Viajar es vivir PERS LA REPUBLICA. Dumago 23 de noviembre de 1980 Viajar es vivir nos dijo hace muchos años doña Olga Mora de Esquivel quien se ha convertido desde entonces en una eterna viajera.
Cada vez que puedo salgo nos dijoViajar es algo que disfruto. En cada lugar que visito trato de absorber al máximo todo cuanto se me ofrece. Considero que el dinero que se gasta en viajes es el mejor invertido.
Esta vez, doña Olga, acompañada de don Rodrigo Esquivel, su esposo, salió hacia Barcelona, con el afán de hacer un crucero por el Mediterráneo. Fue una experiencia tan bella según nos dijo que tra taremos de hacerles llegar algunas de sus mejores experiencias.
Doña Olga, cuéntenos algo de la primera etapa de su viaje Empezaré por España.
Llegamos a Madrid al amanecer, después de cruzar el Atlántico en un vuelo muy sereno. Hemos visitado varias veces España; la conocemos casi toda, pero ahora me referiré únicamente a las dos ciudades que visitamos en este último viaje antes de embarcarnos en el crucero: Madrid y Barcelona.
Empezamos por donde siempre ha sido el principio de nuestras visitas a Madrid, recorriendo despaciosamente el Museo del Prado, admirando una de las más bellas y completas colecciones de pinturas en el mundo. Este magnifico edificio del Siglo XVII encierra la gran riqueza de la pintura española de los siglos XVII y XVIII.
Tenemos predilección por algunos lugares y procuramos visitarlos cada vez que vamos a Madrid; visitas que combinamos Els con las de sitios que antes no hemos visto; pero siempre nos falta tiempo para ver asistir a todo lo que quisiéramos.
Nombraré apenas unos pocos de los cientos de lugares que nos han interesado Bajando a tierra, los vemos felices seguidos de otros pasajeros.
muchísimo: la Capilla de San Antonio de la Florida, recubierta con los frescos de de Europa, con admirables porcelanas, ma de Elche, asombrosa y perfecta; una tante de este museo.
Goya: un verdadero deleite para los ajos; tapices y muebles; el Museo Arqueológi colección numismática y otra de cerámica Durante esta visita volvimos a Tibidael Convento de las Descalzas Reales, fun co, con su colección de objetos prehistó de todas las épocas.
bo, precioso mirador; a Montjuich, al Padado en el siglo XVI, con una magnífica ricos y la reproducción exacta de las gru Un atardecer ir a la Plaza de España y colección de pinturas, esculturas y tapilacio y al Parque Güell; al Paseo de Gratas de Altamira, de Santander; además es rendirle homenaje al inmortal Cervantes ces; el Palacio Real, uno de los más bellos tá la escultura de la bella y misteriosa Da en su monumento. Luego caminar hasta cia, a la Plaza Catalunya, a las Ramblas, en una de las cuáles tuvimos la agradable sorel final de la Gran Vía para contemplar la presa de asistir, nada menos que a La bellísima fuente de Cibeles, y su vecino el Primera Muestra de Vinos de Catalunya.
Edificio de Correos, al que por ser tan Durante ese fin de semana transformaimponente le dicen Nuestra Señora de las ron el centro de esa rambla en un precioComunicaciones; y en ese trayecto formar so jardín, con zacate, arbolitos de olivo, parte de esa encantadora costumbre espavides, gran cantidad de plantas tropicales ñola que es salir a esta Avenida, y en las como bromelias, caña de India, itabos, heespléndidas tardes otoñales.
lechos, begonias, chinas, violetas, etc. La Después de cuatro días tomamos el decoración también consistía en caminiavión para Barcelona, precioso puerto es tos de piedrecillas blancas y preciosas pañol sobre el Mediterráneo, entre la fuentes. Al principio y final de cada cuamontaña y el mar, donde ahora hasta la dra había un gigantesco tonel de vino roMisa y la Homilía se dicen en catalán. deado de la misma clase de plantas y floAquí en esta Ciudad Condal, fue reci res descritas anteriormente.
bido Cristóbal Colón por los Reyes Ca ambos lados construyeron puestos tólicos a su regreso del primer viaje a muy bien decorados, donde obsequiaban América. Su clima es suave, debido al mar vino y champán de la región; el único reу semicírculo de montañas que la pro quisito para degustarlos era comprar por tegen de los vientos del norte y del Oeste. pesetas en un puesto especial, una linda Como gran ciudad que es, tiene canti copa ya grabada.
dad de bellos e interesante sitios donde ir. Juzgando por lo concurrido del lugar, Empezaré por algunos de sus muchos mu el sonido del descorche del champán, y el seos: Museo de Arte de Catalunya, con tintinear de las copas, fue un verdadero colecciones de arte románico y gótico ca éxito la actividad.
talán; pinturas murales, retablos y tallas. Milagrosamente, los dos frágiles souveEl arte barroco español y europeo tienen nirs (copas) no sufrieron daños al guarahí también su representación. Museo de darlos en mi bolso.
Arte Moderno, con colección de pintu Luego de pasar tres días en Barcelona, ras y esculturas desde fines del Siglo el domingo en la mañana fuimos a admirar XVIII hasta el presente. El Museo de Pi de nuevo, una de las más extraordinarias casso con diversas obras del gran pintor. creaciones del arte moderno y aún inacaMuseo Etnológico, con objetos de las bada: el Templo piatorio de la Sagrada culturas precolombinas, filipinas, asiáticas Familia, obra del genial Gaudi.
y africanas.
El Barrio Gótico, donde está situada su BORDO DE UN BARCO GRIEGO bella Catedral construída en el siglo XIV, en cuya Sacristía se guarda la solemne Las pocas horas que faltaban para emCustodia procesional. El Museo Catedrali barcarnos se me hicieron largas, pues yo cio encierra la obra de Bartolomé Berme tenía enorme ilusión por este crucero y Don Rodrigo y doña Olga de Esquivel entrando al comedor del Barco SS Ellinis.
jo, la cual constituye la pieza más impor quiero decirlo desde antes de empezar a describir lo que fue nuestro itinerario: ha sido el viaje más bello que hemos hecho mi esposo y yo.
Con respecto al barco y la atención de su personal, nada nos defraudó: realmente se esforzaron para que tuviéramos una estancia perfecta a bordo.
Nos embarcamos al atardecer y de ahi en adelante los dias y las noches fueron una sucesión de horas maravillosas.
Zarpamos a las nueve de la noche: los mil setenta pasajeros de 28 nacionalidades, con gran emoción y algarabía salimos a las cubiertas para gozar del espectáculo que es ver soltar amarras y observar los pequeños remolcadores halando sin dificultad la enorme nave para alejarla del muelle y colocarla en su rumbo.
Conforme nos alejábamos podíamos admirar el puerto en toda su extensión: gran cantidad de barcos de pasajeros y de carga iluminados; en tierra, la belleza de la gran ciudad con sus miles de luces. Pero no podíamos quedarnos ahí mucho rato: teníamos que ir a cambiarnos de ropa para la comida, después de asistir al show y más tarde a bailar.
Por ser un viaje tan lleno de sorpresas y que tal vez, no podamos hacerlo noso tras, le pedi a la señora de Esquivel que me lo relatara poco a poco, así que en el próximo suplemento Ellas, seguiremos sauve la experiencia más bella de mi vida y me alegre tanto que ud me de la pportunidad de contarla.
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