedad.
CORRIENTE En su fachada exterior, la Penitenciaria Central se asemeja a un castillo de la Edad Media. Siguiendo el sistema panóptico, el edificio fue concebido y planeado dentro de normas de absoluta seguridad.
Los pabellones de celdas. en las cuales se pensaba alojar a los internos.
corrian en forma de un semicirculo a partir del edificio central.
Una serie de patios y corredores dividian a los pabellones. Este sistema.
que se completaba con algunas celdas de máxima seguridad, pretendi a ante todo garantizar una división de los internos de acuerdo con su grado de peligrosidad.
También se pensaba que los reos primarios no fueran contaminados por los reincidentes. Es de sen alar, además, que en un principio las autoridades gubernamentales pensaron en alojar a personas de distinto sexo en el penal, al final sin embargo, todo varió a las circunstancias. mediajdos del siglo XIX, las autoridades costarricenses comenzaron a mostrar su preocupacjón por la falta de un lugar seguro, para recluir a las personas que delinquian.
Los informes de la época hablan de las constantes fugas de los presos, por la poca seguridad que ofrecían las cárceles donde se les manteni a. partir de la década de los sesenta, la idea de construir un penal seguro comenzó a cobrar más impulso. En un informe del Director General de Obras Públicas. Francisco Kurze. de abril de 1861. se indica que los trabajos para la construcción de una cárcel provisional estan muy adelantados.
Mientras tanto, para alojar momentáneamente a la población penal, se eligió una parte de los edificios llamados Los almacenes. La construcción de la obra se inició el primero de agosto de 8 0.
En 1891. fue creada mediante un decreto ejecutivo, la comisión encargada de hacer la calificación del plano para la construcción del nuevo penal de San José.
En 895, en un gesto de desesperación, la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia, reclamó el pronto establecimiento de la Penitenciaria.
En 901. el Jefe de Obras Públicas, Lucas Fernández, informó que había preparado unos nuevos planos, tomando en cuenta una serie de elementos que había observado durante sus visitas a diversos penales en Europa y Estados Unidos.
Aunque no existen datos exactos sobre los gastos en que incurrió el Estado en la construcción de la Penitenciaría, se supone que estos oscilaron entre los quinientos cincuenta mil y los seiscientos mil colones. La primera partida fue autorizada el 25 de marzo de 1905, mediante un decreto de la Comisión Permanente.
TRABAJO INFIERNO El 21 de julio de 9 8 un reportaje publicado en el Diario Nacional, preparado por el periodista Angel Penelas, dió la voz de alarma sobre lo que era la Penitenciaria Central Después de la última visita a la Peni, solamente puedo decir que entre aquellas paredes existen, varios cientos de costarricenses con un pie en esta vida y otro en el infierno.
El reportaje indicaba que uno de los principales problemas que afrontaban las autoridades eran la sodomi a entre los internos, pues no se podía controlar la situación interna.
Penelas indicó que en el Salón de Policia de menores donde estaban alojados setenta jóvenes era algo escandaloso.
Al describir el pabellón, el periodista manifestó que a la izquierda del pasillo se hayan seis celdas con una cabida aproximadamente de seis metros de largo por dos o tres metros de ancho. Agregó seguidamente Penelas. Pero lo más increíble y doloroso es que ahi no hay catres para acostarse, ni ropa para cobijarse, ni nada que se le parezca.
Penelas sostiene que se aterrorizó al percatarse que los jóvenes internos tenían que dormir en el suelo, sobre un piso húmedo.
Ls sección Este del penal era conocida entonces como La Chichera. pues allí, se alojaba a los alcohólicos que eran recogidos en la calle.
Al describir la situación en que se encontraban, Penelas señaló que aquellos hombres hacinados hacen juego físicamente con sus vestimentas de espantapájaros.
Muchos de ellos llevan años y más años alli metidos. Hundidos en esa inmundicia humana, tal vez se hallen gentes que fueron conducidas a la cárcel por calumnia o por injusticia. En cualquiera de los casos son dignos de lástima La cárcel, tal como la hemos visto, es una tortura para la inocencia, un escollo para la virtud y una escuela práctica del vicio.
