LA REPUBLICA, miércoles 13 de febrero de 1982 ¿Se acabó el año de los niños?
cáncer del estado costarricense. La gravedad del asunto, analizada a través de los informes de los medios de comunicación, es que muchos de los programas de prevención y cura que el Patronato lleva a cabo, quedarian en el aire al reducirse el presupuesto, de un hipotético monto de C4 millones a unos C2 De momento se habla de reducir o suprimir programas en los centros de San Isidro de Coronado, en el Rositer Carballo, en la Brigada infantil y en Aldea de Moscú Se habla de que no ha habido consultas ni se sabe cuál será el destino de los niñ os que en estos lugares se albergan. Se dice que la lucha a favor de los niños llamados Marco Retana inhalantes quedaria en el aire. En fin.
Pudiera ser que los grupos inmediatamente afectados por los despidos capitalizara los antojó pedir. Pero, vamos, son cosas del males de la institución para llevar simpatia año pasado y a nadie importan. Ya a su causa. No nos hace ninguna gracia que nuestros lectores nos conocen. Es que en estos momentos de incertidumbre total, bamos a hablar de Patronato, y al fin de más de 300 personas pierdan su puesto; cuentas, hablar de Patronato y hablar de pero menos nos hace gracia pensar que nin os, pues es parecido, cientos de niños se vean afectados por cortes de presupuesto o medidas parecidas.
Al margen de los problemas puramente Aqui sí que no se puede jugar a la administrativos y sabemos que existen, y demagogia. Si para demostrar que soy un que hay exceso de burocracia HOS hombre cuidadoso del futuro, debo enpreocupan los males que acarreen a los señarles a mis hijos a ahorrar, ese ahorro niñ os el corte de presupuesto y las luchas no debe salir a costa del sacrificio de la internas que están a punto de explotar, si ya alimentación y la educación de los mismos no han estallado a la salida de este articulo. niñ os. Quitarle dinero al Patronato el Si los males fuesen eminentemente dinero que es indispensable habiendo burocráticos, no habría problema y más tantos organismos del Estado que gozan de bien felicitari amos al organismo o a las privilegios más allá de una lógica social, es personas que trataren de ir aminorando ese como quitarles la comida a los niños, para guardar unos centavos. Los problemas de la niñ ez son constantes. Nada ganamos con engalanarnos un an o y nombrar comisiones, y hacer festivales y concursitos, si al año siguiente se olvida todo.
y todo quedó en las buenas intenciones de que está lleno el camino del Orco. Jamás será mal gastado el dinero que se emplee en la prevención del delito, en darle cobijo al niñ o abandonado, en encontrarle un techo a los chiquillos que deambulan por las calles de Costa Rica.
No se necesitan tantas comisiones ni tantos consejos, ni tanta junta directiva para llevar a cabo una labor de este tipo. Se necesitan corazones dispuestos al sacrficio; se necesita vocación de maestro, de padre y de mártir; se requiere tener el alma bondadosa de un Fray Casiano de Madrid, su espíritu de sacrificio, su amor a la humanidad. Hoy nos hemos llenado de técnicos: sociólogos, sicólogos, trabajadores sociales, abogados, y los niñ os siguen durmiendo en las aceras de San José, y en los parques nos hallamos a los niños drogados, y en los prosti bulos siguen las nin as de doce años, y hay mesas redondas, ante las cámaras de televisión, y hay seminarios en la India paradógicamente y conciliábulos en Calcuta, y sen ores sociólogos, sicólogos, y trabajadores sociales y etcétra: lo único que los niñ os necesitan, es amor, pan y educación. Así de sencillo, como aquel Fray Casiano que muchas veces no tuvo pan, y apenas medio techo, pero sí amor. El amor que le hace falta a la humanidad.
