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6 LA REPUBLICA. Domingo 23 de noviembre de 1980 EDITORIAL PENTAGRAMA Anuncian nuevo control de equipajes en el Aeropuerto Interna.
cional Juan Santamaría, y en las aduanas de Paso Canoas y Peña Blancas.
La voz del pueblo Felicitaciones a los hombres que tienen brillantes ideas en el Go bierno.
No hay duda de que con estos controles, se frenará el contraban do que tiene quebrado al Fisco.
Hay que registrar bien las valijas de los turistas, no permitir que pasen ni una camisa nueva, ni un calzoncillo fino, ni una corbata de Givenchi.
Se debe registrar hondo en maletas y maletines, para que no se fil.
tren artículos que puedan ayudar a acentuar la crísis fiscal del país.
Al turista, al viajero, hay que tratarlo duro para que aprenda a comportarse bien cuando atraviesa los meridianos y paralelos de di ferentes países.
Hay turistas que son abusivos y se dejan venir al país con dos litros de Campari como si tal cosa.
Los que no son turistas, pero son costarricenses que suelen viajar por el mundo en vías de negocios, estudio, recreación o profesional mente, también son abusivos.
Hemos visto a muchos de ellos traer ositos de peluche como regalo para sus hijos, y perfumes para sus esposas, y muñecas para las ni ñas y además, meter en la valija alguna buena crema de afeitar para ellos mismos.
En tanto la opinión pública mantenga su fuerza, los costarricenses podremos vivir con la garantía de un sistema democrático capaz de corregir los errores que cometan núcleos de poder político o de poder económico. Lo anterior ha quedado plenamente patentizado con el estudio y trámite del Presupuesto Nacional, que fija los límites de acción del poder público.
Es evidente que fue la opinión pública, que participó en un debate nacional como no se veía hace ya muchos años, la que lo gró una importante reducción del déficit fiscal que a todos nos favorecerá de la misma manera, por más que ahora los grupos políticos traten de capitalizar en su provecho la disminución que se introdujo al proyecto de presupuesto.
Tanto por el resultado cuanto por el mecanismo democrático que lo produjo, debemos sentirnos satisfechos al ver que la carga económica que pesa sobre los habitantes se redujo en la apreciable suma de casi mil doscientos millones de colones.
Nosotros deseábamos que esa reducción fuera mayor, pero ello no obsta para que reconozcamos el beneficio logrado gracias al consenso que se produjo a través de la presión democrática, razonable y buena que ejerció la opinión pública hasta hacer que el Poder Ejecutivo, que había propuesto una autorización de gasto de diez mil seiscientos millones, y los partidos Unidad y Liberación Nacional que originalmente esbozaron reducciones que no alcanzaban el cincuenta por ciento de lo logrado, mani festaran su acuerdo en disminuir la autori zación del gasto en una suma cercana a los mil doscientos millones. Ese hecho, el de estar de acuerdo todos, ahora, en la disminución de la importante cifra, otorga los laureles de la reducción presupuestaria a la opinión pública nacional y no a ninguno de los sectores políticos o que propusieron gastar sumas mayores o propusieron disminuir el gasto proyectado en sumas menores.
La verdad es que ni la Asamblea Legislativa derrotó al Poder Ejecutivo, ni éste le ganó una batalla a la Cámara imponiendo sus cifras originales.
En el curso de las manifestaciones de opinión pública hubo, ciertamente, lunares que no deben pasar inadvertidos para que no se crea que ellos fueron del agrado de los no involucrados en los intereses electorales que evidentemente han participado en el debate nacional a que hacemos referencia. El Partido Liberación Nacional, por ejemplo, erró al impedir al señor Ministro de Hacienda el ejercicio de un derecho que la Constitución Política le otorga expresa y claramente en el artículo 145 de la Carta, negándole, con actitud de hecho reprobable, que asistiera a la Cámara con voz y sin voto, porque si los gobernantes tienen el deber de escuchar la voz del pueblo, éste, representado por los diputados, debe oír lo que tienen que decirle los gobernantes, tal y como la Ley Fundamental lo garantiza. También erró el Poder Ejecutivo al esbozar cierta amenaza limitadora de la libertad de expresión del pensamiento, al pedir, con inusitado desplante, los textos de los mensajes radiales y televisados que se transmiten a nombre de un Comité de Defensa de los Consumidores y que, aparentemente, paga la Cámara de Comercio. Si en esos mensajes hay delito, debe acusarse, pero no se debe esconder una velada amenaza al referirse a lo que la opinión pública dice con respeto, aunque lo que diga no le agrade al poder público.
Es difícil que mañana y en los próximos días se logren reducciones mayores en el presupuesto, pero más importancia que esas reducciones, tiene el hecho de que la opinión pública se manifestó con amplitud democrática, lo que debe servir de experiencia para que esas reacciones se produzcan cada vez que el sistema se vea amenazado, como ahora ocurre con frecuencia.
Con estas barbaridades quiebra cualquier Gobierno.
También hay que fijarse bien si el reloj que traen en la muñeca del brazo izquierdo es nuevo, porque puede ser contrabando.
Los aduaneros no deben tener contemplaciones de ninguna naturaleza con los viajeros: nada de registrar las valijas. Hay que echar el contenido de ellas en el suelo, para escarbar a placer y a conciencia.
Más de tres brasieres en las petacas de una buena señora, significan defraudación fiscal.
La guerra al contrabandismo debe darse bien dada.
Lástima que por ahora no podamos parar los furgones cargados de latas de cerveza que se filtran por las fronteras, los desembarcos de licores extranjeros, de joyas, relojes y perfumes franceses, y las armas de guerra que vienen y van, Lástima que no tengamos como parar el tráfico de drogas y de artículos electrodomésticos, pero es que los lectores deben comprender, que con estos negocios hay que tener cuidado, no vaya a resultar ningún personaje lastimado, o algún amigo de los repartidores de influencias enojado.
En todo caso, el contrabandismo cue friega al Fisco es el de los regalitos que los ticos que salen traen para sus familias.
DICE EL MINISTRO SERRANO QUE HAY MUCHO CAFÉ POR COGER ¿Estamos claros en esto, queridos lectores?
ESO ES LO MALO: MUCHO CAFÉ, DESVELA La República PRENBA GRAFICA Publicado por Editorial La Razón May the مار ho Director: Gerente General: Lic. Joaquín Vargas Gené Eugenio Pignataro Pacheco Subdirector: Gerente Administrativo: Yehudi Monestel Carlos Gerardo Orozco Jefe de Redacción: Luis Cartin Sanchez Central telefónica: Telex 2338 23 02 66 y 22 28 14 Apartado: 2130 Publicidad SUSCRIPCION DOMICILIO 22 92 15 Mensual Circulación Semestral 23 88 85 Anual IMPRESO POR IMPRESORA COSTARRICENSE, IMCOSA TEL: 22. 91 66 Tu Soutouy es poden Iste ticemico di 5000 30 C162 0324 lalo 80 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica.
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