Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Estados Unidos dio un nuevo impulso a la carrera espacial al apuntar otra vez a la Luna, luego a Marte y a la exploración del sistema solar.
El ambicioso programa se anunció en la antesala del primer aniversario de la tragedia del trasbordador Columbia , que se desintegró cuando entraba en la atmósfera.
La muerte de siete astronautas el 1.° de febrero del 2003 estremeció a la comunidad espacial, y el Congreso estadounidense se preguntó luego por el objetivo de la presencia espacial.
Sin embargo, el miércoles el presidente George W. Bush revivió el programa espacial con una nueva propuesta más ambiciosa.
"El accidente del Columbia hizo necesario tomar una decisión rápida, acelerando la necesidad de hallarle un sustituto al trasbordador y dándole a la NASA una visión y objetivos", dijo el historiador del programa espacial, Howard McCurdy.
Ante la presencia de astronautas experimentados, reunidos en la sede de la NASA en Washington, Bush anunció el desmantelamiento de la flota de trasbordadores para el año 2010 y el envío de otra misión tripulada a la Luna hacia el 2020 a más tardar.
También el uso de la Luna como base para residencia humana y posible trampolín hacia Marte.
El plan se presentó en plena campaña electoral.
Sin trasbordadores
Sin embargo, parece prudente al darle a la NASA hasta el 2008 para que le halle un sustituto a los transbordadores, y prever una primera expedición a la Luna entre el 2015 y 2020.
Comparado con el programa Apolo , creado de la nada en 1961 tras el discurso del presidente John F. Kennedy, y cuyo objetivo fue alcanzado con el primer alunizaje en 1969, el plan de Bush es lento pues deja un período de entre 10 y 15 años para que la NASA regrese a la Luna.
Ninguna fecha se ha previsto para un viaje a Marte, demasiado lejos como para estar contemplado en la asignación financiera anunciada por Bush para la NASA, de solo $1.000 millones anuales por cinco años, que se añaden al presupuesto anual de la agencia, de unos $11.000 millones.
Por problemas de presupuesto, desde el viernes la NASA no da mantenimiento al telescopio espacial Hubble , por lo que pondrá fin anticipado a su misión.
El Hubble permanecerá en órbita mientras pueda continuar con su función, y se prevé que para el año 2011 reingresará a la atmósfera, estrellándose.
Para financiar sus ambiciones, Bush cuenta con una reasignación de los fondos ya aprobados para la NASA.
La agencia deberá, además, llevar a cabo una reorganización, pues está diseminada por 10 centros a través de todo el país.
Esa distribución eleva los costos de forma significativa.
“La reorganización de los centros de la NASA será difícil y requerirá un fuerte compromiso político de la Casa Blanca”, dijo Christian Beckner, especialista espacial del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales.
Este documento no posee notas.