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El partido que no fue

La lluvia frustró el juego Santos-Saprissa

Guápiles. Enero recibió a los guapileños con lluvia generosa e interminable. Una bendición para los cultivos, una zancadilla para el futbol.
El duelo Santos-Saprissa, programado para celebrarse ayer en el estadio Ebal Rodríguez, fue suspendido a las 10:38 a. m. por el árbitro central "lger Mejías, quien evaluó el estado de la cancha y determinó que no era prudente ordenar el silbatazo inicial.
Mejías efectuó una inspección preliminar a las 9 a. m., e inicialmente dio luz verde al partido. Sin embargo, cerca de las 10:30 a. m. un aguacero diluviano cayó sobre el territorio guapileño y terminó de anegar el césped.
"La cancha no estaba en condiciones apropiadas. Al inicio Santos quería que el partido se mantuviera en pie, pero era imposible empezar y arriesgar a los jugadores a una lesión", explicó el árbitro poco después de comunicar su decisión a los capitanes Luis Quirós (Santos) y Víctor Cordero (Saprissa).
Según explicó Carlos Luis Rojas, vecino de Guápiles, las lluvias fuertes han afectado a esa zona desde hace más de una semana. "Hoy (ayer) en toda la mañana no ha parado de llover. Lástima, pero la verdad es que ya uno está acostumbrado", señaló con resignación Rojas, quien asistió con toda su familia a ver el frustrado encuentro.
De acuerdo
La decisión de posponer el partido fue acuerpada totalmente por representantes de ambos bandos. "Era lo más lógico. Hay partes donde el agua le llega a uno a los tobillos", aseguró Eduardo van del Laat, delegado del equipo saprissista.
"La cancha está saturada -amplió el dirigente- y nada ganamos con dar un rato a ver si para de llover. Estoy satisfecho con la actuación del árbitro".
Su colega Eduardo Mora, miembro de la junta directiva del Santos, coincidió con van del Laat. "La gente debe comprender que si el clima no era apropiado, no podíamos forzar el partido. De todas maneras, la taquilla no iba a ser muy buena, y por eso nos conviene esperar a otra fecha".
Luis Quirós, capitán guapileño, también consideró que retrasar el choque era la única salida posible. "En 15 ó 20 minutos la cancha hubiera sido un gigantesco barrial. No tenía sentido exponerse a una lesión", reflexionó.
Antes de que el cotejo fuera suspendido, la gradería de sombra del Ebal Rodríguez registraba un lleno parcial. En popular había menos personas, y más paraguas. !Y nada de sol!
Los aficionados que compraron su entrada deberán guardar la contraseña para utilizarla el día que se reprograme el partido (vea nota aparte).
Para algunos, ello podría acarrear inconvenientes, si no les sirve asistir en la nueva fecha. Pero ese no es el caso de Jorge ¡lvarez, vecino de Hatillo 8 y miembro de la Ultra Morada : "Yo siempre sigo a mi equipo. Voy a estar aquí el día que sea".

  • POR Gustavo Jiménez Maroto
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