p. 1

Abrir Noticia Guardar

Fin de siglo XX

Cuando se intenta profundizar sobre un modelo humano reciente, habitual a finales del siglo XX, encontramos una sociedad desorientada, escéptica, que va a la deriva o que orgullosamente camina hacia atrás, a un cierto galope deshumanizado. Se ha dicho siempre que al final de una civilización se observan hechos de esta naturaleza, de un ser humano venido a menos, degradado, sin lealtades fijas, que idolatra lo menos humano que hay en su interior.
Mucho se ha especulado sobre el fin de siglo. No cabe la menor duda de que, durante las últimas décadas, la humanidad ha alcanzado logros y avances tecnológicos hasta hace poco impensables. Sin embargo, no debemos olvidar la gran cantidad de pérdidas humanas que hemos experimentado. Las dos guerras mundiales marcaron profundamente la vida de millones con las huellas de la tragedia y el dolor.
Todavía hoy, al comienzo del año 2000, la barbarie no ha desaparecido de la vieja y culta Europa, la libertad aún no se ha aclimatado completamente en el continente-cuna de la democracia y de los derechos humanos, donde el racismo y el nacionalismo causan estragos y, pese a dos guerras mundiales devastadoras en su seno, la paz sigue siendo un bien frágil. Lo anterior nos evidencia que aún en estos días, que muchos catalogan como la era de la revolución tecnológica y el progreso humano, individuos como Slobodan Milosevic nos reproducen la mentalidad de Hitler y Stalin.
La humanidad clama por un futuro diferente, de democracia, de justicia social, de igualdad, de oportunidades para todos. La historia del pensamiento nos revela cómo muchos sistemas ideológicos de redención del hombre, basados en revoluciones importantes, han dejado más heridas sin cerrar que la apertura de nuevas vías para que la justicia y la dignidad tengan un papel más relevante.
Ojalá que los errores del pasado nos ayuden a conformar un mundo de cooperación entre las naciones, donde la paz y la libertad de todo ser humano prevalezcan por encima de toda religión, sistema político e ideología.

  • POR Raymundo Macís D.
  • Opinión
DemocracyHitlerStalinWorld War