Berlín. El caso "Becker contra Becker", Boris contra Bárbara, sigue haciendo correr mucha tinta en Alemania, tomando visos polémicos sobre la oportunidad de difundir o no, por televisión, en directo o diferido, los debates en un tribunal de Florida, Estados Unidos, sobre la espectacular ruptura matrimonial.
En un país donde la retransmisión de las audiencias de un tribunal está estrictamente prohibida, la decisión del canal privado N24 de mostrar el jueves, en directo y durante las cuatro horas de duración, este primer episodio del proceso Becker, aparece como una mancha, pero que ya produjo algunos émulos.
La Unión Alemana de Periodistas (DJV) pidió a los canales de televisión que renuncien a la difusión en directo de la audiencia del lunes, en la cual Boris Becker quiere reclamar el regreso a Alemania de sus dos hijos, que viven en Florida desde noviembre con la madre. La mayor parte de los canales privados anunciaron su intención de difundirla.
Los canales estatales ARD y ZDF, por su parte, decidieron que solo difundirán los reportajes en el marco de sus noticiarios habituales y únicamente si los debates valen la pena.
Fines ilustrativos
"El jueves mostramos imágenes de la audiencia para ilustrar un reportaje sobre la cuestión 'puertas cerradas' y la diferencia entre Estados Unidos, donde los debates son públicos, y Alemania", explicó el jefe de redacción de la ARD, Hartmann von der Tann. "Si hay una información fundamental el lunes, hablaremos de ello, pero no habrá imágenes en directo", destacó.
"Semejante drama personal no tiene su lugar en los hogares de los alemanes", estimó, por su parte, el jefe de programas de ARD, Guenter Struve.
"Al contrario", replicó el jefe de redacción de N24, Peter Limbourg: "El personaje Becker interesa a los alemanes. Es una superestrella para nosotros y no tenemos tantas megaestrellas", indicó, para citar enseguida otros dos personajes públicos de primer plano, según él: el vicepresidente de la Federación Alemana de Futbol, Franz Beckenbauer, y el excanciller Helmut Kohl.
Limbourg, que, sin embargo, no quiere mancillar la "esfera íntima" de Boris Becker, estima que el canal N24 permitió relanzar el debate sobre la prohibición, o no, de retransmitir en directo los procesos y ello a menos de 20 días de una decisión al respecto de la Corte Constitucional.
Pendiente
La instancia jurídica debe resolver por unanimidad, el 24 de enero, sobre una querella del canal de televisión de información continua N-TV, según la cual la prohibición de filmar impuesta a la televisión, los pone en desventaja con relación a los medios escritos y va contra los principios de la libertad de informar.
Según Hartmann, von der Tann está casi "excluido que la Corte autorice la difusión de imágenes de ese tipo de procesos ya que, para los jueces alemanes, la protección de los hijos menores pasa antes que cualquier otra cosa. Pero, posiblemente permitirá filmar los procesos de carácter político".
N-TV decidió distinguirse de los otros canales privados de televisión y no difundirá las imágenes en directo del lunes: "No queremos asistir a la exhibición de los trapos sucios", declaró un vocero.
Bárbara Becker estará presente ese día, mientras que no concurrió a la del jueves, consagrada exclusivamente al tema de "puertas cerradas". Boris Becker, invocando los riesgos que representan para él y para su familia un proceso público, reclama la ausencia de cámaras y de fotógrafos para el lunes.
Pero el juez de asuntos familiares de Miami, Maynard Gross, rechazó ese pedido y aseguró que estará atento para que la seguridad de los niños no sea afectada y garantizó al excampeón la confidencialidad con respecto a sus contratos publicitarios y el funcionamiento de sus sociedades.
Sin embargo, el jugador espera obtener del juez el poder regresar con sus hijos a Múnich (sur de Alemania), donde inició un proceso de divorcio el 15 de diciembre.