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Por Enrique Escande
Buenos Aires, 1 oct (EFE).- El River Plate argentino recibió un golpe demoledor en momentos en que intentaba consolidarse futbolísticamente, al quedar eliminado de la Copa Sudamericana por un rival sin historia internacional, el modesto Arsenal.
Con una derrota (2-1) y un empate a cero el River quedó fuera de carrera tempranamente en un torneo que no le queda bien, ya que el año pasado perdió la final con el Cienciano de Perú, hecho que provocó la dimisión del entrenador chileno Manuel Pellegrini, a quien sustituyó Leonardo Astrada.
Ahora Astrada asume "toda la responsabilidad" de esta nueva frustración, frase que no dice demasiado y con la que intenta contener a una plantilla que tiene como objetivo hasta finales de año el torneo Apertura de la Primera División de su país.
El River Plate jugó sin sus mejores futbolistas ante el Arsenal, pero al acudir a figuras como Marcelo Gallardo, Maxi López y Javier Mascherano en la segunda parte tampoco logró la claridad necesaria para doblegar a un rival al que tuvo durante casi 45 minutos bajo los palos de su portería.
El punta chileno Marcelo Salas, que no jugó ante el Arsenal, dijo esta semana que "no puede ser" que el equipo sea tan irregular y aseguró que "no debe perder más puntos en casa" al referirse al Apertura, pero tampoco logró los tres que necesitaba en la Sudamericana para superar a un rival cuyo presupuesto anual equivale al de un mes en el club riverplatense.
"Tengo una tristeza muy grande, porque este era un objetivo a cumplir", señaló Astrada tras el partido.
Astrada también ha dicho en reiteradas ocasiones que el equipo no está jugando bien, pese a que en la competición doméstica permanece imbatido en ocho jornadas y es el líder absoluto con dos puntos de ventaja sobre el Boca Juniors.
Tras el golpe recibido al quedar eliminado en el segundo torneo internacional del año -en la Copa Libertadores, jugada en el primer semestre, perdió en las semifinales ante el Boca por penaltis- y al no haber aprovechado dos derrotas boquenses en la Liga para obtener mayor ventaja de puntos en la clasificación, todos los rivales que tiene el River por delante en once jornadas parecen poco asequibles.
El primero de ellos, el próximo domingo, será el Quilmes, un equipo caracterizado por complicar a sus rivales tanto como el Arsenal, al que los muchachos de Astrada sólo le llevan cinco puntos de ventaja y con el que ya perdieron en el estadio quilmeño en el torneo Apertura, en marzo pasado, la tarde que lo visitó por primera vez desde su construcción.
Como de costumbre, las derrotas aceleran las informaciones difundidas en potencial, y ahora en el River Plate se habla del posible traspaso de Luis "Lucho" González al Atlético de Madrid y se insiste sobre el presunto interés del Real Madrid por el también centrocampista Javier Mascherano.
También de la posibilidad de reincorporación del defensa Horacio Ameli, quien a mediados de año se fue el América de México y, según se asegura en el club, tiene ganas de regresar.
Antes, el River Plate deberá jugar once finales en el torneo Apertura, como suele decirse también en estas circunstancias. EFE
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