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APRENDAMOS NUMERO 452 con La ASESORIA TECNICA: LIC. JORGE MORA PRENSA GRAFICA AGINE Cuando sepas hallar Cuando sepas hallar una sonrisa en la gota sutil que se rezuma de las porosas piedras, en la bruma, en el sol, en el ave y en la brisa; cuando nada a tus ojos quede inerte, ni informe, ni incoloro, ni lejano, y penetres la vida y el arcano del silencio, las sombras y la muerte; cuando tiendas la vista a los diversos rumbos del cosmos, y tu esfuerzo propio sea como potente microscopio que va hollando increíbles universos, entonces en las llamas de la hoguera, de un amor infinito y sobrehumano, como el santo de Asís, dirás hermano al árbol, al celaje y a la fiera.
Sentirás en la inmensa muchedumbre de seres y de cosas tu ser mismo; serás todo pavor con el abismo y serás todo orgullo con la cumbre.
Sacudirá tu amor el polvo infecto que macula el blancor de la azucena, bendecirás las márgenes de arena y adorarás el vuelo del insecto; y besarás el gartio del espino y el sedeño ropaje de las dalias.
y quitarás piadoso tus sandalias por no herir a las piedras del camino.
Dar Enrique González Martínez Mexicano La ola Dar, con la serenidad de las estrellas, con la discreta gracia de la flor, con la ardiente vehemencia de la llama, con todo el corazón.
Madre, la ola me dijo: Dar. Vienes conmigo a la mar?
sin la encumbrada fuente del orgullo, Al columpio jugaremos, ni la pupila seca del testigo, sobre mi espalda en el mar.
ni la voz de piedad reblandecida, sin el alma vestida de egoísmo. Baja y sube. Sube y baja!
Dar. Quién mejor te hamacará?
en la honda tortura de la duda Jugarás al escondite, en el pobre camino sin verdad, junto conmigo, en el mar.
en la noche total del abandono, Escondite entre mi espuma, en la hora sin paz. qué niño te encontrará?
Dar, Madre, me dijo la ola: ni con ansias de grata recompensa. Quieres conmigo viajar ni con el corazón envanecido, al país de las sirenas ni esperando en el eco la alabanza, y a la tierra del coral. ni aunque después de dar, te hayan herido.
Si no fuera por dejarte Dar, madre, iria hasta el mar como el río celeste se da al gozo, para jugar con la ola como el árbol en fuego y en canción, y con la ola viajar, como la tierra toda en pan y en oro, como Dios en amor.
Ricardo Pose Oscar Jara Azócar Argentino Chiteategumento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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