Como ha sido la tónica desde hace mucho tiempo, los deportes individuales sacaron la cara por Costa Rica. Así se desprende al hacer un recuento del acontecer deportivo en el año que terminó ayer.
La nadadora Claudia Poll ocupa el sitial de honor en este inventario de esfuerzo y talento. Sus dos preseas de bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 se convirtieron en oro.
Sí, bronce más bronce es igual a oro. La alquimia la elaboró un pueblo que el 24 de setiembre se lanzó a las calles para quemarse las manos con su ovación generosa.
La elegante figura de la Poll ascendió al pedestal de Sidney 2000 tras la senda del pasado... María del Milagro París y Sylvia Poll, las pioneras del agua. Las tres, bajo el embrujo de un factor común: Francisco Rivas, el formador de campeonas.
Ambos, Poll y Rivas, fueron elegidos por La Nación como el personaje deportivo del año.
Antes de junio del 2000, Laura Vargas era una ilustre desconocida. Hasta que conocimos la aspiración de nuestra compatriota de escalar las cumbres del hielo, en el monte McKinley, ubicado en Alaska, Estados Unidos, a 6.194 metros de altura.
La travesía de Federico Lico Ramírez también cruzó las alturas. Al surcar el Cerro de la Muerte en la última etapa de la XXXVI Vuelta a Costa Rica, el rutero nacional descendió raudo y culminó en San José con su corona de laureles.
Nido de fracasos
La línea dramática de este relato sufre aquí un desnivel. El futbol finaliza el año en ascuas, con la incertidumbre de alcanzar un boleto a la segunda fase eliminatoria del Mundial 2002. El ansiado tiquete lo dejamos escapar en las reiteradas estaciones de un viacrucis de desaciertos que comenzó en San Diego de California, tras la eliminación tica en la Copa de Oro.
La Tricolor no encontró el norte. Ni ayer contra Trinidad y Tobago ni en los anteriores choques ante canadienses y coreanos. Un plantel costarricense al que siempre le faltó ese soplo de inspiración y de coraje que suele aportar el alma cuando las fuerzas fallan... , describió Rodrigo Calvo desde Estados Unidos.
Tras apurar la copa amarga, el timonel Marvin Rodríguez fue destituido. El 15 de abril, el brasileño Gilson Siqueira Nunes fue presentado a la prensa como el nuevo director técnico de la Tricolor.
Pocos días después, la FIFA adelantó dos meses el proceso eliminatorio (julio, en vez de setiembre). En aquella oportunidad, Nunes minimizó el asunto y expresó que "de todos modos los partidos había que jugarlos, tarde o temprano".
Sería lindo, pero irresponsable, enyuntar el verbo con adjetivos melosos y empapelar el inminente inicio del camino al Mundial 2002 con un discurso triunfalista, pegado con alfileres... En lo administrativo asistimos a la historia recurrente de yerros y malos pasos... Y en lo futbolístico, lo demostrado hasta ahora por la Selección no da para asegurar el éxito de antemano , escribió Danilo Jiménez, editor de Deportes , el 10 de julio.
Así las cosas, tras una gira a Brasil y América del Sur con resultados muy negativos, en la cancha y en la organización, los muchachos viajaron a Barbados y el 16 de julio se cocinó una derrota (2 a 1) que no figuraba en los cálculos del más pesimista de los aficionados. "Lo que mal empieza..." , tituló Harold Leandro, enviado de La Nación .
Las restantes estaciones todos las recordamos: tres victorias en casa contra Estados Unidos (3 a 2), Guatemala (2 a 1) y Barbados (3 a 0); un empate conformista en Estados Unidos (0 a 0) y una nueva derrota en Guatemala (2 a 1), que nos dejó a expensas de un tercer juego contra los chapines, el próximo 6 de enero en el Orange Bowl de Miami.
No tardó en bajar de la escalinata del avión para poner la renuncia. Gilson Nunes dimitió el 16 de noviembre. "Con mucha tristeza, dejo la Selección Nacional", alcanzó a decir con la garganta hecha un nudo.
Su asistente, Alexandre Guimaraes, asumió las riendas del elenco nacional.