CAJA FUERTE En el año 95 existió en el penal, y se ignora cuándo dejó de funcionar, una sección de castigos a la que se le denominaba la caja fuerte.
Se trataba de un pasillo con una serie de celdas a cada lado y con barrotes fuertes.
Al igual que en el resto del penal, los internos no recibían ninguna atención y las celdas excesivamente húmedas no tenian ventilación, ni tampoco camas, ni servicios sanitarios. En tarros los internos recibi an los alimentos básicos; consistían en arroz y frijoles.
Las condiciones en que se encontraba el penal, llevaron al Ministro de Gobernación de la administración Echandi, Lic. Joaquín Vargas Gené a buscarle una solución al problema.
Luego de un amplio análisis se llegó a la conclusión de que era necesario construir una nueva penitenciaria, con una concepción más moderna y en la cual se respetaran los derechos humanos.
Un informe enviado por el Ministerio de Gobernación indicaba que en habitaciones para diez personas, duermen hacinados en el suelo cincuenta o más individuos, siempre temerosos, siempre dispuestos a lograr lo que quieren o a impedir lo que otros pretenden con un puñal en la mano.
GRANDES FUGAS La Penitenciari a Central se ha caracterizado como el penal de las grandes fugas. Quiza el más legendario autor de este tipo de hazañ as lo sean Juan Luis Araya Ballestero, quien logró evadirse en más de cincuenta oportunidades de los centros carcelarios.
Juan Luis conocido como El Rey de las fugas. fue uno de los principales dirigentes de la Peni durante la década de los cincuentta. Su liderazgo fue disputado por otro interno, conocido como Juan Soto, con quien mantuvo una riñ a con armas blancas que casi le cuesta la vida.
En enero de 1907, el Congreso emitió una disposición reglamentando el trabajo de los reos en la Penitenciaria y en los otros presidios.
El artículo primero estableci a que todo el que por vi virtud de una sentencia condenatoria en causa criminal o de policía tuviere que descontar arresto en una cárcel pública, está o obligado a trabajar Aunque el reglamento expresaba su predilección por los trabajos que se realizaran dentro de las cárceles, autorizaba las labores de los reclusos en las obras municipales, nacionales, de caridad, de instrucción pública o de otros servicios.
AUTORIDAD Conforme pasaron los an os y por distintas razones la población de la Penitenciaria Central comenzó a crecer. Muy pronto, las autoridades comenzaron a perder el control sobre la población penal y comenzó a registrarse una pugna interna por el poder.
En 948. antes y después de los sucesos bélicos, la Penitenciaria fue utilizada para alojar prisioneros políticos y pese a que los periódicos casi no registran acontecimientos de importancia sobre el penal, entre 905 y 1955, es de suponer que en ese período ocurrió el deterioro de las instalaciones.
VIOLENCIA El exceso de población, que llegó a casi dos mil internos a principios de esta década, generó una guerra de pandillas en la Peni.
principios de 97 ingresó al penal un suramericano apodado Tu pamaro. quien comenzó a enseñ ar prácticas de vudú y ritos diabólicos a los otros presos. Muy pronto logró imponer su liderazgo sobre otros internos hasta que llegaron a conformar una hermandad que bautizaron con el nombre de Los hijos del diablo.
La población fue sometida a prácticas de violencia y se impuso el cobro de tributos. Por las noches se organizaban marchas fúnebres donde se repartia chicha y marihuana entre los participantes.
La lucha por el poder de la población del penal, unida a los efectos de la marihuana, dieron inicio a una carniceria y ocho internos fueron ultimados por los miembros de la banda Los hijos del diablo.
ACTUAL SITUACION La necesidad de llevar adelante la reforma penitenciaria dentro de la Dirección General de Adaptación Social, que implica la desaparición del sistema carcelario, determinó, que la Ministra de Justicia Lic. Elizabeth Odio impulsara el desalojo de la Penitenciaria.
Hoy ha quedado desalojada totalmente de reclusos, la fatidica Penitenciaria Central, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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