Nos gustaria saber que se hizo todo el aparato retórico de que se rodeó el famoso Añ o Internacional del Niñ o; cuáles fueron los frutos de los topes infantiles; qué de los chiquitos que fueron llevados a La Sabana a pasar hambre y sed y a ponerlos a jugar chocola sin haber conocido el juego. Porque estos sublimes ridiculos se hicieron en La Sabana, y, cuando nuestra niñ a ingenua pidió un refresco en uno de tantos puestos, la dama encargada le dijo que solo se entregaba uno a los invitados. había un sol de los demonios. un refresco para todo el dia. aquellos emparedados! ¿cómo se demostraba que se era invitado? Nosotros podiamos comprarle el refresco a la niñ a. Ella vio que algunos chiquillos pedian y a ella se le Cmo todos los demás colegas de Hongkong, algunos llegamos regularmente a la estación de Ferrocarril que cubre el servicio, ida y vuelta, Cantón Hongkong. Canton; llegamos generalmente lo que suele interesar a varios para recoger impresiones de lo que sucede del otro lado de la frontera. No todas resultan interesantes para nuestros periódicos. De vez en cuando tenemos la suerte, mediante el ofrecimiento le hacemos cortésmente, de conducirlos a Hongkong en nuestro coche. Es un anzuelo suele dar buenos resultados, pero, generalmente, se muestran reticentes. Con otros, hilvanando la conversación con tópicos diversos, se llega pacientemente a lo que se persigue. Uno de ellos, con quien hablamos en su dialecto, el cantones, se mostró locuaz cuando le tocamos un punto de que ya había hablado nuestro periódico en una muy breve información para hacerle ver que estábamos informados.
Taiwan, aplicandose los Tres Principios, los obreros pueden regalarse como el resto de la población, los pollos, patos, carne a voluntad, vestirse como les de la gana, sin la menor restricción. Las familias tienen refrigerador, máquina de lavar ropa, televisión: viajan durante las vacaciones, entran y salen del país, exactamente como en los países democráticos.
Escándalo en Cantón En cambio, en el Continente chino todo es lo contrario.
Abundan las restricciones y los cupones para comprar en cantidades muy limitadas. Se necesitan meses y meses para adquirir una bicicleta, una televisión muy mediocre. Todo esto se ha dicho y repetido multitud de veces Por Carlos Deambrosis Martin Es un escándalo lo que sucedió! En tiempos de Mao, nadie se hubiese atrevido! Pero ahora, con el nuevo régimen. donde todos mandan es un desbarajuste. Todo está permitido! La policía cierra los ojos. En la gran plaza de Cantón apareció la otra man ana un insolente cartel voluminoso con gruesos caracteres atacando groseramente a nuestro Partido Comunista, injuriando con estas palabras. Fuera de Canton! Lo firmaba ci nicamente: La Gran Alianza de Obreros de la provincia de Kuoanh tong. denigra, decimos, al Comunismo y, en cambio, elogia los tres Principios de Sun Yat Sen que reina, o mejor dicho, ha sido impuesta en la Provincia de Taiwan Repitiendo de arriba hasta el suelo: Fuera el Comunismo! Abajo el Comunismo! exclama para convencernos: Es la peor cosa del mundo. El viajero, alzando la faz y muy irritado: Como no le nan puesto fuego a esa basura. Por nuestra parte, nos abstenemos de hacer comentario.
en un sentido o en otro. En el caso de hoy, nos limitamos a trasladar al papel lo que ha dicho el chino que conduciamos a longkong. Lo que realmente nos ha sorprendido es que ninguna autoridad haya tomado cartas en el asunto, y dispersado a los grupos que leian curiosamente el cartel. Sabemos que reina actualmente en China cierta tolerancia para hacer ver que el Continente después de Mao, ha cambiado totalmente de figura; todo ello, acaso, para dar la impresión y darla sobre todo a los eventuales inversionistas que el régimen actual de China se ha vuelto democrático y amigo auténtico de los Estados Unidos. Será verdad tanta belleza? El futuro dira. Hongkong; fin octubre 97 El chino, un poco excitado, agregó: Ese libelo calumnioso recibirá su castigo al mismo tiempo, que tarde o temprano, llegaremos a descubrir los autores del cartel mural, y que es completamente falso que en Carlos Deambrosis.
Albert Martin Corresponsal en Hongking (Telex)
Montaña de azúcar el principio de la renuncia total y definitiva. todos tenemos que partir un dia. en la práctica yo me confieso anclado, y tal vez lo permaneceré mientras tenga soplo de vida, a algo irrenunciable: amar a los seres que amo. Desprenderme. para adherirme a Dios de una casa, de una cuenta en el banco, del sexo, de un anillo, de un montón de libros, del éxito. todo esto podrá parecernos dificil pero no dejamos de sentirlo concebible.