El primer muerto
La sangre llegó al río. La situación temida por fin se produjo. La exaltación de las barras bravas alcanzó el punto máximo el domingo 15 de octubre en las afueras del estadio Alejandro Morera Soto, de Alajuela.
En los minutos previos al juego que sostuvieron Alajuelense y Herediano, como ha sido usual cada vez que los dos equipos se enfrentan, los miembros de ambas barras se liaron a golpes y proyectiles, uno de los cuales (una botella) impactó el pómulo derecho de Adrián José Segura Alvarado, un estudiante de 19 años, quien perdió la vida dos días más tarde (martes 17 de octubre) en uno de los salones de Cirugía 2 del Hospital México.
En el sitio quedó un rastro de sangre que ni el caudaloso torrente del caño pudo diluir. El futbol tico está más cerca que nunca del muerto que, según dicta la tradición, hace falta en nuestro país para empezar a buscarle solución a algún problema. , comentó Gustavo Jiménez, cronista de La Nación , en la columna Opina , en la edición del 17 de octubre, justo el día en que el muchacho falleció en su cama de hospital.
Atisbos de esperanza
La extraordinaria gestión empresarial y futbolística de la Liga Deportiva Alajuelense, la supremacía de Zapote en el voleibol nacional, la clasificación de la Selección de Futbol Sala para el Mundial que se jugó en Guatemala, la realización en nuestro país de la Copa Ericsson (tenis), así como la gran labor de varias figuras nacionales en el exterior (Paulo Wanchope, en Inglaterra; Jafet Soto y Hernán Medford, en México; Rónald Gómez, en Grecia; Rolando Fonseca, en Guatemala; Wílliam Sunsing, en EE. UU.), son elementos capaces de atisbar la esperanza en nuestro deporte, por lo general alicaído y carente de una buena estructura y de apoyo económico.
Los manudos barrieron con sus rivales y comandaron las posiciones de los torneos de Clausura (Campeón Nacional 99-2000) y de Apertura (ganador de esta fase en la temporada 2000-2001).
Además, los rojinegros tuvieron una participación más que decorosa en la Copa Merconorte, a la que asistieron por invitación. También, en diciembre, la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del futbol (Wiesbaden, Alemania) situó a la Liga en el puesto número 27 de clubes, de acuerdo con el ranking mundial de noviembre.
La crisis morada
Lo inevitable. Dos figuras legendarias del Deportivo Saprissa nos dejaron este año. En enero falleció Gerardo Solano y en marzo le siguió Eduardo Mudo Umaña, estrellas de los años 70 y 60, respectivamente.
A la triste desaparición de ambos exjugadores se agrega el año realmente difícil que la institución ha tenido que enfrentar, en lo económico y en lo deportivo.
Apremiante, difícil, incómoda, acongojante, pero no para pedir limosna. Así calificó Bernardo Méndez la crisis de la entidad que preside, en una entrevista que sostuvo con Deportes de La Nación , el 12 de diciembre anterior. "El equipo está enfermo, pero no desahuciado" , afirmó el dirigente, con dignidad.
La inestabilidad de los directores técnicos es otro aspecto que llama poderosamente la atención en el recuento anual. José Mattera, Mario Silva, Orlando de León, Rolando Villalobos, Álvaro Solano, Marvin Rodríguez, Henry Duarte, Róger Flores, Mario Kempes, Miguel Company, Gilson Nunes, Juan Luis Hernández y Carlos Linaris sufrieron el corte de la guillotina en distintos momentos, tres de ellos, seleccionadores (Rodríguez, Villalobos, Nunes).
Las águilas vuelan solas. Con 15 años de edad, Paulo Enrique Montoya alcanzó el primer lugar del Campeonato Nacional de Golf Match Play, el torneo más importante de nuestro país, el cual se disputa desde 1943.
Las águilas vuelan solas... Como el vino, el veterano Adrián Robert sigue siendo la máxima figura del motocross nacional.
Lo que viene es la esperanza. El próximo reto del deporte tico será el sábado 6 de enero, cuando trataremos de seguir con vida rumbo a Corea 2002. Ojalá que esa sea la primera buena noticia del 2001.