Ginebra, 9 may (EFE).- La compañía de aviación helvética Swiss hizo un mal cálculo con su decisión de reducir sus pedidos del avión brasileño Embraer ya que "regaló así uno de sus mayores activos", señala hoy el dominical suizo Sonntagszeitung.
Swiss rebajó de sesenta a treinta su pedido firme de Embraer - quince del modelo 170 y otros tantos del 195 - al tiempo que redujo las opciones de compra previstas en el contrato de 100 a sólo veinte.
"Lo que parece una opción sensata por parte de Swiss, deseosa de reducir el tamaño de su flota, es, si se mira mejor, una reacción de pánico, que ha hecho que Swiss renunciara a la posibilidad de hacer un negocio multimillonario", denuncia el periódico.
La compañía regional suiza predecesora de Swiss, Crossair, había logrado en efecto condiciones muy favorables para la compra de esos aparatos, de los que habría podido beneficiarse la primera.
Así, cada Embraer 170 le habría costado a Swiss 19 millones de dólares, y cada aparato del modelo 195, unos 24 millones aproximadamente.
Pues bien, actualmente, el precio de catálogo del modelo más pequeño es de 25 millones mientras que el del segundo llega a los 30 millones.
Incluso teniendo en cuenta que el precio de mercado de los aviones está normalmente unos dos millones por debajo del que marca el catálogo, si en lugar de renunciar a la compra, Swiss hubiese buscado un inversor para revenderlos, habría hecho un negocio de cerca de 750 millones de francos (unos 548 millones de dólares).
Sin embargo, los dirigentes de Swiss optaron por la opción de que Embraer les devolviese parte del adelanto de noventa millones de francos (unos sesenta y seis millones de dólares), lo que supuso una pérdida para la compañía suiza de treinta millones (casi veintidós millones de dólares), critica el dominical.
Al mismo tiempo, renunciaron a la exclusiva de mantenimiento y entrenamiento para toda Europa de los aviones Embraer, que habían negociado previamente, agrega el Sonntagszeitung.
Según el periódico, de la miopía mostrada por la dirección de Swiss da cuenta el hecho de que el año pasado, la compañía US Jedtblue encargó cien Embraer 190 y US Airways, 85 Embraer 170.
En Europa, la polaca Lot compró diez aparatos y Alitalia, 6 de ese fabricante brasileño.
Además, en el momento en que Swiss decidió recortar su pedido, Embraer llevaba cierto retraso en la certificación de sus motores, por lo que la compañía suiza no tenía por qué haberse apresurado.
Embraer tendría incluso que haber pagado una sanción por los retrasos en el cumplimiento de los pedidos.
La portavoz de Swiss, Priska Soperri, defendió, sin embargo, la decisión adoptada el año pasado por el consejo de administración de la compañía con el argumento de que "la venta o una operación de leasing de aviones es una operación muy compleja".
El periódico critica que en lugar de especular en el mercado de aviones, Swiss se dedique a hacerlo, "asumiendo importantes riesgos", en los mercados de divisas y del petróleo. EFE
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