y posible; más cómo renunciar a los seres que forman con nosotros la intima soldadura de almas que llamamos amor? asimismo leo (página 0. Todos han de partir algún día: ese momento no debe ser un momento de angustia; uno debe irse con gracia, con una sonrisa y una reverencia. Qué hermosas y sabias palabras! Pero quizá sea fácil encontrarlas sabias y hermosas cuando, como a mi ahora, nos rodean los muros de nuestra casa; cuando nos envuelve el calor; cuando la noche baja sin sacudidas; cuando ladra un perro en la azotea; cuando al voltear la cabeza distinguimos en un pequeñ o jardin las sombras de unas plantas queridas. En esta intimidad triste y serena no me cuesta trabajo admirar las palabras del santo Personaje hindú; irse con gracia, con una sonrisa, con una reverencia. Lograrán admirarlas en igual medida los que se agitan en una cama aguijoneados por el dolor físico; los viejos que solo poseen su miseria; los agonizantes en los hospitales; los que concretamente advierten el implacable acercarse del frío?
Por Carlo Coccioli Me lo pregunto, me lo pregunto intranquilo. ALA. Hay momentos fugaces instantes en que concebimos realmente, en una lucidez despiadada la posibilidad (más aún; la necesidad inexorable) de que llegue la hora en que habremos de quedarnos solos: cada quien frente a sí mismo, cada quien con su alma, y nada más. Soledad perfecta y terrible; todo se ha desvanecido en torno nuestro. Se han ido los más codiciados objetos, hasta hace una fracción de tiempo considerados tan indispensables iy tan eternos! y se ha ido el deseo de ellos, aun el más vago, Las joyas más resplandecientes se han vuelto grises. Los muros más sólidos son transparencia. Lo que con una labor de insectos hemos amontonado a lo largo de los años desde los bienes materiales hasta los recuerdos regresa al vacío y al silencio Nos aseguran que esta terrible soledad perfecta sin nada, y sin la ambición de nada es indispensable para alcanzar a Dios. así será Así será, pero al pensarlo un vértigo me embiste, Pues si teóricamente es fácil aceptar Casi todas las religiones, y las filosofías también, predican la oportunidad de que nos preparemos a la. renuncia total y definitiva: al santo desapego. Se nos ensen a que la muerte es infinita soledad. Soledad como acto. nadie puede morir acompañ ado y soledad (esto sobre todo) como disciplina del alma: no se puede alcanzar a Dios, según parece, si previamente no se ha asumido el vacío, es decir la inercia sentimental ante los demás amores. Dios es un absoluto que no acepta, según parece, compartirnos con alguien o algo distinto a El.
Es un sábado al atardecer y la oscuridad va bajando sobre la ciudad callada. Dónde se han escondido con su ruido mis semejantes? De vez en cuando, pero con extrañ a levidad, mi perro Fiorino ladra en la azotea.
Quiero a esta fiel criatura que misteriosamente me ha sido entregada al nacer. Habré, para atrapar a Dios, de renunciar hasta al amor de un perro. Si, hablo mucho de Dios. muy raramente, notese, de iglesias y alguien me lo ha reprochado. Dios es mi deporte, mi hobby, mi afición: mi maravillosa angustia.
En el libro Mensajes de Sathya Sai leo lo siguiente (volumen 1, página 7. un hombre mundano, una persona ebria de Dios le parecerá loca y se reira de ello.
Más al hombre ebrio de Dios el hombre mundano le parecerá insano, tonto, descarriado, ciego. De todas las insanias que acosan al hombre, la locura de Dios, es la menos dan ina, la más beneficiosa.
Si para alcanzar lo Absoluto tengo que desprenderme de quienes amo, que haré en un paraíso sin mi madre, sin mis hermanos, sin mi padre, sin mi abuela, sin mis amigos, sin mis perros, sin los seres cuya mirada dulce recojo al azar de la calle. Será tan exigente aquel que llamamos Dios? La idea de que este mundo con sus fenómenos es pura ilusión destinada a desvanecerse, yo estoy dispuesto a aceptarla; pero también habrá de desvanecerse el amor? La renuncia que se nos recomienda, el desapego que se declara indispensable para la santidad, de veras incluirán todas las ternuras de esta dimensión, desde las mínimas. un perro que ladra en la azotea hasta las más sublimes; aquellas por las cuales daríamos nuestra vida. Que así no sea, Dios. qué asi no sea. Acaso no eres una montaña de azúcar cuya abundancia nunca podrá agotar un ejército de hormigas? Es lo que leo en el libro que aqui he citado dos veces. No me exijas, pues, Montañ a de Azúcar, que renuncie a las briznas de miel trabajosamente recogidas en esta vida. ALA. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.